La Liga Jónica trajo a Grecia la lujuria, lo que acarreó su destrucción, porque entonces Grecia se dedicó a la holganza de cultivar el cuerpo: el ídolo de los hombres vulgares que piensan que los valores supremos residen en la belleza, la fuerza, los juegos atléticos, los deportes y los festivales. No hay nada malo en el cuidado del cuerpo con tal que se supedite al cultivo de la mente y sea siempre obediente a la voluntad.

