Ninguna cosa permanece, sino que todas fluyen, el fragmento se adhiere al fragmento; las cosas que nacen hasta que las conocemos y damos nombre gradualmente chocan y dejan de ser las cosas que conocemos. Tú, también, ¡oh, Tierra!, tus imperios, territorios y mares, la menor de las estrellas de todas las galaxias. Esférica por el impulso como ellas, como ellas tú también

