una voz persistente en el fondo de mi mente planteó varias veces la misma pregunta que había estado allí desde que caminamos en silencio Sanjay y yo volviendo a la oficina el día que el acuerdo con Microsoft se cerró: “¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?”. Y luego estaban las siguientes preguntas: “¿Qué es el éxito? ¿Qué es la felicidad? ¿Para qué estoy trabajando?”. Todavía no tenía respuestas. Así que fui a la barra, pedí un trago de vodka y bridamos Sanjay y yo. Pensando que las respuestas podían esperar a después.