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El cielo de la selva

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La selva es un dios hambriento. Uno que permite vivir a salvo en sus dominios pero exige el más alto de los precios a cambio. Su voracidad no termina nunca y aquellos que viven bajo su control deben entregarle a sus hijos como parte de un cíclico tributo caníbal. En este cuento de terror caribeño, las madres son obligadas a criar a sus propios hijos como futuro alimento, en un sacrificio hecho de sangre y locura. Si se desea sobrevivir aquí, ninguna mujer puede decidir no ser madre. Y ninguna madre puede no convertirse en una mera productora de carne humana para que el sistema de ofrendas y retribuciones siga funcionando. En un mundo despiadado de guerrilleros y narcos, la selva garantiza la seguridad a sus habitantes, quienes renuncian a cualquier tipo de derecho y esperanza en esta fábula terrible sobre la maternidad y el cuerpo de la mujer.

341 pages, Kindle Edition

First published March 15, 2023

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Elaine Vilar Madruga

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Profile Image for Alba.
17 reviews43 followers
July 7, 2024
Como diría Ananda, guau.
Profile Image for curri mel.
169 reviews88 followers
July 17, 2023
que ganas tengo de que julieta venegas lo lea y lo reseñe porque qué maravilla
Profile Image for Ana.
243 reviews45 followers
August 9, 2023
Qué salvajada de libro más bien escrito, contundente, aborrecible en los hechos que relata, pero fascinante en cómo son relatados y en la bestial profundidad de una historia que podría pasar por relato fantástico-macabro sin más... Y es una auténtica gozada de alegoría sobre la visión y valoración de la mujer únicamente en tanto a su capacidad de ser madre, de dar vida y sobre cómo el mundo exterior devora, machaca y destruye esa vida a voluntad, por capricho y avaricia...
Una de las obras que se va a quedar conmigo muchísimo tiempo y que no le cansaré de recomendar.
Fascinante a la par que terrible.
(Reseña más completa y coherente en mi Instagram cuando la digiera -jamás mejor usado este verbo-: @anibennet @analibronauta
Profile Image for Andrea Gumes.
Author 2 books2,055 followers
January 21, 2024
No creo que nunca vaya a leer nada igual, qué maravilla.
Profile Image for Júlia Peró.
Author 3 books2,037 followers
March 19, 2025
Imagínate que tu madre lleva días y días sin comer. Que está sola contigo en una habitación. Imagínate que empiezas a notar su irritabilidad, su cansancio, su locura. Imagínate ahora que un día de esos empieza a mirarte y ya no te quita los ojos de encima. La mirada que te estás imaginando es igual que este libro.
Profile Image for Mangrii.
1,138 reviews485 followers
May 22, 2024
Siempre he tenido a Elaine (como a muchas otras) como una de las voces más importantes e interesantes de la actualidad. Una de esas que sigo a donde vaya y que no pocas veces he recomendado. También, como dije en su momento con Mónica Ojeda o María Fernanda Ampuero hace no relativamente mucho, de las más interesantes. De las más arriesgadas, me atrevería a decir. El cielo de la selva es pura muestra de ello, y esas cinco estrellas que refulgen al inicio de la entrada no son un mero adorno. A camino entre cuento gótico y terror caribeño, esta historia situada en la selva es un delirio de realidad, un lugar donde el abismo a lo sangriento esta cerca y las texturas de la selva, la peligrosa selva, son palpables en cada instante. Aquí Elaine hace gala de sus temas habituales —maternidad(es), clase social, violencia— y lo retuerce hasta el fondo, hasta lo hondo del pecho, hasta la desesperanza de un ciclo sin fin como la vida misma.

Cuidado con la selva
La selva es un dios hambriento. El cielo rojo anuncia que es la hora del sacrificio. Puedes vivir en sus dominios, como hace la Abuela, Santa, Ifigenia o Lázaro. Sin embargo, existir en sus dominios exige un alto precio. Su voracidad nunca termina. Aquí las madres son obligadas a dar a luz y entregar a sus propios hijos como futuro alimento, como sacrificio para vivir. Nadie puede ser madre, y a la vez, todas deben serlo. Deben producir ofrendas y que el sistema nunca caiga. La selva siempre tiene hambre. En un mundo despiadado de guerrilleros y narcos, la selva garantiza la seguridad a sus habitantes, pero renuncian a cualquier tipo de derecho y esperanza. Así es el ciclo de la selva. Así es la vida en la hacienda. Es el cielo y el infierno a la vez. Es una paz, una cruenta, pero paz.

Deambulando entre dos mundos
Nada está puesto al azar en El cielo de la selva. Ni un nombre, ni una acción, ni una palabra. Nada. Desde Ifigenia, el personaje de la tradición griega que fue pedida en sacrificio a Agamenón para continuar su navegación a Troya, hasta la resurrección del Lázaro bíblico o el papel de Santa, definida por su relación especial con la deidad de la selva. Y es que aunque Elaine renuncia en todo momento a explicar lo fantástico, asimismo del mundo real tenemos un retazo. La selva es un refugio, y también, un personaje. La selva no es más que violencia, como la violencia sistemática que enfrentamos (y vemos) cada día en el mundo real. Pon un telediario, no será muy diferente de lo que cuenta Romina en El cielo de la selva. La selva ejerce, en este caso, de cielo e infierno, pero donde, como en el mundo real, las mujeres adoptan ese papel de madres, de paridoras y cuidadoras, de personas que no han podido escapar, bajo ninguna circunstancia, de su infernal hogar. Es sacrificio, es vida, es castigo.

Caleidoscopio de maternidades
Decía antes al principio que El cielo de la selva era una historia de maternidad(es). También es, por supuesto, una historia de mujeres, concretadas en diferentes conceptualizaciones, en diferentes voces que poder sentir, leer y ver pensar o hablar. La estructura nos lleva de un personaje a otro, pasando por sus cabezas, sintiendo en nuestras carnes sus actos. Sus deleznables actos. Sus arrepentimientos. El lenguaje muta de uno a otro, la dureza, la crudeza del cuento, jamás. Será una recién llegada, una puta llamada Romina, la que rompa el hechizo. La puta que vino de fuera, la mujer que rompe el círculo, que rompe el ciclo. El ambiente fronterizo que se ve roto, que se ve pisoteado, como un útero que trata de dar nueva vida (o muerte). La hacienda es el lugar, la selva es la deidad. La supervivencia no es gratuita, y todos deben aprender a aceptar su rol para poder sobrevivir.

Todos deben sacrificar algo, de una forma u otra. No hay detalle al azar. Todo está conectado, formando una especie de órbita con forma de ocho acostado de la que no se puede salir. La selva siempre tendrá hambre de más, y probablemente, por desgracia, alguien perpetuamente la va a alimentar. En el camino, El cielo de la selva nos deja un retrato de maternidades no convencionales, de madres e hijas, de monstruos, de mujeres violadas o de cuerpos no normativos que se lanzan al vacío como un puzle que montar, como imágenes inconexas que causan malestar, pero juntarlas pueden ser un tajo letal. Aquí todo es violencia, se procrea para matar, se mata para sobrevivir. Todo aquí es inhumano, todo resulta denunciable, cuestionable, atroz, perverso y depravado. De cómo deber ser madre, no de querer serlo. De no tener la opción, cómo a veces (muchas) en nuestra sociedad a decir que no. A rechazar la maternidad y no sentir las caras de asco volteadas al mirarte. A no tener que explicar los motivos de no seguir las reglas estipuladas. Todo en El cielo de la selva es denuncia. Todo en El cielo de la selva es turbio. Todo, en El cielo de la selva, es importante para el mundo real.

Reseña completa: https://boywithletters.blogspot.com/2...
Profile Image for Malena.
60 reviews23 followers
May 21, 2024
A VER que me hice apuntes y todo. Primero que todo buenos días y segundo que todo esto va de bichos, puñaladas y almas errantes, o sea: mi mierda. Como bien dijeron Gabriela y Carla sabe a Carcoma (Layla Martínez) pero al aire libre y a lo grande. Mucha santería y realismo mágico.
Mas cosas que me gustaron:
- Que mezcle párrafos con diálogo sin utilizar puntuación
- Que cada capítulo sea una persona/personas diferentes. Y aun así, teniendo personalidades totalmente diferentes (muy bien resuelto este tema también) no cae la tónica de la narración. También cambia la persona a la que se dirige
- Que cada capítulo empiece con la frase con la que termina el anterior
- Es esta clase de libro en el que saltarte una palabra significa que _eso_ ya no va a ser tan jugoso. Todas las palabras son necesarias. Mucha sinestesia.
- Visualmente es genial lo ves todito todito con todos los colores todas las sombras.

En fin, el tipo de literatura que busco y que sin duda cada vez es más mi zona de confort. Leeré más de esta señora porque clapclapclap.
Profile Image for merbroccoli.
335 reviews29 followers
September 26, 2024
2,5 ⭐️

Ayyy el libro de moda…
Una novela que desde que la empecé pensé “mucho ruido y pocas nueces, pero igual no”.

Bueno, pues si.

Lo que más rabia me da es que me flipa cómo está escrito. Es una escritura descarnada e incomodísima tipo Fernanda Melchor o Sylvia Aguilar Zéleny. Pero es que la historia no tiene ningún sentido.

Como toda distopía que se precie, oculta un mensaje potente y bla bla bla… la cosa es que oculto lo que se dice oculto, no es que esté. Uno ya entiende qué nos quiere decir la autora en la primera página, lo que pasa es que ella no sabe que lo sabes (they don’t know that we know they know we know), entonces se empeña en repetírtelo todo ochocientas veces.

Es una novela con una idea guay de base, pero es eso: ¡UNA IDEA! No tiene ningún fundamento. Claramente la autora tenía un buen montón de frases maravillosas y muy subrayables y todo lo que quieras… pero, en mi opinión, es una novela fallida. Es repetitiva hasta decir basta y podría ser un cuento de 80 páginas máximo.
Pero no, es un suplicio de 300 y pico.
Profile Image for Repellent Boy.
634 reviews657 followers
April 14, 2025
Si tenemos suerte, los lectores sabemos que como mucho nos encontraremos a lo largo del año con dos o tres lecturas de esas que nos calan, de las que tienes la certeza desde la primera frase que la historia no te va a abandonar, que se va a quedar contigo. Leemos muchos libros que nos gustan y nos enganchan por diferentes motivos, historias que adoramos y a las que siempre queremos volver, pero no hay tantas que te estrujen el alma, que te incomoden hasta lo indecible, pero que aun así no puedas dejar de leer, que no te permitan distraer tu atención de la misma ni un solo momento. Hay historias que son espectaculares por un sinfín de motivos, que tienen esa magia que distingues rápidamente, ese algo especial que exige y merece que como lector te sumerjas en la obra lo más vulnerable posible y con los cinco sentidos receptivos. Esto es lo que pasa con la impecable “El cielo de la selva” de la autora cubana Elaine Vilar Madruga, que es tan enorme que te cautiva, que te hipnotiza y no te suelta ni después de haber acabado el libro.

En contra de lo habitual, he decidido no decir nada de la trama de esta historia, porque creo que sería destrozar la experiencia a cualquier lector. Afortunadamente tengo por costumbre saber lo menos posible de las historias que leo, y de “El cielo de la selva” solo tenía buenas recomendaciones de amigas de confianza, pero poco más, y ha resultado ser un total acierto. Nada más empezar, la historia te sorprende, te atrapa por lo salvaje que es, por la violencia que desprende. Desde las primeras páginas sabes que va a ser obra complicada, compleja y cruda. También creo que es de estos libros de los que es muy difícil hablar, de los que digas lo que digas, jamás le harás justicia a la calidad que tiene.

Lo primero que destaca es la prosa de Elaine, bella y salvaje, pero también sucia y cruda. Siempre me sorprende la habilidad de esas autoras que son capaces de alternar la belleza de la vida, con las peores atrocidades, con los momentos más macabros. La prosa de Elaine es bella, tanto cuando narra lo tierno o la propia belleza de la salvaje naturaleza, como cuando describe las escenas más turbias y violentas que una mente pueda imaginar. Esto consigue que el lector entre en una especie de trance entre lo bello y lo grotesco, que me ha parecido una auténtica delicia.

Es una obra muy sensorial, tan explícita y descriptiva, que puedes sentir como las páginas atrapan tus sentidos. “El cielo de la selva” es terriblemente escatológica, de esas historias que te remueven el estómago, manteniendo un pulso con el lector durante toda la lectura. Muchas veces sientes que puedes sentir el olor de diferentes fluidos, de la carne, o, incluso, el de la propia muerte, a veces puedes sentir el sabor de las cosas más asquerosas en tu boca. También consigue provocar las sensaciones más horribles en tu propia piel a través de los escalofríos que muchas situaciones te hacen sentir. Nuestra mente es capaz de ver con perfecta nitidez las peores pesadillas que la autora describe con tanta fuerza. Algunas escenas me han perturbado tanto que no descarto escuchar ciertos sonidos en la oscuridad de la noche mientras pienso en esta historia y en sus personajes, y sobre todo en esa cruel e implacable selva.


Pese a que no deja de ser una historia grotesca, violenta y sangrienta, que provoca incomodidad y asco, en el fondo de la obra confluyen infinidad de temas y poderosas reflexiones que la autora muestra a través de sus personajes y las extremas condiciones vitales en las que se desarrolla su vida. ¿Es el ser humano violento por naturaleza? ¿Solo podemos provocarnos dolor y tristeza? La violencia como respuesta ante la vida es una de los motores de la novela, ya que al final todos los personajes debe hacer uso de esta de una manera u otra para sobrevivir ante la impecable dureza de la selva, de la vida.

La obra tiene momentos muy duros, y también otros en los que el lector desea levantarse y aplaudir. Infinidad de escenas y reflexiones consiguen hacer un retrato muy interesante de como funciona el machismo, de lo arraigado que está en los hombres y, también, en las mujeres. Me ha gustado ver como hasta en los peores escenarios, hay lugar para el compañerismo, para la sororidad. Es otra de las grandes virtudes de “El cielo de la selva”, esa dualidad entre lo peor y lo mejor, lo perverso y lo tierno, la muerte y la vida. La autora es capaz de trasladar esta dualidad a los propios personajes, a sus acciones, consiguiendo que en la mayoría de casos el lector empatice con ellos, los entienda incluso en la barbarie. Me ha chocado sentir que empatizaba con según que comportamientos, por malos que fuesen.

Otro de los grandes temas de la obra es la maternidad y las diferentes formas que está adopta. Ser madre nunca es fácil y en según que circunstancias puede resultar incluso más duro. La maternidad se muestra a veces como una cosa bella y dulce, otras veces provoca odio y desapego y, en la mayoría de ocasiones, infunde el mayor de los terrores. Por si fuese poco, la obra también tiene una carga sensual que no vi venir y que me ha fascinado. Esa mezcla salvaje de la selva, con esos personajes que transitan por su sexualidad de una manera perversa, encontrando excitación en cosas impensables, pero que por alguna razón el lector logra entender.

Podría estar hablando horas de este libro y me da pena no poder ser más explícito en cuanto a algunos aspectos de la trama, pero no quiero arruinarle esta increíble experiencia a nadie. Siento que personajes como Ifigenia, Ananda o Romina se van a quedar conmigo por mucho tiempo, al igual que sé que muchas de las escenas que más me han perturbado, van a permanecer en mi memoria por siempre. Es increíble la fuerza que desprende la narrativa de Elaine, como te remueve por dentro tanto por lo visualmente desagradable que puede llegar a ser, como por toda la carga reflexiva que se esconde tras estas escenas.

En definitiva, “El cielo de la selva” es una de las historias más brutales, perversas y reveladoras que he leído en mucho tiempo, de las mejores lecturas que hice este año y también de los anteriores. Creo que es necesario advertir que no es una obra sencilla, que no es un paseo agradable, es más bien todo lo contrario, así que solo la recomiendo a aquellos que tengan el estómago necesario para disfrutar de este tipo de historias y quieran sacarle todo el jugo a la misma, que tiene tanto que sería injusto quedarse solo en la superficie. Vaya deleite ha sido descubrir a esta autora y que ganas de encontrarme con ella nuevamente en un futuro cercano.
Profile Image for Magrat Ajostiernos.
724 reviews4,876 followers
March 17, 2025
Desagradable, inquietante y turbio. La mejor manera de llegarte con su crítica a las entrañas.
El libro me fue conquistando según avanzaba (el principio me costó bastante) y la parte fantástica iba ganando espacio, el final me gustó muchísimo.
No para todo el mundo, pero es una historia imposible de olvidar y que deja huella.
Profile Image for Piña McPíñez.
96 reviews328 followers
May 6, 2025
Me ha enganchado? Si. Me ha gustado? Pues no sabría qué decir. Es tan violento y tan desagradable que llega un punto que te desensibilizas un poco. Como le pasa a las mujeres del libro. Turbísimo. Necesito detox de este libro.
Profile Image for Patt ✨.
207 reviews72 followers
June 29, 2023
¿Cómo hablar de un libro que contiene tanto en unos pocos párrafos y sin destriparlo en exceso? «El cielo de la selva» es una novela repleta de metáforas. Una fábula despiadada y asfixiante sobre la maternidad y el cuerpo de la mujer. Una historia repleta de belleza en su forma y crueldad en su contenido. Una obra delirante cuyas imágenes se quedan enclavadas en la memoria como espinas.

Atrapa, envuelve e hipnotiza.

En «El cielo de la selva» se nos cuenta una historia de supervivencia y naturaleza humana en la que las mujeres se han convertido en productoras de carne. Los niños que paren en serie están destinados a ser entregados a la selva, una entidad que protege del peligro exterior a cambio de sacrificios. El ser humano es equiparado al animal entre estas líneas, insisto, bellisimamente escritas. Porque, al final y al cabo, ¿somos en esencia tan diferentes cuando lo importante es sobrevivir en un ambiente de violencia y miedo?

Así, la autora utiliza recursos propios de lo femenino-monstruoso y el realismo mágico para crear un ambiente salvaje, asfixiante y primigenio. Despoja a la maternidad de todo su romanticismo, la retuerce y la convierte en un medio de supervivencia en el que lxs niñxs son vistos como “crías” (haciendo referencia a esa alegoría animal), estrangulando el vínculo que pueda haber con ellxs. Es una maternidad forzada, incómoda, producto de la necesidad. Aun así, nos encontramos una enormísima complejidad en este tema, pues Vilar Madruga no duda en sacar a la palestra las contradicciones propias de estos temas y la más profunda oscuridad de la psique humana.

«El cielo de la selva» es una novela que no me dejó despegar la vista de sus páginas repletas de lirismo, que me dejó completamente perpleja tras terminarlo. Un cuento de terror caribeño que es muy complicado describir, que me ha hecho retorcerme y fascinarme. Una historia que terminaré re-leyendo, porque estoy segura de que es de estas que a cada lectura se descubre algo más.
Profile Image for Sara Solomando.
209 reviews254 followers
August 5, 2024
Me siento como Dominguín, quien, dicen las malas lenguas, después de acostarse con Ava Gadner, salió corriendo de la cama y cuando ella le preguntó dónde iba él respondió: “¡A contarlo!” Os decepcionará saber, claro, que no voy a hablar aquí de cómo me lo monto, pero no puedo esperar a recomendar esta novela, “El cielo de la selva” porque es una salvajada. Una historia que, según su contraportada, es una fábula sobre la maternidad y el cuerpo de las mujeres, pero que para mí es mucho más. Denuncia por ejemplo. De lo que pasa en muchos países, irremediablemente la cabeza viaja a Latinoamérica, pero podría ser África, o cualquier otro lugar del mundo donde “No hay quien nazca para otra cosa que no sea la muerte.” Esos lugares que llamamos márgenes, pero que son otra cosa: “Me habló de dios. Que dios no existía. Que nunca había existido. Que en todo caso existían lugares más antiguos que dios y que la selva era uno de ellos.” Cementerios de pobres, tal vez: “En eso se había convertido aquel trozo de selva tan cercana al barrio: en un depositario de cadáveres. Era rara la semana en que no apareciese un cuerpo en aquel borde de pocos kilómetros que dividía la selva y la carretera. Los narcos y los militares tenían demasiados cuerpos de los cuales deshacerse, y por eso la selva era un ataúd de brazos abiertos.”

“El cielo de la selva” transcurre por los pensamientos de sus protagonistas: Santa, la vieja, Lázaro, Romina, los niños, la perra, Ifigenia, ellos van tejiendo este poderoso puzzle que se desarrolla en las tripas de la selva, una selva hambrienta que protege a las mujeres a cambio de la sangre de sus hijos. (“
Los cuartos de los niños eran ataúdes en pausa.”) Y en ese intercambio feroz, las distintas maternidades (“Las mujeres entraban a la selva a pedir comida, en lugar de hijos, porque lo segundo sobraba y se carecía de lo primero. No era un mal trato. Y hubo quien pidió un negocito y lo tuvo por un tiempo, o coca para mascar o polvos para meterse en las narices, y tuvieron esos pequeños milagros que todos pasaban por alto, excepto las mujeres, ya que ellas llevaban siglos negociando con aquel dios y conocían su avidez“). La selva como protagonista temible, voraz (“El olor hambre de la selva es casi rojo, casi un latido, como si el mundo, alrededor de la hacienda, el mundo, dentro del mundo, se tiñera de sangre”) pero al mismo tiempo placenta cálida para quienes huyen del terror de los hombres (“Los militares venían por las noches y se llevaban a cualquiera. Al otro día ya no quedaba ni siquiera el nombre del ausente. Era mejor borrarlo todo. Mejor fingir que nunca nació el dueño de ese cuerpo que aparecía después, tasajeado como un animal en el camino o a medio enterrar, con las manos fuera de la tumba, pidiendo agua o un nombre. Se respiraba miedo.”) Esos hombres para los que las mujeres son invisibles (“Los hombres te resultaban absolutamente intercambiables desde el día en que descubriste que pagaban por un coño, que se mataba la cuchillazos y a veces morían por uno”) o sólo carne ( “Todos los hombres se miran, de igual manera, como si desnudaran, como si tuvieran cuchillos en los ojos y a tajazos te quitaran la ropa.”)

“El cielo de la selva” es una metáfora, un relato de terror, es realismo mágico, fantasía, es macabro, es brutal, es turbio, es perverso, es depravado, es un delirio sangriento y doloroso, en la que se habla de hambre (“La pobreza heredada de generación en generación, más tenaz que la muerte, porque era vivir como muertos en vida, sin esperanza de un antes o un después. Cuando había pan era del hijo. Si había arroz era del hijo. Para la madre nada. Las madres nada merecen tener y ella se había cansado de eso, del hijo y de su peso, de su pobreza heredada, de ser mujer y del derecho al hambre que no le permitían sentir.”), de desesperanza (“Toda la vida me ha preguntado por qué se nace, porque se escoge nacer cuando es tan bueno no existir, no saber nada, no sentir el peso de esta vida de mierda sobre los hombros, ni tener que arrastrar el cuerpo selva adentro.”)

“El cielo de la selva” es también una historia de rebeldía (“Haberla nombrado fue un acto de crueldad. Cuando nombras a una criatura, sea humana o gallina, puerca o yegua, le confieres una identidad, una dignidad, un espacio en el mundo: junto al nombre, se regala un tiempo y un derecho a elegir sobre el propio cuerpo.”) y de insurrección (“Todo el mundo, incluso los niños, sabía que la selva quería carne y que no estaba dispuesta a dar ningún tipo de bendición que no fuese su mordida.”)

Profile Image for Michelle Cuéllar.
Author 1 book1,579 followers
May 12, 2025
Mientras escribía esta oración quise ir a ver si Julieta Venegas ya lo leyó para saber qué opinó de este libro TAN PERTURBADOR E INCREIBLE.

Jamás me imaginé que la selva pudiese ser una figura de horror y en esta novela donde nuestras personajes son devoradas por la maternidad, un espacio que siento como un hogar se transformó en algo terrible. Había visto el hype entre amigas lectoras y ahora las entiendo a todas que terminaron con la boca abierta después de leerlo.

Un imperdible del horror latinoamericano.
Profile Image for Iris L.
430 reviews59 followers
September 14, 2025
Atroz. Lírico. Visceral. Una prosa exquisita, una metáfora magistral.
4.5 (si, yo quería más)
Profile Image for javisitu.
165 reviews37 followers
July 4, 2025
joder no me voy a volver a echar una siesta en un bosque en mi puta vida
Profile Image for Sylvia.
522 reviews38 followers
December 4, 2024
Librazo ✅️ de los que te da asco pero quieres seguir leyendo...
Que no tiene sentido pero a la vez si, pero no tiene explicación lógica, es una distopía con una narrativa perturbadora e irreverente, no lo lee cualquiera...
El ciclo de la vida es el de la selva, la selva una metáfora qué cobra vida.
Las muertas se reían a hueso vivo...que frases tan contundentes!
Impactante lectura 👉LC conociendo a la autora gracias a Ana @latrincheradelasletras
Profile Image for Juan Ramírez Jaramillo.
Author 3 books53 followers
September 29, 2025
Qué tremenda y brutal novela ha creado Vilar Madruga, desde la polifonía de sus capítulos, la forma de enlazar la narración como si de un hilo espeluznante se tirara para ir desarrollando la trama, la humanidad deshumanizada y la animalidad de los personajes, y el permanente latir de la selva. Es injusto decir que El cielo de la selva es un texto que se adscribe al realismo mágico, porque lo que Elaine ha conseguido, tanto en esta novela como en La tiranía de las moscas, es permear de terror social y descarnada humanidad a una realidad expandida a la que nos transportan sus textos. Es brillante la forma en que esta novela es ajena a los juicios de valor en medio de tanta barbarie, y en la manera en que la autora logra escapar a la exotizacion de los personajes y el terreno. La narrativa de Vilar Madruga es hermosa, cargada de una poética vehemente, que incomoda y que acribilla. Los recursos de su formación en dramaturgia también se hacen presentes en esta novela en la construcción de atmósferas y, especialmente, en el uso de una voz coral. Nada es gratuito en este texto que, sin duda, está llamado a ser uno de los grandes lanzamientos de este año. Qué placer contar con escritoras de la calidad de Elaine.
Profile Image for Marnie.
407 reviews15 followers
April 18, 2024
Menuda auténtica barbaridade de libro santísimo cristo k locurón
Profile Image for Rodrigo.
1,550 reviews863 followers
November 29, 2025
Pues sentimientos encontrados con este libro, ha habido partes que bien, pero otras las encontré burdas, bastas en su lenguaje y otras incluso poéticas, ya veis que variedad!!
Es una obra no apta para sensibles, y que tiene, digamos a veces, un lenguaje un tanto soez!?
En fin, original si es, lo que ocurre con esta "familia" en esta selva especial que hace las funciones de un Dios.
Valoración: 6.85/10
Sinopsis: La selva es un dios hambriento. Uno que permite vivir a salvo en sus dominios pero exige el más alto de los precios a cambio. Su voracidad no termina nunca y aquellos que viven bajo su control deben entregarle a sus hijos como parte de un cíclico tributo caníbal. En este cuento de terror caribeño, las madres son obligadas a criar a sus propios hijos como futuro alimento, en un sacrificio hecho de sangre y locura. Si se desea sobrevivir aquí, ninguna mujer puede decidir no ser madre. Y ninguna madre puede no convertirse en una mera productora de carne humana para que el sistema de ofrendas y retribuciones siga funcionando. En un mundo despiadado de guerrilleros y narcos, la selva garantiza la seguridad a sus habitantes, quienes renuncian a cualquier tipo de derecho y esperanza en esta fábula terrible sobre la maternidad y el cuerpo de la mujer.
Profile Image for Juanjo Aranda.
134 reviews83 followers
September 11, 2023
Ya te he hablado alguna vez del lugar en que crecí. Un lugar donde la tradiciones son ley y las leyendas están a la orden del día. Recuerdo que cuando era pequeño, era muy habitual pasar las noches de otoño alrededor de una hoguera cenando mientras los ancianos contaban historias. Historias de fantasmas con nombres y apellidos. Historias de terror vestidas de realidad. Leyendas acerca de hombres sin rumbo y sin rostro condenados a vagar eternamente por los trigales. De mujeres que salieron de sus casas siendo mujeres y volvieron al cabo del tiempo, cuando ya nadie las esperaba convertidas en bestias. De madres que perdieron a sus hijos y que te engatusaban para secuestrarte y tapar contigo sus heridas. De terroríficas noches de luna roja en que si perdías de vista tu casa nunca serías capaz de volver. De épocas en que la vida valía menos que la bala que te la quitaba. De seres devoradores de carne que rondaban la aldea en las noches sin luna, esperando pacientemente con sus ojos rojos. Aguardando el momento para arrastrarte entre la maleza y convertirte en uno de ellos.

El campo da, el campo quita… todo lo que te ofrezca lo cobrará con intereses y todo el daño que le inflijas te será devuelto.

Es normal que después de escuchar estas historias hicieras caso de todas las extrañas advertencias y recomendaciones que te hacían en tono lúgubre: “Mantén tus botas limpias”, “No molestes a las mariposas”, “No les des de comer huesos de pollo a un perro”, “Dale siempre agua a quien tenga sed”, “No te fíes de nadie que te quiera llevar al campo”…

No sabemos si algunas de las leyendas tenían algo de verdad o solo disfrutaban asustándonos, pero al final, siempre acabábamos nuevamente reunidos en torno a una hoguera similar escuchando las mismas historias sobre vida y muerte, sobre el bien y el mal, sobre el poder y la unión de aquellos que no se dejan avasallar, sobre la maldad que destruye el mundo y el amor, que es lo único que puede hacerle frente.

De todas estas leyendas aprendí una cosa: Toda historia que puedas llegar a sentir en tu piel, es una gran historia y nunca podrás escapar de una gran historia.

Hay algo que tienen en común todas las leyendas que se contaban: Todas se desarrollan bajo el mismo cielo, y bajo ese mismo cielo está la selva de este libro. Esa selva llena de crudeza y de horror, que no deja de emanar ese vapor que se meterá bajo tu ropa y acariciará tu piel, que te morderá en las entrañas y se alimentará de tus miedos. Te hará daño, pero te fascinará y querrás más de ella como adicto anhela su polvito blanco. Querrás huir y no podrás. Será esa falsa madre que te acaricia y te sonríe para llevarte al matadero para después renacer como un ave fénix y volver a caer en sus páginas. Este libro te hará sentir todo esto, y por supuesto, no podrás escapar de él. Pórtate bien y lee este libro.

https://www.lalibreriaambulante.es/es...
Profile Image for María León.
70 reviews293 followers
November 7, 2025
en esta historia la selva da miedo, pero al mismo tiempo sientes que contiene todas las respuestas a las preguntas sobre el mundo. cuando terminas de leerlo, no sabes si quieres huir lejos o dejarte abrazar por ella. a través de unos personajes perfectamente construidos y de distintas voces que se van entrelazando para formar un único canto desquiciado, se va conformando un relato crudo a la vez que bello sobre la maternidad y la violencia ejercida sobre las mujeres, un relato que no vas a poder parar de leer hasta el final.
Profile Image for Rocío Prieto.
309 reviews101 followers
December 10, 2025
No sé si estaba preparada para leer «El cielo de la selva». Creo que nadie lo está realmente. Es de esos libros que te advierten desde la primera página que lo que viene no va a ser cómodo, pero aún así sigues leyendo, casi sin poder parar, como si la propia selva te hubiera atrapado también

La autora construye una fábula de terror cuya premisa es brutal: en una selva sin nombre las mujeres están obligadas a parir hijos que serán entregados como tributo caníbal a la selva misma, un dios hambriento que nunca se sacia. A cambio, la selva protege a sus habitantes de guerrilleros y narcos. Pero el precio es la vida de los niños. Y la cordura de las madres.

La selva no es solo el escenario. Es un personaje en sí misma: viva, amenazante, maternal y cruel a la vez. Lo envuelve todo. Observa, castiga, protege. Madruga logra que sientas su presencia en cada página, ese calor sofocante, esa humedad que se pega a la piel, ese peligro constante que acecha entre los árboles.

Lo primero que me impactó fue el lenguaje. La autora escribe con una oralidad caribeña que rompe con las estructuras narrativas tradicionales. No hay capítulos convencionales, no hay una linealidad clara. Es un texto que funciona más como una sucesión de escenas intensas, casi rituales, donde todo se siente urgente y visceral.

Las escenas son durísimas. Hay violencia explícita, hay sangre, hay horror físico y psicológico. Hay madres que crían a sus hijos sabiendo que los van a perder, que los están alimentando para ser devorados. Hay mujeres que intentan suicidarse, otras que ya no sienten nada. Hay niños fantasmas, rituales brutales, militares corruptos, cocaína, locura. No es un libro para leer antes de dormir, definitivamente.

Pero lo que más me ha impactado es cómo Madruga usa todo ese horror para hablar del cuerpo de la mujer como territorio de control. La maternidad aquí está completamente deshumanizada, convertida en un sistema de producción de carne humana. Las mujeres no pueden elegir no ser madres, no pueden proteger a sus hijos, no pueden escapar. Sus cuerpos son el campo de batalla donde se libra una guerra que no eligieron.

Me ha recordado inevitablemente a otras autoras latinoamericanas que he leído últimamente. Hay algo de la atmósfera opresiva y sobrenatural de Mariana Enríquez, esa forma de mezclar lo cotidiano con lo terrorífico. También pensé en «Temporada de huracanes» de Fernanda Melchor por la violencia descarnada y esa capacidad de retratar la brutalidad sin filtros. Pero Madruga tiene una voz propia, marcada por ese componente caribeño y por una construcción casi mítica de la historia que la distingue.

Es innegable que es un libro brutal, una lectura que te remueve por dentro y que no vas a olvidar fácilmente. Es un libro para lectores que busquen algo radical, crudo, que no tenga miedo de incomodar. Para quienes disfrutan del terror como herramienta de crítica social. Para quienes creen que la literatura también puede morder.
Profile Image for Miguel Blanco Herreros.
691 reviews54 followers
February 11, 2024
Tras leer “La tiranía de las moscas” en 2022, tuve claro como nunca que Elaine Vilar es y será uno de los mayores talentos literarios de su generación. Sin apellidos, sin géneros, sin lenguas o nacionalidades: uno de los mayores talentos literarios de su generación. Punto.

Esa certeza tuvo una reacción inesperada por mi parte: no quería leer más de ella. No como muestra de voluntad, sino como un rechazo fruto del miedo a la decepción o al no querer gastar la oferta disponible de su obra (soy tendente a dosificarme con los/as autores/as que me gustan). Por ello, “El cielo de la selva” se quedó mirándome con rencor desde una estantería durante meses.

Pero, tras una entusiasta recomendación por parte de mi librera Alina, decidí sucumbir y sumergirme en este libro. Qué decir… Si “La tiranía de las moscas” me pareció una obra maestra, ¿qué puedo decir de algo tan extraordinario como “El cielo de la selva”?

A lo largo de sus páginas, tan hermosas como angustiosas, he transitado por influencias que van desde los clásicos griegos hasta nombres tan recientes como Irene Solà o Mariana Enríquez, pasando por el siglo de soledad de García Márquez, los monstruos incognoscibles de Lovecraft y el delirio técnico y narrativo de Rulfo, Kafka o Borges. Todo ello, por descontado, engarzado por el propio talento y la personal voz de Elaine, que consigue con un puñado de personajes y un escenario aparentemente muy limitado construir una historia cósmica. En especial, destacaría a Santa, uno de los personajes más aterradores que he leído en mucho tiempo, pero todos son una delicia creativa, aportando piezas individuales del puzle irresoluble que es esta novela. Una historia con un final que hila todo de forma inesperada (cómo me gusta cuando un libro me engaña tejiendo redes a mis espaldas), cerrando espectacularmente una narración que no te suelta ni un segundo; que no te deja respirar hasta que terminas; que te arrulla tanto como te tortura.

Igual que me pasa con Munir Hachemi, cuando veo gente de mi edad con un talento desmedido me asombro especialmente. Elaine Vilar nació apenas cinco días antes que yo, y me resulta inconcebible que alguien tan contemporáneo a mí sea capaz de hacer una proeza así, sintiéndome yo aún tan inexperimentado y tan impostor (menos mal que no escribo). Supongo que esa es la magia real del talento, lo que separa a los pobres mortales de aquellos que, con trabajo y esfuerzo, consiguen sacar a flote una magia especial que encierran.

Sólo puedo decir a todo el mundo que lean a Elaine Vilar Madruga. Que no se sorprendan si en unas décadas la vemos recogiendo un Cervantes o un Nobel. Si hay justicia, Elaine Vilar estará en los manuales de literatura del futuro. No le pierdan la pista, porque no sobran autoras así. Lo cual, quizás, sea lo mejor.
Profile Image for Irene Ramírez.
Author 1 book95 followers
November 9, 2024
Sencillamente brillante.
Creo que no tengo palabras suficientes para describir lo que he sentido y cómo he vivido esta historia.
Lo que ha hecho la autora en este libro es brutal y admirable.
Es inexplicable la sensación con la que termino de leer esta novela.
Y ese final??????? Es que en fin, se ha convertido en uno de mis libros favoritos.
Profile Image for Irene.
76 reviews6 followers
July 27, 2024
Un libro que se puede masticar y oler, es súper potente y con imágenes que se quedan clavadas en la cabeza. Ha sido un viaje increíble
Profile Image for Naomi.
13 reviews
March 2, 2024
Confieso que, desde el principio, me costó mucho retomar este libro tras cada sesión de lectura, como si el esfuerzo de tener que prepararme mentalmente para él me frenara en seco. Además, he de decir que esa elección de palabras tan pegajosa, tan desagradable que le da tono a la historia se me hizo difícil de asimilar y me pudría un poco por dentro mientras leía. Aun así, entiendo que ese era exactamente su propósito, que consigue con éxito: incomodar hasta la náusea, hacerte sentir que respiras el "vapor de la selva" mientras este fluye hambriento por la hacienda; querer escapar y saber que no puedes, porque "la selva es redonda".

Me quedé con mal cuerpo porque no es un libro para disfrutarlo en absoluto, y ha sido una experiencia cruda, sacada de una pesadilla febril, sucia e incómoda. Muy poética en otros aspectos, como el hecho de que cada inicio de capítulo terminara con las últimas palabras del anterior, así como algunas metáforas que me llamaron la atención: "El sol comenzaba a nacer como una migraña ardiente". También una experiencia tétrica y alucinógena, a la par que profunda y simbólica en el núcleo de la narrativa: ese dolor, esa furia, ese desgarro en las mujeres ante el sufrimiento inevitable y cómo este se aferra a ellas con uñas y dientes de filo mortal.
Profile Image for Alfredo Pagoto.
82 reviews15 followers
August 6, 2025
En la noche roja se respira furia y descontento.

Tanta vida y tanto horror en un espacio tan pequeño, en aquella caja de zapatos con alma de ataúd. Los cuartos de los niños eran ataúdes en pausa.
Displaying 1 - 30 of 1,700 reviews

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