Naty Menstrual escribe cuentos de una lujuria esperpéntica pero matizada por la piedad tiernísima con que los mejores cronistas populares suelen envolver a sus criaturas. Su erotismo escatológico tiene antecedentes tan notables como el Quevedo que escribía Gracias y desgracias del ojo del culo y el Aristófanes que ponía como protagonista de su comedia Los caballeros a un vendedor de morcillas.
Con destreza narrativa Naty Menstrual pasa por la nariz de los lectores nuevas flores del mal que, con sus tacos chuecos y sus pelucas fatigadas, saben arrancarle al melodrama de la vida un toque de comedia: se llaman Sabrina Duncan, La Mr Ed, Sissy Lobato, Marlene Brigitte… Si Clara Better, la prostituta poeta inventada por César Tiempo, las hubiera conocido en un cruce de ficciones, hubiera dejado de yirar para emplearse cama adentro. Nunca hubiera podido competir con tanto ingenio de vivir, tanta orgía extraída a la mala suerte, tanta lluvia dorada de besos negros en un perpetuo frenesí. María Moreno
Te reís, descubrís, reflexionás, se te parte el corazón, conocés, entendés, te sorprendés, sentís y otras tantas cosas más recorriendo las historias de este libro. Cuentos muy prolijamente armados que tienen la característica especial de un mundo que no podríamos conocer tan desde adentro si no fuese a través de la mirada de Naty. Ella lo logra de forma excepcional. Sin recurrir a excesos de ningún tipo te transmite atmósferas e historias de manera tan cercana que crees estar adentro, recorriendo y taconeando junto a ella por esas calles y casas.
Han sido días agitados acá en Lima, en el marco de la FIL y las actividades que hemos desarrollado como Bibliotank, en mediación de lectura. Traje algunos libros para el tiempo libre, y estando ya acá ese tiempo libre fue usado en internarse en el tráfico para “sobrevivir” en llegar a otro sitio. Por ello los tiempos de lectura se redujeron en algo, pero siempre se le pudieron robar algunos minutos al día. Menstrual nos presenta 29 relatos ágiles, directos, con un lenguaje popular que acerca el mundo del travesismo, pero de bajos fondos. Donde se harán espacio las esperanzas, anhelos, sueños, deseo, amor, felicidad e incluso añoranza. Sus personajes se construyen a partir de una realidad que no vemos y quizás no queremos que aparezcan del todo. Pero allí están, como seres ficcionales que condicionan la realidad de a quienes se les aparecen. Es un libro muy ágil, plagado de una continuidad que encadena, y palabras que no permiten detenerse cuándo tomas el ritmo. Quizás en algunos momentos te aburra la monotonía de sus historias, que camuflan una perfecta novela; pero que son contadas de una extraordinaria manera que te mantienen pegado al papel.
(...) “Decía siempre la Shirley:/-Vistes cómo somos los putos... culo lleno... corazón contento...” “Encima de su apariencia de irradiada por Hiroshima, en un traspié de la emoción pisó un sorete de perro. Cuando se dio cuenta de lo que había pasado, se apoyó en una pared y vomitó.” “La Sabrina era de cuidado, cuando quería pija nada la detenía.” “Me volví a sentir reconfortada por saber de alguna manera había hecho algo no para ser la cornuda de su novia... pero sí para quedar marcada en su recuerdo.” “Salimos sin decir una palabra, en esos momentos los machos en general son presas del silencio del remordimiento, pasan de hacerle caso a la voz del culo a escuchar la voz de la conciencia.” (...)
Llegué a Naty por María Moreno. Sin encontrar nada de ella, encontré a una escritora salvaje y furiosa. Pero de una furia contenida, muy lúcida y con una puntería certera.
Naty lee su mundo y lo traduce para el inculto, para el ignorante, para quien habita en una caverna, y no precisamente las cuevas de las que nos narra en sus relatos sin freno.
Se siente como una máquina visceral de contar historias, se siente una marejada inmensa de relatos sin fin, de relatos profundos y llenos de humanidad, de deseo y desenfreno, de amor y de ilusiones. Relatos que ven la enajenación de las personas, las máscaras tras las que muchas veces intentamos tristemente ocultar nuestros verdaderos rostros.
Continuadísimo es una literatura urgente y necesaria, vasta y compleja, que nos lee un mundo increíblemente compuesto de diversos y distintos elementos, un conjunto de elementos que exige ser contado, registrado, discutido; que exige comprensión más allá de los límites de nuestro lenguaje.
Aquí no hay poesía, o al menos no percibo una búsqueda poética, y no lo digo como algo negativo, para nada, aquí hay narrativa dura y pura, hay una oralidad bestial en cada página, y hay belleza y horror, hay la vida que transcurre en los intersticios de aquello que crece oculto y negado por los grandes reflectores: el travesti, lo trans, las locas, el prostituto, el abuso, el ninguneo.
Hay quien podría decir esperpento, pero no, aquí la realidad no está deformada, y no hay nada grotesco, y lo único degradado es solo el status quo que se empeña en negar que hay más de una manera de vivir el mundo y de leerlo y de coger en él.
Aplausos a Naty Menstrual y su obra imprescindible.
Que refrescante es salir de casas/departamentos de la zona centro oriente de Santiago, que abundan en la literatura chilena reciente. Naty Menstrual mezcla ternura, erotismo, humor y aguda ironía al momento de relatar las vidas de sus travas porteñas. Lo que más me gustó de este compilado de cuentos es la falta de jucio y la presencia de un erotismo gore que pone en jaque al feminismo hegemónico y su moral burguesa de lo políticamente correcto. Lo único que me dio pena -y por lo cuál le quité una estrella- es la soledad devastadora y la figura hombre macho como salvador de esta. Cuentos más destacados: Amado Kombucha, La Mr Ed y Mamá era mala.
Naty Menstrual escribe con una cruda realidad, sus historias me hicieron sentir muchos sentimientos y están escritos de una forma un tanto poética que me gusto mucho. Tenía muy pendiente Continuadisimo, también tenía muchas expectativas, las logró cumplir y las llevo a otro nivel. Totalmente recomendable