Felipe es un adolescente bogotano que sueña con ser futbolista y con rodar películas de amor signadas por la tragedia. Pero anhela, por encima de todas las cosas, estar en una relación con su compañero de clase y de equipo de fútbol Leonardo. A tientas, guiado por su afecto, este joven de 16 años se abre camino por las sendas del primer amor, consciente de pertenecer a una sociedad que,cegada por sus prejuicios, se le dificulta dialogar con otras formas de amar y de ser amado.
Ambientada en Bogotá a finales de los años ochenta, Un beso de Dick es una historia de amor de inmensa ternura. En clave de monólogo, la voz del protagonista narra con aparente ingenuidad el mundo interior de un muchacho que se asoma a las complejidades de perderse en otro.
Fernando Molano Vargas fue un escritor y crítico literario colombiano, conocido por sus novelas Un beso de Dick (1992), ganadora del premio de la Cámara de Comercio de Medellín de 1992, y Vista desde una acera (2012), consideradas por muchos como novelas de culto.
Yo diría que el libro es erótico de amor, hay partes que me encantan y sin duda también son excitantes. Este libro te hará reír, llorar y sin duda gana de más y tal vez todos deberíamos leer un libro de esta temática para inculcar los valores y el respeto por la sociedad y dejar a un lado los asquerosos estereotipos que nos rodean. Es mi libro favorito de temática erótico y yo en verdad me sentí identificado con Felipe, el protagonista. En resumen: Léelo. Sí eres homosexual, bisexual o heterosexual te encantara.
Bienvenidos a la mente de un chico de 16 años: desordenado, soñador y salido, con grandes momentos de lucidez y melancolía. En este aspecto, no creo que importe mucho la orientación sexual, al menos así me imagino yo a todos los chicos de 16 años, iguales a Felipe. Me encanta que Molano Vargas así lo haya plasmado, con la técnica del fluir de la conciencia, para subrayar que siempre estamos a solas con nuestros pensamientos. Claro que se está mucho más a gustito a solas con nuestros pensamientos Y enamorados (Y correspondidos). Claro.
"Un beso de Dick" de Fernando Molano Vargas llegó a mí como el sentimiento que explora, sin freno y con una fuerza descomunal, para mostrarme el producto de una mente excepcional que un día se dio a la tarea de poner un grano de arena en la incansable tarea de mostrarle al mundo que el amor no es exclusivo de uno o de otros, y que todos tenemos derecho a sentir independientemente de hacia quien dirijamos nuestro cariño. Una novela que revela un intercambio de emociones perfectamente escritas. Una muestra del amor descarnado, pasional, errático, enaltecedor y humano que surge sin importar quienes sean parte de él.
Llevaba tiempo con ganas de leer esta novela porque me interesaba mucho que en 1992 ya hubiese una obra colombiana -y de considerable éxito- destinada al público juvenil que tratase explícitamente una historia de amor entre dos chicos. Y por supuesto que le he encontrado aspectos positivos… pero tengo que confesar que, en conjunto, no me ha gustado nada.
El idilio entre Leonardo y Felipe tiene momentos preciosos de descubrimiento e intimidad: claro, es que es difícil escribir una historia de primer amor que no tenga cosas bonitas. Pero todo está narrado a través de soporíferos soliloquios, a menudo ensoñaciones, que explican lo mismo varias veces y que le dan muchas vueltas a las mismas situaciones. Y, además, la novela está cargadísima de diálogos grotescamente largos en los que el grueso de la conversación son monosílabos, gruñidos, muletillas y frases sin terminar. También me ha parecido raro algo en el tono del libro: es demasiado juvenil para lo picante que es en las escenas subidas de tono, o demasiado picante para ser un libro tan juvenil.
En definitiva, entiendo y valoro la importancia histórica que tiene esta obra, lo transgresor de su mensaje y lo adelantado a su tiempo. Pero, literariamente, a mí me ha parecido irregular, repetitiva y, muy a menudo, soporífera.
Una historia escrita en un lenguaje coloquial y accesible para leer. Tan coloquial que se siente natural, aunque sea de un país al que no pertenezco (como Colombia). Pero no solo eso hace que se sienta natural, sino también la historia, los personajes y su actuar. Inclusive se siente más cercana y nada forzada en comparación a algunas series o películas estadounidenses que tratan este mismo tema.
Es un libro que muchas personas deberían leer porque habla del autodescubrimiento y el despertar sexual tan natural en la adolescencia. Comparto dos frases muy importantes:
"¿Y a quién le importa si son mis besos. Si mis labios son míos. Y son los de Leonardo. Si cuando Leonardo muerde mis labios, son míos los labios que muerde. Y no los de papá. Ni los de nadie?"
"la gente no hace sino dañarle a uno la felicidad..."
Como nota final: me gusta cómo el autor explica cómo los compañeros se llevan en el salón de clases. No hay bullying, no hay maltrato, etc.
Un Beso de Dick es una historia preciosa: Intensa, directa, a veces alegre y a veces triste. Un libro que poco sabe de pudor (y ojo, no me estoy quejando), y que sabe del éxtasis de experimentar amor y deseo de manera tan fuerte, que es algo imposible de ignorar, independientemente de a quién van dirigidos esos sentimientos.
Felipe es un adolescente que estudia en un colegio mixto de Bogotá, y está enamorado de Leonardo, un compañero de colegio. En un lenguaje muy adolescente, pero muy acorde al alma del libro, Felipe nos cuenta a modo de monólogo cómo se llena de ese amor que siente hacia Leonardo. La pasión y deseo, explícitos y sin ningún dejo de vergüenza, explota una imaginación erótica en el lector, acompañados de un sentimiento de ternura cuando Felipe explica, como mejor puede, la felicidad que le da Leonardo.
Pero así como vemos lo hermoso de este sentimiento, también somos testigo del lado más feo. El rechazo y la decepción de una sociedad que juzga y condena un amor entre dos hombres. Aún así, este libro es un llamado a continuar con lo que se cree correcto, con lo que hace feliz y lo explica con palabras sensuales, poéticas y directas. Hay que dar gracias por la existencia de este libro.
Para mi este libro es un tesoro por su intención, por sus ganas de gritarse a sí mismo al mundo, por su reflejo en el lector, y por todos los mensajes escondidos que posee. Por favor, háganse un regalo: este libro.
Después de tiempo vuelvo a leer algo tan íntimo como esta novela. Hoy en día un clásico, Fernando Molano nos muestra la historia de dos jóvenes en la edad del despertar sexual. Es una lectura apasionante y divertida. Me recordó a algunos pasajes de mi niñez y juventud en el colegio, realmente significó mucho la lectura. ⭐⭐⭐⭐
Este libro más que un relato es una reflexión. Es la abstracción de una vida que es hermosa y trágica. Es un llamado a la acción: no podemos esperar a que la vida sea un cuento de hadas, pero es importante vivir por ese final feliz con el que cada uno de nosotros sueña; en ello recae la magia de existir.
¡Libro hermoso! Lo que ha hecho Molano es brutal: ¿cómo es que pueden plasmarse todas las tensiones inherentes a esta sociedad de adultos conservadores, "godos", recalcitrantes y dogmáticos; en relación con los jóvenes? ¿En relación con todos aquellos que comprenden que más que cumplir con roles sociales los afectos responden a la singularidad de cada ser? Molano se atreve, muy en clave de Oliver Twist y Holden Caulfield, guardianes de la siega de sueños, protectores de esos adultos que promueven las costumbres y su violencia inherente a costas de la felicidad de cada ser, a retratar una historia de amor. Porque, como bien afirma Felipe en algún momento, su historia no es una de gente diferente, de animales extraños (trayendo a colación la alegoría que emplea su padre).
Por el contrario, aquí hay dos humanos que se aman en la singularidad del gesto, en la cadencia de cada cuerpo y en el desliz de cada mirada. Se aman porque reconocen en el otro aquel fragmento de vida que resplandece por sí solo y que lleva a aferrarse a la vida para vivir otro día manifestando afecto, llevando bondad al mundo. Como toda buena historia, el hecho aquí es hablar al universo: al conjunto de los seres humanos y sus problemas. En ese sentido, Felipe y Leonardo se aman; como cuando dos seres se encuentran en la bruma y reconocen esa complicidad de los que aprecian el mundo juntos, aferrándose a sus diferencias pero deseando el calor del otro.
Sin pretender totalizar la experiencia de los amantes, Molano elude cualquier apelativo que etiquete esta historia: son "amigos"; no sólo por temor a que la sociedad juzgue su relación como pecaminosa o alguna otra terquedad de ese estilo, sino porque ambos se reconocen como seres que hacen parte de una experiencia común, con todo y que cada uno es distinto. Su relación se construye bajo la base del reconocimiento: comparten un plano en el que se aman; pero la vida es más que eso: Felipe desea ser futbolista y cineasta, mientras que Leonardo sueña con ser veterinario (a pesar de su evidente talento para las letras). Ambos viven y disfrutan de la compañía del otro como una posibilidad de proyectarse mejores de lo que son en el presente.
En medio de esa tensión entre los adultos, recalcitrantes y violentos, tejedores de la red de significados que los antecedió y principales gerentes de su manutención; y los jóvenes, que viven y sueñan aguardando un mundo menos totalizante, que no absorba la experiencia- ni promueva tan sólo las experiencias- que se rigen bajo el concepto socialmente aceptado, Molano atribuye un peso particular al silencio. Su novela es propia de aquel que calla porque su vida interior aún no puede proyectarse a la exterioridad. Se calla por temor al rechazo, por miedo a la violencia, al primer golpe, a la exclusión. Y, en medio de ello, Felipe sueña, dice lo que de verdad lo emociona. El silencio proyecta el mundo que ha sido negado: esa posibilidad que no ha sabido darse en virtud de los prejuicios y la opresión estructural de la que los personajes son víctimas. De ese modo, Bogotá se convierte en una red de avenidas sangrantes, como si venas tiñesen cada paso dado por estos muchachos: su luz es la de un cielo que se quema, que agota las tinieblas cuando ambos transitan juntos.
En fin, aquí hay una novela hermosa que roe una ciudad delirante, violenta pero a la vez caritativa, en la que los jóvenes reconocen la violencia que prefigura la esencia del "ser colombiano"; del ser eso que aquí en estas tierras llamamos "madurar".
No sé muy bien ni por dónde empezar. Creo que se ha convertido en uno de mis libros favoritos instantáneamente. Estoy seguro que dentro de muchos años seguiré recordando este momento en el que lo leí por primera vez.
Qué sencillo parece todo desde el lenguaje y el mundo de Felipe, el protagonista adolescente que todavía no se ha contaminado del mundo adulto y que se maravilla en su primer gran amor y despertar sexual con Leonardo, otro chico de su colegio. Llenísimo de un vocabulario propio y de un diálogo fragmentario y de un empuje optimista, «Un beso de Dick» podría verse incluso como una historia formulaica desde un marco contemporáneo, pero publicado en 1992, es la antesala de muchísimas cosas. Y no precisamente (que también) porque su historia sea la de una pareja de chicos, sino por cómo sabe trasladar tan bien una subjetividad concreta, un mundo en construcción que es el protagonista, y que es el texto errático como el pensamiento y que es, otra vez, el texto en suspensión y lleno de juegos como la vida.
3.5 Fue un libro que llego de la nada y que del mismo modo me lo leí de la nada. Lo sentí muy cercano a mi, muy personal, muy cerquita de mi corazón y de mi vida. Es una historia muy ligada a la realidad bogotana, no solo es tierna y un tanto romántica sino que el toque erótico y excitante le da a la historia algo muy... rico, como lo diría Felipe.
Me quede con ganas de más, de más paginas, de más amor, de más de su historia. ¡Lindo libro!
Qué cosa más bonita es el amor desde la inocencia. Amo muy fuerte toda esta luz en los diálogos, los pensamientos y la mirada de Felipe y Leonardo. Con la edad erramos en complicarnos de más. Me gustaría ser un poco más adolescente.
Este libro me acordó mi época de bachillerato: una tormenta de hormonas, exploración sexual, amigos entrañables, el picadito de micro fútbol mientras las niñas hacian la porra, fiestas en casas que terminaban en las primeras borracheras y anécdotas para hablar toda la semana... En mi caso, de mis mejores épocas. 🥲
Ganador del Concurso Literario de la Cámara de Comercio de Medellín en 1992, Un beso de Dick se convirtio en un libro de culto y revolucionario en el amor.
Molano decía: el problema lo tienen los otros, un gay no tiene ningún problema con ser gay. Y precisamente ahí está lo bello, el culto y lo revolucionario. Molano nunca busco deliberadamente convertir su obra en una denuncia o un símbolo de militancia para la población LGBTQ+, pero aun así, indirectamente su obra dio un sentido de representación a la vulnerabilidad, a la diversidad, a los estigmatizados, señalados y segregados, pero sobre todo, es una representación del AMOR, del amor entre dos hombres, pero que no es un amor gay u homosexual, es simplemente y en todo su esplendor: AMOR a fin de cuentas.
"Dios, yo debería quedarme ciego. Así Leonardo podría echarme su brazo todo el tiempo. Y nadie diría nada".
Felipe es un adolescente, se encuentra en ese umbral sombrío y aburridor, de pasar a ser un joven bachiller a un adulto primiparo, de una selva que lo espera al acecho, que lo pisoteara y le cerrará diferentes puertas en la cara, mientras ingenuamente va en busca de sus sueños (un guiño al Guardian entre el centeno). Felipe nos narra por medio de sus pensamientos melancólicos, aquello que siente frente al amor que empieza a florecer por uno de sus grandes amigos, y como debe lidiar con ello, para poderlo expresar y sobrellevar, en una época homofóbica, hipócrita y acusadora hacia aquello que no comprende y no acepta el canon; y a través de largos diálogos muy típicos, eróticos, graciosos y de extensos silencios, se desarrolla una vida colegial, con sus clases, sus compañeros de curso, sus partidos de micro fútbol, sus fiestas, y ese descubrimiento sexual, tan enredado y lleno de hormonas alborotadas.
En medio de esa pubertad en erupción, conocemos a Leonardo, intimo amigo de Felipe, un joven sensible, de mirada triste, gustoso por la poesía, pero con sueños de ser veterinario. Felipe y Leonardo, veran en los ojos del otro, aquello que nunca han sentido por las novias que han tenido. Sentiran y se expresarán un amor genuino, inocente y puro, y siendo víctimas de su época, lidiaran con los prejuicios y los obstáculos de tener que ocultar sus sentimientos, que no son más que el hecho de querer amarse.
"...Claro que Leonardo dice que no sería bueno; porque todo el mundo pensaría que es… como una historia de maricas. Y no una historia de amor".
Ha sido todo un gusto descubrir a este autor y la obra que dejó. Una obra y en este caso un libro bastante autobiográfico: Molano era gay, tuvo un gran amor llamado Diego, el cual murio de VIH en los años 80, dejando una profunda tristeza en Molano, pero también una musa encargada de alimentar sus obras. Molano moriría en 1998, también por las mismas causas que acabaron con la vida de su gran amor. Estoy convencido que aquellos que hayan amado profundamente a alguien, dónde la represión de unas posturas sociales o herencias religiosas, impidieron un libre desarrollo de ese amor, independientemente de ser heterosexuales, gays, etc, con este libro se acompañaran, se comprenderán, y se abrazaran por un sentimiento universal de respeto, por un amor digno y libre.
"-Pero no se ponga así, profe... -Miren, muchachos: leer..., además de enriquecer las ideas, como siempre hemos dicho aquí..., más que eso, es un ejercicio de vida; si la descubren, verán que puede ser una experiencia tan vital como una caricia, o como una despedida... Por los libros podemos conocer..., y compartir, el mundo que está más allá de la punta de nuestros dedos: yo no conozco París, pero he leído a Víctor Hugo, y he leído a Baudelaire y ya París está en mi corazón; cuando algún día la visite, la voy a saludar como a una vieja amiga; y cuando camine por sus calles, sentiré que regreso a las calles donde jugaba siendo niña...; porque en los libros no solo he visitado otros lugares; también he visitado mis sueños".
Me gustaría decir muchas cosas sobre lo que he leído pero solo puedo decir que estoy muy agradecido de que este libro haya caído en mis manos como una poción mágica. Después de pensar mucho sobre el amor y haber vivido aún más, creo que esto es lo más bonito que he leído nunca, lo más tierno y lo más lindo. Me gustaría vivir en cada una de las páginas donde puedo confiar en el amor, donde la ternura y el deseo se lavan a mano y son más cristalinos y sacian más que nunca. Me gustaría no olvidarme nunca de que más allá del ruido, la propuesta de este libro sigue en pie, como un vídeo de cinta del cole donde puedes volver a ver quién eras para empezar de nuevo o mejor dicho, retomar con lo que siempre estuvo ahí.
Una ventana a un pasado que no tuve. El libro es bonito y triste a rabiar, y un recuerdo de la intensidad con la que se experimentan los sentimientos en la adolescencia. Es un monólogo tan espontáneo y libre de forma que hasta inspira ternura. Es una cadena de pensamientos sin filtro puestos en palabras, tan auténtico que no se parece a nada que haya leído antes. Lo que hace Molano Vargas aquí es una barbaridad, y no quiero darle más pistas a mi yo del futuro, para poder olvidarlo y leerlo de nuevo como si fuera la primera vez.
Pasarán años hasta que se me olvide, eso lo tengo claro.
¡Como me gusta este libro! No puedo dejar de pensar en la valentía del autor y de la Cámara de Comercio de Medellín que lo publicaron en 1992. Creo que los noventa fueron una década cargada de homofobia, yo fui adolescente en esa época y sufrí acoso escolar y discriminación, ¡cómo me habría gustado que este libro, que aborda con tanta naturalidad el amor y el deseo entre hombres, hubiera caído en mis manos! No ha pasado el tiempo por sus paginas, que se sienten llenas de frescura y emociones vivas. Desgraciadamente, también sigue siendo vigente el tema de jóvenes desterrados de sus casas por su orientación sexual. ¡Me encantaría que las palabras de Fernando Molano y la historia de Felipe y Leonardo lleguen a las nuevas generaciones!!
el amor más tierno y sucio que he leído. esa ambivalencia entre dos terrenos que cuesta encarnar en una misma narración me parece sorprendente. guardaré este libro muy adentro mío, de alguna manera me ha enseñado (o mostrado) cómo realmente amo yo. una verdadera oda al cariño adolescente. niños que se quieren con sentimientos puros, casi como si su corazón ya hubiera madurado.
s’ha plorat, s’ha rigut, s’ha parlat de literatura i d’amor -d’amor a la literatura, de primers amors i de l’amor dels nois per altres nois-, i ara s’ha convertir en un dels meus llibres preferits d’aquest 2023 💘
2019: Sigo amando a esta historia, me sigue rompiendo y armando por dentro ¿Qué haríamos sin Molano?
2017: Fernando, lo hiciste de nuevo. Termino de leer tu primera novela, y entiendo porque tenías esas ganas hermosas de escribir, cada letra esta ahí porque quisiste contar algo tan bello y normal como es el amor. Este libro con menos de 200 páginas, esta inundado de sentimientos, deseos, emociones, hormonas, sexo incontrolable, es una historia que se lee con tanta fluidez, con tanta naturalidad. Estoy triste porque solo nos dejaste dos novelas, y ya las leí, pero aún queda una antología de poemas, aún queda algo de ti, Fernando.
No puedo dejar de recomendar este autor, que sea leído por adultos, por jóvenes, por hombres, mujeres, transgéneros, por cualquier tipo de ser humano.
A pesar de que no esperaba mucho de esta novela corta puedo decir que fue una muy grata sorpresa
Cuenta la historia de un adolescente colombiano enamorado de uno de sus compañeros del equipo de fútbol. Muestra muchos estereotipos e ideas preconcebidas sobre la homosexualidad y como afectan estos a los jóvenes que recién entran en este mundo de manera acelerada. En el machismo latinoamericano de siglo pasado próspera estos sentimientos desde el sexo hasta el amor, hasta que los descubren y nos muestra el lado oscuro de la familia cuando se vuelve homófoba.
Valoro demasiado el tratamiento del lenguaje, pero a ratos me parecía muy cliché y el final bastante débil. Es bueno y me da rabia todo lo que pudo explorarse la dinámica entre la pareja protagónica.
"—Miren, muchachos; leer…, además de enriquecer las ideas, como siempre hemos dicho aquí…, más que eso, es un ejercicio de vida; si la descubren, verán que puede ser una experiencia tan vital como una caricia, o como una despedida… Por los libros podemos conocer…, y compartir, el mundo que está más allá de la punta de nuestros dedos; yo no conozco París, pero he leído a Víctor Hugo, y he leído a Bau-delaire y ya París está en mi corazón; cuando algún día la visite, la voy a saludar como a una vieja amiga; y cuando camine por sus calles, sentiré que regreso a las calles donde jugaba siendo niña…; porque en los libros no sólo he visitado otros lugares; también he visitado mis sueños…"
(This book is not available in English, so this time my review will only be in Spanish).
3 ⭐
Leer este libro fue una experiencia bastante incómoda, pero no está tan mal después de todo.
Un beso de Dick es la historia de Felipe, un adolescente de 16 años en la Bogotá de los años 60s'. En este extenso monólogo lleno de la jerga bogotana, Felipe nos cuenta cómo le gusta este chico de su clase, Leonardo, y nos lleva de la mano por su relación con él y sus problemas personales. Está dividido en dos partes, la primera estando cargada de pasión y erotismo, y la segunda un poco más filosófica y reflexiva.
Con respecto a Felipe, creo que tiene todas las características de un adolescente promedio. Llega a ser bastante entrañable luego de que lo conoces por un rato, pero me incomodó bastante su monólogo en muchas partes. O sea, entiendo que es un adolescente y está cachondo, que es normal, solo no soy muy fan de su elección de palabras. Con Leonardo creo que tengo incluso menos problemas, es un chico bastante interesante y me gusta su personaje.
Ahora, quiero decir que si soy muy fan de este tipo de narración. Me recuerda bastante a una novela Venezolana llamada Piedra de Mar, en la que el protagonista también tiene un monólogo interno muy coloquial e atrapante. En el caso de Un Beso de Dick, creo que se me hizo difícil avanzar por la jerga, ya que es un Colombiano marcadísimo lleno de muletillas, que me gustó mucho al final. Otra de las cosas que me gustó es el enfoque de la relación de Felipe y Leonardo con esta pasión y romanticismo que roza lo erótico.
Sigue siendo interesante el punto de vista de la juventud de esta forma tan pura y sin filtros. La segunda mitad es bastante corta, pero es con la que más me he quedado. Creo que su ritmo calmado y lento es la paz que necesitaba luego de tanta metáfora cachonda en la primera parte. Es una buena historia, y ese final es bastante tierno y triste al mismo tiempo, más que todo conociendo el final del autor. Si lo recomiendo, ya que sigue siendo una lectura bastante corta y la considero buena, solo no muy de mi estilo. Eso fue todo, espero les haya gustado.
La novela narra, en forma de diario íntimo, la historia de Felipe, un joven estudiante de secundaria en Bogotá, que vive el descubrimiento de su homosexualidad en medio de un entorno hostil, conservador y violento, tanto en el colegio como en su hogar. Felipe se enamora de Leonardo, su mejor amigo del colegio, y entre ellos se desarrolla una relación amorosa profunda, tierna y conflictiva. Molano escribe con una voz íntima, cargada de emoción y belleza, rompiendo con las normas narrativas tradicionales. La novela es cruda, pero también honesta, retrata con sensibilidad el dolor, la ternura y la pasión del primer amor entre dos chicos en una sociedad profundamente machista y homofóbica.
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