Solo hay dos formas de eliminar las rimas y las cacofonías: realizando una lectura atenta, o en voz alta. Con el tiempo, se adquiere tanta práctica que tras una primera revisión en silencio ya se detectan estos errores. Las repeticiones y las cacofonías se emplean en la poesía para acentuar un efecto sonoro. Pero son ineficientes en la prosa. Una de esas figuras retóricas es la aliteración. Se parece mucho a la cacofonía, pero es un poco más suave. Es la repetición de grupos de vocales o de consonantes.

