Un joven español da tumbos por Berlín. En su teléfono conviven apps para buscar piso, trabajo y sexo. Su abuela también emigró a Alemania, pero acabó volviendo al pueblo para formar una familia. Allí es testigo de cómo su nieto hace dos descubrimientos: que es marica y que es pobre.
Christo Casas (@christocasas) nació en 1991 en un pueblo de Cuenca sin cobertura ni fibra óptica. Es periodista, antropólogo y divulgador en diversos formatos digitales como el pódcast, el story y, especialmente, el tuit. Marica de clase obrera con la esperanza de abolir el trabajo, actualmente se gasta el sueldo en un alquiler en Barcelona, donde escribe para varios medios, ensayos y, de vez en cuando, alguna novela con perspectiva de género y clase.
‘El power ranger rosa’ es una novela corta en la que las historias de un nieto y su abuela se superponen y viajan atrás y adelante en el tiempo. Un joven gay sobrevive en Berlín sirviendo copas y buscándose la vida varías décadas después de que su abuela tuviera que hacer el mismo viaje huyendo de la miseria del franquismo. Las historias de ambas emigraciones se entrelazan y construyen un hermoso relato en el que se mezclan la sordidez de la noche berlinesa con la ternura de los recuerdos de una infancia compartida en el pueblo. Esta es una novela sobre huidas y retornos, sobre preguntas que se quedan sin responder y sobre lo cíclico de las historias. También es una narración sobre la soledad del emigrante -de los de antes y de los de ahora- y sobre la compañía que supone esa conexión mágica que a veces surge entre abuelas y nietos que se hacen más fácil la vejez y la infancia respectivamente. El autor escribe con frases afiladas y precisas, y tiene un don para saltar entre líneas temporadas. Con este hermoso librito la editorial Niños Gratis confirma su ojo infalible a la hora de encontrar fulgurantes voces emergentes entre la narrativa queer contemporánea.
El Power Ranger rosa es una narración ágil y ligera pero llena de emoción que te agarra y no te suelta hasta que lo has concluido. Se siente como si estuvieses leyendo a escondidas un diario ajeno pero a la vez tan propio. Es un cara a cara con el niño que una vez fuimos, con lo que ha conformado nuestra existencia. Es un perdonarse y seguir buscándose. Es, al fin y al cabo, encontrarse con la vida y su final.
Sigo un poco con el corazón en un puño, la verdad.
Me ha parecido perfecto. No le sobra ni una palabra ni le falta ni una coma. Ojalá fuese más largo, pero a la vez que sea tan conciso es mágico también.
«Si me gustaba su conversación, era por los silencios, por esos espacios vacíos donde me escondía a gusto, invisible. Un camaleón sobre un cristal».
«El Power Ranger Rosa», que tiene una de las portadas más bonitas que he visto, es un cajón de sastre en el que, en el desorden, uno encuentra disecciones muy completas sobre la violencia patriarcal, la migración o la conciencia de clase. También sobre la falta de persianas fuera de España.
La construcción en tres tiempos, dos de ellos principales, aportan agilidad al relato. Permiten, además, establecer un paralelismo entre las vidas de la abuela y el nieto, marcadas por distintos acontecimientos que convergen en un mismo punto común; personas y vivencias diferentes, en tiempos diferentes, y, sin embargo, similares.
Estos personajes están muy bien construidos gracias al estilo de Christo Casas, tan directo como efectivo. Desde la primera página, llama la atención con ayuda de un lenguaje afilado y jocoso, pero lleno de verdad y, sobre todo, de sencillez. Este es, para mí, el aspecto que mejora con creces un relato que, de por sí, ya funciona.
También es destacable la facilidad con la que la historia nos guía por la nostalgia, por la tristeza o por la rabia con muy pocas palabras. Y, sobre todo, la capacidad para condensar en 119 páginas los miedos, aspiraciones y formas de vida que, en mayor o menor medida, representan al colectivo LGTBIQ+.
Britney Spears incluida. «…Baby One More Time» en bucle.
¿Holaa? ¡¿Qué puta maravilla ha sido esto?! Llevaba mucho tiempo buscando el momento para leerlo; con muchas expectativas y con miedo de que estas no se fueran a cumplir. Joder que sí se han cumplido. No he podido parar hasta acabarlo. ¿Cómo un librito tan pequeño puede contener tantos sentimientos? Lo que daría por una conversación con esa abuela… ❤️🩹
“Brindamos por los niños obsesionados con la idea de volar” 🪽
En ‘El Power Ranger rosa’ Christo Casas nos cuenta la historia de un chico gay que se muda a Berlín. Le acompañaremos en sus experiencias y veremos cómo intenta hacerse un lugar en la ciudad. Todo esto se alterna con la historia de la abuela del protagonista, que también emigró a Alemania en el pasado pero por circunstancias muy distintas, e iremos descubriendo la especial relación que une a ambos.
Por un lado estamos ante un libro duro, crudo y explícito, pero sobre todo real. Es fácil que muchos podamos sentirnos identificados con el protagonista y que conectemos con esos recuerdos marcados a fuego que tiene de su infancia. Al mismo tiempo, el autor consigue equilibrar todo esto con un toque más tierno, humorístico y nostálgico con la historia de la abuela y ese contraste funciona como un tiro.
Cuenta con una estructura muy singular y en mi opinión es otro de sus puntos fuertes. No hay diálogo como tal, las conversaciones están integradas en el discurso en primera persona del protagonista y los saltos temporales suceden continuamente sin que perdamos el hilo. Además, tiene referencias a Pokémon y a Britney Spears, ¿cómo no me iba a gustar? Me ha parecido especialmente buena y emotiva la parte final y me deja con muchas ganas de leer lo próximo del autor.
Pensaba si valorar con 4 o 5 estrellas, y me voy directa a la quinta porque cuánta ternura y qué difícil contar historias tan crudas y difíciles desde esa vivencia marika engarzándola tan bonito en, sobre todo, esa ternura entre abuela y nieto. Un libro pequeño que tiene a la vez una conciencia de clase, una crudeza reivindicativa desde lo marika y lo que decía, la ternura sobrevolando todo... que lo hace enorme. Y me he reconocido mucho también en la rabia de los pájaros, las plumas, el deseo de echar a volar lejísimos de aquí o meter la cabeza dentro de mis manos, sin fecha de salida, quizá ya convertida en avestruz.
Muy contenta de que lo incluyéramos en el club de lectura y de haber descubierto a este autor al que escuché por primera vez en el encuentro EL QUEER de la librería Mary Read y ya salí de allí queriendo leerle. GRACIAS por ayudarnos a descubrir estos regalos de libros.
El mismo autor nos lo deja claro: "El Power Ranger rosa somos todas las personas, sean niños, niñas o niñes que éramos calificados como débiles, raros o diferentes."
Este libro me ha parecido absolutamente increíble, tanto, que lo he tenido que leer del tirón, no era capaz de esperar más tiempo. La habilidad del autor de poder entrelazar dos historias paralelas, el pasado y el presente, de manera cruda y sin escrúpulos, a la vez que rebosante de amor y cuidados. Una aproximación hacia la conciencia de clase y la migración española, atravesando de lleno las raíces que echamos en nuestro lugar de origen y cómo las nuevas generaciones (especialmente aquellas LGTB) se ven forzadas a tener que rechazar casi de una manera sistemática estos espacios.
Arrolladora, breve y llena de ternura, una lectura que considero obligatoria para toda persona del colectivo en España.
Una novela corta sobre amor, identidad, “el pueblo” y la familia. Un formato corto, conciso pero que no por ello deja las imágenes evocadoras y las construcciones metafóricas. Las vidas paralelas de abuela y nieto y de como caen en los mismos ciclos a pesar de los años y las realidades que les diferencian. Un relato precioso sobre el fracaso y el desamor, una edición de niños gratis hecha con mimo y cariño.
Este ha sido un libro desgarrador. Christo Casas se sirve de la relación que tenía con su abuela para crear una historia conmovedora y trágica acerca de la opresión, de vivir en los márgenes, de tener que separarte de tu familia para poder tener una vida mejor, de vivir con miedo, de buscar esa aceptación que tenía faltó cuando eras pequeño, de sentirte identificado con un muñeco hecho trizas.
La abuela fue una mujer que viajó a Alemania para poder conseguir un futuro y que no tuvo la misma suerte que sus hermanas y por ello tuvo que volver a su pueblo de nacimiento. El protagonista sufrió abusos físicos por su apariencia siendo todavía un niño y esa experiencia le marcó para el resto de su vida.
Ambas historias están contadas a la perfección e hiladas y entrecruzadas de tal manera que acaban por sentirse como una sola historia. Es un ejercicio de búsqueda, de remover las raíces para acabar encontrando un espejo que refleje quien eres. De entender la vida de tus antepasados para poder entender la tuya propia.
Siempre he tenido el miedo de que al irme de casa las raíces que siempre me hacen volver algún día dejen de estar. Y que ya no tenga razones para hacerlo y que la casa pase a ser otra —o de otro— y que todo lo que tengo —que también todo lo que se ha quedado atrás— que más valoro se esfume y yo no esté, ya, para decir que quiero seguir volviendo. A los que nos fuimos siempre nos quedará esa lucha: la identidad conformada en base a muchos puntos fuera de lo que una vez fue casa, pero el reforzamiento en casa de ser lo que uno es, lo que ha acabado siendo. Uno no puede olvidar nunca de donde viene, porque cuando el lugar de donde viene se va, deja un hueco donde anidan todas las razones de la marcha, y eso también es asesinato. El lugar que abandonamos siempre ha de mantenerse: una pequeña visita, una promesa, un futuro punto de guardado. Pero siempre está esa dicotomía de dejar lo que más te ha hecho daño para empezar de cero, y tras el cero, la amplitud de lo desconocido, que no deja de llevar consigo la amenaza, el miedo. ¿Me querrán más aquí que allí? Me extraña haber oído tan poco de un libro tan potente donde fluctúan temas tan diversos pero a la vez tan unidos en un hilo que es una especie de línea de vida: abandonar el nido, despreciarlo, lucharlo, recrearse, volver. Defenderlo como se defiende a uno mismo cuando en su día no se pudo y reclamarlo porque, a fin de cuentas, siempre ha sido el sitio que nos ha visto salir corriendo. Todo esto cubierto con el juego de la identidad, una importantísima visión de la lucha de clases y el paralelo a la pregunta del quién soy: ¿puedo quedarme aquí siendo yo… o volveré a vivir las consecuencias de quedarme aquí siendo yo?
Es curioso como a veces los nietos reproducimos aquellos que hicieron nuestros abuelos.
“El Power Ranger Rosa” es una historia de familia, de ciudades, de libertad, de auto conocimiento y de frustraciones.
Un relato corto y breve, que no necesita florituras. Un homenaje a las abuelas, a esas que ejercían el rol de abuelas a la perfección, que abrazaban a sus nietos sin importarles su condición, que les abrían los ojos y les daban alas para ser libre.
El protagonista viaja a Berlín, como antaño hizo su abuela, en busca de un futuro, al igual que lo hizo ella. Allí busca inspiración, liberación, conexión con la mujer que le hizo entender que ser “el power ranger rosa” estaba bien.
Es una historia con la que resulta muy fácil empatizar. Habla de la crueldad de los niños, la más dura y la más dolorosa, como esas palabras se nos clavan como puñales en la infancia y siguen doliendo cuando nos hacemos adultos. Pero también es una historia que rinde homenaje a las abuelas. Un merecido homenaje. A esas mujeres que lucharon por sacar una familia adelante, abandonando su país.
Ojalá todos tuviéramos un recuerdo de nuestro abuela tan poderoso como cuando la protagonista de esta historia abrazaba a su pequeño power ranger rosa.
Christo Casas escribe esta breve novela en la que nos cuenta lo difícil que era para un joven homosexual vivir en un pueblo en los 90. Partiendo de su búsqueda de piso en Berlín habla de precariedad, de pobreza, de las dificultades de los jóvenes para encontrar vivienda, de LGTBIfobia, de machismo, de amistad, de lucha, de resignación, de familia, de amor... Otra maravillosa novelita de niños gratis*. Ganas de más.
"Hacerse mayor es darse cuenta de que hasta las personas que más quieres son capaces de lo peor". "Los que no somos como ellos, tú, y yo, y tu tía, tenemos que aprender a retirarnos a tiempo y a correr más rápido. A ser más listos. A ser más fuertes. No hay nada más débil que un hombretón".
Perdí a mi abuela repentinamente cuando íbamos a empezar a grabar entrevistas sobre su vida. Con esas entrevistas, planeaba también escribir nuestra historia. Quizá por eso o porque nos unía una relación tan intensa y parecida como a las dos protagonistas, me he sentido hasta cierto punto redimida leyendo este libro.
Una historia pequeña que se hace grande y te deja con ganas de saber más sobre ese nieto y su abuela. Un gran descubrimiento y una nueva voz en la narrativa queer que seguro nos deparará más historias.
Dice el refrán que “el buen perfume se vende en frasco pequeño” y, aunque “El Power Ranger Rosa” no es un perfume, cumple con el dicho a la perfección. En un formato de bolsillo (literal) y apenas 120 páginas encierra una historia actual y a la vez nostálgica que atrapa desde las primeras líneas.
Esta es la historia de un joven español que ha dejado atrás su vida en España en busca de oportunidades en Berlín, y al mismo tiempo es la historia de su abuela, quien años atrás también emigró a Alemania huyendo del franquismo. Las historias de ambos se van entremezclando con constantes saltos temporales que nos muestran como las vidas de abuela y nieto guardan más de un paralelismo.
La narración pasa de la sordidez de la noche berlinesa a los recuerdos (no siempre agradables) de infancia en el pueblo, de la dureza de la emigración en el siglo pasado a la soledad del emigrante actual aún cuando está rodeado de gente, y todo ello con un lenguaje sencillo y directo que hace que más de uno pueda verse reflejado en algunas de las situaciones que se describen.
El final te deja un poco con el corazón roto pero, al igual que ocurre en la vida, no todas las historias tienen siempre un final feliz, lo que lo hizo incluso más especial.
“El Power Ranger Rosa” es una historia de abuelas y nietos y de cómo para entender nuestro presente a veces tenemos que mirar al pasado. También es un buen ejemplo de cómo no son necesarias cientos y cientos de páginas para contar una buena historia, y que con poco se puede decir mucho.
Christo Casas supone un gran descubrimiento en la narrativa queer contemporánea y espero que este Power Ranger Rosa sea solo el primero de muchos libros de su autor.
PD: ¿Puede tener una sobrecubierta desplegable más maravillosa?
PD 2: Britney Spears y “Baby…one more time”. ¡Solo por eso ya tiene mis dieces! 😁
El power ranger rosa somos todos los que hemos vivido la suerte de ser "diferentes", si es que está permitido usar esa palabra. Es un libro en el que puedes encontrar muchas anécdotas que has vivido en tus propias carnes y que te hacen sonreír y sufrir a la vez. Escrito de forma ligera y muy dinámica, tiene la longitud adecuada que me ha permitido revivir sensaciones que tenía olvidadas y me ha recordado que la vidas de muchos de nosotros tiene similitudes que asustan. Gran libro en frasco pequeño.
Genealogía de abuelas, de las que no saben leer ni escribir. Golpes de clase al llegar a la Universidad. Miedo y rabia por el asqueroso mundo que no permite que seas tú. La reivindicación del rosa. Este libro tiene todo eso y más, y esta editorial sabe siempre cómo ganarme el corazón. Uno de esos libritos imprescindibles para leer en un rato.
Con una prosa sencilla pero eficaz, el protagonista hila los recuerdos de su infancia, con los de su abuela y su vida presente en Berlín. Directo, intenso, te atrapa hasta que te lo acabas. Uno de los descubrimientos del año. Y ya sabéis, lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Acierta en muchas cosas, divaga en otras. La relación con la abuela de la que emerge la historia está cargada de intimidad y añadir la perspectiva de clase un buen punto. Me interesaría más una segunda versión, ampliada