Arturo Ambrogi escribe sobre las costumbres sociales y culturales de los campesinos. Refleja una serie de facetas y situaciones testimoniales y el acontecer en los ambientes rurales. Su trabajo, meticuloso y bien articulado, recrea perfectamente los escenarios y ambientes descritos, y representa magistralmente los paisajes, los colores, los personajes. Todo encaja perfectamente. Nada está fuera de lugar, nada falta y, por supuesto, nada sobra.
Cuantos recuerdos me revivió este pequeño libro Hermosa prosa que se lee como poesía .
“La vieja Ceiba tiene recuerdos como cualquier abuela arrinconada; y seguramente gustará de removerlos, con indecible melancolía, cuando las cenizas del crepúsculo apagan las últimas púrpuras de la gran hemorragia solar”
Despertó el alma de niña en esta abuela , aveces triste, aveces alegre , contenta con la vida ,vivida hasta hoy !
Arturo Ambrogi existe para nosotros como un espectro en el sentido Derridiano de la palabra. Podemos atacarlo como el fundador del infame costumbrismo en nuestro país, podemos reducirlo a un Ruben Darío de menor talla o a un Gavidia menos inspirado, pero nunca podemos exorcizarlo de nuestra literatura nacional. Para bien y para mal.
Al fin lo terminé...es un libro descriptivo, de un país de otra época que evoca la nostalgia, una riqueza cultural y un repertorio lingüístico rico y diverso, que a mí me abrumó. Valoro lo aprendido y la alta capacidad de observación que tiene el autor, así como su habilidad para poner en papel lo que ve, pero vaya que me costó leerlo
Me gustó, fue un libro en los que habían capítulos medianos y otros donde los picos de calidad eran grandes, me quedo con el capitulo del Pueblo así como el de la Molienda, me recordó cuando mi abuelo me contaba sobre cómo era en su época
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Si vives en la ciudad donde tu infancia fue pequeños momentos de la vida en el campo, este libro excelente para esa nostalgia, recomiendo leerlo en verano o días soleados.