El elemento

by Ken Robinson

Resulta que la intuición tan despreciada y postergada con relación al pensamiento consciente, era una fuente de conocimiento tan válida como la razón.

identificar el llamado «elemento» cuya ejecución le identifica a uno con su razón de ser, ya sea profundizar en el ejercicio de la danza, o de las matemáticas.

Ahora bien, no basta solamente con hallar el «elemento» —y ese es un mensaje

cuyo valor no puede sobreestimarse—; es preciso dominarlo, profundizar en su conocimiento, controlarlo. Eso requiere esfuerzo continuado y mucho talento.

conocerse por dentro, gestionarse a sí mismo y poder entonces abordar la tarea de controlar lo que está fuera.

El resultado es que hay demasiada gente que nunca conecta con sus verdaderos talentos naturales y, por tanto, no es consciente de lo que en realidad es capaz de hacer.

No disfrutan de lo que hacen, pero tampoco tienen idea de lo que les satisfaría.

Estas personas explican cómo reconocieron sus talentos únicos y lo bien que se ganan la vida haciendo aquello que les apasiona.

Utilizo el término «Elemento» para el lugar donde convergen las cosas que nos gusta hacer y las cosas que se nos dan especialmente bien.

Necesitamos asegurarnos de que todas las personas tienen la oportunidad de hacer lo necesario para descubrir el Elemento por sí mismas y a su modo.