Madrid, año 2013. Mientras el país celebra la llegada del nuevo año, Daniel está encerrado en una casa fría y oscura con dos gatas y tres gramos de cocaína. Incapaz de terminar una novela, comienza a escribir un diario en el que retrata su perturbador posicionamiento frente al mundo, el trato conflictivo con sus amigos, su dramática situación familiar. El hartazgo y la desesperación le hunden sin remedio en la indiferencia. Escribir es lo único que le mantiene con vida. Nada parece que pueda salvarle. O sí, tal vez sí. Escrita en segunda persona, Cocaína es una historia de redención. La visión de la realidad que tiene el protagonista nos devuelve una imagen exaltada de la precariedad laboral, el éxito personal y el fracaso de una sociedad tan acomodada como hostil. Una novela colérica sobre la vida y la muerte, sobre el desencanto y la supervivencia, donde la adicción se convierte en un reflejo de las frustraciones de toda una generación. Sin tabús ni concesiones a lo políticamente correcto, Cocaína es una patada en la puerta de un escritor al margen de las buenas costumbres. Una obra irreverente que invita a la reflexión y al cuestionamiento de lo establecido. Un libro demoledor, inevitable.
Daniel Jiménez es licenciado en Historia y Estudios de Asia Oriental por la Universidad de Granada y la Universidad Autónoma de Madrid. Tras conseguir una beca de la Fundación La Caixa para estudiar en Estados Unidos, obtuvo su maestría en la Universidad de Columbia, Nueva York.
Actualmente trabaja como profesor de lengua y cultura española para el U.S. Defense Language Institute, y enseña a oficiales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Air Command and Staff College y Air War College.
Este libro se lee como una raya. Autoficción de la buena que va un poco más allá del mero relato de un vicio. El deseo de salir. Y un mundo, como el del Kronen, que quizá nos condene a él. O quizá a los más débiles. ¿Quién no lo es?
A veces me reí con Daniel. A veces quise abofetearlo. Otras me quise sentar con él a hablar de cosas que no se hablan. Y otras veces quise saber cómo será la cara de Andrés. Ah, y siempre recordaré este libro porque 1. Con ese título, no podía llevarlo al trabajo sin que me vieran con cara de UUUH?? Y 2. "Uno y donde siempre".
El verdadero problema no es lo que parece, intenso, reflexivo. Con un final que te deja atónito. Un hombre no es una isla y mucho del daño se hace en conjunto. La primera mitad me mantuvo indecisa pero de ahí al final wow
Creo que si hubiera tenido la oportunidad de leerlo de un tirón porque creo que habría sido un puntazo. Pero como me pasa últimamente, la vida tenía otros planes.
La historia es bastante simple: va narrando la historia de Daniel, quien es un aspirante a escritor y que además es adicto a la cocaína. La novela no está estructurada en forma de capítulos tradicionales, sino que te va detallando en formato de entradas de un diario todo un año en la vida del protagonista.
A diferencia de otras novelas que he leído que tocan este tipo de temas, no creo que ésta pretenda dar la última palabra en cuanto adicciones a las drogas, sí que me parece que es muy inmersivo a cómo puede ser la vida diaria de un adicto. Aunque no es una historia ligera y también tiene un montón de monólogos internos, el formato hace una lectura ágil y sientes que vas avanzando muy rápido. A pesar de que tampoco siento que trata de dar una lección de moral, ni mucho menos, creo que sí es un relato que te acerca un poco a qué hacen las adicciones a la gente.
Iba a llevarse 3 estrellitas porque lo disfruté mucho, pero el final le mereció una estrella adicional. Creo que en algún momento lo vi venir, la manera en que cerró la última entrada me gustó muchísimo.
Una obra que termina, tal cual como ha empezado, un truco literario de pocas luces, pero que aquí, cobra sentido.
A este libro o le pones un 2 por no haber vivido el infierno de la cocaína, y no entender la mitad de lo que se relata, o crees que merece un 3.5, pero por tomártelo tan personal le metes un 5.
En mi caso se de que van las adicciones, y se de que va la literatura marginal que con sus golpes a mansalva, saca a un par de tipos del infierno.
''—Mamá, soy yo, soy tu hijo. Te quiero. Perdona por no decírtelo más a menudo pero te quiero. Sé que soy un asco de hijo pero te quiero. Sabes que yo antes no era así. Lo sabes, ¿verdad? Ha sido un año de mierda, mamá, pero te quiero, y también quiero a papá, a mis hermanos y a sus hijos, aunque no sepa ya ni la edad que tienen, y por supuesto que quiero a mi hermana suicida, la quiero y la echo de menos a diario y tengo tanto miedo de hacer lo que ella hizo que no soy capaz de enfrentarme a lo que me queda de vida sin volverme loco, pero todo eso va a cambiar. ¿Me oyes, madre? ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?''
"...y una vez en la calle continúas llorando como un niño abandonado, como un loco furioso, como un escritor fracasado, inadaptado y cocainómano."
Es triste y deprimente, pero muy valiente y para mí desde luego especial. Un diario de un año en la vida de Daniel, el cual intenta escribir un libro, pero no es fácil, pues es cocainómano y tiene dos mil problemas. Me ha gustado mucho, es duro, potente, directo, real, explica muy bien esas sensaciones, la superexcitación, la tensión, la obsesión y esa soledad en la que se encuentra, además es tremendamente adictivo, nunca mejor dicho.
Una lectura voraz, rápida, que te obliga a seguir leyendo con el mismo ímpetu con el que su personaje principal atraviesa etapas en su vida y vuelve a llamar una vez mas a su dealer para conseguir la tan preciada substancia, para una vez más embardurnar su nariz y su vida con el polvo blanco que es el origen y solución de todos sus problemas.
Es un libro duro, y que invariablemente va a tocar personas en lo más profundo, ya que todos tenemos algo para identificarnos y relacionarnos con el estilo de vida anodino, aburrido, descontrolado y mediocre de Daniel.
Me encantó. Es un libro crudo con el gran tino de ser escrito en segunda persona, logrando este distanciamiento del personaje, aunque al mismo tiempo el engaño y el sentirte que te hablan a ti, como si tú fueras Daniel, acercándote así más a él y a sus frustraciones...
Un hit. La comparación un poco tendría que hacerse con "El pericazo sarniento" de don Carlos Velázquez Perales, pero no lo he leído y además las comparaciones son odiosas. Y sin duda la bonita frase "uno y donde siempre" quedará en el idioma español.
4,5. Una obra muy descarnada y profunda Me ha hecho pensar mucho y reflexionar. Dar gracias por ser una persona normal e intentar trabajar en mis hijos para que se quieran y acepten y de mayores no tengan los problemas de Daniel o de su hermana. Un ensayo más que una novela
Te has cansado de mirar el cielo y pensar que la vida es hermosa. Te has cansado de mirar el mar, de descifrar el horizonte, de interrogar el atardecer. Te has cansado de todo y de nada y también te has cansado de ser tú mismo.
There are vices that are difficult to get out: overeating, sex, cigar, some drugs, etc .; But there are vices of which it is almost impossible to get out: drugs.
In "Cocaine" by Daniel Jiménez the author shows us a cocaine writer trying to get out of vice. The descriptions of how you feel when you are at the height of vice are to cry, and you can not see a way to escape.
The decision to get rid of these vices is something internal, however much friends, parents and family try to help until he decides, is still trapped.
And once you decide to leave it seems that everything wants to catch you again.
For young people: drugs are not a game, it's something that really destroys your life. I have seen it in very close people, leaving is almost impossible ....
De esos escritores que habrá que seguir la pista pues deja el listón muy alto. A pesar de beber de referencias literarias muy célebres e identificables, consigue destacar con arrojo y voz propia. El tiempo dirá si es de esos escritores valientes que escriben porque les va la vida en ello o porque sólo intentan llamar la atención. Que siga escribiendo y veremos. Expectante quedo.
No sé dónde leí sobre este libro, no sé cómo me enteré de su existencia...pero sí sé, que podía vivir perfectamente sin haberlo leído. Nada más que añadir. Léanlo y juzguen por ustedes mismos si les apetece.