Enfrentarte a lo que te da miedo, mirarlo directamente y afrontarlo siguiendo los impulsos innatos que te dicta el corazón. Una lección de vida que deberíamos traer instalada de fábrica y que muchos aprendemos de la peor manera. Todo es efímero. Nada es eterno. No hemos llegado para quedarnos y, precisamente por eso, no vale la pena hundirse y quedarse atrás en el camino, reviviendo lo que nos ha hecho daño. Seguir adelante es la única opción que debemos plantearnos. Ser fuertes y no volver la vista atrás. Bueno, sí. De vez en cuando hay que hacerlo, porque sólo así podemos comprobar cuánto
...more

