Eva Tejedor Alarcón's Blog, page 9
January 27, 2020
El Cuqui-Porno: ¿Qué es y por qué me lo inventé?
El Cuqui-Porno: ¿Qué es y por qué me lo inventé?
El cuqui-porno: ¿Qué es y por qué me lo he inventado?
En una de esas chorra conversaciones que tenemos David y yo (de las miles que solemos tener. No creo que hayamos tenido una sola seria) salió el tema. Habíamos estado quejándonos, como de costumbre, sobre lo complicado que es el marketing en nuestro mundo.
El mundo de los escritores puede ser muy jodido para destacar. Necesitas mucho trabajo, más empeño, mucha más suerte y, a veces, estar en el momento y en el sitio adecuados.
Por supuesto, recalco lo de mucho trabajo, porque sin eso, no puedes hacer nada. Pero en lo que respecta a que puede hacer click con la gente… muchísimas veces es simple cuestión de suerte.
Pues estábamos los dos hablando de eso y de ahí nos fuimos a unos relatos que había estado pasando a David para que les echara un ojo. Son relatos sobre personajes de mis novelas en modo muy ñoños.
Algunos de un ñoño que empalaga, pero oye, quedan bonitos y andaba falta de escribir algo dulce para variar.
Ahí es cuando empezamos a usar de cachondeo el termino Escritora Cuquista.
Pero como algunos relatos, si no todos, tenían cierto tono erótico, acabamos inventando el termino cuqui-porno.
Porno ñoño, vamos. XD
No hay nada como una buena escena dulce y subidita de tono, ¿a qué si?
Pues de ahí a la idea de recopilar unos pocos para ofrecerlos en el Ko-Fi solo había un paso y lo di.
Así que, por el modico precio de 3 € puedes conseguir un recopilatorio de 6 relatos cortos y a una escritora muy feliz por ello.
¡Dos en uno!
Pero si no te ha quedado muy claro que se supone que es el Cuqui-Porno, te voy a dejar aquí un relatito corto del tema, a ver que te parece.
Y si te gusta, pues me echas una mano y me invitas a un Ko-Fi.
¡Disfruta!
Cuando Max salió del baño, recién duchado, con solo los pantalones viejos de chándal que usaba para dormir, el cabello aun mojado y el pecho brillante de la ducha, Kenny tenía un plan para conseguir su regalo. Plan que, al ver al otro, se le olvidó bastante.
Max se dio cuenta del escrutinio del otro y sonrió, yendo hacia su mochila para coger una camiseta y el peine para desenredarse el cabello.
— ¿Dónde está Nicky?
— Ha salido a comprar la cena. – Max frunció el ceño. Le iba a pedir a su hermano que le ayudara a desenredarse la melena. Ahora tendría que hacerlo solo y era complicado con el cabello tan largo.
— Vaya.
— ¿Ocurre algo?
— Nada. Le iba a decir que me ayudara con el pelo. Me cuesta desenredármelo bien, sobre todo por atrás.
— Yo puedo hacerlo. – se ofreció Kenny, con un hilo de voz.
Max se volvió a mirar a Kenny y sintió su corazón saltarse un par de latidos. ¿Cómo podía ser tan adorable? Cada día le costaba más y más cumplir su promesa de ir despacio. Kenny era demasiado algunas veces.
Demasiado dulce, demasiado adorable, demasiado atento. Si realmente era su pareja, Max podía considerarse más que afortunado.
Así que le ofreció el peine y se sentó en la cama, dándole la espalda para que le ayudara a peinarse.
Kenny empezó a peinarle despacio, cogiendo los mechones para desenredarlos sin darle demasiados tirones al otro. Los dos estuvieron un rato en silencio, mientras Kenny se dedicaba a peinar, mechón a mechón y Max trataba de no estremecerse cada vez que le rozaba la nuca con los dedos.
Kenny disfrutó de la suavidad del cabello del moreno, que era como había imaginado. Para cuando acabó, ambos estaban muertos de ganas de que pasara algo.
— Esto ya está. – consiguió mascullar Kenny, devolviéndole el peine.
— ¿Te importaría trenzármelo? Es muy tarde para secarlo y si lo dejo así, mañana va a amanecer enredadísimo. – pidió y Kenny tragó en seco, asintiendo.
Con las manos temblando, separó la espesa melena en tres partes y comenzó a trenzarla con cuidado y esmero, sintiéndose especial.
Max era un alfa y uno poderoso, Kenny podía decirlo sin ninguna duda. Más que su hermano. Entre los de su raza no era habitual que un alfa diera la espalda a otro. Bajo ningún concepto. Los egos eran demasiado grandes para considerar la opción.
Sin embargo, ahí estaba este precioso alfa, no solo dándole la espalda a propósito, si no pidiendo y aceptando su ayuda.
Eso era un regalo que sabía valorar. Y lo valoraba mucho.
Cuando terminó, a su pesar, se inclinó y dio un beso en la nuca al otro. Max se giró, la trenza cayendo sobre su hombro derecho y le dio una sonrisa llena de afecto.
Kenny no pudo resistirse y le cogió de la trenza para acercarle y robarle un beso largo.
Nicky apareció al segundo de separarse los dos, con lo que les pilló mirándose embobados y a Kenny aun sujetando la trenza de Max.
Sonrió por la dulce escena.
¿Qué te ha parecido? ¿Te animas a invitarme a un Ko-Fi?
¡Es muy sencillo! Solo debes pinchar el botón y tener una cuenta de Paypal.
¡Y son solo 3€!
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January 22, 2020
Mi aventura de escribir. Podcast: Los weres o cambia formas
Mi aventura de escribir. Podcast: Los weres o cambia formas
Mi aventura de escribir. Podcast: Los weres o cambia formas.
Hola, ¿qué tal, queridos aventureros? Bienvenidos una semana más al podcast de Mi aventura de escribir, el podcast para despotricar de mis novelas y mis chorradas a gusto.
Esta semana te quiero hablar sobre los weres o cambia formas, una clase de criatura que uso mucho muchísimo en mis novelas.
Los weres o cambia formas son criaturas sobrenaturales con base animal pero que pueden tomar forma humana. Estas criaturas tienen, no solo una forma humana, sino también su inteligencia y forma de comunicarse.
Existen varias clases de cambia formas en la Comunidad Mágica. Los más numerosos y conocidos son los lobos.
Los lobos viven en manadas, casi siempre reunidos en un mismo vecindario que formará parte de su territorio. No tienen problema con relacionarse y trabajar con humanos, pero si mantienen una firme y estricta política de ser discretos y no dejarse ver en su forma original ante humanos ajenos a la Comunidad. Cualquiera que lo haga será juzgado y condenado a duras penas.
Lamentablemente, lobos rebeldes o enfermos han cometido esos deslices, creando las leyendas sobre hombres lobos que llevan existiendo durante siglos en la mitología humana.
Los lobos son seres muy sociables, con un orden jerárquico muy claro basado en un Alfa o jefe de manada y un Consejo formado por varios miembros destacables que tomaran las decisiones sobre leyes o castigos. Todo gira alrededor del Alfa y su Consejo.
Otros miembros weres de la Comunidad son los leones. Estos son mucho menos sociables y más escasos que los lobos, pero igualmente importantes y poderosos. Los leones también viven en manadas o familias pero tienen costumbres anticuadas muy arraigadas que mantienen en la actualidad. La más conocida es la excursión. Cuando un león macho cumple los dieciocho es enviado a viajar solo sin el apoyo o la protección de los suyos para buscar a su futura pareja y formar su propia familia, lejos del hogar.
Otra costumbre que existe y que se ha erradicado de casi todas las manadas pero aun sobrevive en unas pocas es la marca de omega. La marca es el peor castigo que un león puede recibir y se ejecuta por crímenes muy graves.
La marca de omega convierte a un alfa en un ciudadano de segunda para su raza. Le despoja de sus derechos y su nombre, su familia le repudia y es desterrado de la manada y de su ciudad. También se le impone una marca a fuego en el cuello. Un pequeño circulo del tamaño de una moneda con el símbolo omega en su interior.
Otros weres son también los coyotes, una raza muy escasa y de la que ya solo quedan unos pocos miembros al norte de Estados Unidos. Siglos atrás eran muy numerosos, pero fueron masacrados por los ejércitos extranjeros al colonizar el país. Antiguamente también vivían en manadas, pero ahora suelen ser vistos solos o en parejas, manteniéndose alejados de otras criaturas, sean humanas o sobrenaturales.
Los tigres también forman parte del grupo were. Estos no viven en manadas, si no en parejas cuando las encuentran. Son gente muy desconfiada y no suelen mirar con buenos ojos a los humanos, a los que esquivan como a la peste. Tampoco son muy fans de la Comunidad, de los que se mantienen alejados. Ellos solo quieren hacerse cargo de sus problemas y no de los demás.
Existen otros muchos pero eso necesitaría un libro más que un post o un podcast, la verdad. Y adoro estas criaturas. ¡Dan tanto juego! Puedes ser todo lo creativo con ellas como quieras porque no hay nada escrito en piedra sobre sus orígenes.
Todo eso que has escuchado, me lo he inventado. Es la historia y los orígenes que he creado para mis personajes, tanto presentes como futuros.
Por ejemplo, de los lobos ya conoces a los hermanos. Joseph, Jonathan y Colby, quienes ya conociste en el relato 3 hermanos y a los que volverás a ver en mi nueva novela Lobos. Conoces a la manada de Chicago, a la de Nueva York de la que forma parte Will o a la de Davenport, a la que pertenecen los hermanos.
Por cierto que ya que el relato 3 hermanos va a ser parte de la novela, lo he reescrito y cambiado un par de cosas para que esté mejor y encaje bien con la historia que le sigue.
¡Te va a encantar!
También tengo unos leones. Son tres. Si, tengo algo con ese número, por lo visto.
Mis leones son Kenny, Max y Nicky y tienen una historia muy interesante que contarte. Pronto. Aun no les toca, pero el borrador ya está creado y tengo un montoncito estupendo de relatos cortos con ellos porque son adorables y no puedo dejar de escribir sobre sus aventuras.
En serio, adorables.
También voy a tener un tigre. Eso está en proceso. Se va a llamar Tyson y es un mal bicho que va a necesitar cambiar sí o sí. No te digo más porque aún solo es una idea y va a cambiar todo en unos meses, fijo. Que ya me conozco.
Y ya conoces a un coyote, pero no sé si lo habrás notado. En El Guardián había un coyote cambia formas llamado Jerome, quien también es un chaman y parte importante de Destruction Bay. Lo recuperaré para la historia de los leones. Ya verás.
Como te digo, son personajes con los que puedes jugar una barbaridad en tus historias y son muy divertidos de usar.
Para mi estas criaturas viven entre nosotros sin ser detectados, ya que suelen estar casi siempre en su forma humana, pero toman su forma original si pierden el control de alguna manera, lo necesitan o cuando están muy heridos. Y no suelen tener magia aunque si los sentidos hiper desarrollados de los animales cuyas formas poseen. El oído, la vista, el olfato… suelen ser cientos de veces mucho mejores que los de un humano, algunos de ellos incluso pueden oler la magia.
No soy la única ni la primera que los ha usado, obviamente. Pero siguen siendo unos personajes muy atractivos y si te atreves a salir de lo típico, como los lobos, y usas otros animales más exóticos, darás un toque muy original a tus historias.
Tengo en reserva sacar un día hienas. Son unos bichos fascinantes.
Y hasta aquí vamos a llegar esta semana. En la próxima ocasión hablaremos sobre dragones y por qué mi dragón mola más que el tuyo.
Recuerda que el día 28 de febrero saldrá a la venta mi próxima novela, Lobos. Una nueva parte de la Comunidad Mágica vs La Orden.
Recuerda que puedes encontrar mis otras novelas en Amazon, buscando por mi nombre, Eva Tejedor, y en mi blog, miaventuradeescribir.com
También que tengo un Patreon en el que puedes colaborar, en Patreon.com/EvaTejedor, y también un Ko-fi, con relatos de regalo en ko-fi.com/evatejedorescritora.
Y dicho esto, me despido hasta dentro de quince días.
¡Hasta la próxima, queridos aventureros!
Escucha «Mi Aventura De Escribir. El Podcast. Weres o cambia formas» en Spreaker.
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January 20, 2020
Lobos: relato y sinopsis
Lobos: relato y sinopsis.
¡Feliz lunes!
Si, lo sé… es lunes.
¡Un día horrendo!
Y para animarlo te voy a dejar aquí un nuevo relato basado en los personajes de mi próxima novela, Lobos. En este te enseño lo ocurrido con uno de sus personajes y la razón de sus futuras acciones.
También te dejo la sinopsis de Lobos.
¡Estoy tan emocionada con la historia! ¡Tengo tantas ganas de que la veas!
Pero primero, el relato.
¡Que lo disfrutes!
Nueva York siempre le resultaba intimidante.
La ciudad era tan enorme, tan repleta de gente, ruidos, olores… era abrumadora.
Y las reuniones del Consejo no ayudaban a mitigar esa sensación. Más bien lo contrario.
Ver tantos Alfas importantes, a su padre ejerciendo su cargo, sus hermanos ocupando el lugar que les pertenecería en un futuro… Si, era muy consciente de la posición que un día ocuparían sus hermanos. Joseph sería el Alfa cuando su padre acabara su mandato y Jonathan su segundo, como lo era hoy en día su madre.
Y él… Colby no sabía cuál sería su lugar cuando llegara el momento, pero sí que sería al lado de sus hermanos.
De eso no tenía duda.
Siempre que visitaban Nueva York, a Colby le gustaba escaparse un par de horas para pasear por Central Park. Era el único lugar que no le agobiaba de toda la ciudad. Así que, mientras su padre tomaba algo con sus amigos, Joe iba a comprar un regalo a Gale y Jon se perdía paseando por calles que nadie conocía, él se dedicaba a recorrer el parque, solo.
Y mientras andaba y disfrutaba de un momento de tranquilidad y soledad, meditaba sobre su lugar en la manada y su relación con Jon.
Su relación, a pesar de que llevaban años juntos, aun resultaba nueva. Ambos estaban todavía adaptándose a la nueva situación. Pasar de hermanos y amigos a pareja no les estaba resultando fácil. Demasiados años de familiaridad y costumbres que debían mutar en algo nuevo.
Pero estaban trabajando en ello.
También estaba Jon y su negación a avanzar. A veces le costaba horrores que su pareja dejara de ser su hermano y se comportara como una pareja debía hacerlo. Colby quería a su hermano y le necesitaba, en ocasiones. Pero amaba más a su pareja y le necesitaba mucho más. Eso era algo que Jon tenía que aprender pronto. Antes de desesperarle.
– Bonito día, ¿verdad? – para fastidio infinito de Colby, un tipo vestido con traje oscuro se había colocado a su lado, apoyándose en la misma barandilla que él.
Era un hombre grande, con cabello rubio y ojos claros. Aparentaba ser mucho mayor que él, tal vez veinte años mayor o más.
Había mucho espacio para disfrutar de las vistas. ¿Por qué se había puesto ahí?
Molesto, el chico se limitó a asentir, desviando la mirada del hombre a su lado. Lo olfateó disimuladamente. Un humano. Ni rastro de magia en su olor. Solo cuero, gasolina y algo más que no terminaba de distinguir.
El tipo, obviando su molestia, siguió.
– Siempre que vengo de visita a la ciudad me gusta pasear por aquí. ¿Sabes? Da mucha paz. – su acento no era americano. ¿Ingles, tal vez? Europeo, con seguridad.
– Aja…
– Veo que a ti te gusta hacer lo mismo, Colby. – el joven lobo se tensó, volviéndose despacio para encarar al hombre. Este le sonrió y su sonrisa le puso los vellos de punta.
– ¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre? – la sonrisa del hombre se volvió socarrona.
– Sabemos mucho sobre ti. Y sobre tu familia. Sé que has venido aquí acompañando a tu padre y tus hermanos, para una reunión, ¿verdad? – el lobo gruñó. El tipo se abrió la chaqueta y mostró la culata de una pistola asomando de la cintura del pantalón. – Quieto ahí, chucho. Si me haces algo, te pego un tiro.
– Eso es un farol. No te atreverás a disparar en un sitio tan público.
El hombre rio. Una de esas risas que escuchabas al psicópata de las películas de miedo y te ponían los pelos de punta. Colby miró a su alrededor buscando una manera de salir de ahí. Calculó sus posibilidades y comprobó que no tenia demasiadas.
– ¿Eso crees? La Orden puede hacer lo que quiera.
– ¿La Orden?
– Exactamente, chico. Ahora presta atención. Si no quieres que te pase algo a ti o a tu familia, vas a hacer lo que te digamos.
– Ni de broma.
– Creo que no me has entendido. Esto no era una sugerencia. Es un hecho. – el lobo volvió a gruñir, enseñando los dientes. – ¿No crees que pueda obligarte? Tu hermano Jon está ahora paseando por el Bronx. – soltó de repente, confundiéndole. – Tiene la mala costumbre de meterse en malos barrios, ¿sabes?
El hombre sacó una Tablet de su chaqueta y la encendió. A los pocos minutos le enseñó la pantalla a Colby. En ella se podía ver a Jon andando, con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta de cuero, mientras contemplaba escaparates.
Al lobo se le heló la sangre en las venas. Alguien estaba siguiendo a su hermano.
– Tengo entendido que este es tu pareja. – ¿Cómo sabía eso? Solo su familia conocía su relación. – Llámalo. Comprobaras que esto no es grabado. – Colby cogió su teléfono y llamó a su hermano.
En la Tablet, Jon se detenía y sacaba su móvil, sonriendo al contestar.
– ¡Ey, J! ¿Qué estás haciendo? – preguntó con la voz más normal que pudo reunir.
– Paseando por el Bronx. Deberías haber venido. Este sitio es genial. – en la imagen, Colby vio como su hermano se detenía en un puesto callejero y compraba un colgante plateado con la forma de la cabeza de un lobo. – ¿Voy a buscarte y comemos? Te llevo un regalo.
– Cla… claro que sí. ¿En veinte minutos frente al hotel?
– ¡Hecho!
Colby colgó después de despedirse, aun con el corazón en un puño. ¿Quién era ese tipo? ¿Cómo era posible que les estuvieran siguiendo sin que lo hubieran notado hasta ese momento? ¿Cómo sabían tanto de ellos?
Alguien les estaba espiando en su propia casa.
– ¿No es tierno? ¡Hasta te ha comprado un regalo! – se burló el humano. – Los lobos sois adorables a la hora de aparearos.
– ¿Qué quieres? – siseó.
– Por ahora, nada. Pero pronto volveré a aparecer y harás lo que te diga. Me traerás lo que te pida, sea lo que sea, o él muere. Avisa a los tuyos, y morirá igualmente. Puede que no podamos acercarnos a tu padre, siendo el Alfa, pero si a tus dos queridos hermanos, Colby. Recuérdalo.
Lobos.
Chicago. La Orden sigue imparable en su cruzada por acabar con la Comunidad Mágica.
Colby, quien traicionó en el pasado a su manada, está dispuesto a todo para redimirse ante los suyos y para eso tratará de interferir en los planes de la malvada organización.
Con la ayuda de Jon, su pareja, quien no permitirá que nadie los separe de nuevo y de Joseph, su hermano, intentarán salvar su mundo de la crueldad humana.
Sígueles en su aventura para mantener a salvo al mundo mágico.
¿Lo conseguirán?
Lobos es una nueva parte en la saga Comunidad Mágica vs La Orden de la autora Eva Tejedor, ya compuesta por los títulos Jack T.R., Kamelot 2.0, El juego de Schrödinger, El Guardián y Dagas de venganza.
¡No te pierdas la continuación de esta aventura!
¿Qué tal suena?
Bien, ¿verdad?
¡Pues vigila el blog porque habrá cositas más interesantes dentro de poco!
Y recuerda… ¡puedes encontrar mis otras novelas en Amazon y en el blog y no olvides invitarme a un Kofi o ser mi mecenas en Patreon!
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January 13, 2020
Recopilatorio de relatos cortos sobre la novela Lobos
Recopilatorio de relatos cortos sobre la novela Lobos
Recopilatorio de relatos cortos sobre la novela Lobos.
Si, el título es muy clarito. Es un post de relatos ambientados e inspirados y protagonizados por los personajes de mi próxima novela, Lobos.
Así que disfrútalos. Pronto subiré alguno más.
Pronto prometo subir alguno más para que puedas ver mejor como son los personajes en esta novela.
Recuerda también que tienes otras novelas para leer, si no lo has hecho antes y que puedes participar echándome una manita con mi Patreon, donde tienes contenido exclusivo e invitándome a un Ko-Fi.
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January 8, 2020
Mi aventura de escribir. Podcast: Lobos
Mi aventura de escribir. Podcast: Lobos
Mi aventura de escribir. Podcast: Lobos.
¡Hola! ¿Qué tal, queridos aventureros?
Soy Eva Tejedor y os doy la bienvenida al podcast de Mi aventura de escribir, el podcast de mi blog, mis novelas y mis chorradas.
Hoy quiero hablarte sobre mi próxima novela, Lobos. Sobre de qué va, sus personajes, sus antecedentes y su inspiración.
Porque su inspiración es algo que te va a resultar curioso, como poco.
La gente tiende a creer que los escritores estamos un día tan tranquilos y nos viene de repente la inspiración y empezamos a escribir como locos.
No es así… siempre. La inspiración puede darte una idea, no una novela entera.
Y tampoco viene de repente y sin hacer nada.
Unas veces, se te ocurre algo y empiezas a darle vueltas y vueltas y ahí aparece. Otras, estas leyendo algo o viendo algo y se te ocurre una tontería y ahí aparece. O estas escuchando algo. O estas durmiendo, que es cuando más fastidia.
O, lo más normal, estás escribiendo cualquier cosa y trabajando y se te ocurre algo y ahí aparece.
Eso es así, queridos aventureros. La inspiración no es más que el reflejo de trabajar y trabajar, como todo.
Otras veces, aparece por una chorrada.
He dicho mil veces y si no entra en mi Twitter y lo verás, que soy muy fan de la lucha libre. Prowrestling for the win para mí. Empecé volviendo a engancharme a WWE después de mil años sin verla y luego pasé a NJPW y AEW y hasta ahora.
Pero todo pasó con el Summer Slam de 2015 cuando el actor Stephen Amell, protagonista de Arrow participó en un combate por parejas junto con Neville contra Stardust y Barret.
Fue ese combate, por salir el actor ya que entonces era muy fan de Arrow, lo que me hizo regresar a la lucha.
¿Qué tiene que ver esto con la novela? Espera, que ya voy llegando.
En ese mismo programa hubo otro combate que me llamó la atención. Roman Reings y Dean Ambrose contra The Wyatt Family. Y ahí, a mi Ambrose me hizo mucha gracia. Tanta, que me hice fan y empecé a rebuscar.
Cuando yo me hago fan de algo, lo veo todo. Y quiero decir todo. Me hice fan de Ambrose y eso significó que busqué hasta la pelea más antigua que tuviera, cuando aún era Moxley en las indies hasta llegar a sus peleas en FCW y NXT. Y de ahí, a WWE con Roman y Seth haciendo el trio The shield.
Que voy llegando, en serio.
Pues viendo combates de estos tres, me tropiezo con una vez que intervinieron para impedir que la Autoridad, en esos años eran Triple H, Kane, Randy Orton o Batista, no recuerdo, dieran una paliza a Daniel Bryan, que acababa de ganarle un combate a Triple H. En un instante del lio que se formó ahí con tanta gente por medio, los tres arrinconaron a Triple H en el ring, rodeándole y dando vueltas a su alrededor amenazantes como una jauría de perros y uno de los comentaristas los llamo los sabuesos de la justicia, que era su sobrenombre.
Y ahí, justo ahí, se me hizo una lucecita en la cabeza.
Los tres iban siempre de negro, actuaban como un solo y atacaban en grupo. A mí no me parecían perros, me parecían lobos.
Y ¡hola, idea!
Si, los tres hermanos lobos del relato 3 hermanos y de la futura novela están inspirados en un grupo de tres luchadores.
¡Bienvenidos a mi cabeza!
Quitando que me inspiré en su físico un poco y usé sus nombres reales para nombrarles, no tienen nada que ver con las personas. Estos personajes son ficticios y nada parecidos a los reales. Están inspirados y ya.
Volviendo a la idea.
Ya la tenía, ahora había que trabajarla. Y creé el relato.
Pero después de escribirlo y hacer otras cosas más, sentía que le faltaba algo. Faltaba historia que contar. Pero no sabía como hacerlo.
La prueba de que no tenía ni idea de cómo hacerla está en que ha salido al tercer borrador. He cambiado la historia tres veces, desde puntos de vista a momento y trama.
Al principio tenia pensado contar su infancia. Era una idea muy bonita pero aburrida. A lo mejor un día lo hago, tal vez en un futuro relato. Pero no era para la novela.
Luego pensé en contarlo a medio camino. Aun juventud y antes del relato. Pero tampoco me convenció.
Y, entonces, decidí seguirlo a partir del relato, usando lo que había escrito en los otros borradores como información para cuando hablaran de momentos compartidos en el pasado. Eso es algo que luego usaría más tarde para ayudarme a escribir otro borrador, pero eso es ya otra historia.
Así que la novela parte desde lo ocurrido en el relato, el cual he revisado todo lo posible para incluirlo en la novela, como una especie de introducción.
Y a partir de ahí, la historia se va desgranando en lo ocurrido antes de todo eso, en las consecuencias de las acciones de los protagonistas y en detener por todos los medios a La Orden, que sigue avanzando en sus planes de destruirles.
Y, a pesar de que los tres salen en esta historia, la trama se centra más en los dos pequeños, que son también pareja. Aclaro que cuando digo que son hermanos, no lo son de sangre, muchas gracias. No están realmente emparentados. Se criaron juntos y eso, pero ya. Y estos dos siempre han tenido una relación distinta entre ellos a la que tenían con el tercer hermano.
Pues siguiendo a esos dos es como va a avanzar la historia, ya que uno de ellos, Colby trabajó con La Orden y su pareja le va a ayudar a fastidiar uno de los planes de la organización. Solo que cuando van a hacerlo, se encuentran metidos en otro lio y van a necesitar ayuda. Ahí volverá a aparecer Aidan, ya que es al único que conocen y que no intenta matarlos.
Luego la cosa se lía mucho más y espero no liarme yo tanto cuando me ponga a hacer la sinopsis… que mal las hago.
Esta novela y su relato anterior van justo después de Dagas de venganza. De hecho, si has leído el relato verás que, cuando aparecen los de Kamelot haciendo su cameo maravilloso, hablan sobre el incidente de Nueva Orleans y lo que han descubierto allí. Así que lo sucedido en el relato y en la novela viene un mes o dos escasos después del fin de Dagas de venganza.
Ha sido bonito recuperar a Aidan. Había olvidado lo muy cabezota que es, el chiquillo. Va a matarme a disgustos a mi y al resto. A ver si consigo que acabe la saga vivo…
Y eso es todo lo que puedo contarte por ahora de la novela. Esto y que la sacaré a la venta en Amazon el día 28 de febrero. Ya no queda nada.
En el próximo podcast te hablaré un poco más de los personajes, para que los conozcas y adores como yo lo hago.
Recuerda que puedes encontrar mis otras novelas en Amazon, buscando por mi nombre, Eva Tejedor, y en mi blog, miaventuradeescribir.com
También que tengo un Patreon en el que puedes colaborar, y también un Ko-fi.
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Y dicho esto, me despido hasta dentro de quince días.
¡Hasta la próxima, queridos aventureros!
Escucha «Mi aventura de escribir: Lobos. inspiración.» en Spreaker.
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January 6, 2020
Recopilatorio de posts sobre la nueva novela, Lobos.
Recopilatorio de posts sobre la nueva novela, Lobos.
Recopilatorio de post sobre la nueva novela, Lobos.
Primero, ¡Feliz año nuevo! Espero que hayas tenido una buena salida y entrada de año y lo hayas pasado bien.
Segundo, avisarte de que, tras pensarlo detenidamente, mi próxima novela pasará de llamarse Lobos de Davenport a Lobos. No sé, me suena mejor de esta manera.
También avisarte de que ya tiene fecha de salida fijada.
El 28 de febrero.
¿Por qué ese día?
Por nada en particular y por todo. Me daba buenas sensaciones la fecha.
Y dicho todo esto, avisarte también de que los próximos dos meses serán solo de promoción de la novela en el blog. Habrá un sorteo para conseguir la versión digital y enseñaré la portada y todo lo demás. Espero que me de tiempo a todo.
Ahora, el post.
He aquí el recopilatorio de post sobre la novela y sobre el proceso de crearla durante estos meses. Espero que te gusten.
Y vuelta a cambiar el borrador
Por qué he descartado otros borradores
Esto es todo lo que necesitas para ponerte al día con el progreso de la novela, que está a puntito de salir.
¡Estoy deseando enseñártela!
Recuerda también que tengo otras que puedes leer si no lo has hecho ya y que puedes participar echándome una manita con mi Patreon, donde tienes contenido exclusivo e invitándome a un Ko-Fi.
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December 16, 2019
Y nos vamos de vacaciones navideñas.
Y nos vamos de vacaciones navideñas.
Y nos vamos de vacaciones navideñas.
Si, me voy de vacaciones navideñas. O, bueno, el blog se va de vacaciones navideñas, en realidad.
Necesito un descansito de blog y de post y de todo y tiempo para pensar nuevos temas y nuevas publicaciones mientras termino de preparar Lobos de Davenport, que ya mismo tendréis a mano.
Por eso, la semana que viene no habrá post, no habrá podcast, no habrá nada.
Espero que paséis todos unas buenas navidades, una feliz salida y entrada de año y unas felices fiestas.
¡Disfrútalas todo lo que puedas!
Mientras, te dejo aquí un relatito. Sobre unos personajes que saldrá en la siguiente a los lobos. Espero que te gusten.
Cuando Max era pequeño y escuchaba las historias de su padre le parecían lo más emocionante y fascinante del mundo.
Sus viajes, sus aventuras… estaba deseando ser mayor de edad y poder tener sus propias historias que contar cuando creara su manada, su familia.
Cuando tenía cinco años ya lo tenía todo pensado. Se marcharía con su hermano Nicky y juntos viajarían y encontrarían pareja con la que formar una familia propia.
Porque tenía que irse con Nicky.
Juntos. Siempre juntos.
Tuvo suerte de que su padre le permitiera quedarse en la manada los cuatro años extras que le separaban de la mayoría de edad de Nicky. Fue lo suficientemente comprensivo para entender que su primogénito no iba a ninguna parte sin su hermano. Y, supuso Max, su padre tampoco deseaba que estuvieran solos. No era un viaje fácil, a fin de cuentas.
Lo que ninguno de los dos imaginó nunca era que esos viajes no iban a resultar tan idílicos como su padre contaba. Descubrieron muy pronto que estaban más adornados de la cuenta, fruto del paso del tiempo.
Obviamente, a su progenitor se le olvidó mencionar que el dinero se acabaría en un futuro demasiado próximo y que tendrían que buscarse la vida para comer y dormir, sin contar que en más de una ocasión iban a pasar la noche en la calle o en el coche.
La tradición de su raza consistía en que los cachorros machos debían abandonar la familia al cumplir la mayoría de edad. Se les asignaba una pequeña cantidad de dinero para apañarse al principio y luego debían arreglárselas como pudieran.
La idea era que aprendieran a crear su familia y su legado desde cero y lejos de la protección paternal.
Así era siempre entre los leones.
Eso eran Max y su hermano. Leones. O, más bien, cambia formas leones.
Para quien no sepa que son, se podía explicar de una manera muy simple. Eran muy parecidos a los lobos o, como los llamaban equivocadamente los humanos, hombres lobo.
Vivian en manadas, podían pasar de forma humana a león a voluntad y se regían por un estricto orden, siempre impuesto por el alfa del grupo. La diferencia más grande radicaba en que en los leones solo podía haber un macho en la familia. Era la tradición.
Los jóvenes debían volar del nido y buscar su lugar en el mundo.
Pero nadie les explicaba nunca lo difícil que resultaba todo eso y en cuantos líos podían meterse por el camino.
Su padre, desde luego, olvidó comentar también que se encontrarían con gente que intentaría hacerles daño sin venir a cuento.
Como esa noche.
Ya hacia varios meses desde que dejaron su casa y el dinero se había agotado. Para poder comer, Max había encontrado un trabajillo temporal lavando platos en un bar de carretera en donde solo paraban camioneros y moteros.
Habitualmente, trabajarían los dos pero Nicky llevaba un par de días con un catarro bastante fuerte, con fiebre y no podía ayudarle en esa ocasión. Aun así, quedaba en una esquina del bar, esperándole para regresar juntos al motelito donde tenían una habitación cogida. No quería dejarlo solo.
Llevaban ya un par de días en la zona y trabajando en el bar. Esa noche, en particular, había llegado un grupo de motociclistas muy escandalosos. Nada fuera de lo normal. Pero, tras dos horas seguidas bebiendo, uno de ellos descubrió a Nicky y empezó a molestarle.
Otra de las costumbres de su raza era la de dejarse el cabello largo. Max y Nicky portaban una melena hasta media espalda. El mayor castaña oscura y algo revuelta, más clara y lisa la del pequeño. Normalmente, para salir solían recogerse el cabello en una cola baja o un moño mal hecho.
Nicky llevaba esa noche una cola baja y una bandana negra.
Y esa fue la excusa que usó aquel motero para molestar a Nicky. Su pelo.
Empezó con lo de siempre. Ya estaban acostumbrados, lamentablemente. En los meses que llevaban fuera de su casa esos ataques habían sido algo común, sobre todo en ciertos ambientes.
El tipo casi doblaba a Nicky en peso y le sacaba una cuarta en estatura, a pesar de que su hermano media metro ochenta y no era nada ligero.
Pero, a pesar de que su hermano no era alguien a quien tomar a la ligera, incluso estando enfermo, el tipo pensó que debía hacerlo. Era su obligación molestar a alguien solo por ser diferente. Lo cogió del cabello y lo levantó, arrastrándolo por medio bar ante las risas de sus compañeros.
El ruido fue lo que alertó a Max, pero para cuando llegó en su ayuda, su hermano tenia encima a aquella mole y no era capaz de quitárselo. Sin dudarlo un segundo, se lanzó hacia ellos, apartando violentamente a ese tipo y tirándolo al suelo, a los pies de su grupo.
Estos no tardaron en rodearlos, algunos sacando cuchillos y cadenas. Las perspectivas no pintaban nada bien para ambos.
Y entonces apareció él.
O, más que aparecer, en realidad intervino ya que llevaba un buen rato sentado en una mesa apartada del jaleo.
Al principio, Max pensó que era otro de esos motoristas. Vestía parecido, de negro, chaqueta de cuero, botas, vaqueros rotos y gafas de sol sobre unos rizos rubios.
Pero no había ningún casco en su mesa ni nada que indicara que estaba con ellos. Su chaqueta no llevaba el logo del grupo, que era una serpiente.
No, este tenía unas alas dibujadas en la espalda de su chaqueta. Unas alas de ángel.
No dijo palabra. Se acercó despacio, interponiéndose entre el grupo y ellos y les dirigió una mirada a los hermanos. Acto seguido atacó al grupo, repartiendo puñetazos y patadas sin parar. Max y Nicky no tardaron en unirse y ayudarle.
Media hora más tarde, los tres estaban en la calle, huyendo de la policía a la que había llamado el dueño del bar, doloridos pero felices.
El hombre (aun no sabían su nombre) los acompañó hasta el motel y Max le invitó a entrar. Era lo menos que podía hacer para agradecerle la ayuda.
Además, era uno de los suyos. Otro león.
Se llamaba Kenny Smith, les informó algo más tarde, procedía de una manada en Winnipeg, Canadá y era un año mayor que Max, aunque aparentaba más.
No quiso hablar mucho del tiempo pasado desde que dejó su grupo. Ocultaba algo que nunca llegó a confesar. Algo que le avergonzaba. Fingía que buscaba lo mismo que ellos pero, en realidad, solo quería su compañía. Por eso se unió a su viaje.
Y los hermanos se lo permitieron porque podían sentir su soledad. Y porque confiaban en él. Algo le decía a Max que podía confiar en aquel chico.
Aquella primera noche la pasaron los tres acurrucados juntos en una cama (el dinero no les dio para más que una habitación con cama de matrimonio). A pesar del poco espacio, se sintieron cómodos y completos por primera vez en meses.
Max no estaba seguro ya de si conseguirían su objetivo de crear su propio grupo. Pero si sabía que ya tenía una familia con Nicky y Kenny.
E iba a protegerla a toda costa.
Esto es parte del universo Comunidad Mágica vs La Orden y pronto los tendremos con nosotros. Primero van los lobos. Luego vendrán estos, para el año que viene, puede que para el verano. Ya veremos. Espero que te gusten.
Recuerda, mientras estoy fuera, que puedes conseguir mis novelas en Amazon y aquí en el blog, que puedes convertirte en mecenas del blog, en Patreon. Y, ahora, también puedes invitarme a un café con Ko-fi.
Esas ayuditas son las que hacen posibles los relatos y las novelas.
¿A qué esperas?
La entrada Y nos vamos de vacaciones navideñas. se publicó primero en Eva Tejedor.
December 11, 2019
Podcast. Mi aventura de escribir. Dagas de venganza.
Podcast. Mi aventura de escribir. Dagas de venganza.
Podcast: Mi aventura de escribir. Dagas de venganza.
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¡Hola! ¿Qué tal, queridos aventureros? Soy Eva Tejedor, escritora de fantasía urbana y thriller sobrenatural y te doy la bienvenida a mi mini podcast.
Por cierto, que este va a ser el último del año, ya que las dos últimas semanas de diciembre voy a darle vacaciones al blog y a todo en las redes sociales. Este año necesito recargar pilas para el año nuevo y lo que se avecina. El siguiente podcast llegará el día 8 de enero.
Pero eso es para otro día. Hoy te vengo a hablar de mi última novela publicada, Dagas de venganza. Esta es otra parte más del puzle de la saga de la Comunidad Mágica vs La Orden que puedes leer por separado o con las demás.
En esta historia seguiremos a Astrid Samaras, una gorgona descendiente de la mítica Medusa, que llega a Nueva Orleans persiguiendo al asesino de su familia. Pronto se cruzará en su camino Alec Patterson, un policía novato con mucho corazón y poco sentido de la supervivencia que decide entrometerse en los asuntos de La Orden. Cuando la milenaria organización pone una diana en su espalda, Astrid intervendrá para salvarle el trasero y ayudarle a detener el plan de La Orden y sus asesinos.
Aquí quise añadir la mitología a la ya explosiva mezcla de thriller y sobrenatural, usando a una criatura poco común y con muy mala fama, las gorgonas. Siempre me ha encantado la historia de Medusa, a la que siempre he creído malinterpretada y mal juzgada.
Medusa era la única mortal de sus hermanas gorgonas, hijas de Forcis y Ceto. Pero en otras versiones, era una hermosa doncella y sacerdotisa en el templo de Atenea. Pero al ser violada por Poseidón, algo que pasaba mucho por esa época, la diosa se enfureció con la chica y la convirtió en ese monstruo que ya conocemos con serpientes por cabello y ojos capaces de convertirte en piedra.
Gracias, Atenea, por ser tan sensible y empática, chata.
En fin, que la historia me ha gustado mucho siempre pero nunca me pareció que la trataran correctamente. Así que yo cogí el personaje y le di algo que no le dieron nunca. Un futuro. Medusa tendría descendencia y llegaría hasta estos tiempos.
Así que tenemos a una gorgona, una chica joven que es capaz de ocultar su apariencia con un hechizo (algo muy usado por otros miembros de la Comunidad) y que anda por ahí buscando venganza por su familia asesinada. Su asesino, alguien que trabaja para La Orden, lleva meses esquivándola, pero ahí, en Nueva Orleans, esa persecución puede llegar a su fin.
Astrid es de origen irlandés. Su padre era un irlandés que se enamoró de su madre, incluso sabiendo lo que era y se la llevó de Grecia para vivir en la campiña irlandesa. Ahí tuvieron tres hijas, pero solo Astrid heredó la naturaleza de su madre.
La pequeña Astrid tuvo que dejar de ir al colegio cuando sus poderes empezaron a aparecer, ya que no tenia control en su apariencia ni en sus ojos, los cuales comenzaron a convertir todo en piedra. Tardó años pero consiguió controlar sus dones al igual que su madre.
El carácter de Astrid tiene un antes y un después. En la novela ya la conocemos como alguien que no está muy centrada. Hablar rápido, come muchas porquerías y a veces no hace sentido lo que dice. Pero eso tiene su explicación, al igual que las veces en las que no muestra piedad por nadie perteneciente a La Orden.
Astrid no era así. Era alguien normal, un poquito especial en su forma de ser pero normal. Al sufrir la pérdida brutal de su familia, se le cruzó un cable y ahí está. No teniendo muy claro si escoger entre salvar a un niño o matar a su presa.
Pero para eso llegará Alec. Alec es un poli novato, hijo de policía que cree firmemente en el lema de la policía. Servir y proteger. Para él no hay nada más importante que eso.
Lamentablemente, su condición de novato lo tiene más buscando bicis robadas y rellenando informes de los veteranos que haciendo otra cosa más importante. Por eso, cuando encuentra un informe de una desaparición que no se está investigando, va de cabeza a mirar.
Alec es muy consciente de sus límites. Y prefiere no correr riesgos estúpidos, pero su forma de ser y su obsesión por la justicia hará que se meta en muchos problemas. También es alguien que no cree en fantasías, así que cruzarse en el camino de Astrid va a provocarle un shock, como poco.
Esos dos tienen una química muy divertida. Sobre todo porque aquí la que manda, la fuerte y la decidida, es Astrid. Alec va armado, pero es salvado por ella muchas veces y quiere salir corriendo otras muchas más.
Y mientras estos dos dan vueltas por Nueva Orleans, una de mis ciudades favoritas y que deseo conocer algún día, La Orden anda también haciendo líos. ¿Qué exactamente? No es algo que pueda decirte aún, pero tiene que ver mucho con intentar destruir a la Comunidad completa.
Y tienen ayuda. La legión de Iscariote, el ejercito secreto del Vaticano, les está ayudando, prestándoles sus asesinos para ocuparse de algunas misiones especiales. Los fans de Hellsing reconocerán el nombre, seguro. Adoraba ese manga.
Así que tenemos a una criatura mitológica buscando a un asesino que trabaja para el Vaticano y para una organización milenaria, que anda secuestrando gente y que nadie investiga y al único policía de la ciudad con las pocas luces como para meterse en semejante lio conscientemente.
Spoiler. Sale un dragón. Lo siento, no he podido evitarlo.
¿Qué ocurre después de esta?
Pues ocurre Lobos de Davenport, que la seguirá casi justo tras lo ocurrido aquí y nos llevará de vuelta a Chicago, para ver como mis hermanos lobo se meten en más jaleos con La Orden y sus planes, porque, por mucho que hacen, esos planes siguen avanzando sin parar. Y veremos de nuevo a Aidan, a Rolf y conoceremos a la manada de Chicago, con Zack a la cabeza.
Ha sido una historia muy divertida de hacer y va a quedar muy bonita cuando acabe de reescribir lo que necesita ser reescrito.
Para los que ya habéis leído Dagas de venganza y tengáis curiosidad sobre lo que ocurre con Astrid y Alec después de la novela, hay un relato corto en mi blog que la continua. Si lo lees, puede que averigües si Astrid consigue vengarse o no.
Y esto es todo por esta quincena. La próxima, que será ya el año que viene, te hablaré sobre Lobos de Davenport, que espero quede poco para publicarla para entonces.
Mientras te recuerdo que puedes conseguir esta y todas mis novelas en Amazon, buscando por mi nombre, Eva Tejedor, o en mi blog, miaventuradeescribir.com.
También te recuerdo que tengo un Patreon en el que puedes contribuir y ayudarme a seguir escribiendo. Hace poquito subí un relato exclusivo para esa plataforma. El primer capítulo está en el blog, pero el resto deberás conseguirlo allí. Puedes encontrarlo en Patreon.com/EvaTejedor.
¡Nos vemos el año que viene!
Escucha «Mi aventura de escribir. Dagas de venganza» en Spreaker.
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December 9, 2019
Dos lobos y un bebé. (Escena en Lobos)
Dos lobos y un bebé. (Escena en Lobos)
En poco tiempo estaré sacando al mundo mi próxima novela, Lobos. Es una nueva parte de la Saga Comunidad Mágica vs La Orde, que ya sabes, se puede leer también independientemente.
Pero mientras viene o no viene, quiero que veas un poquito de que va y cómo son los personajes. Estoy segura de que te van a caer bien.
Así que aquí te dejo una escena de la novela. ¡Disfrútala!
Dos lobos y un bebé (escena de Lobos)
– ¿Tienes alguna idea de cómo cuidar a una niña?
Colby miró a su pareja como si fuera un extraterrestre.
¿Qué demonios iba a saber él de niños? Había sido el pequeño de sus hermanos y nunca tuvo tratos con críos.
No, no tenía ni idea de que iban a hacer con la pequeña. Estaba improvisando sobre la marcha.
– Estoy tan perdido como tú. ¿Cómo lo hacía mamá? – Jon se encogió de hombros.
– Ni idea.
La razón de esa conversación era que la pequeña Carol en ese momento lloraba desconsolada sin motivo aparente. Colby pasó lista mentalmente. Le habían dado de comer, cambiado el pañal, bañado y puesto una camiseta prestada de Aidan como camisón.
¿Por qué lloraba?
El joven lobo miró a la pequeña en sus brazos, angustiado, y dio un par de paseos por la habitación, intentando calmarla.
Su pareja le observaba con aire burlón, lo que le molestó y le puso más nervioso. Como si no lo estuviera bastante.
– ¿De qué te ríes? – le siseó. El otro le sonrió, claramente divertido.
– De nada. Solo pensaba que estas adorable con un niño en brazos.
– Pues no te emociones. Viendo lo mal que se me da, es una suerte que no podamos tener cachorros. – eso arrancó una carcajada a su pareja.
– Primero, no se te da tan mal. Demasiado bien lo estás haciendo, la verdad. Segundo, podemos hacer como nuestros padres y adoptar, ¿sabes? Pero ya hablaremos de eso cuando pase la tormenta con La Orden.
– Y la de la niña. Carol, pequeña… ¿Por qué lloras? ¿Qué tienes? ¿Qué quieres?
La pequeña sollozó más fuerte haciendo que el lobo se estremeciera de angustia. Su pareja soltó una risita y alargó los brazos, pidiendo al bebe.
– Dámela un segundo.
– ¿Estás seguro?
– Puedo oler tu estrés desde aquí. Y estoy seguro de que ella también. ¿Por qué no vas a calentar un poco de leche, para ver si así la calmamos un poco?
– Buena idea.
Jon casi rio de nuevo ante el alivio del otro cuando le pasó a la pequeña. Esta no dejó de llorar a pesar del cambio, pero el lobo no se amedrentó. La sujetó con cuidado, apretándola contra su pecho y empezó a pasear por la habitación cantando bajito una canción que su madre adoptiva usaba cuando las pesadillas le quitaban el sueño y la tranquilidad.
De los tres, Jon fue el que peor se adaptó a su nueva casa, una vez fueron adoptados por los alfas. Casi todas las noches tenía pesadillas, no hablaba y se mostraba arisco con cualquiera que no fueran sus hermanos.
Su madre tuvo que ser tremendamente paciente con él para conseguir ayudarle. Tras varias semanas sin dormir, una noche de tormenta Jon no pudo más con sus demonios y salió de su habitación aterrado. En el pasillo se tropezó con su madre, quien iba a comprobar que sus niños estuvieran bien.
Asustado, agotado y lleno de pena, se abrazó a ella buscando consuelo y algo de paz. Fue la primera noche que Mary le cantó aquella canción y la primera en la que pudo dormir más de dos horas seguidas.
Así que, irradiando toda la paz que pudo, empezó a cantar bajito al oído de la niña que fue dejando de llorar poco a poco hasta adormilarse en sus brazos.
– ¿Cómo lo has hecho? – susurró Colby, acercándose con la leche. No tenían biberón así que la traía en un vaso pequeño.
– ¿Qué quieres? ¡Las chicas me adoran! – el otro soltó un bufido, divertido.
– ¿Esa era la canción que te cantaba mamá?
– Siempre funcionó conmigo así que tenía que funcionar con ella también.
Colby se acercó y le dio un beso suave en los labios.
– ¿Sabes? A lo mejor no es tan mala idea que discutamos lo de la adopción cuando todo esto acabe.
¿Te ha gustado? ¿Quieres más?
¡Pronto estará la novela completa!
Mientras, puedes disfrutar de otros relatos en el blog.
¡Y en mi Patreon!
¿Leíste el último?
¡Lee el nuevo relato para el Patreon! ¡Descubriendo el destino!
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Dos lobos y un bebé. (Escena en Lobos de Davenport)
Dos lobos y un bebé. (Escena en Lobos de Davenport)
En poco tiempo estaré sacando al mundo mi próxima novela, Lobos de Davenport. Es una nueva parte de la Saga Comunidad Mágica vs La Orde, que ya sabes, se puede leer también independientemente.
Pero mientras viene o no viene, quiero que veas un poquito de que va y cómo son los personajes. Estoy segura de que te van a caer bien.
Así que aquí te dejo una escena de la novela. ¡Disfrútala!
Dos lobos y un bebé (escena de Lobos de Davenport)
– ¿Tienes alguna idea de cómo cuidar a una niña?
Colby miró a su pareja como si fuera un extraterrestre.
¿Qué demonios iba a saber él de niños? Había sido el pequeño de sus hermanos y nunca tuvo tratos con críos.
No, no tenía ni idea de que iban a hacer con la pequeña. Estaba improvisando sobre la marcha.
– Estoy tan perdido como tú. ¿Cómo lo hacía mamá? – Jon se encogió de hombros.
– Ni idea.
La razón de esa conversación era que la pequeña Carol en ese momento lloraba desconsolada sin motivo aparente. Colby pasó lista mentalmente. Le habían dado de comer, cambiado el pañal, bañado y puesto una camiseta prestada de Aidan como camisón.
¿Por qué lloraba?
El joven lobo miró a la pequeña en sus brazos, angustiado, y dio un par de paseos por la habitación, intentando calmarla.
Su pareja le observaba con aire burlón, lo que le molestó y le puso más nervioso. Como si no lo estuviera bastante.
– ¿De qué te ríes? – le siseó. El otro le sonrió, claramente divertido.
– De nada. Solo pensaba que estas adorable con un niño en brazos.
– Pues no te emociones. Viendo lo mal que se me da, es una suerte que no podamos tener cachorros. – eso arrancó una carcajada a su pareja.
– Primero, no se te da tan mal. Demasiado bien lo estás haciendo, la verdad. Segundo, podemos hacer como nuestros padres y adoptar, ¿sabes? Pero ya hablaremos de eso cuando pase la tormenta con La Orden.
– Y la de la niña. Carol, pequeña… ¿Por qué lloras? ¿Qué tienes? ¿Qué quieres?
La pequeña sollozó más fuerte haciendo que el lobo se estremeciera de angustia. Su pareja soltó una risita y alargó los brazos, pidiendo al bebe.
– Dámela un segundo.
– ¿Estás seguro?
– Puedo oler tu estrés desde aquí. Y estoy seguro de que ella también. ¿Por qué no vas a calentar un poco de leche, para ver si así la calmamos un poco?
– Buena idea.
Jon casi rio de nuevo ante el alivio del otro cuando le pasó a la pequeña. Esta no dejó de llorar a pesar del cambio, pero el lobo no se amedrentó. La sujetó con cuidado, apretándola contra su pecho y empezó a pasear por la habitación cantando bajito una canción que su madre adoptiva usaba cuando las pesadillas le quitaban el sueño y la tranquilidad.
De los tres, Jon fue el que peor se adaptó a su nueva casa, una vez fueron adoptados por los alfas. Casi todas las noches tenía pesadillas, no hablaba y se mostraba arisco con cualquiera que no fueran sus hermanos.
Su madre tuvo que ser tremendamente paciente con él para conseguir ayudarle. Tras varias semanas sin dormir, una noche de tormenta Jon no pudo más con sus demonios y salió de su habitación aterrado. En el pasillo se tropezó con su madre, quien iba a comprobar que sus niños estuvieran bien.
Asustado, agotado y lleno de pena, se abrazó a ella buscando consuelo y algo de paz. Fue la primera noche que Mary le cantó aquella canción y la primera en la que pudo dormir más de dos horas seguidas.
Así que, irradiando toda la paz que pudo, empezó a cantar bajito al oído de la niña que fue dejando de llorar poco a poco hasta adormilarse en sus brazos.
– ¿Cómo lo has hecho? – susurró Colby, acercándose con la leche. No tenían biberón así que la traía en un vaso pequeño.
– ¿Qué quieres? ¡Las chicas me adoran! – el otro soltó un bufido, divertido.
– ¿Esa era la canción que te cantaba mamá?
– Siempre funcionó conmigo así que tenía que funcionar con ella también.
Colby se acercó y le dio un beso suave en los labios.
– ¿Sabes? A lo mejor no es tan mala idea que discutamos lo de la adopción cuando todo esto acabe.
¿Te ha gustado? ¿Quieres más?
¡Pronto estará la novela completa!
Mientras, puedes disfrutar de otros relatos en el blog.
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