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Reseña Las Piedras del Caos I: Ego

Las Piedras del Caos I: Ego, es el primer libro que leo de Sara Ávila y Alejandro Torres, y no, no será el último. Conocí el libro a través del Instagram de Sara y la portada llamó mucho mi atención. Al leer la sinopsis y ver que se trataba de fantasía épica, no dudé en hacerme con él y darle una oportunidad.

La fantasía épica es mi favorita, aquí te lo dejo clarísimo.

La historia: qué nos cuenta Las Piedras del Caos I: Ego.

Esta historia de fantasía épica está basada en la partida de rol que jugaron los autores durante varios años, de ahí que el libro supere las seiscientas páginas, pero tranqui, una vez lo empiezas es difícil dejarlo a un lado.

Este primer tomo, llamado Ego, nos presenta y narra las aventuras de Asuna, una maga erudita y caballera de la Orden de Ásgoth con muchas ganas de aprender y superarse a sí misma.

Iremos de un lado a otro con ella, conoceremos a personajes importantísimos y, poco a poco, nos iremos introduciendo en este mundo llamado Ashay. Adelanto que tiene lugares maravillosos e increíblemente bellos.

Lo más interesante ocurre cuando entiendes lo que es un Pacto de Caos y el por qué de la existencia de las Piedra del Caos. En este primer libro, tal y como muestra la portada, nos centramos en una piedra: la de Saliri. El por qué ha llegado al mundo, las consecuencias que trae consigo y lo que hay que hacer con ella, son cosas que tendrás que descubrir a lo largo de esta aventura.

Qué me ha gustado y qué no tanto de Las Piedras del Caos I: Ego.

Lo que más me ha gustado, sin duda, ha sido no notar el cambio de pluma. Al ser una novela escrita a cuatro manos, tenía miedo de que notase demasiado cuándo escribía uno y cuándo lo hacía el otro. Sin embargo, los autores se complementan muy, muy bien y tienes la sensación de que es una sola mano la que ha escrito. Punto muy favorable.

Lo siguiente que más me ha gustado han sido todos los puntos que visitamos. En especial he conectado con Lirshme, una ciudad medieval en la que convive gente de distintas zonas del mapa, por su grandiosidad, por lo que significa para la historia y porque el castillo es maravilloso.

Las descripciones que hay a lo largo del libro me han parecido muy buenas, aunque a veces he notado que se extendían más de lo que esperaba —a ver, los lugares preciosos y muy bien descritos, pero la historia, gente, la historia— y es que los autores tienen la facilidad de envolverte con cada frase para transportarte al lugar en sí, ya sea una ciudad, una cueva, un bosque… Ojo, no me disgusta que una descripción sea extensa, pero si la historia está intensa y me cuelas una descripción… Pues… (imagen de la correctora afilando la espada).

Los personajes. Aquí debo quitarme el sombrero. He visto personajes por doquier, hay un porrón de ellos —que está claro cuáles eran PNJ de la partida, ¿vale?—, pero lo bueno es que los diferencias. ¡A todos! El hecho de que esto se haya escrito tras años de jugar a rol ha ayudado muchísimo a que los autores conozcan muy, muy bien a los personajes.

¿Por qué comento esto? Porque normalmente los personajes tienen un arco y el autor, como en mi caso, debemos hacer una ficha de personaje, o varias, y trazar el arco antes incluso de empezar a escribir la historia. Pero Sara y Alejandro saben desde hace años cómo es la evolución de esos personajes: han cambiado la ficha durante los años de partida a medida que avanzaba la historia, han vivido con ellos y han sentido incluso como ellos.

Por lo que tenía muy claro que este punto tan importante en una historia iba a estar muy conseguido, al menos con los personajes principales que me han parecido carismáticos y difíciles de olvidar.

Por otro lado tenemos a los villanos. Estos no son únicamente seres malvados, sino que también tienen una historia, sus propias motivaciones y actúan en consecuencia. No son malos porque sí, como me los encuentro en algunos libros, pelis o series. La forma de presentar a estos villanos con una historia a sus espaldas, me recordó el duro trabajo que me llevó crear a Shúla, el malvado jhar de Ikarán, pero el artículo de hoy no va de Thalios: hoy toca hablar de Asuna.

Otra cosa que me ha gustado han sido los combates. Hace algunas semanas, cuando hablé de fantasía grimdark —aquí, por si te lo perdiste— dije que era importante tener en cuenta el ritmo de la narración, nada de lentitud. Pues esto lo he visto muy bien reflejado en este libro también. Los combates son cortos, tardas en leerlos lo que tardarías de verdad en atravesar a alguien, así que aquí también debo felicitar a los autores.

Worldbuilding.

El mundo de Ashay es enorme, eso lo intuyes nada más abrir el libro y ver el mapa. Y, si tienes la caja literaria que viene con los mapas tamaño A4, parece todavía más grande.

Hay muchísimos lugares en el mapa principal y era de imaginar que en esta primera aventura no los visitaríamos todos. ¡Primero Asuna debería aprender un hechizo de teletransportación!

La verdad es que me ha sorprendido mucho ver tras el telón el mundo tan amplio y tan rico que han creado los autores. Siendo conocedora de cómo funcionan los juegos de rol, más o menos, podía intuir que tendrían datos como: lo que cuesta pasar una noche en una posada, comprar una montura, tomarse una cerveza, lo que se come o se bebe en cada región, fauna y flora también diferentes por reinos, las religiones, creencias de la población, y un largo etcétera. Pero gente, esto va mucho más allá.

Estoy convencida de que, si se lo proponen, podrían escribir libros de historia para estudiarlos y aprender acerca de Ashay. Claro que esto nos daría más ganas de irnos a vivir allí, así que no sé yo…

Aunque pueda parecer abrumador todo lo que digo, en el libro solo se ven pequeñas pinceladas del tema monetario, de las cosechas y cosas menores para la historia. La narrativa es buena. Tal y como te comentaba antes me ha gustado ver cómo la historia fluye con calma para darte a conocer aspectos importantes y que los puedas entender, como las lecciones sobre el mundo o la magia.

La magia sí he visto que era algo compleja, pero no lo aprendes todo de golpe. Los autores han tenido la delicadeza de darte la mano y ayudarte a caminar junto a Asuna, de modo que aprendes al mismo tiempo que ella y repartido en pequeñas dosis.

Por qué te recomiendo Las Piedras del Caos I: Ego.

Porque a mí me ha encantado y cuando algo me gusta, me engancha, me atrapa, como en este caso, no puedo más que recomendarlo. Cierto es que la editorial no se ha esforzado mucho en cuidar algún aspecto, pero la historia es muy interesante.

Porque esto es fantasía épica, alta fantasía, high fantasy, y de esto es, sobre todo, de lo que se habla en este blog. Y sí, hay un punto en la historia en el que quieres matar a alguno de los dos autores —recordemos dejar a uno vivo para que siga escribiendo la historia—, pero eso es lo bueno de la fantasía épica, te hace sentir cosas muy fuertes.

Porque los personajes mueren siempre por algún motivo y da igual si es un personaje de diez, si es importante de cojones, si es un mindundi, o si es un mago gilipollas que está en Aguasnegras.

Así que si te gustan los libros de fantasía, de aventuras y con magia a raudales, dale una oportunidad.

¡Hasta aquí la reseña de hoy! Espero que te haya gustado o que, al menos, te haya dado a conocer una gran historia. ¿Qué te parece? ¿Conocías este libro? ¿Lo has leído? Te leo en comentarios.

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Fantasía épica

Fantasía épica. Mi favorita, la que me da la vida, la que me hace sufrir, sentir… La fantasía épica es el género en el que me he especializado sin quererlo, sin buscarlo, pero es que me gusta tanto que he leído mucho y he aprendido montones de cosas. Eso sí, también sé que puedo aprender más.

Hoy vengo a hablarte sobre este subgénero de la fantasía ya que, al ser el que más disfruto, voy a hacerlo con especial cariño e ilusión.

¿Qué significa algo «épico»?

Si nos vamos a la RAE allí encontramos distintos significados:

Perteneciente o relativo a la epopeya o a la poesía heroica.Dicho de un poeta: Cultivador de la poesía épica.Propio y característico de la poesía épica, apto o conveniente para ella.Grandioso o fuera de lo común.

Ahora bien, dejando a un lado la poesía, tenemos dos significados que parecen coincidir: el primero y el último. Por lo tanto, podemos decir que la palabra «épico» procede de la palabra epopeya. ¿Qué significa epopeya, entonces? Volvemos a la RAE y dice:

Poema extenso que canta en estilo elevado las hazañas de un héroe o un hecho grandioso, y en el que suele intervenir lo sobrenatural o maravilloso.Conjunto de poemas que forman la tradición épica de un pueblo.Conjunto de hechos gloriosos dignos de ser cantados épicamente.

En nuestro idioma, un poema que canta las hazañas de un héroe no es más que un cantar de gesta, como «Cantar de mio Cid». Resumiendo:

Épico = Epopeya = Cantar de gesta

Entonces, una novela de fantasía épica es una novela que narra hechos extraordinarios, como las hazañas y aventuras de un héroe, en los que suele intervenir lo sobrenatural, es decir, la fantasía.

Primeras obras de fantasía épica

Las raíces de la fantasía épica son antiguas, y mucho, pero si investigas un poco llegas a este punto: las primeras obras escritas fueron los libros de caballería, muy populares en Europa.

En Inglaterra los cantares de gesta dieron paso a las leyendas artúricas, relatos de fantasía épica medieval. De hecho, en el libro que leí hace bastante, tengo reunidos los relatos que narran la vida de Arturo y son una pasada. Mi favorito es «El caballero Verde» (ya te hablaré de este libro en otro post).

¿Qué decirte de los vikingos? Fueron importantes en las sagas islandesas, narraciones orales que pasaban de generación en generación, pero tomaron mucha más importancia e influencia a finales del siglo XIX. Lo que más me fascina de esta cultura es su afán de lucha. Siempre quieren pelear, siempre con las armas preparadas, hasta el punto de querer revivir a los enemigos para seguir combatiendo contra ellos.

Finalmente te hablaré de Tolkien, pero no mucho. Decirte que fue él quien impulsó la fantasía épica cuando publicó «El Señor de los Anillos», allá por el 1954/1955. Una obra que supongo conoces, ya sea por los libros o por las pelis de Peter Jackson que, dicho sea de paso, son obras maestras (no como «El Hobbit», en fin…).

También es sabido que «El Señor de los Anillos» es una secuela del libro que escribió para sus hijos, llamado «El Hobbit», y que en esa trilogía volcó mucho de su experiencia en la Primera Guerra Mundial.

Claves de la fantasía épica

Aquí solo me extiendo en dos puntos:

Grandes conflictos que son capaces de cambiar el destino del mundo, es decir, el enfrentamiento entre el bien y el mal.Hay muchos personajes, aunque se suele centrar más en uno o dos.

Listo. Si estás leyendo un libro en el que lo importante es lo que ocurra en el mundo, que hay una fuerza oscura o maligna acechando al protagonista, que es el elegido para combatir esa oscuridad, estás ante fantasía épica.

Si el libro trata de un personaje taciturno, al que solo le importa sobrevivir y combate contra criaturas horribles porque han dominado el mundo y un objeto mágico tiene encerrado a la luz, sigues estando ante fantasía épica, pero mezclada con grimdark.

Esto es lo genial, que puedes mezclar la fantasía épica con otro subgénero y lo que haces es enriquecer la historia. Eso sí, cuidado con el subgénero y con el equilibro entre ambos. Mi consejo es que des más pinceladas de uno que de otro. En mi caso con Thalios he creado un personaje que encaja perfectamente con la fantasía grimdark, pero le doy mucha más importancia a la fantasía épica.

La fantasía épica después de Tolkien

Después de que Tolkien elevara la fantasía épica, hubo libros dignos de mención:

La Dragonlance. Esto básicamente mezcla a Tolkien con los juegos de rol. No he leído la trilogía entera, está en la estantería esperando su turno, pero lo que he leído mola mucho. Y más si te gusta el rol y has jugado a D&D. No he tenido el placer, pero sí he echado algunas partidas a uno llamado 13th Age que está muy guapo. Maga, por si te lo preguntas.Canción de Hielo y Fuego, que no la he leído, pero sé de qué va, y Malaz. De este último sí que he leído, no todos los libros (estoy por empezar el séptimo) y he de decirte que está muy, muy bien. También viene del mundo del rol, por cierto, y aunque a veces (pocas) se notan las tiradas está bien escrito. Pero a lo que voy. Estas dos sagas tienen en común algunas cosas que me gustan mucho y que en la fantasía actual veo cada vez más. Esto es: buen desarrollo de personajes, personajes adultos que no son heroicos como ocurre con Tolkien (alguno quizá sí, pero se me entiende) y no existe conflicto entre el bien y el mal, sino un conflicto entre fuerzas. Esta última idea me fue tan interesante en su momento que probé cosas en algunos relatos.Eragon. Reniego de esta saga, no me gustó y no me la acabé de leer, pero me sirve de ejemplo. A raíz de que Tolkien introdujera a los dragones en la fantasía, algunos escritores narraron historias sobre jinetes de dragón, como en el caso de Paolini. A este tipo de libros se les llamó «dragonadas», creo que hay gente que todavía las llama así, y su característica principal es que son historias de fantasía épica, pero con dragones tratados como mascotas grandes. A mí no es una idea que me apasione, me gustan más los dragones fieros que solo conocen el mal, que destruyen todo a su paso y que te acojonan vivo, pero reconozco que tener a un dragón como mascota y medio de transporte ha de ser una puta pasada.

Bien, esto ocurría en los años ochenta y principio de los años dos mil, y justo después llegaron Sanderson y Abercrombie. De Joe Abercrombie ya tenéis opinión mía por aquí.

Pero ¿qué puedo decir de Sanderson que no se sepa? Me parece un genio, de verdad. Lo más destacable, al menos para mí, es que crea esa «magia hard», con la que se carga la magia feérica. Con Sanderson no hay magia misteriosa en sus libros, todo lo contrario: la magia es controlable, de forma más científica podría decir, con reglas complejas para dar explicaciones a eso mágico que pueden hacer ciertas personas.

El otro tipo de magia, el que usa Tolkien, incluso yo misma, se le llama «magia blanda», pero no me enrollo más que eso da para un post entero.

Recomendaciones de libros de fantasía épica

Para terminar me gustaría recomendarte libros de fantasía épica que merezcan la pena leer, que tengan una historia apasionante:

La mejor venganza, de Joe Abercrombie, reseñado aquí.Elantris, de Brandon Sanderson. Te pongo Elantris, pero lee cualquiera de este hombre. Crea unas historias increíbles.Crónicas de la Dragonlance, de Margaret Weis y Tracy Hickman.Malaz: El libro de los Caídos, de Steven Erikson, pero cuidado que es una decalogía muy tocha.El Principio del Origen, de Alberto Juan Pessenda. Actualmente cuenta con su segunda parte publicada llamada «El Origen del Fin».Neimhaim, de Aranzazu Serrano, que cuenta con dos volúmenes de momento.

Y si ya te has leído todos estos, te recomiendo el mío. Es fantasía épica, pero cortito porque es una introducción. Y si también te lo has leído, ¡mil gracias por la oportunidad!

Thalios I: El elegido de Morghael

Thalios, hijo del jefe de la tribu Roh-Ili, nació el mismo día que veneraban a su Dios. Esto provocó una gran expectación, pero esa felicidad no era compartida por las Ancianas pues creen que, con el futuro líder del clan, vendrán infortunios al haber nacido bajo la atenta mirada de Morghael, Señor del Fuego. Su padre, Ayak, le entrena a diario para convertirlo en el mejor guerrero y poder realizar la prueba Roh-Ili, así como liderar a los suyos en un futuro. Pero la desafortunada aparición del mensajero del Jhar de Ikarán, dará un giro inesperado a la vida de nuestro joven protagonista.

¡Y hasta aquí todo lo que quería contarte sobre la fantasía épica! Espero que te haya gustado y que te haya animado a leer más este tipo de libros. ¿Qué me cuentas tú? Te leo en comentarios. ¡Gracias por la visita!

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5 recomendaciones para limpiar tu novela

Cinco recomendaciones para limpiar tu novela, o los cinco truquis como les digo yo, nace de la idea del libro de Gabriella Campbell titulado «70 trucos para sacarle brillo a tu novela». Al habla la correctora, coge papel y boli y toma buena nota.

Antes de que empieces, todo lo que te voy a decir aquí es bajo mi punto de vista, por mi experiencia escribiendo y trabajando con otros profesionales del sector literario. No es que yo sea aquí la autoridad, ¿de acuerdo? Esto está basado en mi experiencia y solo es mi opinión y punto de vista.

Ahora sí, empezamos.

Antes de las cinco recomendaciones para limpiar tu novela…

Qué hacer cuando terminas el primer borrador

A ver, lo primero primerísimo ha de ser dejar la novela reposar, un mes o dos es lo que yo te recomiendo. ¿Por qué tanto tiempo? Porque queremos que se te olvide lo que has escrito, que solo tengas la idea principal de la novela, pero no recuerdes cada palabra que has escrito.

Lo recalco por si acaso, que esto suele ser de primero de escritor, pero aquí estamos para aprender. Así que, primero, deja la novela reposar.

Veamos los pasos que sigo yo para pulirla un poco después de ese tiempo.

Paso 1

Lo primero que hago es leer la novela entera con papel y boli al lado para anotar todo aquello que repito mucho. Aquí solemos encontrarnos tropecientos «peros», miles de adverbios acabados en «-mente», muletillas infernales, etc.

Esto es un rollo, sí, lo sé, pero solo así te darás cuenta de las repeticiones que hay. Créeme, cuando escribas algo posterior y tus dedos escriban algunas frases con un par de «peros», te asaltará tu editor interno diciéndote que esa es una palabra que sueles repetir. Es entonces cuando empiezas a cambiar, a ver tu escrito de otra forma y reorganizas el párrafo.

Nota importante para el editor interno: cuando estés escribiendo por primera vez, átalo con cadenas y enciérralo en el rincón más oscuro de tu mente. Suéltale cuando vayas a corregir. Crear y editar son dos procesos distintos, edúcale.

Paso 2

¡La hora del editor ha llegado! Ahora sí, que se apodere de ti y que empiece la fiesta.

En este punto trata de sustituir las repeticiones. No hace falta cambiarlo todo, pero ándate con ojo. Si en tu novela de ochenta mil palabras tienes cincuenta mil adverbios terminados en «-mente» sí que habrá que hacer grandes cambios, ¿me explico? Lo normal no es eso, eso es una exageración de las mías.

Por ejemplo, fíjate en cuántos adverbios de esos se repiten por párrafo y por página. Pon en el buscador de tu Word «mente» y lee las frases, el contexto, e intenta eliminarlo. ¿Es importante? Si no aporta nada a la frase, sí, es importante eliminarlo. Las palabras cuanto más largas, más alargan la frase y esto a nuestro cerebro le gusta una vez o dos; todo el libro no, le cansará y abandonará la lectura.

Paso 3

Los «pero», «sin embargo», «no obstante». Estos tres son los que veo que más se repiten, incluida yo, soy una adicta a los «pero». ¿Habéis visto «¿Cómo conocí a vuestra madre?» Pues gente, ¡peroem!

Venga, al lío. Estas palabras son necesarias para conectar frases, todos no los vamos a quitar, pero sí hay que intentar reducirlos. Yo he corregido párrafos míos en los que el «pero» estaba como diez veces en una página y me da todo el TOC, de verdad. ¿Qué hago? Primero calma, luego coge las tijeras y recorta las frases. Por eso muchas veces Thalios presenta frases cortas, con ellas pretendo dar ligereza a la lectura y que sea mucho más directo.

También tienes los punto y coma, pero has de saber muy bien cómo usarlos.

Paso 4

¿He nombrado las repeticiones? ¡Sí, soy un poco pesada con eso! Pero ahora vamos a ver otro tipo de repeticiones, no las de palabras, sino las de ideas. Me explico.

A veces escribimos que Natalia es muy coqueta y tiene un vestidor enorme, en el que se tira horas, del que hacemos una descripción maravillosa, ¿de acuerdo? Hasta aquí todo bien, el problema viene cuando en el siguiente párrafo, o incluso en el siguiente del siguiente, vemos a Natalia que sigue en ese hermoso vestidor y volvemos a describir la habitación con otras palabras, o incluso describimos otra parte del mismo como puede ser donde está el tocador, que está junto a la ventana, etc.

Esto es una repetición innecesaria. Si tú ya me describes en un párrafo el vestidor, el salón del palacio, el arma que porta el caballero, o lo que sea, no lo repitas en el párrafo de abajo ni en la siguiente página. Esto da una sensación de relleno increíble, la llamada también «paja», y el texto se vuelve redundante.

Así que, por favor, une las descripciones en una. Eso sí, cuidado con hacerlas demasiado largas, con frases subordinadas a tutiplén y lo que ya he comentado por ahí arriba.

Paso 5

Aquí ya vamos a ver a nuestros queridos gerundios. Con esto sí que me da el patatús muchas veces cuando leo un libro. Lo primero que tienes que tener en cuenta es que, cuando usas un gerundio, el personaje está haciendo esa acción al mismo tiempo que la otra. Por ejemplo, volvemos con la muchacha de antes: «Natalia, sirviéndose una taza de té, coge el teléfono el cual está sonando y responde a la llamada de su querida madre».

Analicemos la frase. Natalia está sirviendo una taza de té al mismo tiempo que coge el teléfono para atender a la llamada. A no ser que los ojos le vayan cada uno para un lado, solo puede centrar la atención o al servir el té o al coger el teléfono para darle bien al botón. ¿Lo ves? Entonces, mi recomendación sería que reordenaras la frase: «Natalia coge el teléfono, responde a la llamada y, mientras oye a su madre al otro lado, se sirve una taza de té». Así estaría ok, ha atendido al teléfono y acto seguido se sirve el té.

Otro ejemplo, que veo mucho en fantasía, es cuando dice que el personaje es herido cayendo al suelo. Es decir, que mientras se cae por alguna razón que desconocemos (¿un tropezón?, ¿una zancadilla?) le hieren. Yo veo al personaje en el aire, no sé tú. Lo suyo es que el personaje sea herido en la pierna, en el vientre, le rajan el cuello, ¡yo qué sé! Entonces pierde el equilibrio y cae al suelo, donde se retuerce, o lo rematan, o lo que le toque.

Pues así con todos. Revisa cada gerundio, si interfiere con otra acción reestructura la frase. Y recuerda que las frases cortas son tus aliadas.

Recomendación

Como era de esperar, mi única recomendación de hoy es para el libro de Gabriella Campbell: «70 trucos para sacarle brillo a tu novela», libro que recomiendo muchísimo a todo escritor para hacer una buena autocorrección de ese primer borrador.

Esto no quiere decir que ya no necesites un corrector profesional, de eso no te libras, pero sí puede ayudarte a ver tus errores, a aprender de ellos y a encontrar tu propio estilo, que es lo más difícil y lo que más tiempo va a llevarte. Aun así, no te preocupes, lo más importante de esta profesión es seguir escribiendo, seguir aprendiendo, hasta encontrar tu propia voz.

El libro de Gabriella lo puedes encontrar en:

AmazonWeb de la autora «Lo maravilloso», que la envía dedicada y todo, una fantasía.

¡Y hasta aquí mis cinco recomendaciones! Espero haberte hecho reír con mis ejemplos tontunos, que, sobre todo, hayas aprendido un poquito más sobre el mundo de la corrección y que tus primeros borradores mejoren con estos truquis, pero ya te digo que esto no es más que raspar la superficie ya que, detrás de todo esto, hay mucho más. Los correctores, como una servidora, pueden verlo todo y ayudarte a que tu novela brille de verdad.

¿Qué te ha parecido este post? ¿Te gustaría que trajera más cositas sobre corrección? ¡Te leo en comentarios! Mil gracias por llegar hasta el final.

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Cómo escribir escenas de acción

El cómo escribir escenas de acción y que sean buenas, fue una pregunta que me hice hace muchos años. Cuando empecé a escribir no le daba la importancia que merece cada escena, por eso se me quedaban siempre cortas. Solía leerlas y pensar que eran un aburrimiento, que los personajes tenían movimientos estáticos y no expresaban emoción…

Una escena de acción, a mi entender, no siempre ha de ser una pelea o combate con armas, puede ser una persecución, en thrillers pueden ser los tiroteos, y en romántica suelen ser las escenas de sexo.

Hoy quiero contarte cómo aprendí a escribir escenas de acción duras, de esas que tanto me gustan y que he plasmado en Thalios.

El combate en la fantasía

Los combates en los libros de fantasía suelen ser, algunos, un poco exagerados y poco realistas. Disfruto mucho de un combate a espada en el que la gente salta por los aires y cuando llegan al suelo están ensangrentados y con los ropajes rotos; o un combate entre magos, en los que empiezan lanzando hechizos sencillitos pero acaban invocando a demonios.

Pero es verdad que a veces echo de menos los combates de espada como los que leí en su momento en «El Señor de los Anillos», combates y sucesos que parecen reales, como si formaran parte de nuestra historia pasada.

Veamos los dos tipos de combate que más suelo leer.

Combate con magia

En la decalogía de Malaz hay un montón de combates con magos y me lo paso genial, pero, a pesar de que queda bien porque el mundo ya nos lo presenta rebosante de magia, a veces creo que se pasa un pelín. Esto es así en los libros que he leído que son adaptaciones de una partida de rol (han sido varios, sí) y, como jugadora, he de decir que vivir esos combates en la partida es epiquísimo. De modo que acepto barco.

Todos aquí sabemos que un combate entre magos se puede ir de las manos muy fácilmente. La magia es así, impredecible, grandiosa y a veces hasta mortal.

Combate cuerpo a cuerpo

Por otro lado, los combates cuerpo a cuerpo, de espada, hacha, lanzas o el arma que lleven, son los que en alguna ocasión se me han quedado cortos.

Se me queda corto, por ejemplo, el combate final que leí en el libro «La maldición de Tonr» (tienes reseña aquí) ya que la autora se centra mucho más en el combate mágico que en el de los soldados del reino, y para mí ambos eran importantísimos.

También me quedé decepcionada con uno de los libros de Laura Gallego. En la bilogía de «Alas de fuego» y «Alas negras», Ahriel vence a un monstruo de un capítulo a otro, fuera de cámaras. ¡Esto es terrible! Después de esto, el resto de combates y aventuras reconozco que se me quedaron cortos, creo que incluso perdí un poco el interés.

Al principio a mí también me pasaba esto, por eso decidí leer muchos más libros centrados en batallas. Cada vez que leía una escena en un libro que me parecía bueno, la analizaba, frase a frase, dibujaba en mi mente cómo se movían los personajes y qué palabras usaba el autor o autora para que yo imaginase incluso la cara marcada por el dolor.

Los autores que me han inspirado, que me han hecho aprender, en los que me he fijado de verdad, son J.R.R Tolkien, Brandon Sanderson, Joe Abercrombie (tienes reseña de uno de sus libros aquí), Sergio Mars y Aranzazu Serrano. Todos ellos tienen grandes libros publicados, analizando sus escritos se puede aprender mucho.

Cómo escribir escenas de acción realistas

El cómo escribirlas es difícil de explicar, pues cada autor tiene su estilo. Lo que sí puedo darte, son algunos consejos que aplico a mis novelas y que me dan buen resultado después de machacar bien la escena.

Los truquis son:

La acción ha de ser rápida. Como te explicaba en el post de la fantasía grimdark, la escena de combate ha de poder leerse en el tiempo que tardarían en realidad los personajes en combatir. Te dejo el post aquí, te lo explico mejor.Para que sea lo más realista posible, recrea el combate en la realidad. Cógete a tu pareja, tu hermano, tu prima, tu amigo, tu amante o a quien quiera prestarse a ello, y haced los movimientos que has planteado en tu escena. Yo así descubrí que no podía darle una patada en los huevos al personaje, pero sí un buen cabezazo.Tus personajes son reales en su mundo, encárnales siempre que puedas. Esto viene por las espadas que se les ponen a los protagonistas, las típicas de warhammer enormes y que encima se cuelgan a la espalda. Esto, sin duda, es lo que más me saca. Si llevas una espada larga a la espalda, cuando la desenfundas para combatir, lo más fácil es que te cortes el cuello. El humano no tiene el brazo tan largo como para sacarla sin más, lo he probado con la espada que tengo en casa. Primero debería descolgarse la espada enfundada para desenfundarla sin peligro, pero perdería un tiempo precioso y moriría a manos de su enemigo. Piénsalo.Reescribe tu escena para añadir sentimiento. Lo primero que hago es escribir cómo se dan de leches, sin emociones, sin expresividad. Esto lo hago después, al leerlo y ver los movimientos me es más fácil describir la ira de uno, la incredulidad del otro. Con unas pocas palabras en alguna frase del combate, logro darle ese punto a los personajes, cosa que he practicado mucho en el borrador de Thalios II.Aprende a usar las armas que les das a tus personajes. Veamos, no hace falta que aprendas a hacer esgrima, ni a disparar con arco. Me refiero a que te documentes, busca documentales sobre las armas, aprende sus ventajas e inconvenientes. Solo así conseguirás llevar el realismo a tus escritos y los lectores sentirán que sabes muy bien de lo que hablas, y esa credibilidad, amigo, amiga, es crucial para que los lectores confíen en ti y en tus letras.

Usa la tensión del combate para enganchar al lector, que no se vaya sin saber cómo acaba la batalla, quién vive y quién muere. Si creas combates impactantes y creíbles, te aseguro que el lector va a llegar hasta el final de tu libro.

Otros tipos

Como te comentaba antes, las escenas de persecución, de tiroteos o de sexo también son escenas de acción. En este tipo de escenas se debe jugar mucho con la tensión, una buena conversación puede generar tensiones entre los personajes como ocurre en «Orgullo y Prejuicio» con Elizabeth y el Sr. Darcy.

Las escenas de persecución para mí son las más complicadas porque en ellas prima la velocidad. En películas esto se ve muy bien, en cualquier policíaca podemos ver a varios coches patrulla persiguiendo a los ladrones, asesinos o lo que sean, pero plasmarlo en un libro es algo más complicado. Para ello, te recomiendo que leas libros de este estilo y analices cómo lo transmite el autor o autora.

Lo mismo te digo para las escenas de tiroteos. Yo, en mi caso, de esto escribo poco, pero por lo que he leído los autores y autoras dan un buen papel al personaje que me gusta llamar «el negociador» para generar esa conversación con el tipo malo, esa tensión de no saber qué ocurre dentro del edificio (o donde estén con los rehenes), porque esa tensión es la que engancha al lector.

Recomendaciones:

Venga, aquí te recomiendo algunos libros que tienen combates muy buenos que me han gustado un montón, aunque algunos seguro que ya los conoces:

Sanderson: Nacidos de la bruma, El imperio finalJoe Abercrombie: La mejor venganzaSergio Mars: La invocación del pictoAranzazu Serrano: Neimhaim, Los hijos de la nieve y la tormenta

¡Hasta aquí el post de cómo escribir escenas de acción! Espero que te haya gustado y que hayas aprendido. Te toca, cuéntame qué es lo que más y lo que menos te gusta de los combates que lees.

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Fantasía grimdark

Grimdark. Este tipo de fantasía tiene cosas muy características que le diferencian de los otros fácilmente. La más notable la podemos encontrar en su protagonista: suele ser un personaje oscuro, no es el típico héroe luminoso a lo Luke Skywalker sino que tiene muchos grises, con un pasado terrible y gran incertidumbre en su futuro.

El género, personalmente, lo veo muy filosófico, melancólico, en el que hay mucha reflexión sobre lo que nos rodea. Es ideal para mostrar personajes introspectivos y que plasmen cómo ven ellos el mundo, te aseguro que lo ven de una forma diferente a los demás.

Si eres lector de fantasía seguro que esto te suena a «espada y brujería» y sí, es así, solo que la espada y brujería es el género clásico y el grimdark es la evolución natural del mismo, que llegó en los años 80. Pero vayamos por partes.

Espada y brujería

La espada y brujería se desarrolló en EEUU durante el estado de depresión. Esta crisis económica se prolongó durante la década de 1930 y provocó mucha pobreza, desempleo y malestar generalizado en la sociedad.

En esa década, un tal Robert E. Howard crea al personaje Conan y desarrolla el mundo. Este personaje se caracteriza por ser un espíritu luchador, un espíritu de no rendirse, de supervivencia (espada), que está en contra de la magia, no quiere ser controlado por ella (brujería). Realmente es un personaje muy interesante cuando lo analizas, y eso que yo no tengo ningún libro suyo, sino cómics.

Este desarrollo lo hace entre el año 1932 y el 1936, publicando sus historias en revistas pulp (publicaciones baratas, de escasa calidad).

Claves de la espada y brujería

Aquí quiero destacarte cuatro puntos que considero importantes a la hora de diferenciar y escribir el género:

Personaje principal: lacónico, taciturno, ha de estar enfocado hacia la oscuridad.Tramas y diálogos: son muy directos, van al grano. Pueden tener alguna descripción más elaborada, pero por norma general es todo muy directo y rápido de escribir.Combates: la acción es muy directa. No se alargan las escenas, nada de narrar a cámara lenta. La escena no tiene que durar más de lo que tardaría en ocurrir a tiempo real. Por lo que si rebanarle el cuello a un tipo en la vida real te cuesta medio minuto, la escena ha de leerse en medio minuto.Objetivos: intentar potenciar al ser humano, añadir punto fantástico y crear un protagonista inquebrantable, que aunque esté derrotado se levante para continuar sobreviviendo.Grimdark, la espada y brujería 2.0

Actualmente el autor por excelencia de este género es Joe Abercrombie, que no solo cumple con los requisitos que he expuesto sino que los lleva un punto más allá combinando la espada y brujería con la épica, por ejemplo. Esta mezcla de géneros me gusta muchísimo, un libro donde esto se ve muy bien es La mejor venganza, en el que el autor pone como protagonista a una mujer, una mercenaria. ¿Quién ha dicho que el protagonista de este género han de ser siempre hombres? Léelo, merece la pena.

Thalios I: El elegido de Morghael

Hasta aquí todo lo que quería contarte hoy sobre este tipo de fantasía. Antes de irme no puedo dejar de recomendarte mi novela, Thalios I: El elegido de Morghael, ya que bebe de la espada y brujería. Es verdad que siempre lo encasillo como fantasía épica, que también, pero el protagonista poco a poco muestra y mostrará esas características que os comentaba sobre el personaje.

¿Qué más puedes aportar sobre la fantasía grimdark? ¿Me recomiendas algún libro? Te leo en comentarios. ¡Gracias por pasarte!

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5 pasos para publicar un libro

El proceso de publicar un libro en cinco pasos. Dicho así suena como a hacer algo difícil, todo lo contrario de lo que nos parece escribir, ¿vedad? Hoy vengo a contarte el proceso que sigo yo a la hora de publicar un libro, porque cuando uno empieza solo quiere escribir, y eso está muy bien, pero sin unos pasos claros es posible que esa historia se quede a medias en un cajón olvidada por nuestra falta de conocimiento e inseguridades varias.

Este proceso lo sigo desde hace mucho y lo aprendí a base de caerme y volverme a levantar. El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. ¡Mentira! Las mujeres también nos caemos, nos levantamos y seguimos peleando.

Fuera de coñas, si te doy sincera no sé cuántas veces me habré caído ni cuántas más tendré que caerme, pero no por ello habré fracasado. Simplemente esto es parte del camino, parte del aprendizaje, y eso es lo que quiero compartir hoy contigo.

Proceso para publicar un libroPlanificaciónEscrituraRevisiónEdiciónPublicación

Te los muestro con más detalle a continuación.

PLANIFICACIÓN

Aquí yo siempre hago lo mismo: un resumen de la historia que ocupa un folio o dos como máximo, la escaleta con lo que va a suceder en cada capítulo y, por último, las fichas de personaje.

Si me sigues en redes ya sabrás que esto último es lo que menos me gusta, pero es necesario.

Antes tenía muchos archivos con cada una de las cosas y me volvía un poco loca, pero desde el año pasado uso Scrivener y me encanta. Lo tengo todo mejor organizado, así que te lo recomiendo. ¡Es un gran aliado!

Eso sí, sigo haciendo un mapa mental en papel y con colorinchis, me ayuda mucho más que verlo todo del mismo color.

ESCRITURA

Una vez he terminado las fichas y la escaleta (ojo, esta escaleta es la primera y no la encorseto, suelo dejar espacio para amoldarla a nuevos cambios), llega el momento de ponerse a escribir una hora diaria hasta tener el primer borrador. Este borrador es el que reposa por lo menos un mes.

Importante en este punto dejar fuera a tu parte correctora y perfeccionista; resérvala para el siguiente punto.

Otra cosa te digo, normalmente escribo en el ordenador, pero solía llevar papel y boli por si acaso. Digo solía porque ahora grabo notas de voz, para mí son más efectivas; pero escribir a mano siempre es muy gratificante.

REVISIÓN

Ahora sí, ha llegado el momento de sacar a doña Perfección y Corrección para mejorar nuestro texto.

La autocorrección genera un segundo borrador que, en mi caso, es el que leen los lectores beta o cero.

Cuando terminan, me lo devuelven lleno de anotaciones. Momento de volver a revisar y generar el tercer borrador.

De normal, en este paso, suelo dejarlo reposar otra vez, pero menos tiempo. Con un par de semanas me conformo, entonces lo imprimo, lo leo y si está todo ok esta versión es la que llevo a registrar.

EDICIÓN

Una vez tengo el tercer borrador (o cuarto o quinto) lo mando al corrector profesional. Sí, ya sé que soy correctora, pero no es buena idea corregirse a uno mismo.

El tiempo de espera varía según el profesional y según el tipo de corrección que hayas contratado (si solo ortotipográfica o también de estilo). Cuando te devuelve el borrador corregido, toca revisar cada anotación y aceptar sus propuestas o no (por favor, las propuestas ortotipográficas acéptalas todas, aplicamos la normativa de la RAE y no lo que nos apetece, gracias).

Después de estos meses en los que he corregido el manuscrito hasta la saciedad, es el momento de pasarle al maquetador el borrador, la portada e ilustraciones de nuestro libro (si las tiene) para que deje el libro bonito y aseado para ser leído.

PUBLICACIÓN

¡Hora de autopublicarse! Bueno, primero viene el tema ISBN y depósito legal, además del marketing: empezar la campaña de promoción, tener preparadas lecturas conjuntas, libro viajero, etc.

Pero sí, ya es hora de publicar y vender el libro.

Si en lugar de autopublicar optas por mandar el manuscrito a una editorial, el paso del maquetador te lo puedes saltar. En su lugar, haz una búsqueda de editoriales en la que crees que tu libro encajaría, prepara una buena propuesta y una carta de presentación. No es obligatorio enviarlo a una editorial corregido por un profesional, pero es aconsejable porque te aseguras de que tu texto brille más y de que no haya ninguna errata escondida (suelen encontrar rincones que los escritores no sabéis que existen).

¡Y ya está! Estos son los cinco pasos que yo sigo para publicar un libro. Los pasos básicos del proceso los aprendí en LITERAUTAS, una página web dedicada a los escritores y en la que yo participé algún tiempo. Allí escribí mis primeros relatos, me los valoraron y me sentí muy animada a continuar con mi carrera de escritora. Claro que, con el tiempo, los adapté a mi forma de trabajar ya que al principio mezclaba el proceso de escritura con el de revisión, creaba las fichas de personaje sobre la marcha, no existía la escaleta…

En fin, que el tiempo nos hace más sabios. ¡Oye, espera! ¿Te gustaría que te contara cómo planifico o cómo me organizo para escribir? Déjame un comentario y tomo buena nota. ¡Mil gracias!

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¿Cómo creé el personaje de Thalios?

Cómo creé a Thalios, mi pequeño gran protagonista, es una pregunta que me han hecho en varias ocasiones y que, por unas cosas o por otras, siempre he dado una respuesta un tanto ambigua. Como la respuesta a esta pregunta es un tanto larga y complicada, he decidido crear este post en el que te cuento paso a paso cómo creé a Thalios y por qué lo hice de esta forma.

El principio

Para ser sincera, he de remontarme veinte años. Por aquel entonces yo quería crear un mundo en el que sentirme cómoda, en el que poder expresarme, en el que poder ser yo. Cuando me quedé satisfecha con ese primer esbozo, que ni siquiera tenía nombre, comencé a escribir una historia.

La idea era escribir alguna historia bonita de la que ser protagonista, y claro… Por aquel entonces yo quería vivir una historia de amor. Pero tuve que abandonar esa idea ya que no había experimentado nada relacionado con ello, todo eran decepciones. De modo que, en lugar de narrar la historia de amor, decidí escribir algo sobre lo que sí sabía: el ansia de poder, la conquista, la muerte, la destrucción.

Primeros pasos: lluvia de ideas y documentación

Para contar esta historia me iban a hacer falta dos personajes: el protagonista y el antagonista. El primero iba a ser yo, pero quise ponerme un reto: hacer un yo masculino. Fue muy divertido intentarlo, pero reconozco que no lo conseguí. De modo que simplemente imaginé el tipo de chico con el que me gustaría vivir un romance. Sí, se convirtió en Mary Sue.

El antagonista tenía claro que iba a ser un hombre, mayor que el protagonista, y ambicioso. Después de leer durante varios días artículos y libros sobre mitología griega, se me ocurrió llamarle Thalios y a partir de ahí comencé a escribir.

No sé por qué, si por mi perfeccionismo, mi sexto sentido, o yo qué sé, no me gustaba cómo estaba desarrollando al antagonista. Le odiaba por lo que quería hacer, pero no conseguía conectar con él. Fue entonces cuando me convencí de que era muy joven para llevar a cabo la historia que quería contar. Me faltaban vivir muchas experiencias, y por eso dejé a Thalios apartado. Lo convertí en una leyenda y creé a su hijo, tan joven como mi protagonista y, por ende, más idiota. No, a ver, enserio. Me sentí más cómoda con este antagonista y entonces escribí, escribí y escribí.

Algunos años después

Diez años después, quizá doce, esta historia vio la luz con el título El legado de Thalios, libro del que actualmente tengo los derechos y no está comercializado. Una historia con un amor prohibido y la lucha entre el bien y el mal. No creo que salga del baúl en el que está encerrado bajo llave, enterrado en un cementerio indio, custodiado por almas en pena sedientas de alimentarse del miedo ajeno.

El caso, es que casi con treinta años quise retomar a Thalios, a esa leyenda que dejé en un cajón por no sentirme preparada para contar su historia. Y fue aquí cuando, por fin, desarrollé al personaje tal y como se merecía.

El desarrollo

¿Cómo fue? Primero me puse a escuchar Iron Maiden, en concreto la canción Hallowed be thy name, y empecé a pensar en él, en cómo sería si lo tuviera delante. Obviamente creé a Thalios de adulto, fue lo primero que imaginé, en la época en la que todo le iba fenomenal, con unos veintiséis o veintiocho años.

Con la música en bucle, escribí su historia desde que llega a Galeden hasta su muerte. Y me encantó, pero sentía que le faltaba profundidad porque todavía no sabía cómo había acabado en Galeden. Así que sí, escribí de forma breve la historia desde su nacimiento hasta que es un niño rebelde (el que conocéis en El elegido de Morghael).

Thalios I: El elegido de Morghael

Sin embargo, seguía sin estar del todo satisfecha. La historia de Thalios, hacia el final, se torna sombría, y si quiero que protagonice en un futuro algunos sucesos duros debía darle esa dureza a su vida.

Y así seguí y seguí escribiendo con los auriculares en los que seguía escuchando la misma música a todo volumen.
Escribir la ficha de personaje de Thalios me adelantó muchísimo trabajo, ya que él es el centro de todo. Por lo que escribir su historia era hacer un resumen de la saga entera.

Y al final…

Luego vino hacer la escaleta, crear una ficha para cada personaje, hacer los árboles genealógicos… Pero también llegó el momento de desarrollar el panteón de dioses, escribir las leyendas, los mitos que envuelven este mundo, y que tanto intervienen en la vida de nuestro roh-ili. Nah, tranqui, esto ya lo dejamos para otro día.

¡Hasta aquí el post! Como ves, Thalios no es un personaje que crease de la noche a la mañana. Su creación ha sido la más compleja hasta ahora. Espero que te haya gustado. En otro post te contaré al detalle cómo son mis fichas ya que, como has visto, sufren variaciones de libro a libro.

¿Soy la única loca que crea así a sus personajes? ¿Qué es lo que más te gusta de Thalios como personaje? O lo que menos, te doy a elegir. ¡Te leo en comentarios!

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Cómo creé a Thalios, mi pequeño gran protagonista, es una...

Cómo creé a Thalios, mi pequeño gran protagonista, es una pregunta que me han hecho en varias ocasiones y que, por unas cosas o por otras, siempre he dado una respuesta un tanto ambigua. Como la respuesta a esta pregunta es un tanto larga y complicada, he decidido crear este post en el que te cuento paso a paso cómo creé a Thalios y por qué lo hice de esta forma.

El principio

Para ser sincera, he de remontarme veinte años. Por aquel entonces yo quería crear un mundo en el que sentirme cómoda, en el que poder expresarme, en el que poder ser yo. Cuando me quedé satisfecha con ese primer esbozo, que ni siquiera tenía nombre, comencé a escribir una historia.

La idea era escribir alguna historia bonita de la que ser protagonista, y claro… Por aquel entonces yo quería vivir una historia de amor. Pero tuve que abandonar esa idea ya que no había experimentado nada relacionado con ello, todo eran decepciones. De modo que, en lugar de narrar la historia de amor, decidí escribir algo sobre lo que sí sabía: el ansia de poder, la conquista, la muerte, la destrucción.

Primeros pasos: lluvia de ideas y documentación

Para contar esta historia me iban a hacer falta dos personajes: el protagonista y el antagonista. El primero iba a ser yo, pero quise ponerme un reto: hacer un yo masculino. Fue muy divertido intentarlo, pero reconozco que no lo conseguí. De modo que simplemente imaginé el tipo de chico con el que me gustaría vivir un romance. Sí, se convirtió en Mary Sue.

El antagonista tenía claro que iba a ser un hombre, mayor que el protagonista, y ambicioso. Después de leer durante varios días artículos y libros sobre mitología griega, se me ocurrió llamarle Thalios y a partir de ahí comencé a escribir.

No sé por qué, si por mi perfeccionismo, mi sexto sentido, o yo qué sé, no me gustaba cómo estaba desarrollando al antagonista. Le odiaba por lo que quería hacer, pero no conseguía conectar con él. Fue entonces cuando me convencí de que era muy joven para llevar a cabo la historia que quería contar. Me faltaban vivir muchas experiencias, y por eso dejé a Thalios apartado. Lo convertí en una leyenda y creé a su hijo, tan joven como mi protagonista y, por ende, más idiota. No, a ver, enserio. Me sentí más cómoda con este antagonista y entonces escribí, escribí y escribí.

Algunos años después

Diez años después, quizá doce, esta historia vio la luz con el título El legado de Thalios, libro del que actualmente tengo los derechos y no está comercializado. Una historia con un amor prohibido y la lucha entre el bien y el mal. No creo que salga del baúl en el que está encerrado bajo llave, enterrado en un cementerio indio, custodiado por almas en pena sedientas de alimentarse del miedo ajeno.

El caso, es que casi con treinta años quise retomar a Thalios, a esa leyenda que dejé en un cajón por no sentirme preparada para contar su historia. Y fue aquí cuando, por fin, desarrollé al personaje tal y como se merecía.

El desarrollo

¿Cómo fue? Primero me puse a escuchar Iron Maiden, en concreto la canción Hallowed be thy name, y empecé a pensar en él, en cómo sería si lo tuviera delante. Obviamente creé a Thalios de adulto, fue lo primero que imaginé, en la época en la que todo le iba fenomenal, con unos veintiséis o veintiocho años.

Con la música en bucle, escribí su historia desde que llega a Galeden hasta su muerte. Y me encantó, pero sentía que le faltaba profundidad porque todavía no sabía cómo había acabado en Galeden. Así que sí, escribí de forma breve la historia desde su nacimiento hasta que es un niño rebelde (el que conocéis en El elegido de Morghael).

Thalios I: El elegido de Morghael

Sin embargo, seguía sin estar del todo satisfecha. La historia de Thalios, hacia el final, se torna sombría, y si quiero que protagonice en un futuro algunos sucesos duros debía darle esa dureza a su vida.

Y así seguí y seguí escribiendo con los auriculares en los que seguía escuchando la misma música a todo volumen.
Escribir la ficha de personaje de Thalios me adelantó muchísimo trabajo, ya que él es el centro de todo. Por lo que escribir su historia era hacer un resumen de la saga entera.

Y al final…

Luego vino hacer la escaleta, crear una ficha para cada personaje, hacer los árboles genealógicos… Pero también llegó el momento de desarrollar el panteón de dioses, escribir las leyendas, los mitos que envuelven este mundo, y que tanto intervienen en la vida de nuestro roh-ili. Nah, tranqui, esto ya lo dejamos para otro día.

¡Hasta aquí el post! Como ves, Thalios no es un personaje que crease de la noche a la mañana. Su creación ha sido la más compleja hasta ahora. Espero que te haya gustado. En otro post te contaré al detalle cómo son mis fichas ya que, como has visto, sufren variaciones de libro a libro.

¿Soy la única loca que crea así a sus personajes? ¿Qué es lo que más te gusta de Thalios como personaje? O lo que menos, te doy a elegir. ¡Te leo en comentarios!

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Fantasía feérica

Fantasía feérica, el comienzo de todo lo fantástico. Este tipo de fantasía es, a mi parecer, el más antiguo, pues viene del folclore, mitos, leyendas. Lo primero que veo al pensar en fantasía feérica es un hada, ese ser diminuto con alas que tiene una vocecilla aguda, pero no es así en el mundo anglosajón. Allí las hadas las ven como nosotros, grandes, con ciertas diferencias. De esta idea parten los elfos de Tolkien, por ejemplo.

La fantasía feérica es la que más ligada está a los cuentos de hadas, esos que nos contaban de pequeños y que luego Disney edulcoró para que fueran menos crueles.

Los primeros cuentos de hadas

La verdad es que no sé cuándo se empiezan a contar, pero sí que se consolidaron en Francia en el siglo XVIII. Narrar cuentos era el divertimiento de las mujeres nobles, muy cultas todas ellas, en el que principalmente se escribía sobre princesas. Así que los cuentos se crearon por y para el entretenimiento de los adultos.

El divertimiento fue tal, que se expandió por toda Europa e incluso los hombres quisieron participar. De este modo llegó Andersen con su principal cuento La Sirenita, y otros como El soldadito de plomo o El patito feo, pero por todos es sabido que los más famosos fueron los cuentos de los hermanos Grimm.

Jacob y Wilhelm Grimm sentían gran amor por las letras y dedicaron parte de su vida a investigar, recopilar y transcribir mitos y leyendas de su país (Alemania). Ojo, transcribir, no reescribir, que es distinto. Los hermanos, a pesar de intervenir para aclarar pasajes confusos, ambiguos y demás, respetaron la frescura y la espontaneidad de los cuentos tradicionales. El objetivo, entiendo yo, era conservar aquellas narraciones que pasaban de generación en generación de forma oral.

Algunos cuentos de su amplia colección (creo que más de doscientos cuentos) son Caperucita Roja, Rapunzel, Blancanieves, Los músicos de Bremen, Hansel y Gretel o Barba Azul.

Libros actuales de fantasía feérica

A mi parecer un buen número de libros de fantasía actuales poseen un poco de feérica. Y claro, ¿cuántos libros de fantasía hay publicados hoy en día? Pues ni idea, te diría que hay miles, pero… En fin, yo he leído unos cuantos y he de admitir que me gustan. De hecho, la fantasía feérica es la más mágica para mí y por eso la he incluido en mis libros, porque me encanta y va bien con cualquier otro subgénero de fantasía. La urbana, de hecho, juega mucho con lo feérico, pero de esto te hablo otro día.

Lo que quiero es dejarte mi recomendación y saber si las has leído o no:

Todas las hadas del reino, de Laura Gallego

Astoria y la piedra de ámbar, de Aura Damae

En el primero tenemos toda la esencia de la autora y, por supuesto, de los cuentos de hadas. Me encantó ese libro, recomendadísimo, de verdad. Astoria también es un cuento muy bonito en el que los valores como la amistad y el amor hacia tus semejantes están en primer plano, junto a los animales del bosque, claro. ¿Me dejas alguno en comentarios? ¡Espero que te haya gustado el post, aunque sea cortito!

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Mis 5 errores como escritora y algunos consejos

Hoy te traigo mis cinco errores como escritora, algo muy personal, pero que me atrevo a compartir contigo porque no quiero que los cometas. Si se da el caso de que estás cometiendo alguno, espero que este post te sirva para dejar de hacerlo.

1. Empezar escribiendo un trilogía/saga

Sí, esto es un error. Si eres una persona creativa sueles inspirarte casi en cualquier cosa: en tus lecturas, tus videojuegos, un cuadro, una fotografía, incluso una conversación a medias en un bar. El caso es que tienes una idea fija —y otras cincuenta en la cabeza, claro— y decides llevarla a cabo. Pero como ya piensas que eres una escritora de la leche, decides hacerla más y más grande introduciendo todas esas ideas porque sí, porque más es mejor, porque las trilogías molan, están de moda y yo voy a escribirla y a publicarla en tres años.

Atención spoiler: cagada.

Una persona, como en mi caso, que empieza sin un hábito de escritura tiene difícil… No, difícil no, tiene jodidísimo escribir y publicar una trilogía en tres años. Y mucho menos si no tiene una buena escaleta, las fichas de personaje claras, y no solo al principio de la historia sino también las futuras, para saber exactamente el desarrollo del personaje. ¿Qué pasa? Que llega el momento bajón: que si no valgo para esto, joder qué difícil, encima mi trabajo, la familia, los amigos… Terminas desanimada y cinco años después sigues puliendo el segundo tomo de la historia.

Así que, si estás empezando, primero ten hábito. ¿No sabes muy bien cómo hacerlo y necesitas un poquito de motivación? Te recomiendo el cuaderno de Gabriella Campbell: 100 días de escritura. Maravilloso. Con perseverancia y siguiendo los consejos del erizo lo consigues seguro.

2. Creer que no necesitaba formación

Otro error común es este. Como has leído tropecientos libros crees que sabes todo y que solo necesitas de tus manos y de tu cerebro para escribir historias. ¡Maldita soberbia! Así empecé yo, sin tener ni idea de cómo iba todo esto. Hasta que te das cuenta de que algo falla, de que quizá sí necesitas ayuda (ahora es cuando me ves a mí sola, en blanco y negro, con el sonido del grillo de fondo haciendo cricri, cricri).

He de decirte que ser escritor hoy en día (quiero vivir de escribir, vamos, ser escritor emprendedor) no es solo escribir. Necesitas saber llevar redes sociales, crear una comunidad, venderte… Y eso no lo aprendes leyendo libros de fantasía, ni de misterio, ni del género que más te gusta. Esto se aprende formándote (te dejo por aquí la web de MOLPE, allí seguro que encuentras algo interesante).

Nadie nace enseñado, no eres menos por no saber nada sobre marketing. Simplemente acepta que necesitas formación para aprender a vender tus libros. Si lo haces antes de publicar, mejor.

Mi consejo es que antes de publicar tu primer libro crees una comunidad, pequeña, pero tenla. Escribe y publica relatos cortos en Wattpad, en tu web, preséntate a concursos, pero dile a la gente que escribes. Mientras tanto, fórmate y prepárate para el lanzamiento de tu novela. Estarás más segura y preparada, créeme. O seguro y preparado, palabra de escritora.

3. No elaborar fichas de personaje

Esto es real. No, no me gusta crear fichas de personaje, lo detesto. Lo que a mí me gusta es ponerle nombre, decidir cómo es físicamente y escribir en una línea lo que quiere conseguir. Punto. Como por ejemplo: «Thalios quiere resucitar a los muertos». Que no es así, ¿vale? Thalios no quiere resucitar a nadie, él va a su bola, que ya tiene bastante con intentar sobrevivir. Luego, tras esta pequeña elaboración, quiero escribir, escribir y escribir, pero no puede ser porque no tienes las cosas claras con ese personaje.

No sabes la de veces que me he quedado estancada por no tener la ficha de personaje bien elaborada —lo mismo con la documentación, que ya te lo cuento otro día—, rollo… ¿Y ahora qué? ¿Cómo saldría de esta situación?

Por favor, elabora fichas de personaje.

4. No escribir de forma constante

Este error es el que yo califico como el peor. Yo, con todo mi egocentrismo, diciendo que solo escribo cuando viene la musa. Esa divinidad que llega de la nada con forma de mujer y se supone que te alienta y te sugiere unas ideas maravillosas. ¿Qué pasa? ¿Que te hace un masaje que lo flipas? ¿Que te canta como una sirena lo que tienes que escribir? ¿Y por qué no el muso? A mí ya lo que me faltaba, un buenorro para distraerme. ¡Si una mosca lo consigue! Bueno, la respuesta es: NO. Así, en mayúsculas. Esa idea de escritora es algo que no sé por qué se instauró en mi mente y solo escribía a veces.

Ahora de adulta escribo todos los días, esté la musa o no. Bueno, sí, sí que está, yo soy mi musa. Yo soy quién decide lo que escribo, cuándo y por qué. Es decir, escribo la historia que me apetece, lo hago todos los días —laborables, esto ya es un trabajo— y lo hago porque me hace feliz.

Así que si te gusta escribir hazlo a diario, crea el hábito de la escritura y, aunque al principio te parezca una mierda, continúa. Al final tendrás algo con lo que trabajar para mejorarlo. Y no lo olvides: tú eres tu propia musa.

5. No guardar ninguno de mis primeros escritos

¿Por dónde empiezo? Esto no es que sea lo peor, es que es lo siguiente. No conservo ningún escrito de cuando empecé. Que seguro que ahora al leerlos pensaría que son horribles, en el sentido de faltas de puntuación, personajes planos, algún fallo de trama, etc. Pero joder, ahora podría trabajar con ello, podría mejorarlos, reescribirlos. Pues no, no conservo ningún relato, ningún retelling. ¿Por qué? Pues porque no me gustaba nada de lo que escribía, lo veía como tonterías y me moría de vergüenza de pensar que esos escritos pudiera leerlos mi madre.

Hablando de madres. ¿Sabes qué pasa si tu madre lee esas cosas que te dan tanta vergüenza? NADA. O al menos no tendría que pasar nada. Quizá se ría, le haga gracia cómo ves el mundo, cómo sientes y vives las cosas, pero nunca lo hará por reírse de ti. Y ahora me dices: «Ya, pero es que a mí lo que me pone es escribir escenas eróticas». ¿Y qué? A tu madre no le va a asustar leer eso, ¡tu madre hace eso!

Venga, ahora enserio. No tienes que avergonzarte de lo que escribas. Yo decidí en una mala época que esos escritos eran un error y los tiré. Simple y llanamente. Y no eran nada del otro mundo: poemas, relatos cortos sobre el primer beso adolescente, cómo sería, cómo lo veía… Y mi consejo es, si tu madre lee tus cosas y pone el grito en el cielo, aguanta el chaparrón, dile que ok, pero sigue con tus escritos. Guárdalos y no dejes que nadie, sea quien sea, te ponga límites.

Y hasta aquí mis cinco errores como escritora, errores que cometí y de los que me arrepiento, de algunos más que otros. Cuéntame, ¿has cometido alguno de mis errores? ¿Algún otro que te haya ocurrido? ¡Te leo en comentarios!

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