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¡Si no puedes comprender el mundo visible en el que vives, cómo te atreves a esperar que vayas a comprender un mundo que no puedes ver siquiera!
Si insistimos en obtener pruebas visibles de la presencia divina, quizá sea mejor que nos preparemos para un estado permanente de desilusión.
pero sí añade una palabra clave: temporal. No nos sentiremos siempre como nos sentimos ahora.
Y la fe es, a fin de cuentas, una forma de nostalgia por el hogar… por un hogar que nunca hemos visitado, pero que nunca hemos dejado de añorar.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
aunque pataleando y gritando todo el tiempo, decidió poner su fe en Dios.
protestando en una voz demasiado alta. ¿De dónde procede esta dolorosa sensación de haber sido traicionado si no existe aquel que nos puede traicionar?

