Dopo Pascal, Nietzsche e Cioran, anche Gómez Dávila è riuscito a conferire dignità teoretica all’aforisma. Con uno stile pointilliste, secco e pungente, il colombiano ci introduce alla sua filosofia della reazione contro un mondo moderno che non verrà punito, poiché «esso stesso è il castigo». Cattolico ma non dogmatico – persino critico nei confronti di una Chiesa piegata all’umanitarismo che, «pensando di aprire le braccia al mondo moderno, ha finito per aprirgli le gambe» – colto ma non accademico, Gómez Dávila passa in rassegna, per sconfessarle, le principali ideologie della modernità. Democrazia, positivismo, storicismo, determinismo, progressismo: sono per il colombiano panacee consolatorie dai risvolti peggiori dei problemi a cui vogliono porre fine. Con l’ironia e la sottigliezza di una sensibilità umile ma aristocratica al tempo stesso, Gómez Dávila ci offre, in quest’epoca dove tutto è voluminoso ma «niente è monumentale», un’opera che assomiglia a un santuario dedicato all’intelligenza, poiché l’umanità «stima soltanto chi lascia qualcosa di inutile: un’idea, una poesia, un tempio», mentre «la ruggine corrode la gloria degli insigni idraulici di questo secolo».
Nicolás Gómez Dávila was a Colombian writer and thinker who is considered one of the most intransigent political theoreticians of the twentieth century.
His fame began to spread only in the last few years before his death, particularly by way of German translations of his works. Gómez Dávila was one of the most radical critics of modernity whose work consists almost entirely of aphorisms which he called "escolios" (or "glosses").
Miles y miles de aforismos. Algunos de una sola línea, muchos de dos, tres o cuatro, pocos de más. Sobre filosofía, sobre arte, sobre política... Mezclados sin orden de ningún tipo, sin numeración, uno detrás de otro, así durante casi mil quinientas páginas. Parece una locura y es una obra maestra. Página tras página, los pensamientos de Gómez Dávila siguen impresionando con su lucidez, con su redacción elegante y acertada, con su originalidad. Pocas veces, no digo nunca, pero pocas veces, el autor se repite. Hasta el final me ha seguido sorprendiendo y deslumbrando.
Este personaje, que siempre lo tuvo todo porque era un multimillonario (por herencia, no porque lo haya currado) se dedicó toda su vida a leer, estudiar y luego escribir notas al márgen acerca de lo que pensaba. Este libro es muy interesante porque muestra en todo su esplendor lo que puede hacer un cerebro sano, bien alimentado y sin ningún problema económico de qué preocuparse. Son temas muy inteligentes y sesudos y vale la pena leerlo para tener al menos ese pellizco de tanta cantidad de dinero.
«El reaccionario no escribe para convencer. Meramente transmite a sus futuros cómplices el legajo de un pleito sagrado».
La libertad no es fin, sino medio. Quien la toma por fin no sabe qué hacer cuando la obtiene.
El futuro próximo traerá probablemente extravagantes catástrofes, pero lo que más seguramente amenaza al mundo no es la violencia de muchedumbres famélicas, sino el hartazgo de masas tediosas.
Sólo las educaciones austeras forman almas delicadas y finas.
El escepticismo es la humildad de la inteligencia.
Vivir con lucidez una vida sencilla, callada, discreta, entre libros inteligentes, amando a unos pocos seres.
La historia de las religiones no es historia de opiniones, sino de aventuras.
El progresista cree que todo se torna pronto obsoleto, salvo sus ideas.
La sociedad moderna corrompe igualmente a ricos y a pobres.
La Biblia no es la voz de Dios, sino del hombre que la encuentra.
Hay ideas que no son verdaderas, pero que debieran serlo.
La inteligencia tiene hoy el deber de pelear hasta el fin batallas de antemano perdidas.
Verdadero aristócrata es el que tiene vida interior. Cualquiera que sea su origen, su rango, o su fortuna.
El hombre actual reclama libertad para que la vileza florezca impune.
Desconfío de toda idea que no parezca obsoleta o grotesca a mis contemporáneos.
La libertad es derecho a ser diferente; la igualdad es prohibición de serlo.
El mundo moderno ya no censura sino al que se rebela contra el envilecimiento.
Siempre hay Termópilas en donde morir.
Aceptamos que nos condenen pero no que nos juzguen.
Lo que el moderno detesta en la Iglesia católica es su triple herencia: cristiana, romana y helénica.
El peor totalitarismo no es el estatal ni el nacional, sino el social: la sociedad como meta englobante de todas las metas.
مجموعه شعر و جملاتی قصار در باب دغدغه های بنیادین بشر در عصر مدرن نویسنده مهجور آمریکای جنوبی نیکلاس گومز داویلا در وصف دغدغه های بشر قلمی به جرئت قدر دارد، نویسندگان فیلسوف بسیار کم نظیر بوده اند، نویسندگی که توامان با شعر باشد خواننده را سخت مسحور میکند چند جمله ای از کلام او در خاطرم مانده انسانی که نمیتواند زوال دنیای مدرن را حس کند در واقع آلوده شده است. انسان مدرن عشق نمی ورزد، بلکه به عشق پناه می برد، او امید ندارد، بلکه به امید پناه می برد باور نمی کند، اما به یک جزم پناه می برد. جامعه ایده آل گورستان عظمت و توانایی انسان است. و ابتذال یعنی تظاهر متاسفانه هنوز آثار این نویسنده ترجمه نشده است، فرصت و افتخار این رو داشتم که ترجمه ی بخش عمده ای از این کتاب رو از یکی از دوستانم هدیه بگیرم. اما ترجمه های آنلاین این کتاب هم به واقع کیفیت پایینی ندارند.
Dávila is hard to describe with perfect certainty, each of his aphorisms represent a book-length thought condensed to a sentence or two. He is neither so idealistic to imagine he can change the world, nor so blackpilled as to imagine it beyond all hope. Fundamentally, he is a man anchored in the truth, and thereby a man empowered to live life as it happens- or as he would say, "survive a shipwreck with dignity."