A Alfred y a mí nos sorprendió que Sequoia no estuviera interesada en invertir en Zappos. Nos acercamos para averiguar lo que había ocurrido o para ver si algo había salido mal. Se nos dijo que los logros del equipo habían sido impresionantes para lo pequeña e incipiente que era la compañía, pues solo tenía unos meses, pero Sequoia no estaba segura de que la empresa llegara a prosperar. Ellos querían ver más crecimiento y progreso, y sugirieron que volviéramos a hablar de nuevo en unos meses.