M. Cavani's Blog, page 9

April 27, 2020

Mi lectura indie: Golpe de Amor



 Continúo revisando las lecturas indie que voy leyendo, esta vez se trata de una novela que tenía en espera por años, quisiera ser un poco más rápida, como esas personas que leen un libro en un día, pero las tareas me ocupan más de lo que quisiera; no obstante, también soy de las que cree que hay un momento indicado para leer cada libro, y en esta cuarentena correspondió el turno a Golpe de Amor: Siempre Hay Esperanza , de Nika Gribaldo, una novela de esas autoras solidarias que de cuando en cuando coloca buenas ofertas de sus obras en la tienda Amazon, tengo otras de ella en espera, sin embargo, para este momento, me pareció comenzar con esta novela pues recuerdo que es una historia que me había atraído desde que leí su sinopsis hace un buen tiempo, sí, soy de las que prevalece la sinopsis antes que la portada, aunque el amor siempre entra por los ojos. En ese entonces Golpe de Amor fue todo un crush, la portada era apropiada pero la sinopsis me adelantaba algo sobre un romance intenso, de esos que me gusta leer. Y desde el principio me enganchó.
El saco de arena absorbía los golpes que se sucedía una y otra vez sin apenas oscilar. No se trataba de fuerza sino de precisión, un pequeño desgarro en la lona le servía de diana para descargar sus puños, una y otra vez.
No pienso ser injusta, estoy reseñando una novela indie, pero aunque sí me gustó la historia, habría preferido que hubiese más encuentros entre Nathan y Jo y menos trasfondo entre ella, Mike (su antiguo novio) y sus amigos, me ha parecido que las intervenciones de los personajes secundarios hacían que se perdiera un poco la magia entre ellos, donde había potencial para crear una de las novelas de amor más apasionadas. Pero entiendo, o me parece, que esta ha sido la primera novela autopublicada de la autora y creo que es perdonable. 
Lo que me ha gustado de este romance es que, primero, la autora ha establecido la amistad entre los protagonistas por pasos, no se ha ido por ese instant crush (aunque en realidad lo sea), pero se lo ha tomado con calma en desarrollar la relación entre ellos; segundo, son personajes que cometen errores como tú y como yo, lo cual valoré un mundo durante la lectura; y tercero los protagonistas son fuertes, no estamos tratando con chicas que se quiebran por cualquier tontería ni con chicos que desconocen lo que quieren. Por lo que, en resumen, a pesar de flaquear un poco, vale la pena leerla.  
Golpe de Amor Cuando Charlie, su entrenador, sufre un infarto, Nathan duda sobre la continuidad del gimnasio en el que practica, pero su sorpresa es importante cuando en lugar de un hijo, es una hija de él quien viene a suplantarlo.  
Frase: Jo, un boxeador no teme al amor.
Más de Mi lectura indie en la página.
 
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Published on April 27, 2020 07:09

April 23, 2020

Influencias

Es el día del libro y se me ha ocurrido celebrarlo retomando un artículo que había dejado en espera por alguna razón, pero todo tiene su momento. El artículo está relacionado con esos libros que nos han influenciado como lectores, pues siempre que nos conquista la pluma de un autor(a), contará con nuestro apoyo incondicional.  En mi caso he ido variando lo que leo, antes (cuando era más joven) me negaba a leer romance hasta que me encontré con Jane Austen y descubrí que soy una adicta a la lectura romántica, pero todo comenzó con, por supuesto, Gabriel García Márquez y sus Cien Años de Soledad , que habré leído tres veces continuas por aquel tiempo. Después, obviamente, continué con más de sus libros, como Crónicas de una Muerte Anunciada y varios de sus relatos, mi favorito es El Rastro de tu Sangre en la Nieve , creo que ese relato es el rey de los relatos, lo tiene todo: una historia intrigante, romance y mucho suspenso. No era tan aficionada a la lectura entonces ni tan buena lectora; también leí las dos novelas más populares de Dan Brown; y me enamoré del libro Un Beso Antes de Morir , de Ira Levin. Pero no fue sino hasta que tropecé con mi querida Jane Austen , cuando me obsesioné con ella, que verdaderamente me aficioné al mundo de la lectura. Desde ese momento no he parado de leer, aunque desde que me ha dado por escribir he tenido que compartir mi tiempo, pero nada se compara con leer.  Por supuesto, Jane me presentó con otras autoras y autores de su reino, después de ella era una obligación leer a las hermanas Brontë , pero es Charlotte mi predilecta, y Jane Eyre una de mis novelas favoritas de todos los tiempos, con Mr Rochester como mi héroe de héroes; también leí Norte y Sur , de Elizabeth Gaskell ; traté de seguir la pluma de Dickens, pero no funcionó; y me fascinó La Otra Vuelta de Tuerca , de Henry James. Actualmente estoy empezando a leer las simpáticas novelas de Georgette Heyer . De mi país, no obstante, y me avergüenza confesarlo, solo he leído a Teresa de la Parra, que, como Austen, también recreaba en sus novelas los problemas de la sociedad venezolana de su tiempo. Foto obtenida desde PinterestCuriosamente ha sido el cine el que me ha acercado a muchos libros y a mis autoras favoritas, es así como di con el fenómeno Twilight , sí, lo sé, yo caí en las estadísticas y estoy en el medio, donde se juntan los dos círculos para formar el conjunto. Stephenie Meyer tiene uno de esos estilos de narrar que consiguen atraparte con una línea sin importar qué está contando. En el orden de las sagas, por supuesto que también leí a Veronica Roth y a Suzanne Collins. Las distopias eran la moda que hoy está de moda. Pero siempre estaba ávida de lectura, claro, entre un libro y otro siempre regresaba a las Janes (Austen y Eyre), y así he continuado, intercambiando entre lo antiguo y lo moderno, aunque últimamente me he quedado más con lo contemporáneo que ofrezca alternativas en un mundo romántico demasiado repetitivo.  A pesar de que la comedia romántica es mi género predilecto del cine y he leído buenos libros de este, como The Hating Game , amo The Hating Game , y en los últimos años he leído buenas autoras como Sally Thorne , Elizabeth Young y Sophie Kinsella , además de que un buen romance en el Dublin de Cecelia Ahern siempre cae bien,  me quedo con el Young Adult . Este género de la literatura ficción me ha influenciado tanto que es mi favorito cuando me propongo escribir mis propias historias, o, por alguna razón, tengo un estilo muy jovial, pues aunque me proponga narrar algo romántico, más de adultos, mis historias siempre quedan rankeadas en el género romance juvenil contemporáneo, pero eso es tal vez porque me he propuesto reparar mi aburrida adolescencia con las historias que escribo. Pero a lo que iba, en el Young Adult , he encontrado las novelas que atesoro, donde Elizabeth Eulberg y Huntley Fitzpatrick son dos de las autoras que sigo y recomiendo a ciegas, sus novelas son simplemente geniales, tienen mucho trasfondo y se basan generalmente en las relaciones de amistad entre los adolescentes.  No quiero ser injusta, hasta este punto solo he mencionado autores consagrados en el mundo de la publicación, no obstante hay un mundo de gente brillante escribiendo, cuyas plumas he tenido la oportunidad de conocer y que, como lectora, me han atrapado, como Fernando García Pañeda , por ejemplo, siempre elegante, es un explorador de varios géneros, pero su prosa es inimitable; Dona Ter , cuyas novelas románticas siempre disfruto y me dejan soñando un poco; y Joana Arteaga , quien siempre deja un mensaje de supervivencia en sus obras.  Sin la fantasía de los libros no podríamos escapar de la realidad y hay un mundo de magia y autores influyentes afuera, esperando por nosotros, sus fieles lectores. ¡Feliz día del libro!También te puede interesar:Si pudiera tener un squad  Ficción Femenina 
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Published on April 23, 2020 12:17

April 22, 2020

Baile de primavera - ebook

Queridos lectores, estoy encantada de contarles que Baile de Primavera ya es un ebook y está autopublicado en Amazon .   
Pero hay más, debes saber que esta es una versión revisada, corregida y ampliada de la publicada acá en el blog y contiene como bonus Baile de invierno . Además, para celebrar el día del libro, estará gratis para su descarga desde el 23 hasta el 25 de abril.  
Sinopsis Elizabeth Bennet está visitando a su amiga Charlotte, ahora la nueva esposa de su primo, el señor Collins, cuando recibe una importante invitación al baile de primavera que se realizará en Rosings, bajo los dominios de la estirada e inflexible, Lady Catherine de Bourgh.
Baile de primavera es la continuación de Baile de invierno, la serie relatos austenianos que fueron publicados por partes, y por primera vez, en el blog de la autora, Ficción Femenina. Estas son versiones corregidas y ampliadas de los mismos y contienen material exclusivo. Link de Amazon
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Published on April 22, 2020 14:50

April 12, 2020

Baile de primavera - Parte 4




A pesar de que Wickham había sido el primero en demostrar amistad e interés en Lizzy aquel baile de invierno, había sido el señor Knightley quien la había conquistado. Y ahora le tenía, delante de ella, formando pareja en el primer baile de la noche. No había sido su intención llamar la atención de alguno de los invitados, pero él había sido el único que se había demostrado preocupado, luego del breve arrebato que la había alejado de la cena, y tal vez por esto se sentía así de nerviosa aunque emocionada de tener su ligera preferencia.—Espero se sienta usted mejor —le dijo él mientras bailaban.—Un poco sí.—Me alegra. No me gusta verla sufrir, señorita Bennet.Escuchar estas palabras le calentaron el alma, cruzó unos segundos su mirada con la de él y se sintió sonrojada. Nunca alguien la había hecho sentir así, tan a gusto, emocionada e inquieta al mismo tiempo.Este primer baile se desarrollo unos minutos más, las parejas danzaban en sincronía y elegancia, era un espectáculo para Lady Catherine mirar aquellos jóvenes reunidos en su salón, especialmente le daba gusto seguir a la pareja que había abierto el baile a petición suya, su sobrino Darcy y Emma. Lady Catherine tenía puesta sus expectativas en una boda entre entre él y su hija, pero no estaba cegada a ver que su sobrino no se sentía inclinado por Anne; no obstante, si es que esa boda no podía suceder, se le ocurría que Emma, una muchacha rica, inteligente, culta, bien educada y de buena familia, era muy adecuada para él. Si su plan inicial no se daba, entonces organizaría esta unión conveniente.El primer baile terminó, las parejas se desocuparon, Lizzy sonrió y agradeció la amabilidad del señor Knightley, pero antes de regresar a su lugar con Charlotte su paso fue interrumpido por la presencia de otro hombre.—¿Me reserva usted el segundo baile, señorita Bennet?Sus sentimientos en este momento eran encontrados, quería negarse rotundamente y decirle un montón de cosas horribles al señor Darcy en defensa de su hermana, no obstante, y no sabía de qué parte de su ser había venido aquella respuesta, en un segundo se vio comprometida con él.¡Qué era lo que había hecho! —Creo que está enamorado de ti, Lizzy —le dijo Charlotte, que desde su lugar había observado con cuánta premura el señor Darcy había dejado a la primera señorita para solicitar a la segunda; pero Lizzy no podía creer eso, le parecía algo imposible, además de que no estaba interesada en el afecto de un hombre al que prefería odiar. Por un instante su mirada se deplazó por el salón para buscar al señor Knightley, pero  ahora este estaba en el grupo de Emma y no reparaba en ella.En aquel lado del salón, Emma le comentaba al señor Darcy:—Veo que ha dejado más calmada a su amiga —Emma percibía que el instante en el que perdería para siempre a su amigo estaba cada vez más cerca. Odiaba admitirlo pero hasta prefería verlo enamorado de Jane Fairfax, como lo creía antes, que inclinado por esa joven de educación dudosa que recién había conocido.—Algo le pasa —él dirigió la mirada hacia la esquina en la que ahora Lizzy iniciaba el baile con el señor Darcy—, pero no ha querido confiármelo. Tal vez sea algo que solo una amiga pueda comprender, ¿por qué no se acerca, Emma? Quizá en usted confíe.Emma también miraba a la pareja, sin embargo no eran los fantasmas de la joven  lo que le interesaba conocer sino sus sentimientos respecto al señor Knightley.—Tal vez, pero prefiero esperar que nuestra… amistad fluya, señor Knightley, gracias.Mientras tanto, en el cuadro de baile, Lizzy intentaba cercar al señor Darcy, obligándole a hablar, ella inició el tema haciendo una breve referencia sobre la pieza que compartían.—Ahora le corresponde a usted decir algo, como el número de parejas o la amplitud de la sala.Él sonrió y le aseguró que hablaría de lo que ella quisiese.Lo que ella quisiese sería decirle una cantidad de improperios, ¿quién se creía para separar de esa manera tan cruel a dos personas que tenían tan buen potencial como pareja? ¿Por qué lo había hecho? ¿Qué era lo que tenía en contra de su hermana? En tantos mensajes pensaba cuando le pareció escuchar de él algo relacionado con la palabra compromiso.—¿Disculpe?—Supe, a través de mi tía, que la temporada pasada el señor Collins formalizó una propuesta de matrimonio en su familia antes de casarse con la actual señora Collins, y, bueno, he supuesto que ha sido a usted.—Supongo que ese tipo de noticias no son fáciles de ocultar.Darcy lo sopesó ladeando la cabeza.—También supongo que mi negación ha debido parecerle una insensatez a su tía, que una muchacha de mi situación económica no reciba la mano del primer hombre que la solicita.—Entonces ha sido el único en solicitarla en matrimonio.—Y espero que no sea el último.Le pareció ridículo que la imagen del señor Knightley se cruzara delante de sus ojos, como representación de un secreto anhelo. —¿Espera la proposición de alguien más?El señor Knightley continuaba en sus pensamientos, pero no se atrevió a buscarlo con la mirada ni a manifestar sus ilusiones. Desde el baile de invierno había notado que los dos hombres eran amigos.—En el presente momento no espero nada. Pero en lo referente al señor Collins, creo que ha hecho una elección más inteligente en Charlotte.El señor Darcy buscó con la mirada a la señora Collins, quien parecía resuelta en su lugar, junto a su tía y prima, y estuvo de acuerdo.—Me tranquiliza que todo eso no hubiera afectado sus emociones.—Las habría afectado si hubiera aceptado.—Entonces hay una predisposición de su parte hacia el matrimonio.—Solo en aquel que no está basado en el amor.Lizzy notó que el señor Darcy intentaba intimidarla con la mirada, no obstante, continuó.—Espero que el hombre que me separe del seno familiar lo haga porque me ama de verdad y no por sentirse comprometido en auxiliar a alguna de las jóvenes necesitadas de la propiedad que en algún momento va a heredar. También espero que ese hombre no se deje llevar por las opiniones de sus familiares y amigos.A Darcy, que no sabía por dónde venía la última parte del comentario, le pareció una exigencia justa. Durante esta intimidad pensó en indagar un poco más los sentimientos de la muchacha, pero su tiempo de baile estaba caducando.Al terminar la pieza, Lizzy se alejó del salón, nuevamente necesitaba espacio, aire fresco y de su soledad, se sentía una traidora luego de ese baile con el señor Darcy, ella misma no había comprendido qué fue lo que la hizo flaquear y aceptarlo, qué era lo que tenía ese hombre que conseguía persuadirla e intimidarla.—Señorita Elizabeth… —la voz del señor Darcy detrás de sí le causó un sobresalto e interrumpió sus pensamientos—, en vano he luchado —continuó él cuando estuvo a pocos centímetros de ella—. Mis sentimientos han dominado mi razón. Permítame que le diga que admiro su resolución y la viveza de su carácter y que la amo.En segundos Lizzy sintió cómo los latidos de su corazón golpeaban agitados contra su pecho, pero estos no respondían a la emoción de escuchar tales sentimientos, sino de la violencia que tales palabras le producían.—¿Disculpe…?—Hace un momento me ha dicho que espera que el hombre que la despose lo haga por amor y eso, a pesar de mi dignidad, la inferioridad de su familia y mis esfuerzos por dominar estas emociones es lo que sucede. La amo y espero que en deferencia a este afecto acepte, usted, casarse conmigo.¿Qué está diciendo? Lizzy se sentía contrariada, no comprendía lo que estaba escuchando ni de dónde podían provenir tales sentimientos en un hombre que generalmente la miraba con desprecio.—En circunstancias como éstas, supongo que lo primero que debo hacer, señor Darcy, luego de su amable proposición, es ofrecerle mi agradecimiento.Movido por dentro, muy emocionado, Darcy estaba seguro de que obtendría un sí sin vacilaciones de la señorita Bennet, no obstante lo que escuchó a continuación le dejó desconcertado.—Pero no puedo sentirlo.—¿Cómo dice?El señor Darcy sentía que la sangre le hervía en las venas, había estado seguro del éxito de su propuesta y del modo de anunciarla.—No puedo aceptar la proposición de matrimonio del hombre que separó a mi hermana de una posible relación con un hombre que parecía deslumbrado y con excelentes intenciones para con ella. ¿O se atreverá a negarlo?—No, no me atrevo. He sabido interesarme más por la integridad de mi amigo que por la mía.—Me sigue ofendiendo, pero espero que sepa que mi lealtad hacia mi hermana no es la única razón por la que le rechazo: desde el baile de invierno he tenido formada una opinión sobre usted, incluso desde antes de que perdiera la cordura y golpeara, como un salvaje, al señor Wickham. Creo que es un hombre impulsivo y calculador, que obra de acuerdo a su conveniencia, influyendo así en la felicidad e infelicidad de quienes le rodean, como en la del favorito de su padre —Lizzy hizo una pausa en la que observó que ambos se miraban con altivez—. Y de un hombre así, señor, no puedo aceptar una proposición de matrimonio.—Entonces es esa la opinión que tiene de mí. Ese es el aprecio que le merezcoContinúa…
La historia continúa con Baile de Verano.Próximamente.
 

Lee los capítulos anteriores:
Baile de primavera - Parte 1
Baile de primavera - parte 2
Baile de primavera - parte 3 
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Published on April 12, 2020 00:00

April 8, 2020

Tienes un Email

Son unos días difíciles para la humanidad, el aislamiento puede volverse irracional para quienes no comprenden la relevancia de mantenerse al margen de la sociedad; pero para quienes sí entendemos la necesidad de esta medida, mantenernos apartados puede ser de mucho valor pues nos permite ser creativos en actividades que, por la rutina del trabajo, nos es complicado explorar. 
 
Escribir, leer, bloguear, cocinar y hacer postres son las tareas que la mayoría de los adultos que hemos sido desconectados de nuestros trabajos formales hemos estado explorando y exponiendo en las redes sociales, el nuevo punto de encuentro entre amigos y familiares. Yo también he podido unirme a la oleada, he blogueado y mirado películas que tenía pospuestas por falta de tiempo, aunque siempre es agradable para mí encontrar al azar en la tele alguna de mis favoritas: Tienes un E-mail.
En la película, el personaje de Meg Ryan, Kathleen Kelly, y el de Tom Hanks, Joe Fox, se conocen en línea, algo que estaba muy de moda a finales de los noventas, del siglo pasado, e inicios del 2000, cuando mucha gente comenzó a buscar a su alma gemela en internet, un método que sigue funcionando hoy en día pues todavía hay quienes por alguna razón se dirigen a estas casas de citas para encontrar el amor.  Pero este no es el punto que inspiró el artículo sino hacer una comparación de la forma en la que los protagonistas de You´ve Got Mail se comunican y la nueva forma, tan parecida, que, en estos momentos, tenemos todos para mantenernos en sociedad, desde la comodidad de nuestros hogares, detrás de un computador, un teléfono móvil o una tablet.   Es cierto que parece que estuviéramos viviendo una de esas taquilleras películas de terror o ciencia ficción sobre el fin del mundo o una invasión Zombie, en las que para salir a obtener suministros debes burlar a los guardias de la ciudad y meterte en la casa solitaria del vecino rico para hurtar su refrigerador, se me ocurren unas cuántas parecidas: La Huésped, Guerra Z, Bird Box, Seeking A Friend For The End Of The World, Into The Forest, además de Contagio, que relata justamente lo que estamos viviendo estos días. Nada comparable con la felicidad de Tienes un E-mail, donde la ciudad de Nueva York, que en estos momentos está siendo cruelmente atacada por el coronavirus, es una protagonista más.  Escena de la película La HuéspedBasado en el comportamiento de otras pandemias los mandatarios tienen confianza en que pronto se dará una vacuna y la cura para este virus, mientras todos miramos, de brazos cruzados y encogidos de hombros, que la economía global se derrumba. Desde incontables años los venezolanos hemos venido batallando la crisis (aunque de otra índole), ya tenemos postgrados y doctorados en ello, somos esclavos de la economía. Pero últimamente se podía sentir cierto respiro en las familias, los emprendedores habían comenzado a conquistar las comunidades y el dinero se estaba moviendo nuevamente, yo una más de estas personas con un trabajo adicional, totalmente artesanal; mas con la llegada del Covid-19 hemos vuelto a como estábamos antes, sin fuentes adicionales de ingresos, estancados profundamente en un país consumido por la pobreza de la política estatal, sin gasolina, un sistema de salud indeseable y temiendo por el desabastecimiento y salud de todos los venezolanos.
La nueva normalidad de esta distopia mundial requiere de una gran porción de paciencia, pero, sobre todo, de mucha conciencia sanitaria sobre esta alarma global. 
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Mi backpack para el fin de los días 

¿Por qué no escribo sobre Venezuela?
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Published on April 08, 2020 10:34

April 7, 2020

Derechos de autor

Estos son los días creativos (aunque yo me sienta con algo de bloqueo de escritora), por esta razón se me ha ocurrido comentar, a propósito de algunos snaps que tenía pendientes de colocar en mi cuenta Instagram sobre mi parte favorita de la última versión de Mujercitas , acerca de un punto que me toca los sentidos: el derecho de autor .
Snap de la película MujercitasEn la película Jo trata de hacerse un lugar como escritora, y justo en la parte final lo consigue, aunque doblegando un poco su independencia pues debe rendirse a sus ideales y dar ese desenlace novelesco, y entiéndase por novelesco a un casamiento apropiado de la heroína de la época, tras conseguir un editor que se lo ha exigido antes de publicar su trabajo. En esta parte, autora y editor debaten su anticipo, las regalías por las ventas y la adquisición por parte de la editorial de los derechos de autor, que ella no está dispuesta a ceder.
 
Los que escribimos sabemos que no es fácil, primero, conseguir una historia interesante que contar (aunque se han dado casos), lo que puede ser fascinante para unos resulta una tontería para otros, pero lo importante es mantener la escencia como autor. En los tiempos de Louisa May Alcott es posible que no fuera común mantener el libre albedrío como autora pues, además de la discriminación femenina, si la editorial consideraba que el trabajo era muy adelantado o escandaloso, con heroínas demasiado independientes de mente, entonces no se arriesgaban a publicarlo. Pero hoy en día es todo más sencillo en este sentido (no me refiero a dar con una editorial), escribir historias diferentes, salirse del patrón, con finales felices, infelices, es muy posible, las editoriales son más audaces, apuestan por esos trabajos controversiales y en el caso de que ninguna lo considere, siempre existe, como autor, la oportunidad de autopublicarlo.  Aunque sería lindo dar con una editorial que esté de acuerdo contigo, en que tu trabajo merece ser exhibido, en mi caso --y no es la primera vez que hablo de esto--, dado que no he tenido esa suerte de conseguir un editor, me he acostumbrado a tener el control absoluto de lo que escribo, cómo lo publico y cuándo, reservando para mí los derechos totales de mi autoría, a través de la autopublicación . Ahora bien, pues en general, estar respaldado por una editorial es el sueño de cualquier escritor, es cierto que aunque hoy en día son más liberales en cuanto a los contenidos que en los tiempo de Jo , de Louisa May Alcott y sus Mujercitas , es igual de verídico que existen nuevos medios de someter a los autores. El marketing se ha convertido en la primera motivación de publicación, si un libro funciona, las editoriales buscarán obtener del autor hasta su último pensamiento, estableciendo esquemas de venta dictaminados por secuelas y precuelas, entre tantos otros elementos que pueden ser usados para mantenerlo bajo sus condiciones, lo que, como autor, impedirá ese libre albedrío de iniciar nuevos proyectos y dar rienda suelta a la imaginación, que es tan importante en el proceso creativo.
Estoy segura de que si Jo escribiera en nuestra época no complacería los caprichos de un editor, y si en aquel momento escogió defender sus derechos como autora, hoy, que es más sencillo acceder a los medios de darse a conocer, no dudaría en votar por la autopublicación .
Si te gustó este artículo no dudes en dejar comentarios.

Nota: todas las imágenes empleadas para ilustrar el artículo son capturas de la película.
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Autopublicando

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Published on April 07, 2020 00:00

April 6, 2020

Mi lectura indie: Montañeros, una especie en extinción (Serie Montañeros Libro #1)

Si no me equivoco fue por el año pasado que supe de la existencia de esta novela. Lo primero que me atrajo mi atención fue el hermoso hombre de la portada --si pudiera decir que siento instant crush por algo en esta vida es hacia los libros--, luego me sedujo la sinopsis, una historia sobre un grupo de hombres hoscos, dueños de una montaña me parecía indicada. Ahora bien, la felicidad se materializó recientemente cuando por casualidad paseaba por el rankeo de los libros más vendidos gratis en romántica de Amazon y ahí estaba, esperando por mí.
Como ha sucedido con otras adquisiciones, aunque no ha pasado en los últimos meses, desde el inicio la historia me enganchó, está muy bien narrada y trae un argumento interesante, un montañero empeñado en proteger su montaña de la salvaje civilización.
Por supuesto, el muchacho y su familia tienen un plan para salvar la montaña de las ambiciones del tío Rhett, el cual incluye a Julie, una bióloga que vendrá a investigar las curiosidades que se esconden en la montaña.
Montañeros, una especie en extinción, es el primer libro de la serie Montañeros de J. de la Rosa.
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Mi lectura indie 2019



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Published on April 06, 2020 00:00

April 5, 2020

Baile de primavera - Parte 3


—Con todo lo que he escuchado esta velada, espero que no siga promocionando usted la amistad entre su favorita y yo? —Le dijo Emma al señor Knightley cuando estuvieron sentados uno junto al otro en la mesa de Lady Catherine durante la cena. Era raro que Emma se alejara de casa, pero había recibido una invitación de Lady Catherine, una vieja amiga de su padre, para pasar una temporada en Rosings, y siendo así, el señor Woodhouse no pudo poner objeción, además, el señor Knightley se había ofrecido a acompañarla hasta allí antes de atender negocios en Londres. Fue muy difícil para Emma tener que dejar a su amiga Harriet en Highbury justo cuando, debido al fracaso del proyecto Bingley, se había presentado un nuevo prospecto: el señor Elton. Lo había elegido como el indicado para conseguir que su amiga abandonara el interés por el señor Martin, quien, a su vez, los últimos días había sido demasiado inoportuno al hacerle un ofrecimiento de matrimonio a través de una carta, muy bien redactada, pese a los prejuicios de la señorita Woodhouse sobre el granjero; no obstante, Emma era más astuta que él habiéndolo dejado todo orquestado entre la próxima pareja, Elton y Harriet. Hasta el momento, el señor Elton se expresaba muy bien de Harriet y la consideraba tan atractiva como para inducir a Emma a hacer un retrato de la joven que, en lo que estuvo listo, fue el más animado en viajar a Londres para hacerlo enmarcar.—¿Mi favorita?—La señorita Elizabeth Bennet.—Es una joven admirable —dirigió la mirada hacia la muchacha, con cuyos ojos se encontró, Lizzy estaba sentada diagonal a él, junto al coronel Fitzwilliam, al señor Knightley le pareció verla ruborizar. A consciencia de que no era prudente sembrar ningún tipo de dudas en una muchacha con la que, aunque le agradaba por su viveza e inteligencia, no pensaba obtener sino una buena amistad para Emma, el señor Knightley retiró la suya para continuar atendiendo a su joven amiga—, como también lo es la señorita Jane Fairfax —Emma revolvió los ojos, pero no pensaría que es mi favorita. Antes de que la señorita Elizabeth Bennet se presentara en el baile de Highbury, Emma pensaba que el señor Knightley tenía sentimientos ocultos por Jane Fairfax, pero desde que conoció a la joven de Hertfordshire y aunque él lo negase afirmando que no existía la mujer que le tentara a casarse, Emma intuía que estaba enamorado de ella. Sin embargo, a pesar de sus intuiciones, prefirió evitarse el comentario de una relación inconveniente para su amigo y escogió hablar de Isabella, John y los niños, a quienes Knightley vería cuando se marchara a Londres.Del otro lado de la mesa, Lizzy tuvo el honor de ser ubicada junto al coronel Fitzwilliam, también sobrino de Lady Catherine, un hombre tan distinto a su primo, amable en el trato, que, aunque no era igual de carismático que el señor Knightley, le inspiraba confianza.—¿Cuántos días piensa quedarse en Kent? —Le preguntó Elizabeth. —Todo dependerá de Darcy, estoy a sus órdenes, él dispone de las cosas a su conveniencia.—Creo que así es con todo, incluso con lo que no está directamente relacionado con él.—Sabrá que así es. Es uno de esos hombres cuya opinión es muy respetada e influyente.Pensando en que sobre este tema, Lizzy podía indagar más, no tardó en preguntar.—¿A qué se refiere?—Verá, he sabido que mi primo ha salvado a un buen amigo suyo de una unión inconveniente el pasado invierno.¡Bingo! Justo lo que Lizzy había pensado, suponiendo que este amigo fuese Bingley.—¿Ah, sí?—Había algunas objeciones en cuanto a la joven.—¿Objeciones contra la joven?Elizabeth cruzó una mirada furiosa con Darcy, quien, del otro lado, sentado junto a su tía y la señorita Anne de Bourgh, su futura esposa, también la miró.Ya le había comunicado a Jane sus pensamientos sobre la distancia de Bingley y la hostilidad manifiesta en las cartas que había recibido de la señorita Caroline Bingley, que habían sido elaboradas para conseguir la decepción de su pobre hermana. ¿Con qué derecho se creían todos de intervenir así en la felicidad de los demás? —Sí, pero no conozco los detalles. Creo que usted lo conoció el pasado invierno, ¿no es así?—Así es —Lizzy todavía miraba al señor Darcy con el resquemor propio de una hermana ofendida—, en un baile público de Highbury.—Entonces tal vez haya conocido también a su amigo.—Bingley —dijo ella. Darcy, desde el otro lado de la mesa pudo leer el nombre de su amigo en los labios de la dama, pero no consiguió comprender por qué le miraba de ese modo tan intenso, casi con odio.—Justamente.—Si me disculpa…Aunque Lizzy sabía que era una descortesía y muy impropio de una señorita educada retirarse de la mesa cuando todavía no había culminado la cena, ella necesitaba ausentarse. El coronel Fitzwilliam la miró levantarse, Lady Catherine le hizo un llamado de atención, Darcy calificó su imprudencia, Charlotte se preguntó qué pasaba, el señor Collins pensó que esto era lo más vergonzoso que una invitada suya le había hecho delante de su patrona, Emma miró a su amigo haciendo conjeturas, pero el señor Knightley fue el único genuinamente preocupado.—Lo siento, necesito un poco de aire.A sabiendas de que estaba siendo juzgada por todos en la cena, se deslizo hacia el salón y luego a la terraza donde finalmente pudo respirar.—Señorita Bennet —escuchó la voz del señor Knightley detrás de ella—, está usted bien.—¡Oh, señor Knightley! —lloró ella hasta acomodarse entre sus brazos.El señor Knightley pareció sorprendido del arrebato de la joven, pero la recibió con un abrazo y trató de consolarla. —Todo va a estar bien. Todo va a estar bien.

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Baile de primavera - parte 2


Baile de primavera - Parte 1
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Published on April 05, 2020 00:00

April 3, 2020

Andrés, el joven guerrero

Queridos lectores, esta vez he venido a contarles que he tenido la oportunidad de colaborar con un amigo muy cercano en la edición de su primer trabajo autopublicado. Se trata de un relato venezolano, recreado a través de la imaginación vivaz de un niño, que en su retorno a casa vence una serie de obstáculos y criaturas mitológicas que saldrán a su encuentro. 
Es la primera vez para mí también que trabajo editando la historia de alguien más, pero me contenta que hubiera sido con este autor y amigo tan especial para mí, Greg Day, creador de esta fantasía, puesto que, también es la primera vez que trabajo con algo autóctono de la región en la que vivo. Pues buen. ya, sin dar tantas vueltas, les dejo el link del ebook en Amazon .
SinopsisAndrés es un niño obediente con una imaginación muy despierta, pero será su valentía la que prevalezca cuando al volver a casa viva su más grande aventura.

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Ilustraciones
 
 
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Published on April 03, 2020 07:58

March 29, 2020

Baile de primavera - parte 2



 
La señorita Emma Woodhouse estaba distraída en la conversación de Lady Catherine cuando notó que su amigo se acercaba llevando del brazo a esa chica de la que le había hablado tanto desde la pasada temporada en el baile público de Highbury.—¡Knightley…! ¡Ven, mi querido Knightley! —Se interrumpió Lady Catherine al reconocer también que su invitado se acercaba a hacerle honores—. ¡Darcy, tú también!—Lady Catherine… El señor Knightley le dio sus respetos y se permitió presentar a las jóvenes:—Desde hace unos meses he querido que estas dos amigas se conozcan.—Por supuesto, por supuesto, la señorita Elizabeth Bennet necesita de buenas conexiones.Elizabeth respiró profundamente y trató de parecer impertérrita, ella no se dejaba influenciar por los comentarios de Lady Catherine, pero estaba fastidiada de tener que escucharlos cada vez que la gran señora sentía que debía hacerlos. Por su parte, Emma trató de componerse también, aunque en la temporada pasada, Jane Bennet le había parecido una excelente joven, ella no tenía interés alguno de conocer o intimar con su hermana. No le hacía gracia que tuviera deslumbrado a su amigo. A Emma se le había asignado la fama de tener buen ojo para organizar a los corazones solitarios y arreglar bodas —jamás habría sido tan egoísta como para conservar a la señorita Taylor cuando podía intervenir en su felicidad conyugal—, sin embargo, era un poco como su padre, no le gustaban los cambios —a menos que fueran orquestados por ella—, y aunque sabía que en alguno de los giros del destino el señor Knightley habría de casarse, nunca imaginó que sería con una desconocida que no aprobaba ni sentía una pizca de admiración.—Elizabeth, conoce a mi querida Emma. Emma, le presento a la señorita Elizabeth Bennet.Elizabeth sonrió e hizo una reverencia hacia la joven. Del mismo modo fue correspondida.—Nos saludamos más temprano —reconoció Lizzy al recordar cuando ambas señoritas cruzaron miradas a su llegada al salón. Emma sonrió aceptando el hecho.—La señorita Elizabeth Bennet es huésped del matrimonio Collins —intervino Lady Catherine—, hemos tenido el honor de su compañía en algunas ocasiones, aunque a menudo le he insistido que venga a practicar el piano para que mejore sus destrezas—. Darcy, ¿cómo van las lecciones de música de Georgiana.—Ha avanzado mucho, tía.—Georgiana va a ser una excelente pianista, tal como lo habría sido Anne de no ser por sus afecciones —Lizzy evitó mirar por más del tiempo requerido a la hija de Lady Catherine, sentada junto a Emma, que al escuchar el comentario de su madre, se miró los dedos, enlazados entre sí sobre su regazo. En este momento Lizzy no pudo evitar recordar las palabras de Wickham acerca del destino de la joven, con el hombre detenido a unos pasos de ella. Intentó no reír al pensar que la señorita Caroline Bingley parecía deseosa de llamar la atención del señor Darcyen aquel baile de invierno—. Es lo que le digo a la señorita Bennet, que se prepare, todavía está a tiempo. ¿Creo tiene usted hermanas...?—Cuatro más.—¿Cantan y saben tocar el piano? —Una de ellas mejor que las demás.—¿Por qué no todas? Su padre ha debido emplear recursos para que aprendieran música y canto. ¿Saben dibujar?—Ninguna.—Pero, ¿cómo? ¿No tuvieron institutriz?—No, señora.Lady Catherine miró a Emma, cuestionándose todo.—¡Eso es una locura! Educar cinco hijas sin institutriz. Una institutriz es importantísima para regular los horarios de estudio. Su madre habrá vivido mortificada en educarlas.—La verdad es que no.—¿No?Acá, Lady Catherine volvió a juzgar la educación de las señoritas Bennet recurriendo a la mirada de Emma, quien, a su vez, miraba al señor Knightley pensando: lo ve, no hay nada de inteligente ni destacable en su querida amiga
Gracias al cuestionario que estaba haciendo Lady Catherine a la joven, Emma pensaba que podía estar tranquila de que nada se alteraría, al menos por un tiempo, en lo referente a su amistad con el señor Knightley ni en su reducida sociedad.—Emma ha tenido a una de las mejores institutrices del país.—Casi una hermana para mí, pero no lamenté haberla perdido. —Claro que no, se ha casado con un hombre excelente.—Así es, y ella sigue siendo mi gran amiga.—Por supuesto. Señorita Bennet, si hubiera conocido a su madre a tiempo no habría descansado hasta ver que contratara una institutriz para usted y sus hermanas.—Mi madre la habría escuchado, pero en realidad no creo que hiciera falta; cuando quisimos estudiar tuvimos los medios para hacerlo, siempre hemos sido aficionadas a la lectura y tuvimos todos los profesores que necesitamos.—Lamentable, muy lamentable. Dígame algo, ¿sus hermanas han sido presentadas en sociedad?—Así es.Emma miró nuevamente al señor Knightley, que miraba con atención toda la retórica entre su señoría y la señorita Elizabeth Bennet.—¿Todas?—Cada una.—Pero eso no está bien, ¿qué edad tiene la menor de sus hermanas?—Dieciséis, señora.—Dieciséis…, ¿qué pasaría entonces si alguna de las menores fuera considerada en matrimonio antes que las mayores?—Particularmente pienso que no es justo que se sacrifique la felicidad y la vida social de las hermanas menores por el simple hecho de que las mayores no puedan casarse. Las que han nacido después tienen tanto derecho a los placeres de la juventud como la que ha nacido primero—En tu caso, que eres rica, bella e inteligente, podría perdonar tal tontería, Emma, pero la señorita Bennet, que no tiene las mismas oportunidades que tú, tiene que prepararse, pues en la vida está condenada a casarse o a ser la institutriz de alguna familia. Cuando necesites una postulación, acá estaré a la orden, gracias a mi recomendación cuatro jóvenes se han colocado muy bien.
Desde que se acercó a la reunión Darcy había pensado que su tía estaba exponiendo demasiado a la joven Bennet con su escrutinio, pero hacer el último ofrecimiento era pasarse de la raya. Estaba dispuesto a intervenir en favor de la señorita Bennet, pero ella misma sabía cómo hacerlo. —Todavía me creo capaz de atraer a alguien que por amor quiera hacerme su esposa, su señoría.A Lady Catherine no le agradó el orgullo de la joven, hasta ese momento nadie nunca le había hablado de ese modo indecoroso, no obstante, cuando se preparaba para hacer su réplica, fue interrumpida.—¿Qué dice? —Su atención había sido requerida por uno de sus mozos—. Bien —levantó la mirada antes de dirigirse a todos—. Ya podemos pasar a cenar.

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Published on March 29, 2020 00:00