Los personajes de estos cuentos, escritos a principios de la década de 1970, experimentan la nostalgia como un mal incurable. Como viajeros de la memoria, la ironía será su mejor arma para realizar un ajuste de cuentas con el pasado. El humor, rasgo típico de la narrativa de Bryce Echenique, entabla en estas historias un revelador contrapunto con el infortunio, que ronda constantemente las vidas de unos seres frágiles y entrañables cuyos destinos tragicómicos terminan conmoviendo profundamente al lector. Nada como sumergirse en la prosa de Bryce (que escribe como "contando el cuento a los amigos" ) para aprender de nuestro pasado con una carcajada; para entender mejor quiénes somos hoy; para vernos con humor, para aprender a reirnos de nosotros mismos.
Nacido dentro de una prominente familia de banqueros, sus padres fueron Francisco Bryce Arróspide y Elena Echenique Basombrío de Bryce. Su tatarabuelo, José Rufino Echenique, fue presidente del Perú en 1851, y su familia está relacionada con la francesa Flora Tristán y con el barón Clemens Althaus de Hesse.
Bryce Echenique, educado en el seno de la oligarquía limeña, cursó sus estudios primarios, en el Inmaculado Corazón, y secundarios, en el Santa María Marianistas y, luego, tras un incidente en este colegio por el que hubo de ser hospitalizado, ingresó al San Pablo, un internado británico en Lima. En 1957, ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y se licenció en Derecho, obteniendo el título de Doctor en Letras en (1977). Fue profesor durante algún tiempo en el Colegio San Andrés (ex Anglo-Peruano) donde enseñó Castellano y Literatura.
Historias de nostalgia de un tiempo mejor con el típico humor inocente y melancólico de Bryce. Personajes dulces y tristes a los que sientes que quieres abrazar al final de cada cuento para ayudarlos a sentirse mejor.
Estupendo grupo de relatos donde Bryce utiliza a ese narrador no fidedigno que tanta felicidad me trae, ja, ja. La verdad es que me subió la fiebre hasta las mil y quinientas, y qué alegre, qué alegre... Estupendo grupo donde Bryce relata alegre, ja, ja. Florence y nos tres es bueno, ja. Baby Schiaffino el mejor, ja, ja.
This book accompained me through some sad days, it's stories are indeed sad enough to make me feel like I was not alone. The way Bryce tells a story like he was personaly talking to you is awesome.