La estetización del mundo de Lipovetsky y Serroy no es una obra de sociología corriente. Al igual que en La felicidad paradójica y en La pantalla global, volvemos a encontrarnos no con un ensayo parcial que aborda aspectos puntuales de la sociedad contemporánea, sino con una obra general, de gran aliento, con un fuerte contenido teórico, que viene a resumir las propuestas de obras anteriores, sin olvidar la tesis central del sociólogo parisino: la economía ya no se rige por el oportunismo de la oferta y la demanda, sino por una lógica basada en la dinámica de la moda: producción de mercancías crecientemente diferenciadas y renovadas y búsqueda de una parcelación del consumo que incremente los beneficios y las satisfacciones. En cierto modo es el fin que buscaba Piero Sraffa, el gran estudioso de David Ricardo: la producción de mercancías por medio de mercancías. La producción ya no impone, ensaya; la distribución no vende, seduce; y el consumo supera el estadio de la necesidad para conquistar el reino de la libertad. Los autores repasan multitud de procesos y aspectos: la evolución del comercio-espectáculo, la revolución del diseño, la fusión de arte y economía, el look, el empaquetado, el turismo cultural, lo kitsch, la dictadura de la belleza, los reality shows, los tatuajes, los ricos y famosos, el cine, la música portátil, la comida basura, Internet, las redes sociales. Ni que decir tiene que Lipovetsky y Serroy describen un estado ideal de cosas que en teoría reflejaría el funcionamiento perfecto de la democracia liberal. Saben que el capitalismo produce injusticias, diferencias económicas crecientes, y toneladas de basura y fealdad, pero no describen el peor aspecto del capitalismo, sino la mejor cara que podría tener. No todas las democracias son iguales. Sin perder de vista estas premisas, La estetización del mundo es un auténtico tratado de ética de la producción y el consumo que se convierte en ética estética precisamente porque los dos procesos tienden al mismo fin: la reproducción del mundo a la medida de nuestros deseos: es la felicidad paradójica del mejor de los mundos que puede ofrecer el capitalismo global que nos invade.
Gilles Lipovetsky (born September 24, 1944 in Millau) is a French philosopher, writer and sociologist, professor at the University of Grenoble.
Lipovetsky began his philosophical career as a Marxist, similar to many others in the 1960s. Lipovetsky’s work focuses on the modern world from the latter 20th century to the present. He has divided this time period into three periods: “Marxist self criticism” (1965-1983), post-modern (1983-1991) and the hyper modern period from 1991 on. Lipovetsky has continued to write on topics such as modernity, globalization, consumerism, modern culture, markets, feminism, fashion, and media, but they have the common thread of individualism
Um bom desenho da construção do paradigma estético na sociedade do hiperconsumo, passando pela arquitetura, moda, design, publicidade, cinema, internet.
Mas perde um pouco no último capítulo, quando tenta abraçar muitos temas e acaba sendo raso e saudosista, colocando em questão a própria ideia de valor sobre arte ou mesmo o estudo de arte.
Fica tranquilamente na prateleira ao lado de Adorno e Debord.
Un ensayo de 10. Habla de muchísimos temas que tocan los pilares sobre los que se sustenta la sociedad hoy en día. Hace un repaso a cada uno de los elementos que nos es importante a la sociedad occidental actualmente, como la relevancia y el de la cultura en nuestra vida cotidiana, y sobre cómo esta va modelándose a medida que la sociedad progresa. El capitalismo artístico está en el poder, y en este ensayo se explica cuáles son las causas y consecuencias de éste en el mundo del consumo del arte.
Aprendí muchísimo y se lo recomiendo a cualquiera. Es sencillo de leer en relación a toda la información que aporta.
Dando o próximo passo que nem Guy Debord previa em seu A Sociedade do Espetáculo, Lipovetsky fala sobre a sociedade do hiper espetáculo, quando a artealização atingiu todos os segmentos da vida, não mais uma sociedade do consumo de bens materiais, mas uma sociedade que consome tudo, objetos, experiências, ambiências.
Un libro perfecto para entender cómo la evolución del arte y del capitalismo nos ha llevado a un punto histórico de simbiosis entre ambas corrientes: el capitalismo artístico, una época el que el arte y la cultura se han visto tomadas por la lógica del capital (sobreoferta, modas fugaces, acumulación de riqueza por parte de unas élites, la lógica del beneficio por encima de todo, la producción de espectáculo por espectáculo sin mayor trasfondo) y el capital ha adoptado las formas de expresarse de la cultura (realización personal, la expresión del individuo, aspiración a ciertos ideales, etc).
Personalmente, lo más positivo que puedo decir de 'La estetización del mundo' es que es un libro que ayuda a la reflexión. Sobre todo, con un argumento al que yo nunca habría dado crédito: su defensa de cómo esta época del capitalismo artístico ha permitido una expansión a muchas capas de la sociedad de un afán estético (ya sea en el campo de la gastronomía, el de los viajes, o en la música, o en muchos otros) que no tiene parangón en ninguna otra época histórica.
En el debe, creo que su intención de no emitir demasiados juicios de valor sobre esta época que prefiere simplemente describir acaba por dejar la reflexión un poco coja. Eché de menos una explicación sobre este mismo sistema que crea un afán estético en muchos de nosotros es el mismo sistema que se encarga de frustrar las posibilidades de ver cumplidos dichos afanes.
L'auteur fait deux intéressantes analyses de la société postmoderne et les exploite jusqu'à l'usure sur 500 pages. Ce livre est interminable d'exemples, d'innombrables illustrations, de l'esthétisme pris dans la toile du capitalisme. Les 100 premières et dernières pages suffisent amplement à ce livre finalement essentiellement descriptif mais pauvre d'apports théoriques.
The author just keeps repeating the same words, expressions and phrases over and over! Can't get more redundant and longwinded than this! I honestly thought of giving up the book after each page or so, for reading the same thing over and over, but I never give up a book, so I had to finish, even not liking it.
Mi libro de no ficción favorito en el mundo. Recuerdo pensar que nadie iba a poder (o ayudar a) resolver ciertos dilemas que tenía en la cabeza sobre la estética porqué pensaba que yo era la única persona que los pensaba. No era así y este libro ha definido mi opinión en ese campo completamente. No podría vivir (ni ser quien soy) de no ser por haberme leído el capítulo sobre el kitsch
Está bien según que partes del análisis de lo que llama capitalismo artístico pero al final la única solución es que no hay salida al consumismo y al capitalismo y hay que ir poniéndole parches. Se veía venir porque el análisis va un poco en línea de la Escuela de Frankfurt
Sus tesis principales del capitalismo artístico transestético y el hiperespectáculo quedan bien desarrolladas y claras en los primeros capítulos, un tema cada día más sensible en el mundo de TikTok, secuelas de películas innecesarias, malls y restaurantes diseñados en cada aspecto sensible y visitas fugaces y vacías a museos. El mundo en que todos somos creadores y consumidores de formas de arte cada vez más híbridas, hijas de la economía liberal y de la cultura fagocitada por el capital.
Luego profundiza en la historia del diseño, la cultura moderna, la moda, la publicidad, el cine, la música y una variedad de temas que sirven para reafirmar lo que postula, acompañada de cifras y evidencia y poniendo en palabras ideas que a veces son difíciles expresar, haciéndolo de forma estructurada.
Sin embargo hay cosas que le impiden ser un trabajo más transformador.
En primer lugar toma una perspectiva altamente europea y primermundista, cayendo a veces en generalizaciones culturales y económicas.
Quizás su principal problema es que se dedica solo a describir, no a cuestionar; toma una foto clara de la sociedad actual pero se extraña una profundización filosófica de las consecuencias y alternativas. Si fuera más explícito en sus perspectivas podría llegar a un análisis más rico y conmovedor. Hasta en momentos parece que está defendiendo el sistema que critica. A esa altura solo se dedica a refutar teorías de otros pensadores antojadizamente.
Repite incansablemente las mismas frases y conceptos, incluso subcapítulos casi enteros, pudiendo ahorrarse decenas de páginas con una escritura más sintética y dejando para el final las alternativas y propuestas, desmembradas y poco desarrolladas.
En resumen, una lectura a momentos brillante y crítica, pero que al avanzar se diluye y redunda. Vale la pena en la medida que elijas en qué parte enfocarte y cuáles se pueden saltar.