el desarrollo actual de este país no tiene nada que ver con los valores o los cambios en la cultura china, sino que es el resultado de un proceso de transformación económica desencadenado por las reformas implantadas por Deng Xiaoping y sus aliados, quienes, tras la muerte de Mao Zedong, abandonaron gradualmente las instituciones y políticas económicas socialistas, primero en la agricultura y después en la industria.

