Humor negro. acción vertiginosa. diálogos apretados y chispeantes. un estilo rápido y seco como el de un Hemingway tragicómico. hacen de esta novela una lectura apasionante. Y sitúan a Osvaldo Soriano en una línea absolutamente diferente a la de los autores latinoamericanos del Boom. ITALO CALVINO
Soriano became a staff writer at La Opinión right from the start in 1971 when editor Jacobo Timerman founded the newspaper. La Opinión was permeated with progressive politics and soon there was an attempt to squash the left-wing influence with-in the paper. After six months of not having any of his articles published, Soriano began writing a story in which a character named Osvaldo Soriano reconstructs the life of English actor Stan Laurel. The work became his first novel, Triste, solitario y final (English: Sad, lonely and final), a melancholic parody set in Los Angeles with the famed fictional Philip Marlowe detective as his joint investigator. It was some months after the publication of his novel that he visited the American city, and actually stood by the grave of Stan Laurel, leaving there a copy of his book. Shortly after the Proceso de Reorganización Nacional coup d'etat in Argentina in 1976, he moved to Brussels first (where he met his wife Catherine), and then to Paris, where he lived in exile until 1984. While in France he befriended Julio Cortázar with whom he founded the short-lived experience of the monthly magazine Sin censura. After the fall of the military junta he returned to Buenos Aires and the publication of his books were met with large success, not only in South America but also in Italy and several other countries where his works begun to be translated and published. In his books, Soriano succeeded in mixing his experiences as a democratic activist and as a strong critic of the violence wielded by reactionary governments with extraordinary humour. A lover of both football/soccer and cinematography, he often honored both in his work. Soriano was a known San Lorenzo fan. After his death in 1997, he was buried in the La Chacarita Cemetery in Buenos Aires. His work has since been translated into at least fifteen different languages, and has inspired film directors and producers on fiction and documentary works based on his novels and life-experience.
The cycle of killing that becomes logical to those caught up in the violence is examined through the lens of an uprising in a small town in Argentina. This cycle often is unknown to combatants; and it becomes known only after the kenetic modalities have too much momentum. Sould be read by members of the armed forces.
Alguien tendría que prestarle este libro a Tarantino. Lamentablemente, lo más probable es que el feliz encuentro nunca se produzca; entre otras cosas porque ya existe una versión cinematográfica, y encima buena, que dirigió Héctor Olivera en el 83. No habrá más penas ni olvido es el relato de una enorme masacre tarantinesca, y una masacre, además, carente de todo sentido. Se enfrentan peronistas contra peronistas, como ya estaba pasando en 1974, cuando Soriano la escribió, y como seguiría pasando; se enfrentan violentos contra violentos, y al final se mueren todos. Ni la novela ni el lector podrían tomar partido. Comparemos este caso con el siguiente hecho: en dos de sus películas más recientes, una de las cuales es probablemente una obra maestra, Tarantino ha decidido complementar la violencia masiva con una leve justificación moral: está bien matarlos porque son nazis, está bien matarlos porque son esclavistas sureños. Esto es un error obvio, porque la violencia por lo general es independiente de sus propias justificaciones, y porque el cine de Tarantino en particular no las necesita. Sus mejores personajes son seres humanos despreciables, rayanos en la psicopatía, pero a quienes de todas maneras es un gusto ver en acción. En todo caso, la violencia nos dice más sobre sí misma cuando simplemente se nos muestra en toda su inutilidad (no importa si está estetizada, como en las películas de “QT”, ya que lo estético es por definición inútil). El vacío y las ruinas que quedan después de cada masacre son un mensaje en sí mismo, el mensaje más apropiado de todos. Y acá vuelvo a No habrá más penas ni olvido, aunque nunca me fui. Creo que toda reivindicación de la lucha armada es un error, y que no menos lo es la reivindicación ideológica y estética de quienes fueron víctimas de la violencia estatal. Se quieren buscar grandes ideales y propósitos para los desaparecidos, porque la alternativa, o sea la verdad, es demasiado dura. Sus muertes no tuvieron sentido, no sirvieron para nada, excepto quizás para evitar más muertes similares, aunque hubiera sido suficiente con evitar las suyas. Es duro, pero la violencia invariablemente nos deja ese vacío. La novela de Soriano es brillante porque nos pone ante él sin acotar nada, sin opinar, y sin ponerle los revestimientos que pueden ser tan tentadores. No habrá más penas ni olvido es una de las grandes novelas argentinas, y lo admito un poco a mi pesar, porque el autor no es santo de mi devoción. Soriano no escribía bien. Esta novela es la prueba de que incluso la mala prosa puede convertirse en literatura si acierta en otros aspectos.
Un día, Ignacio Fuentes, peronista y delegado municipal de Colonia Vela, es acusado de traición por otro grupo de peronistas. Negado a renunciar a su puesto, se atrinchera en la municipalidad con sus empleados, y comienza una batalla campal en la que ambos bandos luchan al grito de: "¡Viva Perón!". Este es básicamente el argumento de No habrá más penas ni olvido.
La novela me gustó mucho y me atrapó desde las primeras líneas, ya que el conflicto y la acción se introducen desde el comienzo. Es ideal para leer de una sola sentada (aunque yo la tuve que leer en dos por falta de tiempo).
La prosa de Soriano es simple, abundan los diálogos y tiene cierto humor. No hay reflexiones, ni se hace un análisis en profundidad del panorama histórico de la Argentina en aquella época. Quizás algunos le critiquen esto, pero yo creo que es una sátira que invita a pensar. Cada lector sacará sus propias conclusiones.
No sé si un extranjero podrá entender la profundidad de esta novela que se presenta como una gran batalla, en un pequeño pueblo, entre los peronistas, todos a la espera de que el general Perón se entere de su existencia y se sienta orgulloso por defenderlo. Todos lanzando balas a lo "viva Perón". Me hizo acordar a discusiones que escuché entre peronistas para ver quién era más peronista y "quería" más al general. Un general que no es "milico" ni es "general". Otro punto de discusión. Nunca entendí a la militancia, pero esta novela es como un pedazo de nuestra historia que los argentinos deberíamos comprender. Ahora que está tan en boga la "grieta" y las lateralidades. Otro punto es la vigencia. En tanto leía me parecía estar leyendo una novela escrita hoy. Seguimos usando los mismos términos para el enfrentamiento político: "gorila", "milico", "derecha", "peronista", "bolche". La recomiendo, sobre todo a los argentinos o quienes quieran entender a los argentinos.
El epígrafe de Pavese de la segunda parte: 《Con amor o con odio, pero siempre con violencia.》 resume a la perfección lo que es este libro.
Colonia Vela es un pueblito argentino en tiempos del peronismo. Muestra la confusión de las personas, el caos y la violencia que produjo una ideología política que nadie terminaba de entender pero que todos defendían a muerte. Todos los personajes se definen como peronistas y acusan al bando contrario de no serlo y se matan de las formas más horribles y siniestras. El lenguaje es muy crudo, no se guarda nada, te cuenta al detalle cada uno de los actos violentos de todos y es desagradable. Me da náuseas pensar lo crueles que pueden ser las personas.
Todo avanza demasiado rápido. La historia comienza una tarde cualquiera de verano y al amanecer siguiente ya están todos muertos, volaron medio pueblo y el ejército de Capital está en camino para restaurar el orden. Todos los personajes son violentos. De hecho, si tengo que definir este libro con una palabra, sería: violencia. Y violencia sin sentido, matar por matar, tortura en nombre de alguien mencionado como una especie de Dios omnipresente al que tienen que defender de los herejes.
Dato de color: me gustó lo argentino que es el lenguaje. Tipo, alguien que no está familiarizado con las expresiones o en general con la forma de hablar creo que no entendería ni la mitad del libro. Me hizo sentir muy en contexto, como que es una historia que no podía pasar en ningún otro lado.
1001 Libros que hay que leer antes de morir: N.º 179 de 1001
Un clásico de la literatura argentina que, al igual que Rosaura a las diez, pasó por debajo de mi radar. Se ve que si no perteneces al boom latinoamericano, el sistema educativo español no concibe tu existencia. Cuánto me he perdido. Al menos en el caso de Marco Denevi y Roberto Arlt, porque esta novela de Osvaldo Soriano no me ha entusiasmado especialmente, aunque su valor histórico sea inopinable.
La novela es muy sencilla, no tanto su trasfondo, contexto y concepción. Todo inicia con un dialogo seco, directo, lacónico, que marcará el estilo y desarrollo de la novela: tenés infiltrados. Qué significa. Bueno, hermano, pues que estas bien jodido. Esta frase sencilla encierra un significado amenazante y sangriento; más que una frase, es un enzima de autodestrucción, un catalizador para la violencia ciega e indiscriminada. Esta frase, como decía, es una información que se le comparte al lector y al delegado municipal, Ignacio, peronista viejo al que acaban de colocar en la picota. Sospechoso de izquierdista, las fuerzas del orden del pueblo van a por él. Eso sí, si le quieren van a tener que mear napalm y sudar sangre, porque el Ignacio no se va a dejar prender tan fácilmente. Así, con esta frase y con esta determinación, el pueblo se convierte en un campo de batalla improvisado en el que unos y otros, peronistas viejos y nuevos, se mataran a sangre fría. Vecinos de toda la vida de un pueblo pequeño, solo necesitaron de una frase para destruirse.
La historia, como os cuento, es muy sencilla, si acaso sus significados ocultos son los complejos, pues Soriano, con este trasunto de alegoría disfrazada de estampa macabra, nos cuenta la deriva esquizofrénica de los últimos años del peronismo que terminaron con la sanguinaria e infame Dictadura de los Generales. Este episodio oscuro de la historia argentina es imposible de abarcar en una novela, no digamos ya en una reseña, por lo que no ahondaré más en esto. Lo que sí puedo decir, por el simple hecho de que la novela incluye entrevistas al autor y comentarios de su obra realizados por lumbreras tan celebres como Julio Cortázar, es que Soriano logró sacudir la opinión mundial sobre lo que ocurría en Argentina durante la dictadura y sobre las causas que la provocaron. La mayoría de los comentarios son favorables y encumbran a la obra, pero algunos son más mesurados en sus elogios, diciendo que la novela es un ejercicio de simplificación un tanto burdo incapaz de representar un episodio tan tumultuoso, o directamente reduciéndolo a una lucha entre peronistas que en poco se ajustaba a la situación. Como he dicho, no conozco lo suficiente la historia del siglo XX de Argentina, y estos comentarios los hago en base a las opiniones de terceros incluidas en este libro. Ese es mi único aval.
Por lo demás, ignorando su interesante contexto histórico y cultural, la novela no es más que eso, una estampa macabra en la que una batería de personajes apenas bosquejados se matan los unos a los otros en una espiral (auto)destructiva cada vez más sangrienta. Por sí misma, la novela no ofrece mucho más. Además, el estilo no es muy de agrado, tan lacónico, tan espartano y seco. Quizá es efectivo y apropiado para la historia que cuenta, aunque a mi me gusta la prosa más florida y trabajada. Si juzgo a la novela por lo que es, sin conocer nada de su continente, no puedo darle una mayor puntuación. Una historia debe defenderse por si misma, pues con el tiempo y el espacio, todo contexto histórico termina no importando. Los valores de una historia, sus emociones y e ideas, sin embargo, deben ser universales y ajenas al contexto y vicisitudes que la concibieron. Por su contenido, y no por su continente, Los pazos de Ulloa o Los gozos y las sombras son inmortales; no necesitas saber que era el caciquismo ni cómo funcionaba la segunda republica española para entender a sus personajes y emocionarte con sus desventuras.
Es un libro muy divertido de leer, que te lo comés en una sentada. Una mirada cínica pero histriónica de la pasión política y sus picardías. Me encantó.
Back in 1913, my Uncle Sid worked on a ship that went down to Buenos Aires from Boston, Mass. The way he told it, he almost decided to stay there forever, it was such a grand, rich city with opportunities for anyone. Every man ate steak every day. Argentina then was one of the most prosperous countries in the world, perhaps number six on the "rich country index". By the time Soriano published this book (first in Spain because the Argentine generals would never have let it appear), Argentina had slipped a long way---down to around number eighty. How could this happen ? How could a country so mess up its chances ? Who or what was responsible for the inflation, the civil wars, the rising poverty, the decline in services, education, health; the corrupt, inefficient government ? Of course there is not just one, simple answer. You could write an academic treatise about it, and many people have. Or, you could try to say it all in another way, which is what Soriano has done in this amazing book. A FUNNY DIRTY LITTLE WAR reminds me incredibly of Nathaniel West, though the subject is different. No magical realism for Soriano. This is all action, everything is expressed through a tightly-controlled, gripping series of events. I doubt you can put this 108 page book down until you finish it. The Peronist police (supporters of the longtime dictator, Juan Peron) in a small country town need to find and arrest some "infiltrators" to show the capital that they are on the job. They nominate a couple individuals, but these so-called traitors refuse to go quietly. What's more, they consider themselves Peronists too. A battle starts between the two sides. One group resembles fascists, the other, perhaps communists. Executions, torture, shootings, explosions, fires, and deaths continue right up to the end. The village is largely destroyed on a single night and, most symbolically, is covered in pig manure dropped by a `leftist' hero in a cropduster. Argentina in a nutshell. Nobody seems to realize that their killings and destruction achieve nothing. Peron is still in power, laughing behind his sunglasses, while all those who could rid the country of him fight each other. As day dawns, the surviving "heroes" dedicate the beautiful new day to.......Peron ! A most powerful political satire which explains Argentina's predicament better than any serious work I've ever seen. Wall-to-wall action brings you inevitably to a feeling of sadness at the human condition. [Abe said "Where you want this killin' done ?" and God said, "Out on Highway 61".] Brilliant, simply brilliant.
"'A Funny Dirty Little War' tells the story of a political confrontation in a small village in Argentina. Obscure differences between Peronist supporters and leaders escalate in a crescendo of violence to the final massacre. The characters, who with each chapter evolve from the comic and grotesque to the tragic, are observed by the author with a cool, dispassionate gaze, though in the end we are left with a feeling of bitter pity. This is because, in spite of all their moral and mental wretchedness, in spite of the emptiness of their ambitions and fanaticism, they are themselves poor victims.
"The black humour, dizzying action, crisp, sparkling dialogue, the rapid unemotional style, like that of a heroic-comic Hemingway, make this novel gripping reading. 'A Funny Dirty Little War' places Osvaldo Soriano in a completely distinctive line from that of other Latin American writers." Italo Calvino. (From the back cover of the 1986 hardback edition from Readers International a London based publisher).
I can't think of a better description of this book than the one from Italo Calvino (does Calvino's name still mean anything? Well it does for readers of my generation, he is an author of almost sacerdotal authority). I have read, in translation, a great deal of literature by writers from South America thanks to my good fortune in growing up in the 1960's and 70's when a cornucopia of brilliant authors from what was then referred to as 'Latin America' were published in English and because my father owned so many of them I gained a love of and appreciation of a whole continent's literature and history. It was that grounding that led me to this long (undeservedly) forgotten author and novel but I never expected to read a novel that tells a tale so presciently relevant to today. Remove the words Peron and Peronist and substitute others (I won't besmirch my review with specifics) and you could be reading a satire so recognisable and relevant that you would not believe that it was fifty years old. This is a wonderful little novel - I always believed that what was written about far off countries whether Uruguay, Brazil or whatever had a relevance and truth beyond their origins but I never dreamt how relevant and true. I can only say do everything you can to read this marvellously funny, sad and important book.
Como se ha dicho con insistencia, este relato de Soriano se lee hasta el final, sin posibilidad de abandono, en pocas horas. La novela sirve como excelente alegoría de una época. Es un retrato del caos. Y como este último concepto indica, los hechos ocurren de golpe, inesperados y sin más explicación y opción de acción que la arbitrariedad individual (y con alianzas de última hora) ante el desconcierto imperante. Qué opinará Perón, se preguntan o arriesgan diferentes personajes en el desarrollo de la historia: existen tantas respuestas como subjetividades. Agrego, para concluir, que la novela es mil cosas antes que antiperonista, esa lectura peca de una unidimensionalidad deliberadamente sesgada.
When magic realism is replaced by sheer reality, Latin American writers are capable to turn their novels to ultraviolent stunners. With an invaluable insight into Argentinian activist groups, it depicts how one can stop thinking of humanity and learn how he must love the bullets instead of gorgeous women! A different book which easily captures the reader.
If you ever had any doubt about how useless and pointless a war can be, especially a counterinsurgency war, a civil war, a war that pitches neighbor against neighbor, this short lucid novel will convince you. Black humor, rapid action, brutality and stupidity and ego, in crisp engaging prose.
Argentina es un país fascinante. La forma de vivir su identidad, y festejarla, es única. No cabe duda del porqué son referentes en ámbitos que van desde el rock argentino, seguramente el género latinoamericano más influyente del siglo pasado, hasta las barras bravas, con dosis tan altas de hermandad que llegan parecer una enfermedad. Pero son estos rasgos los que los unen y los engríen, una característica particular al ubicarse dentro de una región tan acostumbrada a la sumisión. Y por supuesto, esta manera de vivir la música y el fútbol se proyecta hacia un tema mucho más controversial: la política.
En Latinoamérica, está más que justificada históricamente esa desconfianza a la clase política. Nos han vendido a los gringos, a los chinos, a las petroleras o a cualquiera que ofrezca el más mínimo rédito a nuestro gobernante de turno. Como respuesta a esta situación, han emergido movimientos que, al menos discursivamente, se alinean al pueblo. Y que, definitivamente, entienden mucho mejor su forma de comunicarse. En Argentina, este movimiento tiene un nombre propio: el peronismo. Tan heterogéneo, tan polarizante, tan... popular.
Tenés infiltrados, así abre este libro. Con esas dos palabras tan directas como concluyentes: te están traicionando y algo tendrás que hacer. La época es única: el tercer período presidencial de Juan Domingo Perón. Ese momento en el que el peronista ya no era solamente quien tuviera afinidad por la lucha obrera o gratitud por la universidad gratuita, sino todo aquel que estuviera dispuesto a gritar a todo pulmón ¡Perón o muerte!; ese momento en el que los gorilas, antes acérrimos antiperonistas, se habían convertido súbitamente y estaban autorizados a perseguir marxistas revoltosos; ese momento en el que la mayoría de naciones vecinas tenían ya dictaduras militares.
Soriano no evoca los hechos, sino las sensaciones de la traición política. Esa desesperación al darse cuenta de que el líder confiable prefiere creer en advenedizos con retórica que en compañeros leales. Pero esto no está narrado, ni cercanamente, como un drama. No es un repaso histórico, con causas, consecuencias y razones. Es una situación específica en una locación rural donde todo sucede de la manera más ágil y efervescente. Acción, humor y valor, tan abundantes en esta obra como necesarias para sobrevivir a cualquier judas político, diciéndole sin recelo a la cara: tirá los fierros, y vamos a ver quién es más.
Una novela abrupta, instantánea, que te deja sin palabras.
No habrá más penas ni olvido es una novela sobre una guerra entre peronistas, policías del pueblo peronistas, civiles con armas peronistas, los vecinos de siempre peronistas. Y todos ellos peleando por Perón, porque nadie les va a enseñar a "ser peronista" y porque ante la acusación de ser comunistas, ellos responden: "¡Perón o muerte!"
Podría parecer un absurdo; pero no lo es. Eso ocurrió en nuestro país, un líder que señalaba con el dedo criticando a unos peronistas, mientras reivindicaba a otros menos peronistas y echaba a otros muchos peronistas. ¿Un trabalenguas? Tal vez. Seguramente así se sintió en aquella época.
Soriano escribe esta novela un año antes de salir exiliado del país, lo publica fuera. Elige un pueblo pequeño, una biopsia de la situación social de un territorio amplio. Tanta acción, tanta sangre, tanto conflicto en un pueblucho es excesivo. Sin embargo, no hay mejor comparación.
Se podría hacer un análisis acerca de si la novela es peronista, antiperonista, gorila o patriótica. Pero no viene al caso, porque eso sería juzgar un hecho histórico y no un libro.
No habrá más penas ni olvido es una novela fuertemente dialógica, donde las descripciones escasean y la acción se desarrolla in crescendo, aunque aparece desde la primera página. No hay tiempos para la pausa, en todo momento algo está sucediendo. Por esto mismo, es recomendable leerla de un tirón. Vamos que no es mucho, a penas 150 páginas.
Con personajes fuertes, con muertes crueles, con escenas que horrorizan y procuran el debate. Al final del libro, la edición trae un especial de comentarios que han hecho acerca del mismo reconocidas figuras de la literatura, recortes de entrevistas a Soriano, etc.
Aún horas después de terminar el libro seguía pensando en el fin que tuvieron algunos personajes. Obviamente la novela impacta. Y eso es bueno.
Uno de esos libros que se leen de una sentada; de los que no te podés desprender. La prosa de Soriano es clara y accesible, seca, sin rebuscarse. Al punto.
"Yo nunca me metí en política; siempre fui peronista". Duríssima frase, difícil de afrontar, pero quizás necesaria como expresión de cierta lectura sesgada de la época que hacía el peronismo revolucionario. El pueblo peronista era el de la Resistencia, el que celebró la muerte de Aramburu, el que acompañó al Tío Cámpora... pero también era este. El que simplemente buscaba el retorno al tecnicolor de los días felices.
Un excelente libro para docentes que quieran introducir en secundarios el tema de los 70s. Las similitudes entre la novela y lo que efectivamente sucedió con la muerte de Perón en muchos municipios (San Isidro es un ejemplo) es impresionante.
The first thought that comes to mind is 'delightful', it truly is. Imagine Tarantino writing a novel... that's Soriano's masterpiece No Habrá más penas ni olvido. Wonderfully tragic, violent, grotesque, bloody, funny, and extremely argentinian. You don't know why Peronism is such a big deal for Argentines? This novella encapsulates some of the core principles of that national movement: it's popular, often cult-like, passional, and it has a long history of extreme violence both from within and without. Soriano tells a tale of destruction between peronist factions accusing each other of treason, resulting in an epic slaughter. It's just so good. It's a refreshing read, full of twists and jokes; almost all characters are memorable in one way or another, and their insanity is contagious.
Pequeñas escaramuzas en un pueblo perdido de la Argentina profunda que tratan de representar los conflictos de la historia de mediados del XX de dicho país. Una batalla de absurdos donde predomina la violencia, la miseria y la muerte. Todo ello tratado en ocasiones con cierta mirada tierna y con diálagos con toques cómicos que adulcoran una historia cruda con mucha crítica social. La novela, además, es breve y en ella predomina la acción y el diálogo vivo, lo que la vuelve muy dinámica y adictiva.
El gordo Soriano nos muestra las dos caras de una misma moneda, del peso Argentino, enfrentadas a la vez y unidas por un factor común que es por la figura de Perón.
El autor no tiene miedo en mostrar las cosas como las vio, de la manera en que sucedieron a su parecer, sin tomar restricciones; cabe aclarar que no es una historia real, pero podría serlo.
Todo transcurre en un pueblo escondido en el mapa de Buenos Aires, con personajes marcados y un par de ellos entrañables, con dimes y diretes, pero también con acción.
El relato de los hechos se lee rápido, al trote. Con cierta ironía y humor impregnados. Leí que era su segunda novela y creo que se despega un poco de la primera pero cierta esencia comparte. Particularmente Soriano me encanta, lo banco y mucho, es de mis favoritos.
No me gusta decir que éste es un escritor "sencillo". Ese término no va hace quinientos años. Soriano es más bien un escritor "transparente" y, sin dudas, de la escuela walshiana. Si tiene que decir que a los gorilas hay que hacerlos mierda, Soriano va y manda un Torito al cielo a regar de mierda. De paso, venga en ese acto los bombardeos de la fusiladora. Si tiene que decir que un traidor es un cagón, lo hace morir cagado de miedo, enredado entre sus propios calzones.
No habrá más penas ni olvido retoma una literatura de personajes que se mueven con total independencia. Soriano los pone a dialogar permanentemente en el medio de un caos en donde, justamente, es la acción que falta. En ese no decir, se dicen de todo, digamos. Crea, con tan sólo ese recurso, una imagen desnuda y compleja de un momento histórico en tensión, sumamente contradictorio.
Son las palabras crudas de los protagonistas históricos y la gráfica de dos o tres escenas de violencia explícita los recursos ficcionales que Soriano utiliza para la denuncia. Sí, se canta el tango: la nostalgia por lo que se ha sido y la esperanza de ser. Pero como en Discépolo, No habrá más penas ni olvido pone sobre la mesa una lectura que no puede ser posible con tan poca distancia histórica. ¡Soriano cuenta la violencia de principios de los 70 en el momento de los hechos! No es un revisionismo del pasado. Esto es, ni más ni menos, que periodismo puro y duro. Es una crónica con nombres que más o menos pero que son. ¿Acaso necesitamos una serie de adjetivos o saltos y señas de cualquier personaje, incluído ese lugar ficticio de Colonia Vela, para reconocer y poner caras? Es, decía, ese periodismo que da garantías.
Dirán literatura "sencilla". Yo digo que sabe hacer como los mejores: contar mucho con muy poco. De la generalidad y el estereotipo nace acá un cuadro que convoca a la pregunta filosófica por la identidad: ¿qué es el peronismo? ¿Cómo conservamos la democracia si la violencia y el sinsentido o, más bien, las injerencias externas vienen a querer normalizar rompiendo la fraternidad argentina? ¿Eramos "como hermanos"? ¿Nos iban los Suprinos a terminar de pagar las cuotas de las camionetas?
Este es, entonces, un libro que no envejece porque vivimos disputando.
Releo esta novela de Soriano como si fuera la primera vez. ¡Cómo lo quiero!