Come affrontare la perdita del tuo animale domestico Hai perso da poco il tuo animale domestico o sai che quel momento si sta avvicinando? Non sai come affrontare il dolore? Il tuo amico peloso, il tuo caro amico, un altro membro della tua famiglia che ha condiviso migliaia di momenti con te e ti ha dato il suo amore incondizionato... se n'è andato per sempre. È la legge della vita, ma la maggior parte di noi non è preparata per questo. È difficile affrontare quel dolore, soprattutto se non ci sono persone intorno che capiscono quello che provi e possono aiutarti. Come torni alla tua routine dopo quella perdita? Se hai figli, saprai come aiutarli ad accettare l'assenza? Potrai amare di nuovo un altro animale in futuro? Sai cosa dire a una persona cara che ha perso il suo “amico a quattro zampe”? Aspettami nell'arcobaleno ti aiuterà, con parole semplici e aneddoti pieni di affetto, ad assimilare la morte del tuo animale domestico. Ti fornirà linee guida per: gestire le diverse fasi del dolore e ottenere il meglio da ciascuna di esse, aiutare gli altri, comprendere il potere della resilienza, sapere quando sei pronto per avere un altro peloso. Laura Vidal, amante degli animali e convinta sostenitrice dell'adozione, ha utilizzato la sua esperienza personale per formarsi nella consulenza e aiutare gli altri a superare il dolore della perdita dei suoi animali. "Un giorno ricorderai il tuo amico, non con le lacrime agli occhi, ma con un sorriso nel cuore."
Cuándo sufro una pérdida me nace la necesidad de leer sobre ello. Quizás sea mi terapia o mi forma de encontrar consuelo. El 3/2/23 despedía a mi perrín desde hacía 15 años y el destino puso en mi camino, justo en este momento, a Laura Vidal @esperameenelarcoiris Tengo amigas que han sufrido pérdidas recientemente y me decían que no se veían con fuerzas para afrontar una lectura así. Sí, he llorado mientras lo leía, pero me ha aportado mucho y compensa, de verdad. Quiénes tenemos animales sabemos que solo quien los tiene nos entiende. Por ello, animo a leerlo no solo a los que tenéis animales o habéis perdido alguno, también a aquellas personas que no los tienen pero conocen a gente que sí, para que sepan acompañarlos y comprenderlos en los momentos de duelo.
No sé cómo afrontar la reseña de este libro. Hace mucho tiempo que lo vi y me decía: algún día lo leeré. Pobre de mí al no imaginarme que ese día llegaría tan pronto. Hace 9 meses perdí a mi perrita después de 16 años juntas. Hemos crecido juntas, he llorado y reído con ella. Hemos comido, paseado...lo hemos pasado mal y lo hemos pasado genial, juntas. Por lo que la pérdida de Canela, que es como se llamaba, para mí, fue un palo muy duro.
Al principio, por todos lados, me recomendaban leer este libro (ya sabéis que nos escuchan las 24 horas y saben perfectamente qué pueden o no publicitarnos). El caso es que no eché cuenta. No me sentía preparada para leer algo así. Mi duelo acababa de empezar, la culpa no me dejaba y no tenía ni fuerzas ni ganas de leerlo. Pues bien, los meses pasan y cuando creo que estoy más tranquila, y que me falta un empujoncito, decido leerlo.
Tan solo en el inicio decidí dejarlo. No os voy a mentir. No, no estaba preparada. Pero a los días me dije: "Eva, ¿y si este libro, de verdad, te ayuda a llevar mejor todo esto?" Pues allá que fui y lo volví a empezar.
Las primeras páginas se hacen difíciles, porque la autora parece como si hubiera estado todo el tiempo a tu lado, sabiendo en cada momento qué ha pasado, cómo te has sentido y cómo te sientes en esos momentos, y un torbellino de emociones te inunda. Tanto que lloras, te cabreas y vuelves a llorar.
Pero tengo que decir que me ha ayudado mucho. Aún, por supuesto, la echo de menos, pero tras leer este libro, y junto con el tiempo que ha pasado, he sabido y podido gestionar mejor la pena, para que, al menos pueda ver sus fotos, hablar de ella o recordarla sin llevarme horas llorando después. No os voy a decir que no la lloro, tengo mis momentos, claro, porque 16 años no se guardan en una caja y se acabó. Y, aunque ya han pasado 9 meses, a veces llego a casa y miro hacia donde ella solía estar... pero cada vez es menos cuesta arriba.
El libro esta escrito para esto mismo, para ayudarnos en las diferentes etapas del duelo, desde los inicios hasta el final, con consejos para despedirnos de la mejor forma de nuestros peludos, recorriendo las vivencias de la autora con sus pequeños desde que lo recoge, hasta sus últimos momentos. También vas a reír leyendo este libro. De verdad. porque son tantas y tantas las situaciones que recuerda de sus perros y que son tan iguales a las que pasamos todos con los nuestros, que al final tienes que recordar ese momento y reírte de la situación o de sus caras inocentes.
Sé que en esos momento, lo último en lo que uno piensa es en leer, y menos aún algo que pueda recordarte tanto los buenos, como los malos momentos. Pero a veces necesitas que alguien te entienda, que te apoye incluso sin conocerte, para saber que no estás solo. Que muchas personas han pasado por ahí y que han sentido y experimentado lo mismo que tú. Y que el duelo es bueno pasarlo. Que hay que llorarles, por supuesto. Pero que también hay que recordar sus buenos momentos, las veces que hemos reído con ellos, las ocurrencias que nuestros amigos de cuatro patas, han tenido y que nos han hecho tanta gracia. En definitiva, todo lo bueno que nos han dado. Todo está ahí. No todo es esos últimos momentos. Es duro, sí. Pero tenemos que pasarlos para que en nuestro corazón perduren los momentos mágicos y el amor que nos han regalado.
Y hoy, doy gracias a Laura Vidal por escribir este libro, por ayudarme a mí y a tantas mamis y papis perrun@s y gatun@s a sobrellevar la pérdida. Creo que este libro es indispensable para esos momentos. Gracias, de verdad.
"Superar el duelo es también volver a ser nosotros mismos, llenar ese vacío en nuestro interior."
Hace 9 dias perdí a mi gata Uma, el primer día llore, porque fue tan repentino y de la nada, tenia tres años y sentía que el mundo se me vino abajo, no pude comer nada por todo un día, llore a mas no poder y sigo llorando, y estando en redes supe de la existencia de este libro y presentí que me podría ayudar y asi lo fue.
Sigo en la etapa del duelo, hace tres días que no estoy llorando, Pero sigo en esa etapa, por una semana las cosas de mi Uma quedaron como ellas las dejo y hace dos días, las sacamos. Aun me paro frente a mi cama y espero verla acostada, aún miro por la ventana y espero verla ahi, miraba su tarro de comida y esperaba a que viniera a comer. Es la primera perdida que tengo de un animal que me mata por dentro, porque era todo, yo era una persona que no quería a los gatos dentro de la casa y ella vino a cambiar todo. La amé y se hizo amar por todos los de la casa. Dormía conmigo o con mi hermana en nuestra pieza, buscaba mimos y siempre estaba ahí.
Fue un vínculo profundo, que deja un vacío inexplicable, hoy en día entiendo a esas personas que después de perder a un animal no quieren volver a tener otro en la casa enseguida, se entiende cuando se vive en carne propia.
El mes que viene me mudo sola a otro lugar y ya hace bastante estaba pensando en cuánto la voy a extrañar y dicen, que cuando se van así de golpe es porque ya cumplieron su rol en la tierra en acompañarnos y apoyarnos, como que ya cumplen su misión, no se si será tan asi, la pérdida de mi gata me está haciendo repensar y sentir las cosas de manera diferente todos los días, estoy conociendo una versión de mi nueva y mas madura pero que siempre la va a seguir teniendo presente. No sé si se tenía que ir antes de que yo me mudé por algo en especial, Pero me desgarro profundamente por dentro.
Y es un dolor tan incomprendido por muchos, que me hizo tan bien leer este libro ahora.
Aun sigo de duelo y voy a seguirlo por mucho tiempo más, pero ahora tengo más herramientas para afrontarlo, y hoy en día la recuerdo a mi Michi como era siempre, la reina de la casa.
Y lo que me duele también, es ese vínculo que ya no está más con ella y como somos nosotros con ellos, todo eso se pierde después de que se van y aunque después vengan más animales, no volverá a ser lo mismo nunca, por ahí sea mejor y todo nuevo, pero ningún animal reemplaza a nadie, todos son únicos e irremplazables.
Gracias Laura Vidal, por compartir tu historia y tus consejos, leeré más de ti y de Elisabeth Ross, que te confieso me hiciste dar muchas ganas de empezar a leerla también.
Mi amada y hermosa Uma, te amo y te extraño todos los días, voy a vivir mi duelo llorando como lo vengo haciendo pero recordándote con una sonrisa siempre. Te juro que aún te siento en casa, en mi cama, aún siento tu hermosa nariz húmeda en mi dedo, aún recuerdo el color de tus ojos verdes como el pasto del campo y tus largos bigotes, tú maullido sigue vivo en mi memoria y ahí se quedará por siempre, Gracias por haberme acompañado estos años, y por haberme ayudado a madurar en muchos sentidos. Gracias por aguantar en casa a los animales que llevaba en tránsito, porque se que a algunos no los aguantaba y sin embargo siempre te quedaste, gracias por dormir conmigo y por darme esas horas dónde sabía que estaba durmiendo con vos en mis pies, porque ahí estaba calentito y porque vos te sentías segura conmigo y yo con vos, gracias por estar y acompañarme mas que cualquier otra persona.
Mi perra Hally te extraña un montón y todos acá también, tengo mil fotos y videos tuyos para recordarte para toda la vida, pero nada se iguala a como te recuerdo en mi corazón.
Ya sabéis que el amor que siento por Cody es infinito y que, por desgracia, en esta cuarentena he tenido que separarme de él. Ahora vive en una casa (con mis padres), donde puede caminar libremente sin necesidad de chocarse con cada rincón. Desde principios de año, Cody empezó a sufrir cataratas en ambos ojos y problemas de sordera, también en ambas orejas. Tenía días buenos, pero también días muy malos. Y yo no quería admitirlo, ni abrir los ojos; pero era consciente de que es un perro mayor y que, para mi desgracia, no vivirá eternamente.
Me encontré con este libro por casualidad, y estuve hablando con la autora sobre mi problema; quien me cedió amablemente un ejemplar para reseñarlo. Y doy gracias al destino (o a quien sea) por haberlo puesto en mi camino; pues me ha servido de ayuda. Cody continúa vivo, pero apenas le veo (un par de veces al mes) y, para mí, esta separación ha sido como perder una parte de mí. Sé que ahora vive mejor en una casa, pero eso no impide que yo sienta un vacío muy grande por no tenerle conmigo.
Nunca había leído un libro que tratara el duelo en un animal de compañía. Incluso, en pleno siglo XXI, todavía veo caras de incredulidad cuando digo que Cody no es mi mascota, sino que lo quiero como si se tratara de mi hijo. Sin embargo, con este libro, me he sentido identificada con cada una de sus páginas. Te habla de sus peludos: de Galo, Oreo y Minnie; de lo que supuso la pérdida de cada uno y lo que ganó teniéndoles en su vida. Nuestros bichitos vienen a esta vida para enseñarnos lo que significa el amor verdadero y la fidelidad; y se van de ella, dejándonos el corazón lleno de dolor, pero también con los recuerdos y la alegría que nos obsequiaron con su compañía. Y que, aunque decidamos tener otro animalito, no borrará nada de lo tuvimos.
¿Por qué, cuando lloramos la pérdida de nuestro peludo, los demás no lo sienten como si fuera un familiar? Es una pregunta que está presente en mi cabeza. Al fin y al cabo, nuestros peludos han estado a nuestro lado, tanto en los buenos como en los malos momentos; y nos pasamos todos los días con ellos. Por ejemplo, yo he estado 14 años al lado de Cody. Debido a mi agorafobia, yo paso muchísimo tiempo en casa y eso provocaba que lo pasara con Cody. Pasábamos, prácticamente, las 24 horas del día juntos. ¡Si hasta compartíamos habitación! Por eso, mi separación con él ha marcado un antes y un después en mi vida. He llorado muchísimo por su ausencia, y sé que dolerá aún más cuando se vaya. Pero es el amor perruno de mi vida, así que ¿qué hay de malo en ello? Nada. No deberíamos avergonzarnos de llorar por ellos, como tampoco de pasarnos unos días en cama sin querer hacer nada. Al igual que con un familiar, también sufrimos las 5 etapas de un duelo.
He llorado mucho con este libro, pero también he reído. Incluso, al día siguiente de terminarlo, lloré al recordarlo; al explicarle a mi chico lo que sentí mientras leía sus páginas. Es reconfortante. Te ayuda a ver la partida de tu animal de otra manera; como algo bueno, no como algo malo (aunque parezca imposible). Todo está muy bien explicado, y trata cada tema con muchísimo cariño. Porque, sin duda, se nota que detrás existe una autora que es, ante todo, amante de los animales. Y, gracias a ello, ayuda a que cada una de sus páginas nos llegue al corazón.
Si no eres amante de los animales, te recomiendo este libro para que experimentes la empatía que supone amar a uno de estos bichitos. Que te pongas en el lugar de la persona que lo ha perdido y sepas como animarle cuando llegue el día en que lo necesite. Si has perdido a tu peludo o no, también te lo recomiendo. A ti, sobre todo. Te ayuda en el duro trance que supone esta separación. Te hace sentir mejor contigo mismo, te recuerda por qué eres amante de los animales. Te hace sonreír por compartir tu vida con un peludo.
Me ha costado terminar el libro porque cada vez que me ponía a leer me acordaba de mi perro fallecido y simplemente no podía continuar. Pero me quedo con muchas de las frases del libro que apuntaré y guardaré en mi cuaderno para leerlas cuando más lo necesite.
Dudo mucho que logre superar este duelo al 100% porque Duque era mi vida entera y mi mejor amigo, y las circunstancias en la que nos dejó fueron lo bastante traumáticas como para dejar un vacío en mi corazón que probablemente nunca se cierre.
“Gracias porque he tenido la oportunidad de conocerte, gracias por tantos momentos compartidos, gracias por haber hecho tan feliz a esta familia, gracias por haber sido nuestro compañero.”
Ha sido muy duro de leer pero me ha ayudado mucho, hacía mucho que no lloraba tanto con un libro. La muerte de mi perro ha sido de las experiencias más duras de mi vida y agradezco mucho a mi veterinaria por habérmelo recomendado, me he sentido muy acompañada. He llorado pero también he reído, he sonreído con las anécdotas de la autora con sus perros y he sentido mucha esperanza.
"Gracias a todos esos ángeles en la tierra, que se dedican en cuerpo y alma a ayudar a los animales abandonados. No solo hacéis de este mundo un lugar mejor, sino que ilumináis la verdadera esencia del ser humano y eleváis a nuestra especie al más alto nivel, mostrando el camino hacia la bondad y el amor."
Cortito pero muy lindo, justo lo que necesitaba leer. Si has tenido alguna pérdida de tu peludito o tienes miedo de que vaya a pasar pronto, este libro es para ti.
Hace 8 años perdí a mi gato de forma traumática y precisamente este libro es justo lo que habría necesitado. Muestra muy bien el rechazo que se siente por parte de la sociedad y ayuda a validar tus sentimientos.
Es un libro corto, pero a la vez muy intenso. Genera una montaña rusa de emociones que culmina en paz y serenidad ya que la autora es capaz de transmitir en cada palabra el consuelo y el acompañamiento que se necesita durante una etapa tan dura como es el duelo. Te hace sentir completamente comprendida, eliminando esa sensación de soledad e incomprensión que puede acompañar al duelo por una mascota. Como siempre, los libros son mi mejor compañía y este es un claro ejemplo de ello
Perdí a mi perrito hace dos días, sigo muy triste, en el libro encontré información sobre el proceso de luto y duelo, me identifiqué y reforcé las cosas que pensaba, las buenas sobre todo. Encontré consuelo en sus páginas.
Hace poco más de un mes reviví lo que se siente perder a un peludo, solo quién amó y fue amado incondicionalmente sabe lo desgarrador que puede ser ese dolor. Encontré este libro por pura casualidad, justo en el momento que más lo necesitaba, ha sido de mucha ayuda, te hace tener otra visión de las cosas, saber que es completamente normal sentir como sientes. Súper recomendado tanto como para quien tiene experiencia en este proceso como para quien por cuestiones de la vida pueda experimentarlo pronto.
Libro corto sobre el duelo cuando perdemos a nuestro compañero de 4 patas. Te ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva y a dirigir tus emociones hacia lo positivo. Tiene partes emotivas, de risa, aprendizaje y sobre todo aceptación, nuestra propia aceptación y lo importante que es poder expresarlo con las personas adecuadas.
Un libro que te llega al alma... Te hace llorar y a la vez sonreír... Pero sobre todo, te hace sentir acompañado en el dolor por la pérdida de un animal, algo que no todo el mundo entiende... Gracias Laura Vidal, por entender que ese duelo, no se pasa en unos días... Ellos siempre estarán en nuestro corazón.
Esperaba encontrar herramientas más prácticas o algo nuevo sobre el tema, pero el libro me resultó muy repetitivo. Repite las mismas ideas una y otra vez y apenas aporta información diferente a la que ya se puede encontrar en internet. La lectura es sencilla, pero eché de menos más profundidad o ejemplos reales que ayudaran a aplicar lo que explica.
Precioso libro. Totalmente recomendable para gestionar un duelo a veces tan incomprendido. En el que perdemos a nuestro mejor amigo. Blanca siempre te amaré y te recordaré. Eternamente agradecida por todo el amor que me diste.
A diferencia de "Cuando ya no estás", éste primer libro de la autora es más directo, conciso y "teórico"; no está tan pulido para poner en práctica el duelo. Igualmente es emocionante, pero opino, se queda algo cojo en los relatos personales vividos; demasiado escueto. contiene la preciosa leyenda del arcoíris, para aquellos desconocedores de ésta.
Hace exactamente una semana, Bruno, mi adorable viejito, me dejó con el alma hecha pedazos. Después de 16 años de andanzas, viajes y un sin fin de alegrías y situaciones propias de la edad, Brunito enfermó y tuve que verme en el difícil camino de ayudarle a parar su sufrimiento. En un último acto de amor, le ayudé a cruzar el Puente del Arcoíris. Han sido días de mucha tristeza, de largas e incontables horas de beberme mis lágrimas, pero en medio de este camino tan difícil de transitar llegó este libro a mi vida, además de ser un balde de agua fría fue también un abrazo de la autora, una voz de empatía que me llevó a entender mi proceso además de reflexionar en otros aspectos que en definitiva, en mi caso, me ayudaron a sanar y sobretodo a entender la muerte como un proceso natural e inherente al ser humano y otros seres que vienen a nuestra vida. ¡Súper recomendado este libro! Ah y tiene la segunda parte de la leyenda del Puente del Arcoíris 🌈 Simplemente, una joya muy especial para estos momentos difíciles.
Nunca había imaginado que llegaría a necesitar un libro como este. Después de perder en menos de 24 meses a mis dos perritas tras 16 y 12 años respectivamente a mi lado, este libro llegó a mi en el momento oportunido. Te abraza y te acompaña en este duelo (como Laura Vidal apunta: el precio que pagamos por amar) que aunque no queramos, tarde o temprano nos llega a todos los amantes de los animales. Gracias por este libro, Laura.
En la línea de "Cuando ya no estás". En realidad, este es anterior pero actualmente descatalogado en librerías aunque accesible en formato electrónico. A través de su experiencia personal y profesional, Laura acompaña y consuela con sabios consejos en una etapa tan dura como la pérdida de un animal. Si tienes amigos peludos, hay que leerlo.
Hermoso. Lo que sucede cuando muere un animal de compañía y la experiencia de la autora, Laura Vidal, para encontrar la salida al laberinto del duelo. Me quedo agradecida por esta lectura y con la emoción a flor de piel.
Ojalá poder decir que he decidido leer este libro para poder "prevenir" el dolor que la pérdida de un animalito conlleva, desgraciadamente, ha sido más bien todo un poco por sorpresa, súbitamente me he encontrado con una pérdida que no esperaba.
Seamos sinceros, el proceso del duelo es algo totalmente personal y tal y como la autora expone en este libro, no existe una "fórmula mágica" o una guía que te ayude a pasarlo, no obstante, creo que este libro tiene algo que te puede ayudar y es que lo escribe una persona que como tú, ha pasado por la pérdida de un animalito. Hay capítulos (especialmente los primeros) que se me hicieron durísimos y cuesta arriba, principalmente porque mi pérdida ha sido bastante reciente y leer esos pensamientos intrusivos que a día de hoy me siguen persiguiendo, ha sido muy duro y desgarrador.
Es un libro como cualquier otro sobre el luto y el duelo (de hecho, la autora expone muy bien los conceptos) y cuenta con una parte muy importante como lo es el de cómo ayudar a otras personas (incluyendo a los niños) a pasar y aceptar este proceso que tanto nos duele a todos, aceptando que una parte inherente de amar, es seguir amando una vez la otra parte ya no está; que es un vínculo que traspasa lo físico.
Del modo más personal (y algo que dudo muchísimo que vuelva a hacer), me gustaría agradecer a la autora del libro por hacerme sentir un poco más normal en un mundo donde llorar por tu bichito parece algo ridículo.
Zanahorio falleció hace varias semanas. Sigo en la etapa de negación. Desesperada como estoy, compré este libro que se lo vi a una mamineja hace algún tiempo.
Nos muestra una vez más que los animales son puro amor, inocencia y lealtad.
Laura relata sus vivencias, y nos permite no solo conocerla más, sino sentirnos comprendidos y amparados. Porque hay una cosa que dice muy cierta, y es que quien no ha tenido un peludo no puede comprender nuestro dolor, aunque lo intente imaginar.
Un libro con frases preciosas y reflexivas, cargadas de razón y sentimiento. Un manual para ayudarnos en estos momentos tan duros. Una guía con las etapas del duelo y, una de las cosas más importantes, palabras de aliento, apoyo y comprensión.
Recomiendo este libro a todas aquellas personas que están de duelo por su peludo, o ven que este se está apagando poquito a poco. Se lee muy fácilmente y te acompaña en tu dolor.
No puedo decir que me haya sanado, pues no es así. Pero sí puedo decir que me ha hecho ver que no estoy sola, que lo que me ocurre y siento es normal, y que tengo a un peludo esperándome en el arcoíris.
He llorado, he reído, he recordado y he amado.
Zanahorio, siempre vas a estar en mi corazón. Espérame en el arcoíris, que cuando llegue mi turno iré a buscarte 🐇🌈.
Este libro no solo te deja enseñanzas, y el mensaje no es olvidar sino recordar a tus compañeros de cuatro patas con cariño, puede que soltar una que otra lágrima, y no caer en «hubiera». Las cosas ya están hechas, y como dicen por ahí: «Todo pasa por algo». Es un libro triste. Triste porque te hace recordar a esos compañeros que ya no están, y te pone a pensar en qué tu actual compañero/a no estará para siempre. Otro mensaje importante: ADOPTA. No tengas miedo de eso, y tampoco lo hagas para presumirlo en redes sociales. Eso queda para uno mismo. Hay perritos que han sufrido mucho y estos son los más cariñosos (no digo que los otros no lo sean), pero ya saben a qué me refiero. LEAN EL CAPÍTULO DE MINNIE 🥹❤️.
Capítulos que te van a destrozar (incluso a las personas que dicen no tener corazón): La leyenda del Puente del arcoíris (🥹💔❤️); Abre tu corazón (❤️💔); Palabras para Minnie (😔💔❤️🥹).
PD: «Un día recordarás a tu amigo, no con lágrimas en los ojos, sino con una sonrisa en el corazón».
Tengo un bóxer de 14 años y 8 meses que ya hace un tiempo me regala días más que años. También tengo otra bóxer de 7 años y 4 meses que sigue en su flor de la vida, de momento. He querido leer el libro sobre todo por mi peludito mayor.
Tengo la conciencia tranquila de que le he tenido y le tengo como un rey, pero eso ahora que sigue con nosotros. Con el libro he aprendido herramientas para cuando llegue el día en el que me toque despedirme, ya sea porque se vaya el sólo o porque tenga yo que ayudarle a marchar. Digo esto entre lágrimas porque no puedo evitarlo, y ahora sé que no tengo que reprimir este sentimiento, como otras cosas que he aprendido.
Para mí es mejor leerlo antes de que pase para estar prevenido ante cualquier circunstancia, pero si no, como apoyo emocional, vale un millón, te dará muy buenos consejos a como sobrellevar la pérdida de tus animales de compañía, sean perros, gatos ratones o tortugas,incluso peces, que duran muchos más años de lo que la gente piensa y también se convierten en parte de la familia.