La aceptación incondicional reviste especial importancia para los niños. Si los padres amenazan con retirar su amor de un niño cuando fracasa en lograr algo, las naturales ganas de jugar del niño se reemplazarán gradualmente por la inquietud crónica. Sin embargo, si el niño siente que sus padres están incondicionalmente comprometidos con su bienestar, puede relajarse y explorar el mundo sin temor; de otra manera tendría que destinar su energía psíquica a su propia protección y así reduciría la cantidad de la que puede disponer libremente.

