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En la notita ponía: ¿Quién eres?
En cuanto se concentraba en el hecho de que existía, inmediatamente surgía la idea del fin de la vida.
¿De dónde viene el mundo?,
Podía aceptar que Dios había creado el universo, ¿pero y el propio Dios, qué? ¿Se creó él a sí mismo partiendo de la nada?
Pero con todas esas necesidades cubiertas, ¿hay todavía algo que todo el mundo necesite? Los filósofos opinan que sí. Opinan que el ser humano no vive sólo de pan. Es evidente que todo el mundo necesita comer. Todo el mundo necesita también amor y cuidados. Pero aún hay algo más que todo el mundo necesita. Necesitamos encontrar una respuesta a quién somos y por qué vivimos.
LO ÚNICO QUE NECESITAMOS PARA SER BUENOS FILÓSOFOS ES LA CAPACIDAD DE ASOMBRO.
Un mito es un relato sobre dioses, un relato que pretende explicar el principio de la vida.
¿Existe una materia primaria de la que todo lo demás está hecho? ¿El agua puede convertirse en vino? ¿Cómo pueden la tierra y el agua convertirse en una rana?
«Todo fluye», dijo Heráclito. Todo está en movimiento y nada dura eternamente. Por eso no podemos «descender dos veces al mismo río», pues cuando desciendo al río por segunda vez, ni yo ni el río somos los mismos.
Empédocles pensaba que la naturaleza tiene en total cuatro elementos o «raíces», como él los llama. Llamó a esas cuatro raíces tierra, aire, fuego y agua.
A estas piezas más pequeñas Demócrito las llamó átomos. La palabra «átomo» significa «indivisible».
los filósofos. Hemos visto cómo buscan explicaciones naturales a los cambios que tienen lugar en la naturaleza. Anteriormente, esas cuestiones se explicaban mediante los mitos.
Por fe en el destino se entiende la fe en que está determinado, de antemano, todo lo que va a suceder. Esta idea la podemos encontrar en todo el mundo, en el momento presente, y a través de toda la historia.
Hipócrates, que exigió a sus discípulos que prestasen el siguiente juramento:
¿Existe un pudor natural? Más sabia es la que sabe lo que no sabe. La verdadera comprensión viene de dentro. Quien sabe lo que es correcto también hará lo correcto.
Pero cuanto más pensaba en ello, más claro le parecía que el saber lo que uno no sabe, también es, en realidad, una forma de saber. No aguantaba a esa gente tan segura de saber un montón de cosas de las que no tenía ni idea.
La palabra «sofista» significa persona sabia o hábil.
Los sofistas tenían un importante rasgo en común con los filósofos de la naturaleza: el adoptar una postura crítica ante los mitos tradicionales. Pero, al mismo tiempo, los sofistas rechazaron lo que entendían como especulaciones filosóficas inútiles. Opinaban que, aunque quizás existiera una respuesta a las preguntas filosóficas, los seres humanos no serían capaces de encontrar respuestas seguras a los misterios de la naturaleza y del universo. Ese punto de vista se llama escepticismo en filosofía.
Sócrates se hacía el ignorante, es decir, aparentaba ser más tonto de lo que era. Esto lo llamamos ironía socrática.
Sócrates se llamaba «filósofo», en el verdadero sentido de la palabra. «Filósofo» significa en realidad «uno que busca conseguir sabiduría».
Un filósofo sabe que en realidad sabe muy poco, y, precisamente por eso, intenta una y otra vez conseguir verdaderos conocimientos.
«La más sabia es la que sabe lo que no sabe», dije. Y Sócrates dijo que sólo sabía una cosa: que no sabía nada.
Platón (427-347 a. de C.) tenía 29 años cuando a Sócrates le obligaron a vaciar la copa de veneno.
(Aparte del discurso de defensa de Sócrates, Platón escribió una colección entera de cartas, y treinta y cinco diálogos filosóficos.)
Platón fundó su propia escuela de filosofía fuera de Atenas. La escuela estaba situada en una arboleda que debía su nombre al héroe mitológico griego Academo. Por lo tanto, la escuela de filosofía de Platón adquirió el nombre de Academia.
Aristóteles pensó que todo lo que tenemos dentro de pensamientos e ideas ha entrado en nuestra conciencia a través de lo que hemos visto y oído. Pero también tenemos una razón innata con la que nacemos.
Aristóteles no negó que el hombre tuviera una inteligencia innata. Al contrario, según Aristóteles es precisamente la razón la que constituye la característica más destacada del ser humano. Pero nuestra inteligencia está totalmente vacía antes de que sintamos algo. Por lo tanto el ser humano no puede nacer con idea alguna.
el ser humano solamente será feliz si utiliza todas sus capacidades y posibilidades.
Tanto la ética de Platón como la de Aristóteles se remiten a la ciencia médica griega: únicamente mediante el equilibrio y la moderación seré una persona feliz o en armonía.
filosofía estoica, que nació en Atenas alrededor del año 300 a. de C. Su fundador fue Zenón,
El nombre «estoico» viene de la palabra griega para pórtico (stoa).
se interesaron por la política y varios de ellos fueron hombres de Estado en activo, por ejemplo el emperador romano Marco Aurelio (121-180 d. de C.).
La palabra «epicúreo» se utiliza hoy en el sentido despectivo de vividor.
La cultura de los indoeuropeos se caracterizaba ante todo por su fe en múltiples dioses. A esto se llama politeísmo.
Hemos dicho que los indoeuropeos creían en muchos dioses distintos. En cuanto a los semitas resulta también sorprendente que desde muy temprano se unieran en torno a un solo dios. Esto se llama monoteísmo.
«un hombre renacentista», expresión con la que se designa a una persona que participa en todos los campos de la vida, del arte y de la ciencia.
Una de las consignas de la época barroca era la expresión latina «carpe diem», que significa «goza de este día». Otra expresión latina que se citaba frecuentemente en la misma época era el lema «memento mori», que significa «recuerda que vas a morir».
—Descartes, sin embargo, intentó seguir trabajando precisamente a partir de ese punto cero. Había llegado a la conclusión de que estaba dudando de todo y que eso es lo único de lo que podía estar seguro. Y ahora se le ocurre algo. De algo sí puede estar totalmente seguro a pesar de todo: de que duda. Pero, si duda, también tiene que ser seguro que piensa, y puesto que piensa tiene que ser seguro que es un sujeto que piensa. O, como él mismo lo expresa: «Cogito, ergo sum». —¿Y eso qué significa? —«Pienso, luego existo.»
Llega a la conclusión de que también tiene una idea clara y definida de un «ser perfecto». Es una idea que ha tenido siempre, y para Descartes es evidente que una idea como ésa no puede proceder de él, porque: «La idea de un ser perfecto no puede venir de algo que es imperfecto. De modo que esta idea de un ser perfecto tiene que proceder de ese mismo ser perfecto, o, con otras palabras, de Dios».
Para Spinoza Dios no creó el mundo quedándose fuera de su Creación. No, Dios es el mundo. A veces se expresa de una manera un poco distinta. Afirma que el mundo está en Dios.
Todo lo que existe proviene de lo mismo, decía. Y lo llamaba «Sustancia». Otras veces lo llamaba Dios o Naturaleza. Por lo tanto Spinoza no tiene una concepción dualista de la realidad como la tenía Descartes.
—Un empirista desea hacer derivar todo conocimiento sobre el mundo de lo que nos cuentan nuestros sentidos.
Otro rasgo igualmente racionalista de Locke es que pensaba que es inherente a la mente del hombre el pensar que hay un Dios.
—También la historia del pensamiento, o de la razón, se puede comparar al curso de un río. Todos los pensamientos que vienen «manando» de las tradiciones de personas que han vivido antes que tú, y las condiciones materiales que rigen en tu propia época, contribuyen a determinar tu manera de pensar. Por lo tanto, no puedes afirmar que una determinada idea sea correcta para siempre. Pero puede ser correcta en la época y el lugar en que te encuentras.
Lo que es «sensato» es lo que tiene posibilidad de sobrevivir. —Es decir, que lo que sigue vivo es lo correcto. —O al revés: lo correcto es lo que sigue vivo.
Pero pasarían muchos años hasta que publicara su obra más importante. Darwin era un hombre prudente, Sofía; como debe serlo un investigador de la naturaleza. —¿Cómo se titulaba esa obra? —Bueno, en realidad fue más de una. Pero el libro que incitó el debate más enardecido en Inglaterra fue El origen de las especies, que salió en 1859.
El origen de las especies mediante la selección natural y la supervivencia de las razas favorecidas en la lucha por la vida.»
Lamarck había señalado que cada una de las especies animales había evolucionado según sus necesidades.

