Claudia Fierro

15%
Flag icon
La imagen más pertinaz del pasado, que habría de permanecer intacta en la memoria de Samuel Adler hasta la ancianidad, fue ese último abrazo desesperado y su madre, bañada en llanto, sostenida por el brazo firme del viejo coronel Volker, agitando un pañuelo en la estación, mientras el tren se alejaba. Ese día terminó su infancia.
El viento conoce mi nombre
Rate this book
Clear rating
Open Preview