«Al hablar del cuerpo como un territorio, nos referimos a que es un espacio impactado por diversos problemas, un lugar en donde se inscriben una serie de normas y discursos culturales que lo fraccionan y establecen sus regiones y bordes, mapas a través de los cuales nos leemos y leemos a las demás personas.»
Después de su libro No son micro. Machismos cotidianos , Eréndira Derbez y Claudia de la Garza regresan con Mapas corporales , en el que proponen una aproximación a distintas partes del cuerpo en diversas culturas y épocas para poner en entredicho esas normas sociales que nos han construido durante años para, precisamente, desmantelarlas y poder resignificar cada una de estas inscripciones.
De esta forma, Mapas corporales se convierte en una cartografía en la que podemos viajar, encontrar anécdotas sobre la nariz, el pelo o las piernas, cuya imposición del “deber ser” queda desmantelada y nos invita a una reflexión más profunda de los estereotipos que nos rodean. Un libro que nos recuerda que toda narrativa puede ser reinventada.
ENGLISH DESCRIPTIONS
“When we speak of the body in terms of territory, we mean it as a space shocked by several issues, a place where a series of norms and cultural discourses that fracture it and determine its regions and boundaries are inscribed, maps to read ourselves and read other people.”
After their book It Is Not Micro. Everyday Male Chauvinism , Eréndira Derbez and Claudia de la Garza return with Body Maps , where they introduce an approximation to different parts of the body in various cultures and throughout different times to call into question those social norms constructed over the years, precisely to dismantle them and redefine each of those inscriptions.
This way, Body Maps becomes a cartography for our travels, to find anecdotes about the nose, the hair, or the legs, and the imposition of what “ought to be” is dismantled, inviting us to reflect far beyond the stereotypes around us. A book to reminds us all narratives can be reinvented.
Es un buen libro, de muy fácil comprensión, que plantea una serie de cuestionamientos sobre las cargas e implicaciones sociales de cada región corporal y del cuerpo en su totalidad. Me parece bastante completo en este sentido, ya que aborda estas cuestiones de manera holística, incluyendo imposiciones de pensamiento de origen racista, misógino, colonizador, binario e incluso socioeconómico. Utiliza una buena gama de fuentes de información, como datos científicos, estadísticas, hechos históricos y reflexiones de las autoras sobre ellos.
Todo esto contribuye a crear una perspectiva neutra y natural sobre el propio cuerpo y el de otras personas, así como sobre el sexo, abriendo un espacio de reflexión sobre el género.
Desde esta neutralidad, se podría profundizar aún más en lo que se puede construir. El libro no propone procesos mentales, terapias o cambios que se pueden llevar a cabo en el pensamiento social. Además, aunque menciona el uso que el capitalismo hace de los cánones estéticos, no aborda temas como la prostitución o la gestación subrogada, que considero importantes cuando se habla de corporalidades y su impacto en la percepción.
Aunque es un buen libro que amplía la mente y la conversación hacia la presentación de ideas nuevas para la reflexión, en mi opinión, podría incluir alguna opción para una nueva educación neutra o incluso positiva hacia la percepción de las corporalidades. Creo que esto fortalecería su tono transgresor y subversivo frente a las opresiones que aborda, además de hacerlo más desafiante y propenso a generar reflexiones más profundas.
Es un ensayo que funciona como un primer acercamiento para leer sobre cómo ha sido observado el cuerpo humano y, de ahí, parte para cuestionarlo más allá de lo que ciencias como la medicina y la biología —por mencionar dos ejemplos predominantes y dictados como normativos— lo han logrado hasta en el siglo XXI. Lo mejor que he encontrado es su intención de apropiarnos de nuestros cuerpos antes de cualquier otra idea o concepto impuesto y científicamente legitimado en la sociedad. Es decir, en su lectura se consigue ser parte de un ejercicio para reescribir la historia, aquella que es nuestra porque habla de quiénes somos antes de lo que se nos dice que podríamos llegar a ser como una manera de silenciamiento e invisibilización.
Tomando en cuenta la formación de las autoras, considero que la información presentada pudo haber sido apoyada con más recursos visuales y referencias bibliográficas; a pesar de que comprendo que hay términos más citados (por no decir polémicos) que otros, encontrar un balance y un enfoque en lo presentado como contenido hubiese sido ideal para los propósitos del libro. Asimismo, agregar otro método de categorización de ellos en más de dos subtítulos hubiese guiado y comunicado mejor su mensaje. Ante todo, felicito a quienes materializaron esta iniciativa tanto por su lenguaje empleado como por su estilo a modo de diccionario, de una herramienta práctica.
Para quienes quieren abordar estos asuntos con familia o amigues por primera vez, este puede ser un buen regalo. Y como autoregalo para abrazarnos, respetarnos y compadecernos mientras aprendemos más de nosotras/es/os mismos por igual.
Interesante, fácil de leer, entretenido. Una lectura quw puede contribuir en resignificar nuestra relación con el cuerpo y cuestionar la mirada cultural y social sobre los cuerpos.
“No hay un solo cuerpo, mucho menos uno correcto” Esta lectura es un abrazo a nuestro cuerpo y sin duda una de mis favoritas, nos relata de forma histórica el origen de muchos de los prejuicios y normas que han impactado la forma en que nos auto percibimos y percibimos a los demás, de manera diferente a lo largo del mundo y el tiempo.
Es un buen libro para iniciar en la reflexión sobre la corporalidad y los factores que influyen en la manera que vemos y vivimos nuestro cuerpo. si quieres profundizar mejor busca otras opciones.
Muy bien escrito, con reflexiones profundas sobre el cuerpo y su relación con el mundo. Imperdible para entender cómo la sociedad convive y limita las diversas expresiones corporales.