La negación es una autoprotección, pero también es una autolimitación. Aceptar toda tu verdad, incluidos todos tus defectos, imperfecciones y pasos en falso, te permite evolucionar, ampliar tus posibilidades, buscar la redención y explorar tu verdadero potencial. Y hasta que no te deshagas de tus cargas, será imposible saber cuál es tu potencial real. La verdad completa no puede perseguirte si te sirve.