La mente es un instrumento soberbio si se usa correctamente. Sin embargo, si se usa incorrectamente, se vuelve muy destructiva. Para decirlo con más precisión, no se trata tanto de que usas la mente equivocadamente: generalmente no la usas en absoluto, sino que ella te usa a ti. Ésa es la enfermedad. Crees que tú eres tu mente. Ése es el engaño. El instrumento se ha apoderado de ti.

