Con varios ejemplos de distintos niveles y etapas, trataré de demostrar que las artes y las humanidades son fundamentales, tanto para la educación primaria y secundaria como para la universidad. Con esto no pretendo afirmar que las ciencias exactas y las otras ciencias sociales, como la economía, no sean esenciales también para la educación de los ciudadanos, pero nadie está proponiendo que esas disciplinas queden atrás. Por lo tanto, he decidido concentrarme en aquello que posee un valor extraordinario y que, al mismo tiempo, se encuentra en grave peligro.

