Esta versión de la leyenda es la que ha gozado de mayor favor popular. Se inscribe de lleno en la corriente del drama romántico. Con datos de muy diversa procedencia, el autor tejió en torno a los protagonistas una intrincada red de conflictos. Fue celebrada en su tiempo por Larra y Mesonero Romanos.
Juan Eugenio Hartzenbusch Martínez (Madrid, 6 de septiembre de 1806 - íbidem, 2 de agosto de 1880) fue un dramaturgo, poeta, traductor, filólogo y crítico español, uno de los más destacados representantes del drama romántico en su país. Es conocido principalmente por su pieza Los amantes de Teruel (1837). Escribió dramas históricos y de "comedias de magia". Entre los primeros figuran Las hijas de Gracián Ramírez (1831), Doña Mencía (1838), Alfonso el Casto (1841), La jura de Santa Gadea (1845), La madre de Pelayo (1848) y La luz de la raza (1852). Entre las "comedias de magia" se encuentran La redoma encantada (1839), Los polvos de la madre Celestina (1840) y Las Batuecas (1843). También escribió tres sainetes, las únicas piezas teatrales donde utiliza prosa y no verso; artículos de costumbres; relatos breves. Editó y prologó obras de Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina y Alarcón.
En 1847 pasó a formar parte de la Real Academia Española. Además fue director de la Escuela Normal, de 1854 a 1862, y de la Biblioteca Nacional, de 1862 a 1875.
Una obra de teatro escrita en verso, estructurada en cinco actos. Un drama que, a mi gusto, deja mucho que desear, no profundiza en ninguno de los temas que trata, cuenta la historia y deja los sentimientos aparte. Una manera muy pobre de escribir la leyenda que ha llegado hasta nosotros de “Los amantes de Teruel” (ya lo dice el refrán: Tonta ella y tonto él). Cualquiera puede imaginar que no les he cogido mucho cariño a los personajes. El final no tiene mucho sentido, la verdad, no me creo que nadie pueda morir de amor en menos de diez minutos, pero el destino aciago tiene que cumplirse, como sea, supongo. La verdad, porque estaba en la biblioteca, me apetecía algo de teatro español y era cortito, de no cumplir alguna de estas características, no lo habría leído, no os lo aconsejo, me ha parecido una de las obras de teatro más sosas y planas que he leído.
Recreación romántica del mito de los amantes de Teruel. Y poco más se puede decir. Un dramita romántico estandarizado y soso donde los haya. No aporta nada a lo ya aportado por Don Álvaro, Macías o El trovador. Nada de nada. Y si todavía fuera Hartzenbusch un gran versificador o un gran escritor, pues aún se salvaba, pero es, como escritor, lo más neutro, soso y aburrido que debió pulular por la época. Destacan un par de pasajes con cierta fuerza y poco más; todo es cursilería barata e imitación mala de las grandes obras románticas que la precedieron años atrás.
RODRIG. El vencedor, que aparece/ Lleno ante vos de amargura,/ Manifestaros ofrece/ Que sabe lo que merece/ Doña Isabel de Segura./ Os vi, y en vos admiré/ Virtud y belleza rara:/ Digno de vos me juzgué,/ Y uniros a mí juré,/ Costara lo que costara./ Maldición más espantosa/ no pudo echarme jamás/ una lengua venenosa,/ Que decir: “No lograrás/ Hacer a Isabel tu esposa.”/ “Lidiaré, si es necesario,/ Por ella, con todo el orbe,/ Clamaba yo de ordinario;/ ¡Infeliz el que me estorbe,/ Competidor, o contrario!/ En mi celoso furor/ Cabe hasta lo que denigre/ Mi calidad y mi honor./ Amo con ira de tigre;/ Pero es muy grande mi amor./ No el vuestro, tan delicado,/ Me pinteis para mi mengua:/ Quizá no le haya expresado/ En seis años vuestra lengua,/ Sin que me lo hayan contado./ Cuantas cartas escribió/ Marsilla, ausente, leí:/ El su retrato no vió, Yo sí,; junto a vos aquí/ Siempre tuve un guardia yo./ Ha sido mi ocupación/ Observar noche y día;/ Y abandonaba a Monzón/ Siempre que lo permitía/ la marcial obligación./ Viendoos al balcón sentada/ Por las noches a la luna,/ Mi fatiga era pagada:/ Jamás fue mujer ninguna/ De amante tan respetada./ Para romper mis prisiones,/ Para defectos hallaros,/ Fueron mis indagaciones;/ Y siempre para adoraros/ Encontré nuevas razones./ Seducido el pensamiento/ De lisonjeros engaños,/ Un favorable momento/ Espero, hace ya seis años,/ Y aun llegado no le cuento./ Pero, por dicha, quizá/ No deba estar muy distante. ISABEL. ¡Qué! ¿Pensais que cesará/ Mi pasión, muerto mi amante?/ No; lo que yo vivirá. RODRIG. Pues bien, amad, Isabel,/ Y decidlo sin reparo;/ Que con ese amor tan fiel,/ Aunque a mí me cueste caro,/ Nunca me hallaréis cruel./ Mas si ese afecto amoroso,/ Cuya expresión no limito,/ Mantener os es forzoso,/ Yo, mi bien, yo necesito/ El nombre de vuestro esposo./ No más que el nombre, y concluyo/ De desear y pedir;/ Todas mis dichas incluyo/ En la dicha de decir:/ “Me tienen por dueño suyo.”/ Separada habitación,/ Distinto lecho tendréis:/ ¿Queréis más separación?/ Vos, en Teruel viviréis,/ Yo en la corte de Aragón. pg.60
ISABEL. (Aparte) ¿Qué digo?/ Tendré que confesar que soy culpada./ ¿Cómo no lo he de ser? Me ves ajena./ Perdóname…, castígame por falsa./ (Llora)/ Mátame, si es tu gusto. -Di si quieres,/ Que implore tu perdón arrodillada. MARSI. No, que debo ser yo, ídolo mío,/ Que ponga el labio donde tú la planta. [...] ISABEL. Ya lo ves, no soy mía, soy de un hombre,/ Que me hace de su honor depositaria,/ Y debo serle fiel. Nuestros amores/ Mantuvo la virtud libres de mancha:/ Su pureza de armiño conservemos./ -Aquí hay espinas, en el cielo palmas./ Tuyo es mi amor y lo será: tu imagen/ Siempre en el pecho la llevaré grabada,/ Y allí la adoraré; yo lo prometo,/ Yo lo juro; mas huye sin tardanza./ Libértame de ti. Sé generoso/ Libértame de mí… pg.90
No puedo evitar que vengan a mi cabeza resonancias de la hilarante “La venganza de Don Mendo” mientras leo este dramón romántico. Me pasa como cuando se me superpone la parodia de Martes y Trece cuando escucho “La culpa fue del cha-cha -cha” de Gabinete Caligari. Es injusto, pero es así. Muñoz Seca parodió de modo genial las ridiculeces, rimbombancias, grandilocuencias y ripios del drama romántico con ambientación histórica. Esta obra es precisamente un ejemplo muy característico de ese tipo de drama: ambientación medieval, amores imposibles, moras celosas que se interponen, versos ripiosos, grandilocuencia. Intercala la prosa y el verso de modo un poco arbitrario. Pero, hay que reconocer que, con todos sus defectos, es una obra meritoria que tiene momentos logrados. No obstante, entiendo que hoy día sea irrepresentable.
Apesar de que Os amantes de Teruel é uma peça teatral que se manteve miticamente no espaço por razões extrínsecas à potência narrativa da obra em si, também é verdade que se lê rápida e ludicamente. Clássico do romantismo espanhol vital para os interessados na literatura da época!
romanticismo en su máximo esplendor. no sorprende la forma en que los acontecimientos van narrandose.
dos amantes que no pueden estar juntos, una madre adultera que sí que sorprende en el desarrollo. un amante dramático que muere por el amor que no culmina y la dama que muere de pena como muchas otras.
En el cole donde trabajaba antes me dejaron llevarme libros de la biblio pq tenían exceso e iban a remodelar parte de la biblio para hacer una sala polivalente, y como filólogo me puse las botas. Entre lo que me lleve estaba esta obra de teatro romántico española. Leyendo los estudios introductorios supe un poquito de la historia de los amantes de Teruel y que de todas las historias de amantes trágicos de las distintas culturas es de las más antiguas y con más pruebas de su existencia real en la historia. También vi el montón de versiones literarias que se han hecho de la historia y después de leer esta versión, llegué a la conclusión de que igual me hubiese gustado más haber leído alguna de las versiones anteriores menos famosas. Quizá la de Tirso de Molina. En fin, el amigo Juan Eugenio dio en el clavo con su versión en el periodo histórico que le tocó vivir, recogió la historia con todo su armatoste medieval que le gustaba a los románticos, lo mezcló con intrigas amorosas y venganzas entre moros y cristianos en de Valencia a Aragón y lo arrejuntó todo con un verso bastante bello y resultón. A mi quizá la historia de venganza de la noble mora por ser rechazada sentimentalmente se me hace un poco cuesta arriba y como que lastra, complica y entorpece la historia principal más que aporta. Pero son cosas de época, que le vamos a hacer. En fin, que no está mal. Pero yo por mis gustos personales igual hubiese preferido la historia más pura y con menos adornos. Habría que ver qué tal están las versiones anteriores.
Written in 1837, it is based on the legend of two lovers in the city of Teruel in Aragón, Spain; the date of the story is in 1217. Isabel de Segura and Diego Marcilla are childhood friends and sweethearts. By the time they arrive at marrying age Diego’s family has lost all their fortune and Isabel’s father would not approve the marriage. However, Diego is allowed five years to go make a fortune and return to Teruel to marry Isabel. As the time arrives, Diego has not returned and Isabel is made to marry Pedro de Azagra although she does not love him. Ironically, Diego arrives next day find her married. He sneaks into her room where they die in each other’s arms. Their side by side tombs can be visited where the lids reveal the sculptures of both lovers, arms outstretched, hand almost touching.
A diferencia de La Celestina, no me ha costado nada leer esta obra de teatro. Está enmarcada en la época del Romanticismo y recuerda en cierta manera a Romeo y Julieta de Shakespeare.
Sí que es verdad que todo ocurre algo deprisa y no profundiza en los sentimientos de los personajes, pero se lo he perdonado porque entiendo que no es una novela y probablemente no utilizara, en la época, las mismas dimensiones.
Eso sí, el final me dejó un poco descolocada porque para mí no llegaba a ser verosímil. Si tengo que elegir entre esta obra y la de Shakespeare, me quedo con la del bardo.
¿Elementos románticos? Haberlos, haylos, pero a qué precio. Es un teatro que no dice nada, tiene algún toque cómico escondido y según qué diálogos o escenas es decentillo. En general, pareciera mentira con la de dinamismo (bastantes personajes, escenas, algún que otro cambio de lugar, etc.) que parece haber, resulte tan aburridísimo. Gracias doy a que es una lectura breve.
La verdad es que sin más. Otras obras del Romanticismo español me entusiasman más en cuanto a historia y escritura. Y ya se sabe... "Ellos son amantes de Teruel, tonta ella y tonto él".
Muy romántico todo, pero romántico del Romanticismo: amores imposibles, plot twists impactantes y un final trágico como mandan los cánones. Nada interesante
Típica historia del Romanticismo sobre el amor prohibido y con destino trágico, que se desarrolla en la España medieval, en plena Reconquista. Pero este argumento “trillado” está aderezado de varios componentes que la convierten en una obra de teatro con elementos atractivos. A la conocida vital importancia del honor y, en este caso, de la palabra empeñada entre caballeros, se añaden otros temas que enriquecen la trama principal. Dentro de la historia amorosa principal, se desarrollan otras intrigas colaterales con engaños, traiciones, chantajes y venganzas; y junto a estas maquinaciones evolucionan otras clases de amores (materno-filial, amistad), lealtades, ambiciones y valores patrióticos.
⭐️RESEÑA⭐️ ⭐️ 4 / 5 🏰 Siguiendo con el objetivo de este año de leer un clásico al mes, ésta ha sido la elección de marzo. Un clásico del teatro. 🏰 Un libro muy cortito, para leerlo en una tarde pero con pausa y dedicación. Leer teatro siempre requiere de mayor concentración, más si no es un género al que se esté habituado, pero además se une que es teatro con partes en verso, con un lenguaje propio de la época, términos y expresiones hoy en desuso que pueden dificultar la comprensibilidad. 🏰 No obstante, si le dedicas un poquito de paciencia y lo lees sin prisa, describirás una obra muy atractiva. Con una historia muy de la época, pero llena de emoción.
La historia es conocida, y lo bonito de este drama (en el sentido teatral y literario del término) es la redacción en verso e imaginar los escenarios. Un historia de amor imposible, a lo Romeo y Julieta, que se lee sin esfuerzo. Un consejo, si se va a leer la misma edición que yo he leído, pasar directamente a la obra saltándose el prólogo, porque le hace un flaco favor a la lectura. Puede leerse al final, porque instruye.