El piso de abajo debería ser el almacén de un anticuario, pero Manuel y Lorenzo, recién llegados a Barcelona, y tras meses viviendo allí, nunca han visto a nadie ni han escuchado el más mínimo ruido, y resolver ese enigma se está convirtiendo en la obsesión de Lorenzo. Para el guionista y teórico, Santiago García, Rituales funciona a modo de formidable relato caleidoscópico donde lo ínfimo y lo infinito, lo cercano y lo lejano, lo absurdo y lo grandioso se entrecruzan en un tejido misterioso de historias sorprendentes. Rituales es la gran novela gráfica que estábamos esperando de Álvaro Ortiz.
Un estudiante de Bellas Artes en Barcelona, una joven escandinava preocupada por la nueva obsesión de su padre, un misinionero español en Ruanda, una ama de casa que se dedica al porno online... y hasta el mismísimo Caravaggio son algunos de los personajes aleatorios que se ven implicados en el misterio de unas figurillas rituales que nadie sabe muy bien de dónde han venido. Álvaro Ortiz vuelve a jugar con algunos de sus elementos claves: el misterio que se encuentra en las cosas más cotidianas, lo bizarro detrás de las costumbres de la gente y los personajes diversos y sin ninguna vinculación que se ven unidos por un asunto misterioso. Y lo vuelve a hacer mediante el uso de unos personajes redondeados y de apariencia naïf pintados con una paleta de colores perfectamente ya identificable con el autor. Quizás ha sido una lectura demasiado loca para mi gusto, y disfruté bastante más de la maravillosa Cenizas (2012) o de la inquietante Murderabilia (2014), pero aún así me ha parecido una locura disparatada y original de lo más disfrutable.
Es más gratificante leer Rituales como una colección de historias breves que como lo que aparenta ser, i. e. una colección de historias breves que parecen apuntar a algo más, a una interconexión profunda entre ellas. Como en El atlas de las nubes esa conexión es, en el mejor de los casos, tenue, y el gran clímax que cabía esperar nunca se produce. Eso sí: el camino a ese final insatisfactorio es bastante entretenido.
Miałem napisać o lekkim spadku formy, ale okazuje się, że "Rytuały" to chronologicznie wcześniejszy komiks niż świetne "Murderabilia" i "Popioły", więc w sumie należy pochwalić za słuszny kierunek rozwoju.
W tej odsłonie autor zdecydowanie się pogubił i dotarł do miejsca, którego nie mógł fabularnie rozsupłać. Całość złożono z mini scen, a te wprawdzie w niektórych przypadkach docierają do jakichś stycznych, jednak częściej fruwają w różne strony i jedyne, co je łączy, to figurki z wielkim Wackiem. Myślę, że Guido Van Driel w "IHS" pokazał jak takie zabawy z czytelnikiem spinać umiejętniej.
Podsumowując: "Rytuałom" brakuje do późniejszych prac Ortiza, co nie znaczy, że miłośnicy tamtych powinni odpuścić. Póki co wszystkie te historie mają sporo uroku, czarują humorem i są przykładem komiksów, które czyta się z wielką przyjemnością.
Yo veo "Rituales" como una manera de mostrar la vida cotidiana de unos personajes (en realidad, representantes de la especie humana) que, de una forma u otra, se topan con esa figurita (como símbolo en realidad de un ser supremo) y su vida sigue sin más. Pero, al final, hay algo verdaderamente gordo, cósmico en el asunto, y la pista la tenemos en esos panfletos de esos testigos de Jehová (secta) que parecen tener razón: los seres vivos de la Tierra nos formamos de ese "semen cósmico" y surgimos de él mezclado con la tierra, una especie de barro primigenio. En el final todo concluye: nos deshacemos como el experimento fallido que somos...
Aun, de todas formas, sigo pensando si hay algo más en "Rituales"... Pero creo que no. Y en cierta forma le da más entidad a la historia de Álvaro. Como la vida (y como decía Chéjov), en las historias no tiene por qué haber trama ni final... Aunque intuyamos que hay un final apocalíptico en "Rituales", esas pequeñas historias son las historias de unas personas corrientes, tal como nosotros mismos, ¿y qué sentido tiene nuestra propia existencia más allá de pasar los días viviendo e intentando hacerlo lo mejor posible esperando el momento en que volvamos a convertirnos en polvo?
Nie znam się na komiksach/powieściach graficznych, dlatego tutaj zaznaczę tylko, że bardzo podobało mi się przeplatanie przez treść elementów związanych z wydarzeniami z historii sztuki. Tyle mam do powiedzenia jako całkowita amatorka.
Pas endavant del Sr. Álvaro Ortiz. Complicant l'estructura dels seus llibres anteriors, ens torna a portar una història pertorbadora ( no us deixeu enganyar pel seu dibuix amable, d'aparença innocent) . Les pàgined estan plenes de detalls i demana a crits una relectura amb els ulls ben oberts.
Lo mejor de esta novela gráfica son los dibujos y el estilo de Álvaro Ortiz. Me pareció muy dinámica la forma en la que narra la historia y aunque algunas viñetas me resultaron sosas otras me parecieron sublimes.
Con mucho humor y mala leche me ha picado el gusanillo y quiero leer más sobre Ortiz. Nunca una estatuilla con problemas de priapismo tuvo tanto que decir.
Mój drugi komiks Alvaro Ortiza i znów świetny! Groteskowy, absurdalny, śmieszny, niepokojący, zaskakujący. Cała opowieść kręci się wokół małej figurki z wielkim penisem pojawiającej się w różnych miejscach, w których o dziwo zawsze potem dochodzi do tragicznych wydarzeń. Komiks składa się z pojedynczych historyjek, splecionych historią dwóch przyjaciół, którzy wynajmują mieszkanie w Barcelonie. Lokal pod nimi wzbudza początkowo zainteresowanie, a potem staje się obsesją jednego z przyjaciół, Lorenza. Oczywiście kryje się w nim pewna tajemnica. Nie chcę się rozpisywać i zdradzać detali, bo to zepsułoby przyjemność z lektury, ale czego w „Rytuałach” nie ma! Dwóch malarzy: jeden austriacki, drugi niezły łobuz, kosmici, dinozaury, wizyta w wiktoriańskie posiadłości, włoskiej willi i szwedzkim mieście, seks kamerki, kebab i mnóstwo nietypowych śmierci. Naprawdę, niezły odlot, do tego kilka razy zaśmiałam się na głos w pociągu, narażając się na karcące spojrzenia współpasażerów. Czysta rozrywka, ale na wysokim poziomie i w bardzo oryginalnym stylu. Glajskie.
Dwóch kolegów wynajmuje mieszkanie w Barcelonie – wielkie szczęście, bo nie dość, że jest fajne, to jeszcze w dzielnicy gotyckiej. Lorenzo studiuje na akademii sztuk pięknych i do swojego projektu postanawia bliżej zainteresować się mieszkaniem piętro niżej. To rzekomo magazyn antykwariusza – ale, o dziwo, nikt tam nie wchodzi.
Sólo el decepcionante final le priva de ser un clásico instantáneo. El dibujo, los personajes y el manejo de la intriga son excepcionales. Álvaro Ortiz consigue crear cosas memorables en pocas páginas. Ojalá lo mejor esté aún por llegar.
Es rara la apuesta que hace Álvaro Ortiz con esta obra. Ya no porque de partida la trama gire en torno a una estatuilla con un notorio pene erecto que eventualmente trae mala fortuna a sus dueños, si no por la elección de contar una historia sin principio ni final, pero que a la vez es sumamente gratificante (tanto gráfica como narrativamente).
Rituales es como tirar una piedrita pequeña a un charco quieto, pero que en lugar de decidir hablar sobre el centro, se dedica a vagabundear por todas las ondas exteriores y detallarlas milimétricamente. Como lectores jamás tendremos puta idea de que va el centro, pero la descripción de estas ondas nos sigue pareciendo entretenida, intrigante. Es hacer un truco sin remate, pero que aun así te mantiene enganchado.
Ese difuso arte de hacer autobiografía volviendo borrosos los límites, el interés por la novela negra más noir o esa fijación con el arte de Caravaggio. Parece todo muy bien planeado. Un nudo que no se desata pero que el autor - de seguro- en su mente conoce a la perfección y aun cuando todo pareciese ser muy serio por esta descripción NO LO ES.
No faltan las idas de olla y que en general el humor es burdo pero no hace perder en nada a la historia, por el contrario la distiende la mayoría del tiempo.
Otro de esos ejemplos que pondría para demostrar que la narrativa gráfica tiene sumamente pocos límites y bastante posibilidades aún por mostrar.
5.7 Komiksy Ortiza są tak wyważone w swoim doborze elementów narracyjnych i gatunkowych, że po chwili stają się dla mnie... przezroczyste. Nie tyle jednak nudne, co po prostu niewywierające żadnych emocji. Wrażenia nie robią na mnie jego dziwaczne pomysły i elementy niecodzienności, nie reaguję na ukryte w kadrach czy wypowiedziane wprost żarty. Nie jestem też w stanie wziąć na poważnie postaci i przejąć się ich losem, bo wszyscy oni ostatecznie okazują się bezwyrazowymi nośnikami pomysłów/treści, które czytelnik ma otrzymać. Nie powiem, że prace Ortiza są spektakularnie złe, bo chociaż cieszą oko. Ale jeśli ktoś chciałby je nazwać ładnymi wydmuszkami, to zapewne nie miałbym zbyt wielu argumentów i sił, aby tej opinii się sprzeciwiać. A może to po prostu ja jestem problemem.
Je vais écrire la même chose que bien d'autres, mais: J'ai bien aimé, puis la fin était wtf. Je comprends ce qu'il a voulu faire avec l'enchaînement de plus en plus ouf, mais je suis pas sûre que ça marche après toute cette belle mise en place. Et pourquoi ils se méfient des enfants?
Vraiment bien aimé... sauf la fin dont je ne sais pas trop quoi penser, qui me laisse sur ma faim... Un peu énervant au final quoi... Un 3,5 pour la peine pour une lecture qui a failli se noter à 4,5.
Ya lo dijo Santiago García: "Rituales funciona a modo de formidable relato caleidoscópico donde lo ínfimo y lo infinito, lo cercano y lo lejano, lo absurdo y lo grandioso se entrecruzan en un tejido misterioso de historias sorprendentes." y suscribo a cada palabra.