JUAN CORREA

65%
Flag icon
–Me recuerdas a Erisictión, que cortó el roble sagrado como gesto de desprecio hacia Ceres, la diosa de la Tierra y de la calma satisfecha. Y Ceres lo entregó a su temida hermana, el Hambre, que le dio un apetito insaciable, de modo que hasta llegó a vender a su única hija para saciar su voraz estómago. Finalmente se vio obligado a comerse su propio cuerpo. Esa es una historia de ambición.
La columna de hierro
Rate this book
Clear rating
Open Preview