Frecuentemente, luego, ya, hoy en día, mensualmente, actualmente, periódicamente... Intercalamos estos adverbios de tiempo para situar al lector ante un hecho que se produce en un lapso determinado. Pero muchos son innecesarios. Existe una pista directa para que el lector sepa si estamos hablando de hoy, de ayer o de mañana: los tiempos verbales.