Por primera vez en español, gran parte de los cuadernos de Katherine Mansfield sin censura.Katherine Mansfield no escribía diarios, como nos hizo creer su marido, sino que dejó más de 50 cuadernos en los que aparecen fragmentos de cuentos, borradores de cartas, recetas, listas de gastos, poemas, entradas de diario.- Un libro con 80% de textos inéditos en español- Tomados de sus cuadernos completos, correspondencia completa, publicaciones en revistas y papeles sueltos.- La comida, el deseo y la escritura como ejes.Se suele recordar a Katherine Mansfield, autora consagrada del modernismo literario inglés, por su estrecho vínculo con la enfermedad, por su trágica y temprana muerte, por pasajes de sus diarios que en realidad no son tales, sino que fueron producto de la selección y edición que hizo su marido y albacea, John Middleton Murry.Gracias a las recientes investigaciones literarias, hoy tenemos acceso a los textos originales de Mansfield y podemos asegurar que no escribía diarios como nos hizo creer su marido, sino cuadernos en los que aparecen fragmentos de cuentos, borradores de cartas, recetas, listas de gastos, poemas, entradas de diario. La mayoría de estos textos inéditos en castellano aparecen por primera vez en Sopa de ciruela, traducidos directamente de las transcripciones de los más de cincuenta cuadernos que Mansfield dejó tras su muerte, a los que se suman una selección de cartas, textos encontrados en papeles sueltos, cuentos publicados en diversas revistas, apuntes de un viaje por el interior de Nueva Zelanda y algunas recetas de cocina.Sopa de ciruela se inspira en la comida como refugio, en la escritura como alimento vital; y la cuidada selección de estos textos nos permite conocer una faceta oculta e impostergable de la obra de Katherine Mansfield.
Kathleen Mansfield Murry (née Beauchamp) was a prominent New Zealand modernist writer of short fiction who wrote under the pen name of Katherine Mansfield.
Katherine Mansfield is widely considered one of the best short story writers of her period. A number of her works, including "Miss Brill", "Prelude", "The Garden Party", "The Doll's House", and later works such as "The Fly", are frequently collected in short story anthologies. Mansfield also proved ahead of her time in her adoration of Russian playwright and short story writer Anton Chekhov, and incorporated some of his themes and techniques into her writing.
Katherine Mansfield was part of a "new dawn" in English literature with T.S. Eliot, James Joyce and Virginia Woolf. She was associated with the brilliant group of writers who made the London of the period the centre of the literary world.
Nevertheless, Mansfield was a New Zealand writer - she could not have written as she did had she not gone to live in England and France, but she could not have done her best work if she had not had firm roots in her native land. She used her memories in her writing from the beginning, people, the places, even the colloquial speech of the country form the fabric of much of her best work.
Mansfield's stories were the first of significance in English to be written without a conventional plot. Supplanting the strictly structured plots of her predecessors in the genre (Edgar Allan Poe, Rudyard Kipling, H. G. Wells), Mansfield concentrated on one moment, a crisis or a turning point, rather than on a sequence of events. The plot is secondary to mood and characters. The stories are innovative in many other ways. They feature simple things - a doll's house or a charwoman. Her imagery, frequently from nature, flowers, wind and colours, set the scene with which readers can identify easily.
Themes too are universal: human isolation, the questioning of traditional roles of men and women in society, the conflict between love and disillusionment, idealism and reality, beauty and ugliness, joy and suffering, and the inevitability of these paradoxes. Oblique narration (influenced by Chekhov but certainly developed by Mansfield) includes the use of symbolism - the doll's house lamp, the fly, the pear tree - hinting at the hidden layers of meaning. Suggestion and implication replace direct detail.
Esta novela está compuesta por cartas, telegramas, fragmentos del "diario" (o cuadernos) de la autora, recetas, lista de compra y de gastos. En ella viviremos con la propia Kathleen Beauchamp, su día a día y pensamientos. Visitaremos las cafeterías con ella, sufriremos los espantos de la guerra y los momentos de enfermedad. En todo momento, podremos situar el momento gracias a las fecha y lugar.
La mayoría de cartas o telegramas van dirigidas a su marido. Katherine logra trasmitir al lector la añoranza y cómo le hace partícipe de su día aunque sea desde la distancia, siempre tiene un pensamiento para él o alguna anécdota que contarle.
El libro está dividido en distintas partes, ordenados por temática o fechas: «El hambre», «El buen beber», «En un café», «La escasez», «Recetas & Retazos», «En viaje» y «Entre jardines».
Sin duda, destacar el cuidado y esmero que ha puesto la editorial en esta edición. No solo por las preciosas ilustraciones a blanco y negro que decoran cada introducción a una parte de la novela, sino las anotaciones a pie de página que ayudan al lector a situarse en la época y entender las bromas o referencias que hace la autora o traducciones de expresiones en francés.
Sin olvidar el prólogo de Eleonora González, imprescindible para sumergirte de lleno en el libro y entender muchas de las reflexiones y entresijos que guardan los textos. La figura de la comida, de la propia sopa de ciruela. Un breve repaso por la vida de la autora y unos leves apuntes sobre su marido. Y la respuesta a ¿diarios o cuadernos?
Otro detalle que me ha gustado, respecto a la edición, fue que en la parte de las recetas de la autora, no solo han transcrito las propias recetas sino que incluyen una muestra escaneada de una receta original escrita por la propia Katherine.
Para mí este libro ha sido todo un descubrimiento y una de mis mejores lecturas de lo que llevamos de año. Para quienes no conozcáis a esta autora, os animo a descubrirla y quienes ya hayáis leído algo de ella os invito a conocer otra faceta: la más cercana de todas. También me ha servido para conocer a esta editorial, que ha rescatado todo este compendio de fragmentos de diario, telegramas y cartas algunos ya publicados bajo censura y la gran mayoría nunca fueron traducidos; he echado un ojo a su catálogo y mi lista de deseos ha aumentado de forma considerable, mi próxima adquisición será «Cosas pequeñas como esas».
Ya es de dominio público mi amor y admiración hacia Katherine Mansfield, la probablemente mejor escritora de relatos que haya existido en la historia de la literatura. De origen neozelandés, la autora, marcada por una sombra de muerte y enfermedad, no solo nos dejó una gran recopilación de cuentos, años después de su muerte, su marido hizo públicos cincuenta de sus cuadernos íntimos donde veremos una Katherine muy diferente, jovial, crítica e intelectual.
A pesar de que leer estos fragmentos de la vida privada de una persona pueda representar una irrupción indebida y no autorizada, para una amante de su obra es como abrir una ventana, una pequeña abertura a un mundo desconocido, a una realidad en la que te acercas de una manera puramente placentera a aquella figura que tanto admiras. Hacerlo con delicadeza es la intención de esta cuidada edición que además incluye ilustraciones en blanco y negro y fotos originales de los textos.
Dividido en siete partes, estamos ante un recopilatorio de extractos de bocetos de relatos, cartas inacabadas, recetas, listas, poemas y pensamientos de Katherine, de los que todavía no habíamos podido disfrutar traducidos (debo deciros que esta en concreto es en latino, no es en castellano). Quizá sea esta una forma mucho más interactiva e íntima de conocer la vida de una autora, pues aunque no sea un texto de estilo biográfico sí logramos conectar fácilmente con la esencia, las curiosidades, preocupaciones, amores y cotidianidad de sus escritos detallistas y delicados.
En definitiva, solo puedo recomendaros leer a Mansfield, ya sea a través de sus exquisitos relatos o si deseáis conocerla más en profundidad con esta pequeña joya inédita que no dejará indiferente al lector ante una de las figuras del modernismo. Quiero leer todo lo que caiga en mis manos de ella así que la veréis más por aquí, mientras, espero que la disfrutéis tanto como yo.
Unos textos que proceden de los más de 50 cuadernos que Mansfield dejó tras su muerte. La mayoría no fueron traducidos al castellano por su fragmentariedad y los que sí se tradujeron han resultado ser versiones censuradas. Por ello hay que agradecer a la editorial Eterna cadencia haber publicado en castellano estos textos inéditos hasta ahora.
Al leer Sopa de ciruela me he sentido como si estuviera curioseando o cotilleando ,casi mejor, la vida de esta autora consagrada del modernismo literario en lengua inglesa. Porque lo que vamos a encontrar en Sopa de ciruela es cotidianeidad, el día a día, la vida misma . Anotaciones de sus diarios personales, cartas ,fragmentos de relatos, recetas de cocina, listas de gastos, listas de la compra,poemas...
Así cuando terminamos el libro podemos hacernos a la idea de que hemos estado ante una autobiografía de Mansfield ,de que hemos conocido a la mujer, no a la escritora atormentada y enferma que nos han mostrado. Y la hemos conocido a través de unos textos que combinan ingenuidad, ternura y humor con partes oscuras ,enfermedad y angustia.
Como os he dicho,una delicia que os recomiendo leer a sorbitos, con calma para que no se acabe y disfrutando una barbaridad.
Un libro que no se trata de una novela al uso, sino que es un compendio de cartas, fragmentos de cuadernos, recetas e incluso listas de la compra o de los gastos semanales que la propia autora neozelandesa Katherine Mansfield escribió. Conforme avanzas en la lectura sientes que, como lector, estás curioseando en su intimidad o privacidad. Descubrimos a una mujer amante de los gatos, que convive con varios y se preocupa por ellos. También su afición por el tabaco a pesar de las dolencias que su enfermedad le provocaba; sus manías, como adelantar el reloj para almorzar, su pasión por las flores y también por la lectura, siendo admiradora de Oscar Wilde y de su amiga Virginia Woolf, a la que escribe una de sus cartas. Se recogen multitud de cartas que K.M. le escribe a su marido desde algunas de las cafeterías parisinas que le gustaba frecuentar, en las que narra el transcurrir de su día a día, sus preocupaciones en esos momentos de guerra, donde, según ella misma le cuenta, se despierta con el rugido de la artillería o de las sirenas. Descubrimos también, a una mujer que tuvo varios romances; que reconoce tener una mala caligrafía y que vive marcada por las fiebres y dolores, también por la muerte de su hermano al que recuerda en sus escritos, pero siempre a pesar de todos los pesares que refleja en muchas de sus cartas, añade ciertas notas de humor en algunas de ellas, que logran sacar alguna que otra sonrisa. La edición cuenta con múltiples notas al pie para entender palabras y expresiones que K.M. escribía en francés. Además cuenta con algunas recetas que la propia Mansfield elaboraba, como los scones o el pudín de limón o mermelada y las tablas con el control de sus gastos semanales. Es un libro que permite adentrarse en la vida privada de la autora de una forma que no deja indiferente.
Es precioso este trabajo de Eleonora González Capria sobre los papeles de Mansfield. Me parece muy criterioso el trabajo de selección y el armado del corpus. Con respecto al material puede recalcarse la prosa tan colorida, llena de sentimiento y emoción de Mansfield, una autora entrañable. Párrafo aparte para los diarios de viaje por Nueva Zelanda que son maravillosos. Tanto este libro como los "Diarios" que sacó casi por el mismo tiempo la editorial "Chai" resultan imprescindibles para cualquier lector que quiera adentrarse en el universo tan delicado de KM.
Empecé este libro pensando que me iba a encontrar con cuentos largos o micronovelas… nada más equivocado, pero confieso que las sorpresas a veces valen la pena, y mucho! Y es que “sopa de ciruela” es un verdadero caldo de distintos sabores y texturas, de ingredientes de lo más interesantes y una experiencia absolutamente deliciosa. Este compendio incluye cartas, cuentos, recetas, frases, pensamientos, y un verdadero acercamiento con la figura de Katherine Mansfield. Una escritora afamada por su perspicacia para expresar con palabras, profundos pensamientos e ideas, con la capacidad de transmitir cotidianidad y hacerlo de una manera fresca, llamativa. Disfruté de encontrarme con una personalidad tan sincera, irónica y a la vez, con una confianza absoluta en lo que sentía y pensaba, con sus aciertos, sus desazones y sus nostalgias. Sentí que este libro es sinónimo de transparencia, y aunque pueda parecer que es inmiscuirse en la vida de una persona, creo que el poder conocer de esta manera a Katherine, la mantiene más viva que nunca. Dejamos de ver solo en ella a esa mujer pionera en muchos ámbitos, y la sabemos más humana, con preocupaciones y tristezas como cualquier otra persona, con dudas e inquietudes, incertezas y miedos, pero con una fuerza arrolladora capaz de mantenerla en pie a pesar de sus muchas dolencias físicas.
Sin dudas una mujer a la que admirar y de quien aprender y sacar valiosas reflexiones.
Está edición se compone de siete capítulos: El hambre, El buen beber, En un café, La escasez, Recetas & retazos, En viaje y Entre jardines. Cada uno de ellos inicia con ilustraciones bellísimas, lo que significa un plus absoluto. Confieso que mis favoritos fueron el tercero y el cuarto.
Este libro me dejo demasiado feliz, porque KM me generaba demasiada curiosidad, así que aproveche esta oportunidad para copuchar de su vida, y encuentro que el trabajo que hicieron con sus cuadernos, es maravilloso, se notaba el cariño y la preocupación de todos los aspectos. Lo que más me gusto fueron las cartas que le escribió al wea de su marido, como que necesitaba saber la clase de respuesta que les podía dar - pero bueh - La traducción y selección de los textos hicieron sentir super cercada a la KM, era como una ventana a su vida sin censurar nada, además de que esta cabra era un mono con navaja, francamente caos queen.