El Arcano de la Filantropía, dirigida por Antonio Nariño en Santafé de Bogotá, en un lugar que bautizaron como El Santuario. De esas tertulias nacieron aguerridos combatientes, como el mismo Nariño, o a ellas llegaron poetas que habían sido obligados a combatir desde su adolescencia, como Jorge Isaacs.