Líneas invisibles separan los espléndidos centros urbanos de las grandes extensiones de ladrillo visto y toldo verde. En una de esas fronteras, la que separa Barcelona de L’Hospitalet, se encuentra el Collado, una casa de comidas que sirve platos de escudella y fricandó a los trabajadores del barrio de Collblanc. Son los años noventa de la Barcelona exultante y olímpica, pero el Collado sigue siendo un negocio familiar que necesita del trabajo de todos sus miembros. Para el narrador niño (y luego adolescente) la barra del bar es una atalaya desde la que observar las miserias y virtudes de una parroquia entre la que hay prostitutas, mafiosos de medio pelo y perdedores de todo tipo. También es la carga que impide a su familia disfrutar de una normalidad con la que sueña, su maldición.
Carles Armengol utiliza su experiencia como niño de bar, camarero involuntario y observador perspicaz para dar forma a un texto híbrido que es a la vez novela, estudio sociológico y diario personal. Un texto que disecciona, a través de la tragicomedia y el costumbrismo, las relaciones de amor-odio que generan todas las maldiciones familiares.
En un verano vacío de lecturas y no por falta de libros sino porque un buen verano hace que no tengas ni ganas ni tiempo para leer, aun siendo esta una de mis mayores pasiones, llamó a mi puerta “Collado. La maldición de una casa de comidas”.
Bueno, en realidad antes de la llegada de la temporada estival, como recomendación de mi pareja, quién nunca lee porque nunca se engancha a un libro. Sin embargo, una tarde llegó con el librito amarillo debajo del brazo, se puso a leer y al rato tuve que llamarle para cenar, devoró lo que había en el plato para seguir leyendo y a la mañana siguiente madrugó para acabar la novela. Yo no daba crédito ante su sed de letras y mucho menos siendo una temprana manaña de SÁBADO.
Con todos estos actos inesperados me sobraban señales para saber que el libro, como mínimo, indiferente no me iba a dejar. Algo ocurría con el interior de esas 215 páginas.
Entre la mudanza que dio apertura a la época más calurosa del año y la preparación de un viaje que duraría un mes, no tuve tiempo ni fuerzas para hojear aquella historia. Pero las ganas no cesaban, de hecho iban en crescendo, así que preparando el equipaje con la intención de únicamente llevarme algún ebook que no ocupara espacio físico, me di cuenta de que “Collado” merecía un lugar en mi atestada mochila rumbo al sudeste asiático.
Y entonces mientras saltaba de Jakarta a Yogyakarta, Borneo, Bali, Gili y Lombok, me introduje en el barrio de Collblanc.
De hecho entre la belleza de los campos de arroz, las selvas, mares, cascadas, ríos, playas y volcanes que conforman esta inmensidad llamada Indonesia, a veces deseaba hacer un break al Stendhal para volver al libro. Y comprendí mucho mejor a mi querido novio.
Carles Armengol hila de manera perfecta las historias y los personajes que modelaron su personalidad, sus aspiraciones y sus sueños. Presentándolos a través de una casa de comidas del extrarradio de Barcelona regentada por su familia. Mostrándonos el poco romanticismo que existe, en su mayoría, detrás de esos negocios que se heredan de generación en generación. Haciéndome revivir lo que fue crecer estudiando en el almacén de una perfumería del barrio de Usera y saliendo veloz a atender detrás del mostrador a la llamada de una alarma que me tuvo al borde del infarto con aquel sonido y que anunciaba en la trastienda que se necesitaba echar una mano ahí fuera. Así como cumplir cada fin de semana de mi adolescencia. “Estado de guardia. Siempre disponible. Siempre alerta.” Pero a mí, por suerte, si me daban paga por pasar allí la tarde de viernes y el dichoso horario partido del completo sábado. Además de haber crecido obervando el arrastrado hastío de mi padre, a quien le había tocado seguir la tradición para mantenernos a mi hermana y a mí, y que aunque me hacía verlo con compasión hizo que en cuanto pude saliera volando del barrio.
El estilo de Armengol me recuerda a Carver en la sordidez de sus personajes, pero también en la ternura que siempre encontramos rascando un poco en las sombras.
Collado es una fotografía real y humilde de una Barcelona que ya no existe. Un retrato de la periferia, de una clase obrera que no conoce de vacaciones, ni nada que no sea trabajar. Carles habla de su familia, pero en realidad describe una época. Este libro que es un pequeño tesoro. Me ha hecho pensar, reír, y a la vez sentir que todo eso que ha desaparecido me convierte en una mujer de cuarenta y tantos melancólica, vamos que ya se huelen los perfumes que me llevaran al Imperator, al Marabú, a la Cibeles, al Tango o a la Paloma. Voy a beberme un pippermint.
El trabajo y la casa son pilares de nuestra estabilidad rutinaria, supongo. Y si cuando uno de ellos se tambalea es difícil que no se tambaleen mas cosas, imagínate cuando se tambalean los dos. Ha sido un mes duro en cuanto a el curro y la casa se refieren. Y menos mal que ha estado ese chaval de bar para acompañarme con los momentos de crisis que me ha tocado vivir.
Raq: He vivido mi primer despido. Y con ello la angustia de buscar otro trabajo y de cuestionarme si esto era lo que quería y en lo que me iba a realizar de alguna manera.
Collado: “Pasamos a ser esclavos de la empresa y del curro fijo a a ser prisioneros de nuestras pasiones. Vivimos planteándonos día a día si somos felices con lo que hacemos, nos entran crisis existenciales con mandarlo todo a la mierda y comenzar a viajar por el mundo y enriquecer nuestro espíritu. Hasta que acaba el viaje, volvemos a casa, buscamos algún que hacer remunerado que nos permita sobrevivir y vuelta a empezar”.
Raq: Por otro lado me he dado cuenta de que la que ha sido mi primera casa no es para siempre. Ni las paredes viejas que la forman ni las personas que contienen. Y eso me ha dado mucha pena. Me asusta lo que este por venir.
Collado: “Que mas da si estas paredes viejas nunca nos han pertenecido”.
Relato en primera persona de la vida de una familia que regenta una casa de comidas en L’Hospitalet de Llobregat y del sacrificio que supone. La historia de un Hospi que ya no existe. El libro es muy ameno y es fácil de leer. Encontrarás muchas anécdotas de la parroquia del bar y que sirve para explicarnos cómo era la sociedad de los 90 y 2000. Muy recomendable
Un viaje por la Barcelona de los 90 a través de una casa de comidas y los personajes mitológicos que la habitan. Me sale todo el rato referirme a seres mitológicos y no sé, supongo que lo digo porque la era pre-digital solamente la atisbé como niña pero me parece ya tan lejana - y la idealizo tanto - que la leo como una pieza de mitología, de historia con cierto aura mágico. Pero estas son mis movidas de lidiar con el capitalismo tardío.
Sobre el libro: observaciones muy interesantes sobre la transformación de Barcelona, sobre la naturaleza humana, sobre hacerse mayor, sobre la familia y la comunidad. Me gustó especialmente el trato de "la locura" ("los locos del barrio") como algo aceptado e integrado en una comunidad - versus la patologización (me puedo inventar esta palabra?) de cualquier estado mental calificado como "no-normal" y el consecuente diagnóstico y aislamiento. Como postmoderna empedernida sólo puedo estar de acuerdo!!!
Total que recomiendo 100% como pieza costumbrista de finales del siglo XX si sois postmodernas como yo os va a encantar xoxox
Menuda gozadita de libro, Collado es un libro sobre la casa de comidas que regentó durante más de 80 años la familia del escritor pero Collado es algo más
Es un retrato de los bares de siempre, los bares de barrio, la vida de barrio que ya se está perdiendo
Es los 80, los personajes que pasaban por el bar, el aprendizaje de vida de Carles, la maldición de vivir en un bar, de crecer trabajando en él
Y sobretodo es la nostalgia de una época ya pasada que siempre nos parece mejor que la que vivimos ahora
El libro perfecto pa leerte un capítulo cada noche, reirte un rato y a dormir. Puede que mi problema justo ha sido que me lo he leído del tirón, sin pausa, y a veces se me ha hecho difícil mantener la atención o las ganas de seguir leyendo.
Es un poco una sit-com hilada y conectada por la voz del protagonista, que consigue hacer al lector parte de la familia. Sus padres y el propio bar collado, que acaba siendo un personaje más, son el escenario fijo por el que van pasando distintos personajes. Todos ellos son singulares y extravagantes, con historias interesantes y frases para recordar (más por burras que por sabias).
Me he acordado de muchos bares que seguían la estela del collado, que pretendían ser acogedores y servir cosas ricas, más allá de seguir una estética como la del smash burguer. Creo que las reflexiones del protagonista sobre la hostelería son certeras en su mayoría, y me ha gustado que culpe a los putos guiris de las cosas. En fin.... yo tmb echo de menos los menús del día por ocho euros.
qué chulo ha sido vivir estos dos meses en el collado <3
de bar en bar, capítulo a capítulo y de personaje en personaje he dejado en las páginas de este libro una guía de mis sitios favoritos de barcelona en los que pasarme la tarde leyendo y ha estado guapísimo.
bueno nada más, que el final del libro me ha dejado completamente rota y que bendecidos sean todos los Largos que nos encontramos por ahí. ahora iré más orgullosa que nunca luciendo la camiseta del collado :)
M’ha fet recordar els dies de bar amb la meva mare en un bar de l’estil del Collado. M’ha agradat molt veure com ha descrit la societat dels 80-90-00, ple de costumisme i realitats diferents quan ets de classe popular i et porten en una escola de l’upper Diagonal.
El libro que le gustaría a Jordi Évole (si es que aún no se lo ha leído) o a fans de Kiko Amat. He visto alguna review que dice que no ha parado de reir con este libro. A mi se me ha parecido totalmente el contrario, es muy sórdido y solo se hace pasable cuando habla de su familia. Es culpa mía porque ya lo indica un poco en la sinopsis (en la solapa del libro) y el título, pero esperaba algo más ligero y con menos proporción de personajes marginales, alcoholicos y enfermos mentales, algo más rollo bar del Peris del Cor de la Ciutat. Al final era un bar de menús. El foco se pone mucho más en esos personajes que en otros que da a entender que existían que debían tener vidas más normales. Por ejemplo, menciona bastante brevemente un vendedor de marcos que fue estafado por uno de los trabajadores del bar, pero de quien habla extensivamente es del camarero drogadicto, mentiroso y estafador. Tambien hay un punto de romantizacion en el sentido que sermonea ligeramente en el hecho que esas personas tenian comportamientos negativos pero buen corazon y el bar era un apoyo de alguna manera. No me estoy explicando bien pero ya me entendeis. A mi parecer, el problema es que estas personas solo tengan estos espacios como 'apoyo': es un circulo vicioso terrorífico. Pero poco se habla del tema en general (no me refiero solo al libro). Tengo que decir que no lo he acabado de leer pero es que ya he tenido suficiente.
No cal ser de l'Hospitalet o Barcelona, ni haver viscut en un restaurant per reconèixer els personatges que passen pel Collado (potser sí que cal ser del 81, com l'autor). Sigui com sigui, part del món que es descriu a Collado, l'he vist o me l'han explicat, he reconegut alguns dels perdedors vitals i bojos que poblaven el seu restaurant perquè eren un tipus de persona que poblava els nostres 80 i 90. Carles Armengol ens explica aquestes persones sense superioritat moral i amb genials comparacions amb el present. Acompanyem a Armengol pel seu dia a dia al Collado amb humor, realitat i nostàlgia. Nostàlgia per un món que semblava pitjor que el futur, però ara que vivim el futur, trobem a faltar la seva autenticitat i el sentit de comunitat de barri, de veïns, de treballadors i clients de restaurant.
Inconexo pero interesante, bien escrito, con pasajes muy divertidos. Un retrato de la hostelería y bares de España de hace pocas décadas. Recomendable.
No sabía que tenía tantas ganas de leer algo así. Supongo que haber vivido tantos años en Barcelona y, más aún, cerca de Collblanc, le dio un valor añadido. Este libro es una joya para cualquiera que disfrute una historia contada de forma real y divertida. Carles Armengol tiene la capacidad de describir personajes con la particularidad que solo alguien que ve más allá de lo obvio puede hacer. Reflexioné mucho sobre mis días en Sants, donde aún sin ser “autóctona” aprendí el lenguaje y las maneras del barrio, me hizo recordar a Enrich el de la floristería, Dani el del bar… ahora los entiendo mejor. Qué vivan las historias que escudriñan en lo profundo de lo cotidiano!
Radiografía sociológica de un barrio humilde de la Barcelona de los 90, explicada por el autor a partir de sus propias vivencias como niño que creció en él y en el bar que regentaban sus padres. Toques de humor y realidad a partes iguales. Me ha gustado!
Un libro ligero ideal para las vacaciones pero, con eso de ligero, no quiero decir que sea superficial. Un retrato generacional en el que la ciudad (aún con su identidad y sin haberse vendido al turismo) es un personaje más. Para mi, hija de funcionarios de una pequeña capital de provincia, que siempre “envidiaba” a los hijos de los que tenían bares supuso volver a esa idea de “las habas de los vecinos son siempre más verdes” y también esos retazos de una Barcelona alternativa con la que soñábamos las aspirantes a indies ourensanas (y qué shock nuestra primera visita a la calle Tallers o a Apolo!). Se nota que el autor disfruta encontrando belleza y bondad en todos los parroquianos, en el olor a aceite usado y en la vida en un barrio de clase trabajadora y todo ello con un lenguaje fresco y coloquial pero, al mismo tiempo, cargado de significado y más que correcto, no busca la intensidad en metáforas profundas ni tecnicismos, no hay pedantería a pesar de notarse amor por la cultura. Es un retrato concreto de un lugar y un tiempo determinado pero la reflexión sobre esa adolescencia en la que se reniega de lo que uno es, en la que buscamos nuestra individualidad en la colectividad de aquellas difuntas tribus urbanas y el descubrir, con nostalgia, que la identidad es quizá nuestro barrio, nuestra casa, nuestro apellido, nuestros abuelos y esto es universal. La edición es preciosa, te lo recomiendo, amiga!
Primero decir que me ha recordad MUCHÍSIMO a los libros de Flanagan (que tengo ganas de releer juju), ya que sus padres trabajaban en un bar de un barrio bajo en Barcelona y parte de sus aventuras hablaban del mismo tipo de personajes.
Inevitablemente me causan mucha curiosidad esos ambientes, en parte porque siento que ya no existen y en parte por nunca haber podido experimentar (después de la crisis) ese entorno de bar tan cercano y a la vez tan sórdido. Me fascinan las tribus urbanas, los trapicheos, los cotilleos, las normas sociales no escritas, en fin, todo lo que gira alrededor del concepto de barrio. Y bueno bueno BUENO qué fantasía los libros con banda sonora GRACIAS CARLES, ME OYES!?!!?!!? Eso también me recordó a Flanagan y su cinta de “música para masocas”.
Aunque se entiende perfectamente que las historias están organizadas cronológicamente, he echado en falta una narrativa más cohesiva, pero también esta guay poderte leer un capitulito cada día o dos y no tener que acordarte de lo anterior, porque funcionan muy bien por sí mismos.
Entender una ciudad bajo sus costumbres y su gente es una gran forma de lograr empatizar. Carles nos cuenta sin nada de vergüenza lo que fue su vida entera en un negocio familiar. Creo que nadie puede comprender lo agobiante que resulta ser. Me ha parecido una narrativa honesta, desarraigada del qué dirán y sobretodo de imposible hacernos creer que todo pasa por algo o para algo.
Me gustaría leérselo a mis papás y que entendieran lo fuerte que fue para mi trabajar en una farmacia desde muy niña. Quizás hasta los mismos personajes de Collado fueron a la farmacia que trabajé. Porque así eran, algunos detestables y reales.
El final me deja con un sabor agridulce porque como lo mencioné líneas arriba estaba esperando un para qué y por qué, pero el final es corto y doloroso.
Yo siendo más optimista me hubiera ido por una reflexión pero respeto la escritura del escritor.
Ahora seria interesante leerle los nuevos relatos del sigo XXI en su nuevo rol de café de librería. ¿Cómo cambiarían?
-No puedes leer dentro del agua-. La voz de la socorrista irrumpió mi mágico momento de inicio de Verano '23 para dinamitarlo en menos de 10 segundos. -Solo estoy leyendo, no estoy haciendo nada malo-. -Sí, si te estaba mirando desde el puesto y me estabas dando envidia-. -¿Entonces?-. -No hay problema por el libro, pero no puedes llevar las gafas de sol dentro del agua-. -Están graduadas. Si me las quito, no puedo leer-. -Entonces tendrás que leer fuera. Puedes sentarte en las escaleras si quieres-.
Mi gustosos paseítos acuáticos con Collado en mano, se acabaron. Eso no pasa en el mar. Mi paz mental se vió alterada cuando el viento trajo el eco de cientos de chiquillos que gritaban eufóricos al sonido del último timbre del curso escolar. Los primeros acordes de School's Out, de Alice Cooper, resonaron en mi cabeza. -Coño. Estoy jodida-pensé.
Collado ha sido un libro que me ha hecho volver a mi adolescencia, a través de la música, y lo analógico. Y lo ha hecho de la manera más concisa posible y muy bien escrito. Como a mí me gusta.
mi abuela decia que abrir un negocio familiar es ganar dinero x perder a tu familia y esta maldición lleva mi apellido, al igual que tantos otros. miserias, pero estas son las que me vieron crecer; una familia al servicio de las demás familias, un sueño desvanecido de ser estructurada, un odio de clase metido en la misma sangre 4 estrellas que no sé si son por esta narrativa o por Pizzeria Da Gino, porque pensándolo bien es la misma tragicomedia los mismos personajes decadentes la misma crisis que bajó el telón para siempre A cada página escuchaba a mi madre si no fuese por este tono masculino de un relato que sueña ser Trainspotting y es más bien el sueño de tener un fin de semana libre
"Loli fue mi primera amiga adulta, quien me enseñó aquello que predicaba Pete Meaden sobre andar por la vida con decisión y elegancia a pesar de haber caído en el pozo más oscuro y maloliente." "...me enseñaron la existencia de caminos alternativos, carreteras llenas de curvas con vistas a submundos imposibles de apreciar desde la autopista." "Fue la primera vez que vi a tantas personas juntas en un recinto jurando al unísono lealtad a unos colores. Una experiencia inolvidable que dejó de interesarme antes de vivirla."
"Collado. La maldición de una casa de comidas" fue un regalo de cumpleaños y antes de eso, desconocía la existencia de este libro. Se trata de una colección de anécdotas en un restaurante familiar de una Barcelona que ya no existe. La historia se cuenta a través de los ojos de un niño que pasa su infancia en el bar que regenta su familia, observando la cotidianidad de su barrio en la periferia de la ciudad, pero también la transformación de ésta mientras él crece entre clientes peculiares, comida casera y la ilusión de poder explorar fuera del barrio.
Homenaje y a la vez retrato impenitente de los bares grasientos de barra de latón que poco a poco se van perdiendo por el sumidero de nuestra Españita. Si te gustan esos bares, este es tu libro. Y eso que el autor reconoce desde el principio que todo fue una maldición que le tocó vivir en primera persona, pero claro, no puede evitar que línea a línea se filtre su nostalgia. Aprendió demasiado. Menuda mili hostelera...
els qui hem treballat a l'hostaleria i restauració podem dir que és així però només alguns ho han pogut descriure i plasmar d'aquesta manera; el llibre té matisos gogolians i la narrativa és genial. Sap molt de greu veure que Barcelona ha decaigut en un estat de Brunch permanent i una gentrificació amb que ha eliminat tot el que aquesta obra presenta, sigui més bo o dolent. Molt recomanable i d'obligada lectura si es vol entendre com funcionen moltes coses.
Todo en este libro me ha gustado. La manera en la que llegó a mi (recomendación de mi librera tras pedirle algo fresquito sin desmesurarse en banal) que la historia suceda en el que a la vez y sin haberlo sabido se ha convertido en mi barrio preferido, que la portada aunque no me encante sea de la misma artista que tiene una colección donde trabajo…… LA HISTORIA Y LA MANERA DE CONTARLA… estoy segura que va a ser mi libro preferido del año, me ha hecho sentir protagonista. ❤️
De tot el que porto llegit fins el que portem d'any aquest és, sens dubte, el llibre que més m'ha agradat.M'ha fet recordar una manera de fer que s'ha anat perdent, tot i que no sóc de Barcelona recordo bars com el del Collado.M'ha encantat el retrat que fa dels anys 80 fins als 2000 i com escriu.Molt recomanable!