El segundo sexo in PopSugar Reading Challenge en Español

Sep 27, 2017 Mike Ceballos rated it it was amazing · review of another edition

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Sin lugar a dudas, es la obra maestra de Simone de Beauvoir y literatura obligada de la igualdad de géneros. El Segundo Sexo es un trabajo ensayístico, crítico y filosófico del papel del sexo femenino en la historia de la humanidad. Simone logra establecer de una manera objetiva, los hechos que efectuaron el posicionamiento del sexo femenino en la sociedad actual, desmenuzando sus antecedentes biológicos e históricos que la han encasillado en las costumbres del día a día. A partir de esta base, Sin lugar a dudas, es la obra maestra de Simone de Beauvoir y literatura obligada de la igualdad de géneros. El Segundo Sexo es un trabajo ensayístico, crítico y filosófico del papel del sexo femenino en la historia de la humanidad. Simone logra establecer de una manera objetiva, los hechos que efectuaron el posicionamiento del sexo femenino en la sociedad actual, desmenuzando sus antecedentes biológicos e históricos que la han encasillado en las costumbres del día a día. A partir de esta base, critica el momento de tus tiempo, exponiendo los argumentos para establecer un cambio en la sociedad y buscar la igualdad del género tomando nuestras diferencias. Y finalmente, cierra su obra con un futuro pleno de posibilidades, edificando en conjunto: hombres y mujeres, una sociedad integral y plena reconociendo las diferencias en dicha igualdad.
Simone escribe esta obra a finales de los años 40s, entre el 48 y 49; y se enfrenta a un machismo clásico francés donde la sola idea de que una mujer pueda convivir y competir en el ámbito masculino es impensable, reprochándoles su falta de “feminidad”. Nuestra heroína, y me refiero a la autora, ya que resulta ser la artífice del movimiento feminista contemporáneo; lleva su trabajo hasta las últimas consecuencias, es decir, armada de una lógica aplastante: destruye, inutiliza y contra argumenta las imposiciones de los pensadores masculinos de su época. La igualdad teórica es utópica, y requiere de elementos que escapan al entorno biológico, por eso es necesario reconocer las diferencias, y sobre eso construir la igualdad. Los tiempos cambian poco a poco, algo tan básico como el cuidado de la familia, que corresponde al concepto de pareja como tal, es independiente del género. El hombre tiene todo un soporte histórico y costumbrista de lo que se espera de él, incluyendo su independencia y sobrevivencia; esta es la principal desventaja en el otro extremo, ya que el concepto de mujer independiente no se logró de una manera material y profesional sino hasta los 70s, más de 20 años después de escribir su obra. Y el involucramiento de los padres en la educación, cuidado y mantenimiento de los hijos empieza a suceder de manera más reciente.
Como hombre, esta obra me permite reconocer y entender el daño que hace el machismo en la evolución de la humanidad, y me permite ser más empático y participativo con el proceso de igualdad de géneros. Aunque esto no resulta tan solo de leer la novela, es verdad que mi entorno e infancia ayudan en el proceso, y varias de las “muletillas” del machismo nunca estuvieron presentes en mi entorno. En ese sentido, Simone tiene razón: la mujer u hombre, como género, se educa desde la infancia, con costumbres o no. Por lo tanto, ahora es más fácil que una niña tenga todas las opciones y oportunidades que tiene un niño, y los juegos no están restringidos a un género u otro. Sin embargo, el proceso reproductivo así como sus inicios adolescentes representan un reto en la comprensión de la igualdad.
La autora no solo esclarece el punto de oportunidades laborales o de educación, sino también de recreación. Si la oportunidad del hombre en satisfacer sus deseos, está dado por el proceso primitivo de la caza y recompensas, también una mujer debería gozar de dicha recreación sin ser condenada por la sociedad. Es verdad que el hombre separa más fácil el proceso físico de placer que la mujer, pero las oportunidades existen y es cuestión de madurez en diversos niveles para alcanzar igualdades. Lo que debemos entender, es que no es posible condenar solo el comportamiento de uno y aplaudir el otro. Hay que ser consistentes.
Y como dijo Simone con respecto a hacer triunfar el reino de la libertad en el seno del mundo: “... para alcanzar esa suprema victoria es necesario, entre otras cosas, que, por encima de sus diferencias naturales, hombre y mujeres afirmen sin equívocos su fraternidad”. ...more

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