La Suma teológica (1265 - 1274, latín: Summa Theologiae) es un tratado de teología del siglo XIII, escrito por santo Tomás de Aquino durante los últimos años de su vida. La obra fue completada póstumamente por sus discípulos. Es la obra más famosa de la teología medieval y su influencia sobre la filosofía posterior es muy amplia, sobre todo en el catolicismo. Concebida como un manual para la educación teológica, más que como obra apologética destinada a polemizar contra los no católicos, ejemplifica el estilo intelectual de la escolástica en la estructura de sus artículos. Se relaciona en parte con una obra anterior, la Summa Contra Gentiles, de contenido más apologético.
Además de las fuentes propiamente religiosas (las Escrituras y las definiciones dogmáticas de la Iglesia Católica), Santo Tomás se apoya en la obra de algunos autores: Aristóteles en filosofía y Agustín de Hipona en teología. También son citados frecuentemente Pedro Lombardo, teólogo y autor del manual más usado en la época.
La Summa, escrita en latín, está formada por cuestiones sobre el tema tratado, que luego se dividen en artículos que buscan responder a una serie de preguntas.
La obra está dividida en tres partes, de las cuales la segunda se subdivide en dos secciones:
I: Primera parte: Dios uno; Dios trino; la creación; los ángeles; el hombre y el cosmos, la providencia (119 cuestiones). II-I Segunda parte, primera sección: El acto humano. Pasión, hábito, virtud, pecado. La ley antigua, la ley nueva, la gracia, el mérito. (114 cuestiones). II-II Segunda parte, segunda sección: Virtudes teologales: fe, esperanza, caridad. Virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza, templanza. Carismas. Estados.(189 cuestiones). III. Tercera parte: Cristo: Encarnación, vida y pasión. Sacramentos: Bautismo. Confirmación. Eucaristía. Penitencia (90 cuestiones; inconclusa).
La Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino es una obra gigante que marcó un antes y un después en la iglesia y como estudia su religión, donde intenta juntar todo el conocimiento y la fé en un sistema ordenado. Es fascinante cómo une la razón con la fe, y eso se nota mucho en la influencia de Aristóteles, que para Tomás era clave para entender el mundo y a Dios desde la lógica y la naturaleza.
Pero a veces siento que es demasiado rígida y sistemática, como si quisiera que todo encaje perfecto en un esquema cerrado, y eso no siempre va con lo complejo y contradictorio de la vida real. Por eso algunas ideas se sienten lejanas o poco útiles para la vida diaria de un creyente, persona interesada en la religión cristiana o ateo.
Valoro que Tomás haya tomado a Aristóteles para darle lógica y orden a la teología, pero creo que la Suma hay que leerla con ojo crítico. No es una verdad absoluta, sino una interpretación *de su época*. A nivel personal, es más una herramienta para pensar y dialogar entre razón y fe que un manual definitivo. Y usarla como “la prueba final” de la existencia de Dios en el mundo actual me parece pobre; el valor real de la Suma no está en cerrarse, sino en abrir preguntas.