«No es para que nos contesten a una pregunta por lo que nos hemos puesto en camino, sino para que, en el silencio del lugar de los antiguos oráculos, cada uno descubra cuál es su pregunta».Con este designio, siete singulares peregrinos emprenden un iniciático «viaje al país sonoro», una búsqueda espiritual que, bajo distintas formas en diferentes culturas, ha constituido siempre el símbolo supremo de la vida humana.En El juego de las preguntas, Handke propone que nos abramos al mundo por medio de una pregunta esencial, donde se incluyan todas las respuestas. Es el modo de indagación personal que caracteriza toda su obra: averiguar cómo se relaciona el hombre, a partir de sí mismo, con todo su entorno. Cada mirada congela el mundo, lo fragmenta, lo analiza, lo devuelve en palabras (trocadas en eficaces herramientas). Una escritora cuya originalidad llega a las raíces del idioma. No hay libro nuevo de Handke que no constituya un acontecimiento.
Peter Handke (* 6. Dezember 1942 in Griffen, Kärnten) ist ein österreichischer Schriftsteller und Übersetzer.
Peter Handke is an Avant-garde Austrian novelist and playwright. His body of work has been awarded numerous literary prizes, including the Nobel Prize in Literature in 2019. He has also collaborated with German director Wim Wenders, writing the script for The Wrong Move and co-writing the screenplay for Wings of Desire.
Obra de teatro escrita por Peter Handke, llamada el juego de las preguntas.
Una estructura que navega entre abundantes monólogos y pocos diálogos pero que extrañamente funciona para darle fluidez a la obra.
Encontramos a un actor, una actriz, un viejo matrimonio, un aguafiestas, el que mira desde el muro, Parcifal, y un indígena que irrumpe en escena de tanto en tanto.
Se tocan innumerables temas, que tienen como hilo conductor la existencia humana, cada personaje desde su principal característica nos presenta, reflexiones, ideas, evocaciones, de lo que fueron, de su identidad, pero sobre todo de la pregunta como una manera de coexistir entre la humanidad, pero también una manera de ignorarse o de esconderse.
Una cosa muy curiosa, fue el manejo tan increíble que tiene el autor del lenguaje, es capaz de interesarnos en cada personaje, a pesar de lo enigmático, cada monólogo, cada diálogo, nos permite conocer a cada uno, y entender por que son una suerte de desterrados, viajando por una razón desconocida, pero siendo partícipes de las miserias y deseos de cada quien, pero siempre desde su posición bien marcada.
Un viaje al centro, una obra pequeña pero que deja una sustancia que nos permite preguntarnos si nosotros también preguntamos lo que vale la pena o solo lo evidente, para no profundizar ni en nosotros ni en los demás.
El autor de esta obra, Peter Handke, recibió el premio Nobel de Literatura 2019, escritor nacido en Austria, cuya obra en alemán ha sido traducido ampliamente al español por la editorial Alfaguara. Autor que busca incomodar y allanar el espacio cultural con debate y diálogos reflexivos. El juego de las preguntas es una obra escrita en forma de obra teatral, con siete personajes que parte en un viaje revelador de la autoconsciencia y la verdad.
Cuando comencé a leer este libro, recordé la obra “Esperando a Godot” de Samuel Beckett, elemento representativo del teatro del absurdo. Algo similar me pareció identificar en los diferentes actos de la obra de Handke, desde la representación de los personajes hasta los elementos que los mantienen unidos, al menos mientras realizan su viaje del descubrimiento a través de las preguntas. No fue una lectura fácil, al contrario, requirió de mayor concentración de mi parte. No todos los elementos fueron atractivos, algunos monólogos de los personajes me resultaron cansados, o simplemente falto de interés para mí. Son siete los personajes que se encuentran en una encrucijada de caminos, y de manera conjunta, después de ciertas presentaciones, parten hacia el mismo rumbo de la iluminación, o búsqueda de sentido.
Los sietes personajes son: uno que mira desde el muro, un aguafiestas, una actriz joven, un actor joven, un viejo, una vieja y Parsifal. Interesante referencia que hace el autor hacia uno de los personajes clásicos de la literatura alemana: Parsifal de Wagner. El inocente que logra convertirse en el héroe necesario.
El resto de los personajes son complementarios, los diálogos entre ellos muestran dos posturas de un mismo evento, y la interacción con Parsifal es como mostrar la postura de cada pareja ante el resto del mundo. Al menos fue mi primera interpretación entre los personajes. Identifique el papel del optimista (el que mira desde el muro) y del pesimista (el aguafiestas) a través de sus conversaciones, dos puntos de vistas diferentes.
La relación entre el actor y la actriz fue el análisis de la relación entre parejas, pero en la etapa de juventud; mientras que la convivencia de los viejos, mostraba el paso del tiempo que afecta a la pareja y al mismo tiempo, el trato que la sociedad les otorga.
Resulta una novela muy árida y que requiere de disciplina lectora para avanzar en algunos tramos. Y como elemento final, aparece un octavo personaje: un indígena, que representa diferentes papeles o profesiones a lo largo de la obra.
Una novela, mejor dicho, obra teatral, que requirió mucho esfuerzo de mi parte para terminar de leerlo. Nivel de lector debe ser avanzado para exprimirle el provecho que su lectura puede ofrecer. Como acercamiento a Handke no es recomendado, una lectura previa es recomendada, así como cierto material de soporte a la lectura de esta obra. Adentrarse en esta lectura bajo su propio riesgo.
Cuando lo empecé a leer me daba mucha vibra a "Esperando a Godot", pero pro mas que intenté meterme y conectar con los personajes, no pude. Se me hizo pesado, aburrido, sin dirección. Quise culpar al formato de guión, pero he leído otros guiones que no me generan eso. Estoy consciente de que es una cosa personal, que igual es un Nobel y todo e incluso le daría la oportunidad con otro libro en otro momento, pero para mi fue un bostezo (corto, afortunadamente), con esta lectura
VOYAGE is a constantly interesting study of theatrical characters, though it seems to mainly be about the nature of asking questions and how that relates to life and living.
THE HOUR is a play with no dialogue and about 200 characters. It is as if the audience is people-watching from a cafe table as people cross a town square. We see glimpses of scenes and lives, and it's amazing how you understand so much about these people when all you get is a glimpse. It is the theatrical equivalent of Marcel Duchamp's Fountain: taking the everyday, puting it on stage, and asking us to actually look at it.