Cuando deliberada y consistentemente confrontas tu miedo a las alturas o a personas, lugares o situaciones específicas que te inquietan, esas semillas germinarán, y tu confianza crecerá exponencialmente. Puede que todavía detestes saltar de lugares altos y nadar más allá de las olas, pero tu disposición de seguir haciéndolo te ayudará a hacer las paces con eso.