Ari Alfonso > Recent Status Updates

—Tú me quieres y eso te está matando. Tú te mereces mucho más que caridad. Te mereces vivir. Te mereces estar viva. Vuelve a la vida, querida. Yo estaré aquí cuando despiertes.

Contigo no quiero ser Warner. Quiero que sea diferente. Quiero que me llames Aaron.
OH MY BABY...

Los libros se destruyen fácilmente. Pero las palabras sobrevivirán mientras la gente pueda recordarlas.

Me mira como si yo lo hubiera conseguido, como si le hubiera disparado en el corazón y lo hubiera destrozado, como si lo hubiera dejado morir después de que él me confesara su amor y yo me negara a pensar que fuera posible.

Warner se ríe. Veo que sonríe. Es el tipo de sonrisa que lo transforma completamente en otra persona, el tipo de sonrisa que llena sus ojos de estrellas y sus labios de resplandor y me doy cuenta de que nunca antes lo había visto así. Un exterior perfecto para un chico con un corazón muy, muy negro.
Tiene hoyuelos. Fácilmente podría ser lo más hermoso que he visto en mi vida.

Recuerdo el horror reflejado en su rostro cuando lo apunté con su propia pistola al corazón y entonces me pregunto por qué me preocupo por esa persona que no se parece en nada a mí y aun así es tan parecida.

—¿Cuál —dice— es tu fascinación con esa chica? Mi columna se pone rígida. —Ella es para ti más que sólo un experimento, ¿no?
—¿De qué estás hablando?
—Mírate a ti mismo —dice—. Ni siquiera he dicho su nombre y te caes a pedazos.

Y de repente este pequeño y abatido cuaderno significa más para mí de lo que he tenido en toda mi vida.

Me siento humana. Como si quizás pudiera formar parte de este mundo. Como si quizás no tuviera que ser un monstruo. Quizás no soy un monstruo. Quizás las cosas pueden cambiar.

"Eso lo explicaba todo, eso explicaba que la gente nunca me ayudara, que nadie viera nunca nada, que nadie hiciera nada por mí… claro, ¡es que era invisible! ... La gente no podía ser tan mala, imposible, tenía que haber una razón por la que nadie viera nada de lo que me pasaba".
OH MY BABY.

No dejo de preguntarme si Dios está aquí también, pero separado de nosotros por algo peor que el tiempo, incapaz de atravesar la barrera, incapaz de encontrarnos.

No todo el mundo morirá. Y vendrán tiempos maravillosos después de esto. El Renacimiento y la reforma de clases y la música. Tiempos maravillosos. Se inventarán nuevas medicinas, y la gente no tendrá que morir de esto ni de viruela o neumonía. Y todo el mundo tendrá comida suficiente, y sus casas serán cálidas incluso en invierno. Habrá luces por todas partes y campanas que no habrá que tocar.
I'M CRYING.

Enterré con mis propias manos a cinco hijos en una sola tumba… No hubo campanas. Ni lágrimas. Esto es el fin del mundo.

“Nunca va a encontrar esa sabiduría. No está aquí... porque no existe”.
“Ketterley es un egocéntrico: sólo piensa en términos de utilidad, y es incapaz de entender que en el mundo existen cosas que no han sido hechas para que él las utilice”.

—Con el primer vampiro al que conocí.
Gabriel frunció el ceño. —¿Amélie? ¿Ella…?
—No, nuestra hermana no, Gabriel. —Suspiré—. Yo tenía once años cuando mataron a la pobre Ami. Pero tenía diez cuando lo conocí a él.
—¿A quién conociste?
—A tu padre, claro.

No es que nos rompamos, es que ya estamos rotos desde el principio. Solos no estamos completos. Pero si somos bendecidos, si somos valientes, encontraremos a esos pocos cuyos bordes encajen con los nuestros, como piezas de un rompecabezas o esquirlas de una misma espada. Esas personas que, a su manera imperfecta, completan nuestro borde roto.

»—Los castillos resisten, cielo. Soportan las tormentas, el fuego y las inundaciones. El acero se oxida. El hielo se derrite. Pero la piedra aguanta. Y eso es lo que nosotros hacemos. Aguantamos el peso con el que otros quizá no podrían cargar. Soportamos lo insoportable.

Nuestro pasado es una piedra que cargamos contantemente, pero el futuro es de arcilla. Y tú decides la forma en que vivirás.
La vida no es una historia que puedas contar, de León. Es solo una historia que puedes vivir. La buena noticia es que puedes elegir qué tipo será la tuya.Una historia de horror o una de honor. Una historia de indulgencia o una de hechos. La historia de un monstruo. O la historia de un hombre.

Pon a un hombre en una habitación durante cien años con mil libros, y sabrá un millón de verdades. Ponlo en una habitación durante un año con el silencio, y se conocerá a sí mismo.