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303 pages, Paperback
First published January 1, 1912
"Hay que creer en esa otra vida para poder vivir ésta y soportarla y darle sentido y finalidad"Pero Don Miguel era también y del mismo modo profundamente filosófico, o dicho de otro modo, no le satisfacían las respuestas fáciles, no se conformaba con lo afirmado por otros. Un filósofo con particularidades, eso sí, pues desconfiaba absolutamente de la filosofía, cuya base no podía ser otra que el propio sentimiento, y de la razón: “lo real, lo realmente real, es irracional”.
“Nuestra filosofía, esto es, nuestro modo de comprender o de no comprender el mundo, y la vida brota de nuestro sentimiento respecto a la vida misma”Cómo no compadecerse de él, cómo no conmoverse por esa verdad que siente tan profundamente cierta y que la razón le niega.
“Ni el sentimiento logra hacer del consuelo verdad, ni la razón logra hacer de la verdad consuelo… Y en este abismo encuéntrase el escepticismo racional con la desesperación sentimental, y de este encuentro es de donde sale una base —¡terrible base! — de consuelo.”Me temo que no, Don Miguel, y perdone la impertinencia.
“Quiero vivir, vivir ... y ser yo, yo, yo ...” (Niebla).
Pues abrigo cada vez más la convicción de que nuestra filosofía española, está liquida y difusa en nuestra literatura, en nuestra vida, en nuestra acción, en nuestra mística, sobre todo, y no en sistemas filosóficos. Es concreta.
¿Cuál es, pues, la nueva misión de Don Quijote hoy en este mundo? Clamar, clamar en el desierto. Pero el desierto oye, aunque no oigan los hombres, y un día se convertirá en selva sonora, y esa voz solitaria que va posando en el desierto como semilla, dará un cedro gigantesco que con sus cien mil lenguas cantará un hosanna eterno al Señor de la vida y de la muerte.
And at the end of it all, the human race will fall exhausted at the foot of a pile of libraries -- whole woods rased to the ground to provide the paper that is stored away in them -- museums, machines, factories, laboratories...in order to bequeath them -- to whom? For God will surely not accept them.
Hagamos que la nada, si es que nos está reservada, sea una injusticia; peleemos contra el Destino, y aun sin esperanza de victoria; peleemos contra él quijotescamente. Y no sólo se pelea contra él anhelando lo irracional, sino obrando de modo que nos hagamos insustituibles, acuñando en los demás nuestra marca y cifra, obrando sobre nuestros prójimos para dominarlos; dándonos a ellos, para eternizarnos en lo posible. (…) Y el obrar de modo que sea nuestra aniquilación una injusticia, que nuestros hermanos, hijos y los hijos de nuestros hermanos y sus hijos, reconozcan que no debimos haber muerto, es algo que está al alcance de todos. (…)