La Ilustración había anunciado un futuro brillante y emancipador para la humanidad, que sin embargo no se ha realizado. En su lugar, se construyó un orden social caracterizado por la desigualdad de género -el llamado orden patriarcal-, en cuya base se encuentra una falsa convicció que el individuo puede concebirse al margen de la comunidad y que la razón puede existir al margen de la emoción; que cuanto más individualizada está una persona, menos necesita vincularse con una comunidad para sentirse segura, y que cuanto más utiliza la razón para relacionarse con el mundo, menos utiliza la emoción. Y esta convicción, que rige los ideales de nuestro sistema social, está basada en una fantasí la fantasía de la individualidad. Almudena Hernando parte de estas constataciones para mostrar cómo la disociación razón-emoción constituye la clave del orden patriarcal y, desde una perspectiva multidisciplinar y heterodoxa, rastrea las trayectorias históricas diferenciadas (en términos de identidad) de hombres y mujeres que han dado como resultado distintos modos de construir la individualidad moderna en unos y en otras. Su mirada es la de una arqueóloga que fija la atención en la lógica más profunda de los procesos sociohistóricos, y no en la apariencia que éstos puedan revestir en un momento dado. Y es también la de una pensadora comprometida con su si el orden patriarcal es resultado de una trayectoria histórica definida por la dominación de los hombres y la subordinación de las mujeres, relación de poder que, en cuanto norma social, aún se mantiene en la actualidad, "mi esperanza -dice Hernando- es desentrañar algunas claves para entender la lógica que lo guía, pero, sobre todo, que su comprensión pueda ayudar a luchar contra esa subordinación".
Almudena Hernando Gonzalo (Madrid,1959) es arqueóloga y catedrática de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Centra sus investigaciones en la Etnoarqueología, la teoría arqueológica, la arqueología de género y la construcción de identidades.
Este libro es tan esclarecedor que dan ganas de llorar. Aporta unas claves brillantísmas para explicar la construcción del patriarcado y del género tal y como lo conocemos, e interseca a la vez con mucha teoría ya escrita y con muchas percepciones personales. Imprescindible.
Es perfecto para comprender cómo y porqué surgió la desigualdad de genero, y, además, explica la evolución tanto de la mujer como del hombre a través de la arqueología. Es una lectura imprescindible para todas las mujeres y hombres feministas.
Durante todo el libro habla de algunos conceptos: - Identidad relacional: aquella típica de las sociedades cazadoras-recolectoras, y más adelante solo de las mujeres. Es aquella identidad que te hace identificarte con el grupo, las relaciones entre los miembros, y que da sentido a nuestra existencia como parte de algo más grande. Es fundamentalmente emocional. - Individualidad dependiente: típica de las sociedades en las que empieza a haber razón/ciencia/poder. Los individuos (varones) dejan de sentirse parte del grupo para manifestar su individualidad. Sacrifican la emoción para centrarse en la razón. Irónicamente, al individualizarse, forman un nuevo grupo, el de los poderosos, con unas características comunes (llevar traje y corbata). Se llama dependiente porque las necesidades emocionales siguen ahí, y por eso necesitan a una mujer que tenga una fuerte identidad relacional que cubra esa parte por ellos. - Individualidad independiente: lo que están empezando a desarrollar en opinión de la autora, muchas mujeres, y excepcionalmente, algún varón. Es la fusión de aquellas características de la identidad relacional (tiene en cuenta la emoción y la importancia de las relaciones humanas) con la individualidad (el uso de la razón, la ciencia, el poder). Dice que el objetivo sería que todos lleguemos a esto, pero que es una utopía.
Qué me ha parecido: al principio empieza haciendo una introducción desde la arqueología, hablando de lo que se sabe de sociedades prehistóricas y cómo se relacionaban. Luego habla de los comportamientos que se ven en distintos tips de monos. Luego habla de cómo entienden la identidad distintas sociedades indígenas del amazonas. En varias ocasiones critica la Ilustración, sobre cómo dice que los derechos universales de justicia e igualdad no fueron aplicados también a las mujeres.
Me parece interesante cómo habla de la sexualidad de los humanos y otros animales. Los bonobos y los humanos hemos perdido el celo, a cambio de una sexualidad siempre activa. Lo que, reproductivamente es menos eficaz, socialmente permite generar muchos y más fuertes vínculos sociales.
También dice que el origen de la desigualdad entre sexos no es la maternidad per se, sino la menor movilidad. Cuando una mujer está embarazada, pierde la capacidad de desplazarse tanto. Teniendo en cuenta que en las culturas orales, la movilidad se convertía en experiencia, y la experiencia en conocimiento, esa pérdida de movilidad suponía que tuviesen una realidad más limitada que la de los varones.
"A mayor impotencia, más identidad relacional". Así justifica que para una mujer esclavizada, se sentirá, primero, parte del grupo de esclavos. "De ahí que las mujeres blancas occidentales de clase media solo perciban en general un nivel de identidad rlacional vinculado con el género, mientras que las feministas de otros contextos contemplan muchas más dimensiones de dominación, interralcionadas de maneras complejas."
El libro se llama la fantasía de la individualidad porque esa individualidad es dependiente. Aquellas personas que se consideran independientes, en realidad han tenido un apoyo enorme para llegar hasta donde están, y aún estando en un alto nivel de individualidad, siguen requiriendo de un gran apoyo emocinal que otras personas tienen que darle.
"De ahí que al ciencia y la historia (que consittuyen el discurso social y de legitimación de nuestro grupo) solo reconozcan las dinámicas relacionadas con la razón, y no las qu ese relacionan con la emoción en el relato de las transformaciones que definen nuestra trayectoria." "No debe extrañar, digo, porque los estudios feministas están demostrando todo lo que el discrusos de verdad que reige nuestro orden social no quiere contemplar: la represión de la individualización de las mujeres cuando alguna de ellas, en función de su pertenencia a familias o grupos de élite, aprendían a leer y escribir: el fundamental aporte al sostenimiento del grupo que realizaron las que mantuvieron la identidad relacional; y la complejidad, los conflictos d epoder y el ejercicio de dominación sobra las mujers que define el proceso histórico. "
Una frase que me ha encantado es "Solo sintiendola, la vida puede comenzar a ser pensada, porque son los vínculos y no la razón los que la dotan de sentido. Que es sentir lo que da sentido."
En general el libro me ha gustado. Es cortito y aunque da vueltas sobre el mismo tema, tampoco se enrolla demasiado. Algo que me remueve un poco es que todo el rato estaba intentando traducir algunas cosas que habla sobre las relaciones heterosexuales a relaciones homosexuales. Sé que no es el objetivo del libro, y que puede que haya otros libros que hablen de lo mismo, pero me parecería interesante ver qué aspectos del patriarcado y del machismo evidentes en el mundo hetero sirven también en otros mundos de identidad de género y de sexualidad.
Si eres una persona no binaria/queer que te tiltea cuando se habla solo desde el binarismo, este libro no es para ti a no ser que abras un poquito la mente. Hay una parte que incluso dice: "Es por esta razón que considero que el concepto de género debe utilizarse con precaución, como una forma de hacer referencia a las identidades complementarias y desiguales de hombres y mujeres de la segunda etapa, pero sin hacerlo universal para todos los hombres y mujeres. Por la misma razón, me opongo al uso de conceptos como <> o, en general, a la identificación de la categoría con un conjunto cerrado de rasgos del tipo que sea." He cogido solo un fragmento de ese capítulo, así que a lo mejor es un poco tendencioso lo que he puesto, pero si alguien tiene una interpretación, lo puede ver en la página 173.
En este ensayo, la autora recoge de forma exhaustiva una explicación sobre el origen de la desigualdad entre hombres y mujeres acudiendo al método arqueológico y planteando distintas hipótesis que convergen hacia un mismo punto. Me ha gustado la forma en que analiza el surgimiento de la idea de individuo y cómo influye esa idea en las relaciones de poder hombre-mujer. Me ha parecido un ensayo muy lucido, profundo y con muchas vías para poder seguir investigando, independientemente de que me pueda cuestionar alguna de sus hipótesis. Junto con "La creación de patriarcado" de Lerner, este libro es un imprescindible en la reflexión feminista. Pese a que no me gusta calificar los libros, este es un cinco estrellas por muchos motivos.
Como el mito, la historia positivista mira lo que estudia a través del prisma de su propio orden social, devolviendo a la sociedad un discurso protector que la tranquiliza.
La individualidad es un modo de identidad muy costoso en términos emocionales, dado que es inherente a un grado de ansiedad constante, derivado de la sensación de que nunca se acaba de llegar a ser, ya que el cambio define la existencia.
El objetivo de este libro, indagar en el origen del orden patriarcal, es uno quizás trillado. A mí me cansa especialmente -además de por la deriva reaccionaria terf- porque defiendo que no importa que lo que es haya sido desde hace siglos o milenios para tener una esperanza casi inquebrantable de que un día dejará de serlo. No obstante, Almudena Hernando propone aquí que ese origen es relevante como parte de los relatos que nos contamos para explicar el mundo, que desentrañar el proceso histórico de fabricación del género y la consiguiente subordinación de las mujeres contribuye a desnaturalizarlos.
De esta forma, propone dos ideas innovadoras: -Que el momento en que se produce la especialización de funciones entre hembras y machos de Homo derivado de cambios evolutivos -las crías requieren una maduración extrauterina, naciendo frágiles y dependientes, por lo que las hembras se comportarán de forma más sedentarias para la lactancia- no causa directamente la desigualdad entre sexos. Porque la función reproductiva no se asume como inherentemente inferior en esas sociedades, que asignase un rol subordinado a las hembras humanas -no digo mujeres porque todavía no se había construido el género tm-. Por el contrario, las diferencias entre sexos que resultarán en el orden patriarcal son causadas por la mayor movilidad de los machos. Esto los obliga a desarrollar su capacidad tecnológica de control sobre la naturaleza y tomar decisiones, así como expandir su mundo vivido -en sociedades orales, solo lo observado puede concebirse- y, en definitiva, su comprensión de la realidad que conducen a una mayor distancia emocional. Proceso que culmina en la individualidad de los hombres.
-Que la identidad dependiente de los hombres en las sociedades modernas -frente a la identidad relacional de las mujeres o "femenina"- no es autosuficiente. Sino que se ha fabricado la fantasía de que existe una disociación entre razón y emoción, y que un ser humano aislado puede tener poder sobre el mundo sin necesidad de comunidad. Cuando, en última instancia, oculta que los hombres en su individualidad requieren la seguridad de la pertenencia a un grupo; pues de lo contrario deberían enfrentarse a la insignificancia de su fuerza frente a la del universo. Esta negación se utiliza principalmente con un mecanismo: las relaciones desiguales de género. Así, los hombres externalizaron su capacidad de vincularse al grupo en mujeres de las que, en realidad, dependen, ya que sostienen toda su conexión emocional protegiéndolos de su impotencia. Esta complementariedad de funciones también habría conducido a que la heterosexualidad se hiciese norma.
Seguiré rumiando cositas. No me voy a callar sobre este libro en un tiempo, amigas, ya lo siento.
*Gracias Marta por insistir en que lo recuperase del montón de libros que iba a jubilar sin leer (la yo de 2018 lo compró sin saber de qué iba) mandándome varios subrayados que sabías me despertarían el gusanillo.
Un ensayo que en el que se explica una cómo hombres y mujeres hemos llegado a ser como somos y relacionarnos como lo hacemos en la actualidad, a través de procesos prehistóricos e históricos.
El pilar del libro es que para la autora los hombres quisieron mantener a las mujeres en lo que llama “identidad relacional” precisamente para que sostuvieran los vínculos que ellos iban perdiendo a medida que tenían posiciones de poder, sin embargo, esta individualidad desarrollada históricamente por los hombres es dependiente, en tanto que necesita siempre las mujeres, para poder construir unos vínculos que ellos creen haber dejado atrás.
Además, el libro está lleno de ideas muy interesantes tales como que la individualidad está hecha de ansiedad, ya que es un modo de identidad en el que nunca se acaba de llegar a ser porque los que nos define es desear algo constantemente.
O cómo la complementariedad de funciones macho-hembra, a medida que la individualización masculina iba avanzando, que hizo que la heterosexualidad se fuera imponiendo como norma social hasta considerarla la ley natural sobre la que se asienta la sociedad.
Un llibre que hauria de llegir tothom per entendre la individualitat falsa que han construït les persones socialitzades com a homes al llarg de la història. MUST TOTAL.
Molt interessant. Poderós discurs antipatriarcal, en general molt ben argumentat. La part que tracta sobre la fonamentació prehistòrica del partriarcat, la relació entre coneixement i seguretat i la identificació de la mobilitat com a tret que acabaria reforçant les dinàmiques desiguals entre humans home i humans dona és absolutament excepcional i interessantíssima. Després entra en la modernitat amb unes explicacions massa simplificadament dialèctiques fins a arribar a una proposta de model social alternatiu, que com acostuma a passar en aquesta mena d'esforços és simplista, preicipitat i basat en l'evidència anecdòtica curiosament seleccionada. Hi ha algunes citacions sospitoses i que potser en part expliquen aquesta deriva (Freixas, Žižek, per indicar dos exemples), tot i que també hi ha bibliografia molt sòlida. A tall de curiositat, en les conclusions –lamentablement molt centrades en la segona part del llibre, clarament més fluixa– fa una petita incrusió en com les plataformes de relació social predominants existents a interenet no només sostenen sinó que també modelen la manera d'establir contacte amb altra gent i tot i que la bibliografia és una mica antiga i el tema és susceptible de ser distorsionat molt fàcilment, la reflexió és molt encertada i en consonància amb treballs més nous en aquest àmbit.
Saqué este libro de la biblio pensado que iba a tratar sobre otra cosa. Sin embargo, me he llevado una grata sorpresa.
Me ha gustado mucho como trata la identidad de género, como la relaciona con la historia y como muestra los distintos "roles" que ella denomina identidades/individualidad de hombres y mujeres en la sociedad pasada, actual y futura.
Plasma como razón y emoción siempre van unidas y a su vez estas forman parte de una identidad relacional de la que ningún ser humano puede escapar, la pertenencia a un grupo.
Me quedo con un montón de frases del libro, pero me gustaría compartir dos:
"Sólo se puede conceder autonomía a las dinámicas de los demás, cuando se está lo suficientemente seguro del conocmiento y del control de las propias, tanto para la razón como para la emoción"
"Para construir un cambio en la individualidad, es necesario entender las trampas del discurso social, entender en que consiste la negación en la que se funda y dejsr de creer en la verdad que predica"
Muy recomendable su lectura, tanto para hombres como para mujeres.
Decir que es un libro necesario, no hace justicia a la riqueza que se presenta en sus páginas. En esta publicación, Almudena Hernando presenta con maestría la complejidad de las sociedades humanas, de sus relaciones, procesos históricos... Es un análisis fundamental para comprender la situación actual de la sociedad occidental (principalmente), la necesidad de la lucha feminista, y cómo idear y orientar un futuro justo, sostenible y que rompa con el discurso y sistema patriarcal. Comprender quiénes somos, cómo hemos llegado hasta aquí, y hacer una (auto) critica, es, entre otras cosas, a lo que invita este maravilloso libro.
Aquest assaig és una mirada des de l'arqueologia i l'antropologia sobre allò que fem els homes i les dones i no només allò que diem que fem. Molt interessant veure com s'ha anat construint la ficció - més masculina que femenina - de la individualitat, mentre s'arraconava el món dels vincles, les relacions i les emocions. Més recomanacions de lectures d'interès al meu blog «Mirades»: https://agorafrancesc.wordpress.com/l...
Una explicación de la dominación masculina que continúa lo descubierto con Antonio Damasio: Hernando traza el momento en el que calcula que se funda el patriarcado y cómo ha ido evolucionando. La disociación razón-emociones y la contradicción inherente a nuestra cultura, cómo se construye el poder y la individualidad al negar los vínculos que sostienen a los varones.
"Una sociedad no patriarcal solo puede ser imaginada como una sociedad de hombres y mujeres libres, en términos de orientación sexual, porque su relación ya no estará determinada por formatos de género asociados a cada uno de los sexos, sino que estará basada en el deseo de compartir las emociones y las razones que ambos sepan generar, valorar e interpretar" Almudena tan acertada como siempre🫂
Almudena Hernando pudo observar el código fuente de las sociedades humanas y tiene a bien explicárnoslo con una argumentación impecable. Imposible de desver una vez visto.
Sagaz. Particularmente brillante. Una argumentaución plausible respecto a la construcción del órden patriarcal. Pocas teorizaciones hacen tan bello puente entre la lectura arqueológica/historica/social y las posibilidades concretas para nuestro presentes y futuros (tecnologizados). Un libro razonablemente esperanzador.
al principio me quejaba internamente de que era demasiado repetitivo pero gracias a eso tengo la sensación de haberlo integrado todo super bien y de que podría explicar las ideas casi casi como si fuesen mías y esto es especialmente importante porque tengo que hablar de esto a muchas personas.
La disociación razon- emoción como herramienta que sostiene el sistema patriarcal. Descripción de hiptesis evolutiva sobre cómo se ha llegado a una sociedad de la razon que destaca el poder y la individualidad bajo el coste de ignorar y negar el componente emocional y vincular de la pertenencia a una comunidad. El cuestionamiento de la justificación antropológica, cuyo estudio se ha visto sesgado por una mirada al pasado contaminada por el presente: estudio de comunidades que corroboran la visión positivista y biológica; en detrimento de otras que exponen modos de funcionamiento y organización igualitario, en el que la división de tareas no ha supuesto una jerarquía de poder, dado que en ninguno de los casos existia una distancia emocional ni control sobre la realidad. La división de tareas se justifica por el cambio respecto a otros antecesores en la duración del tiempo de maduración de las crías. Las crías son más inmaduras, requieren cuidados más prolongados, por lo que la movilidad de las madres se ve reducida. Esta diferencia implica una ganancia progresiva de control y conocimiento sobre el medio de quienes tenían más movilidad, dado que esta implica mayor exposicion, toma de decisiones y asertividsd. Los sujetos que cuenta con ella se van individualizado y con ello van ganando poder sobre quienes no tienen este conocimiento. Es la movilidad (la ganancia de control sobre la realidad), y no la maternidad en si, lo que da lugar a la relación de poder entre sexos, dado que la division de grupo se hace en funcion de sexos por cuestiones reproductivas. A medida que se desarrolla el control sobre la realidad, el proceso de individualizacion avanza. La aparición de la escritura permite separar la experiencia en dos: lo concreto y lo abstracto, lo cual permite poner distancia emocional y ganar control sobre la realidad. Tiene su auge en la época de la ilustración, donde la dominación de la razón es absoluta y se construye la identidad individual (sujeto agente y ateo), en contraposición a la identidad relacional (individuo objeto de un sujeto mítico que no se entiende fuera del grupo, no hay yo), que es la que predomina en los tiempos anteriores. El conocimiento racional, la ganancia de control y la especialización del trabajo hace que el sujeto empiece a independizarse del grupo, apareciendo la amenaza de la diferencia. Antes la amenaza estaba fuera, en lo no humano; por eso la comunidad se reforzaba, el lema era "mejor malo conocido que bueno por conocer" y la identidad era relacional. A partir de ahora el cambio es el motor para continuar ganando control, y la identidad se individualiza. Se refuerza y se reconoce el valor del componente racional de la identidad, y de la mirada hacia el yo a traves del conocimiento y satisfaccion de los propios deseos, invisibilizando (hasta negar y hacer inconsciente) la esfera emocional y la necesidad de pertenencia. Mecanismos de identidad individual o relacional se activarán según la percepción de poder y control. La sociedad actual idealiza la individualidad (encarnada por hombres) y desprecia la identidad relacional (encarnada por las mujeres) porque la primera se asocia con el poder y la segunda con la impotencia. La identidad relacional se actúa, pero no se piensa ni se reconoce. Cómo se actua: relaciones desiguales de género y adscripción a grupos de pares. Así se compensa de forma inconsciente el déficit de vínculo que implica la ganancia de individualidad. Se construye la fantasía de la individualidad. Y para sostenerla, se construye la norma de la heterosexualidad, que garantiza la complementariedad de funciones. Resulta imprescindible entonces que las mujeres no ganen individualidad para poder seguir asistiendo emocionalmente a los hombres (individualidad dependiente), y no se haga evidente la fantasía de potencia en la que viven. Se escinde lo emocional, se retira del discurso social, se actúa de forma inconsciente y se deposita en las mujeres (relacion de genero). Comienza el orden patriarcal. Los hombres han ido delegando su capacidad para sentirse vinculados en mujeres de las que dependen tanto más cuanto más importancia le den ellos a la razon como único mecanismo de seguridad, lo cual es una contradicción, porque dependen más de ellas cuanto menos reconocen la contribución de su función a su bienestar y supervivencia grupal. Y la percepción masculina de su propia dependencia motiva un rechazo hacia la función de las mujeres, a las que sin embargo necesitan, porque deja en evidencia la impotencia que pretenden negar. Cuestiones narcisistas inconscientes escindidas. Además de externalizar el ejercicio de la identidad relacional a través de la relación de género, se produce una actuación inconsciente: construcción de identidades relacionales a través de las cuales establecer conexiones emocionales y de pertenencia (equipos deportivos, políticos, ejército, identidades nacionalistas, grupo de poder). En estos contextos, el individuo desaparece. Los deseos no tienen que ver con sus necesidades emocionales, que muchas veces desconocen, sino con mantener su pertenencia al grupo. Es una paradoja, porque según se van diferenciando posiciones de poder individual en el grupo, la identidad de los hombres que la encarnan va disociandose en dos niveles: uno consciente que refleja el discurso social y favorece el desarrollo creciente de la identidad individualizada, y otro inconsciente que se caracteriza no sólo por la necesidad igualmente creciente de establecer relaciones desiguales de género, sino por la de adscripción a grupos de pertenencia para compensar la distancia emocional que es inherente al poder en el grupo. Se abandona la identificacion con un grupo a través de adscribirse a otro. En la modernidad, la complejizacion de la sociedad ha exigido una especialización del trabajo para mantener el ritmo del cambio. Esto ha llevado el mensaje de individuacion tambien a las mujeres, que ahora tienen posibilidad de desarollar una individualidad. Sin embargo, persiste a la vez el mensaje subyacente e invisibilizado de su tarea como aglutinadoras de vinculos. En este doble mensaje invisible se encuentra el conflicto de muchas de ellas (mensaje de individualizarae y de no individualizarse), y la contradicción entre el discurso de igualdad de muchos hombres y el establecimiento en su vida personal de relaciones desiguales de género, en las que demandan a traves de la emocion que la mujer mantenga su rol de cuidado. La mujer moderna está conociendo la individualidad independiente, en la que reconoce la importancia de los vínculos para poder desarrollar la individualidad (lo negado) la construye de forma no dependiente de relaciones de poder. Coexistencia de posición de sujeto agente y objeto de deseo/aceptación grupal, contradicción inevitable, inherente a la existencia (deseo de ser vs pertenecer)
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Un básico para comprender que la individualidad es una fantasía que nos cuesta la vida (o al menos una que merezca la pena). Base para el desarrollo de una cultura de cuidados.
Mi historia con este libro es la siguiente. En 2020, un grupo de mujeres comenzó un club de lectura online al que me uní tenuemente, porque estaba pasando por el muy humano y ocupado proceso de: a) vivir una pandemia mundial y b) desenamorarme de mi entonces pareja. Pura relacionalidad por mi parte. Este, como otros libros, fueron empezados y nunca acabados, olvidados en el archivo digital de algún teléfono que todavía conservo porque nunca paso las fotos a al disco duro externo que me compré hace seis años. Me aterra la idea de no recordar, pero mis actos presentes me impiden asegurar, al menos, la representación pixelada de esos recuerdos, un poco como los americanos cuya identidad profesada no casa con los restos encontrados con sus cubos de basura. Por distintas razones, este año he decidido retomar las lecturas de ese momento, para ir completando la lista, aunque sea sola y con cinco años de retraso.
La fantasía de la individualidad trata sobre esa contradicción entre lo que somos y lo que decimos ser, reproducido a escala social. Almudena Hernando es prehistoriadora y utiliza las herramientas de esa ciencia para intentar desentrañar la razón de ser de nuestro mundo, poniendo un enfoque en nuestro pasado más lejano para intentar encontrar las raíces de esa bifurcación en la construcción identitaria de hombres y mujeres. El análisis que hace respecto a los bonobos, los primeros grupos humanos y las actuales sociedades me parece, a falta de una palabra menos sobreutilizada, fascinante. El desligamiento de toda construcción basada en el esencialismo de género, haciendo recaer el peso de este proceso gradualísimo en el mayor movimiento de unos, la construcción de la realidad a través del espacio y el tiempo y las diferencias en la construcción sináptica de esos primigenios cerebros me parece absolutamente demoledor y no entiendo – de verdad que no – cómo textos como este no tiene mayor cabida en la conciencia general en relación con la formación del mundo. O bueno, quizá sí, quizá sí que lo sé.
Otra cosa que me arrolla: el impacto del desarrollo del proceso de comunicación en la formación de la narrativa histórica. Trabajo con niños y es poco menos que asombroso comprobar a tiempo real la explosión del lenguaje y lo que esto supone en su desarrollo como ser humano. No estoy descubriendo nada diciendo esto, no tengo análisis demasiado sesudos al respecto porque estoy en esta posición más de rebote que por una cuestión estudiantil. Soy testigo únicamente, pero me da la posibilidad de ver (de forma incompleta y sesgada, porque al fin y al cabo todos ellos han nacido en una sociedad alfabetizada y la escritura forma desde la cuna parte de sus vidas) el poder tan inconmensurable que da hallar esa posibilidad de comunicarse, la frustración en el proceso de intento, la necesidad intrínseca por hacerse entender. El esencialismo de género es una quimera, pero la necesidad de expresarse, de comunicarse, no lo es.
He resaltado muchos párrafos de este libro y me ha dado, por otro lado, una nueva lista de libros que leer, que es el desdoblamiento eterno que producen las buenas lecturas. En todo caso, imprescindible lectura para todas aquellas personas que sientan la contradicción constante a la que nos somete la sociedad actual en los huesos.
Un libro interesante, todavía más para cualquiera que atienda a las intersecciones entre la arqueología de género, la antropología cognitiva y la teoría social crítica feminista. Aunque en algunos puntos el fuste argumentativo flaquea (se echa en falta un mayor diálogo con la dimensión que la categoría política de 'raza' incorpora en las dinámicas que el libro analiza -y Hernando parece considerar la noción de 'interseccionalidad' un invento postmoderno !! -; la autora desbarra ligeramente cuando habla de orientación sexual; y su más o menos diluida vocación nomotética obliga a la asunción de un esquema vagamente evolucionista que no por no proponerse como unilineal demanda menos reflexión adicional), el argumento general es muy sugerente, sobretodo dándose por entendido que busca inaugurar una senda de investigación; que se autopiensa, por decirlo en palabras de Foucault, como "un libro tal que otros libros son posibles, no necesariamente escritos por mí".
Ensayo crítico y fundamentado sobre las desigualdades frente a la individualidad y la capacidad de desarrollo emocional y relacional respecto a los roles de género establecidos. Es una lectura que revisa la sociología y la historia, desde que surgió la especie Sapiens y comparativa con los chimpancés y bonobós.
Me ha parecido especialmente interesante que la autora refleje con ejemplos accesibles lo que supone el hilo de la historia, así como resaltar el factor de saber quién escribe la historia y con qué propósito.
Recomendable para indagar en cuestiones de género y de individualidad dependiente masculina frente a los roles de cuidados relacionales de las mujeres.
Buenísimo. Necesito tiempo para digerir, reflexionar, analizar y comentar. No he dejado página sin subrayar. "Mientras no se reivindique que la emoción y los vínculos juegan un papel tan importante como la razón y la individualidad en la construcción de los mecanismos de seguridad de la modernidad, que el individuo no se sostiene sin la comunidad ni la razón sin la emoción, no será posible cambiar el orden social, y solo se estará contribuyendo a reforzar la lógica que lo ha guiado hasta ahora."
Excelente propuesta que, sobre una tesis muy sencilla, realiza un diagnóstico revelador sobre el orden social dominante. De esos libros que te aportan claves para observar la sociedad desde un nuevo prisma. Un análisis del orden patriarcal que demuestra que la lucha por la igualdad de género debería versar en la superación de la propia categoría de género, lo que requiere dejar de disociar el mundo emocional (femenino) del mundo racional (masculino) sin lo que no será posible avanzar hacia una verdadera igualdad que liberaría tanto a hombres como a mujeres. Muy muy recomendable.
Como ya lo dijeron muchxs: es esclarecedor. Almudena explora el origen del sistema patriarcal desde una perspectiva arqueológica, mas no biologicista, e integra ejemplos de lo cotidiano para poner en perspectiva la parte más teórica de este trabajo. Una lectura muy recomendada para quienes quieran explorar el tema de la igualdad de géneros, el género en general y las dinámicas de poder que acompañan a esos términos.
Almudena consigue poner en palabras lo que muchas personas ya veníamos diciendo de forma esporádica. Su forma de conectarlo todo es magistral, y además, se preocupa por repetir cada punto las veces suficientes, con palabras distintas y explicaciones adecuadas, como para que lo comprendas. Este libro me ha terminado de cambiar la vida.