Otra actividad familiar divertida que también fomenta la receptividad es los juegos de improvisación. El concepto básico es parecido a lo que hacen los cómicos improvisadores cuando el público les lanza propuestas y ellos deben coger las ideas soltadas al azar y combinarlas de maneras divertidas que tengan sentido. Si a tus hijos y a ti se os da bien el teatro, podéis hacer esta clase de improvisación juntos.

