Saúl Barquero

22%
Flag icon
Los torturaron, incluso a los niños, buscando información; violaron a las muchachas y después los ejecutaron a todos, unos a tiros, otros a cuchillo o machete, a algunos los quemaron vivos. A los niños los atravesaron con bayonetas, los ametrallaron y después le prendieron fuego al convento. Los cuerpecitos chamuscados quedaron irreconocibles. Con la sangre de un nene escribieron en la pared de la escuela: «Un niño muerto, un guerrillero menos». También mataron a los animales e incendiaron las viviendas y los sembradíos. Dejaron los cadáveres tirados y los tizones ardiendo. Cumplieron su ...more
El viento conoce mi nombre
Rate this book
Clear rating
Open Preview