Timothy Holt es un niño que no ha tenido una infancia tranquila. Su padre ha abandonado a su madre y se han quedado solos. La llegada de Jonathan, su nuevo padrastro, no hace más que empeorar las cosas. Entre el caos de su vida, Timothy encuentra un lugar que le roba el corazón, su «lugar secreto», una librería muy vieja y a punto de quebrar. Todos los días, va hacia su «lugar secreto», a observar los libros en exhibición, una rutina un poco aburrida. Hasta que un día se le ocurre un plan de lo más loco, y Timothy, para escapar de su triste realidad, hará lo que sea para completarlo.
Una historia breve a mi parecer tenía para ser más extensa, con respecto a su argumento es una historia no muy lejos de la realidad donde los libros se convierten en nuestro escape a mundos fantásticos que nos ayudan a olvidar nuestros problemas.
Bien narrado, emotivo, aunque lo dejaría en la clasificación de 'microcuento'. Es muy breve, algo desperdiciado, a mi gusto, porque es una linda historia pero que podría haber llegado a más.
Un relato muy corto y tierno con el que cualquiera que esté enamorado de la lectura se puede identificar un poco. A veces sólo necesitamos un poco de paz para adentrarnos en un libro y escapar un momento de la realidad.