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Mi padre era el mítico guerrero que había salvado a los dragones al vincular su esencia a las perlas.
RECIEN EMPIEZA EL LIBRO.

Había descubierto que los engaños resultaban a veces muy convincentes, que una cálida sonrisa podía ocultar malicia y que las mentiras más peligrosas eran las que más deseábamos creernos.

Se me había alabado por mi valentía, pero yo sabía la verdad: que había hecho todas esas cosas a pesar de lo mucho que me asustaban. Porque no hacerlas me aterraba aún más.

Los títulos se heredan, el talento puede estar ligado a la sangre, pero la auténtica grandeza se halla en el interior.

No pensaba malgastar mi vida. No permitiría que nadie me derrotara, ni siquiera yo misma. Lucharía por permanecer viva, y mientras viviera, habría esperanza.
No me lamentaría por lo que había perdido y era imposible recuperar. Me centraría en lo que estaba por venir, en la felicidad que me aguardaba… si era lo bastante valiente y perseverante como para alcanzarla.

Si había aprendido algo durante todos aquellos años era que en una guerra no había vencedores, ni siquiera aquellos que creían haber vencido.

Un futuro glorioso se alzaba en el horizonte, y sin embargo, seguía aferrándome a un fragmento de mi pasado, como un melocotonero en flor suspirando por sus pétalos caídos.

Mi identidad no se reducía a aquel desventurado romance; no dejaría que este me definiera. Tenía que pensar en mi familia, en los sueños que deseaba cumplir.
YES QUEEN.

Hoy, por fin, me había atrevido a mirar el sol, dejando que su resplandor me atravesara libremente, derramándose por mis venas hasta hacerme refulgir. Nunca imaginé que fuera posible sentir una dicha tan extraordinaria, y no pensaba permanecer en las sombras de nuevo.

Me habían herido, pero no les daría la satisfacción de hacérselo saber. Su crueldad solo tendría sobre mí el poder que yo le otorgara.

Aunque por fuera todo parezca igual, por dentro todo es diferente. Y resulta que eso es lo que más importa.
Ser libre no se trata solo de dónde estás, sino de lo que crees.

—Después de todos estos años, supongo que lo que faltaba no era el final. Resulta que una historia no lo es si no encuentra un lector. Birdie, eres una buena lectora.

Considerando que nos vamos a pique rápidamente, te debes preguntar si no me arrepiento de haber ayudado. Pero no. Ser un perdedor no es tan difícil como pensé que sería, y quizás no vale la pena ganar en ciertas cosas.

Y eso es algo que hay que considerar de los finales: a veces un final infeliz es simplemente el resultado de terminar una historia demasiado pronto. Por otra parte, un lector debe estar preparado para que las cosas se vuelvan malas (a veces muy, muy malas) antes de que se conviertan en buenas. Ten paciencia, querido lector.

¿Quién era ella exactamente? ¿Qué hacían realmente las brujas? Los ojos de Agnes se iluminaron. A veces las brujas protegen.

—Porque las palabras importan.
Y Birdie supo al instante que tenía razón. En un reino en el que las vidas se desarrollaban como lo hacían en los libros de cuentos, las palabras importaban. Muchísimo. ¿Acaso la palabra «amistad» no lo había cambiado todo para Birdie? ¿Había otras palabras así allí fuera? ¿Palabras que daban alas en lugar de cadenas?

Esa noche era tan brillante que apenas podía imaginar lo llena que debía de estar la luna. Llena y preciosa. Preciosa. Birdie no estaba acostumbrada a pensar en cosas preciosas. Siendo una Trágica, había momentos en los que era imposible imaginar que existiera algo precioso. Pero cada vez era más fácil. Parecía que un pensamiento precioso llevaba a otro y que incluso era el tipo de cosas que uno podía practicar.

Y ese era quizás el mayor problema del Canciller: para ser el líder de un reino de cuentos, no entendía mucho los libros. No leía libros para encontrar verdades, sino que los leía intentando crearlas.

Por lo que Birdie sabía, ese quizás era el primer paso hacia la amistad. Hablar. Por supuesto, en ese momento, Birdie no tenía ni idea de lo que le esperaba en el calabozo. De haberlo sabido, quizás nunca hubiera tenido valor para entrar y entonces, esta sería una historia completamente diferente o quizás ni siquiera hubiera existido.

Y, después de que se presentara voluntaria para los Juegos, era inevitable que se me escapara ese apodo.No quería dejarlos entrar, ni a Peeta ni a ella, pero los muros del corazón no son inexpugnables, no si alguna vez han conocido el amor. Al menos, eso dice Lenore Dove.
I'M BROKEN.

La primera vez que vi a la chica en el Quemador no era más que un bebé. Burdock estaba muy orgulloso de ella, la llevaba en brazos a todas partes. Cuando él murió en la explosión de la mina, ella empezó a ir sola de vez en cuando para hacer trueques con ardillas o conejos. Parecía fuerte y lista y llevaba el pelo recogido en dos trenzas, lo que me recordaba punto por punto a Louella McCoy, mi preciosa novia de antaño

Has hecho temblar los cimientos del Capitolio. Fuiste capaz de imaginar un futuro distinto. Y quizá no se haga realidad hoy, quizá ni siquiera en el tiempo que nos quede con vida. Quizá se tarden varias generaciones. Todos formamos parte de un continuo. ¿Acaso significa eso que no tiene sentido?
—No tengo ni idea. Pero sí sé que necesitáis a alguien que no sea yo.
—No, Haymitch, necesitamos a alguien como tú.

Pero algunos afirman todavía que la dulce niña no está muerta, que a Lucy Gray se la veía por la solitaria ladera.
LA TUMBA DE LUCY😭

—No permitas… que… vuelva a… amanecer —consigue responder. Las lágrimas me ahogan. —No puedo evitarlo. Ya sabes que no puedo. Ella sacude la cabeza a un lado. —… en la cosecha —susurra.
💔💔💔