Lectores Chilenos discussion
Novelas traducidas o novelas escritas en español
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Creo que por esto me he vuelto una fiel creyente de que para amar un libro hay que leerlo en su idioma original.







Creo, de todas formas, que de la forma de traducción bien hecha y llevada a cabo desde un diálogo respetuoso con el texto original, puede ser igual o mejor que el original, sin que esto anule el valor de la obra original. Claro, en la poesía la pérdida al traducir es mucho mayor ya que aspectos asociativos o de métrica se pierden al llevarse a otro idioma, pero el tono y el contenido esencial del se mantiene. Toda buena traducción está basada en una reescritura.
En cuanto a las novelas, la cosa es distinta creo yo, ya que su estructura es más fácil escribirla de otra forma, o decirla de nuevo, en otro idioma. La dificultad radica es que la narrativa hace uso de muchos artefactos poéticos también, por lo que la labor traductora se complejiza igualmente. Sin embargo, el mensaje prevalece y eso es a lo que debe y puede aspirar la traducción.
Hoy me encuentro terminando una novela de Bolaño, Los detectives salvajes, en español, hace unos días la compré en inglés /The Savage Detectives) por el puro placer de leerla desde otra cosmo visión y por lo tanto desde otra figuración lingüística. Esto es bueno, sano y necesario. Obviamente lo ideal sería leer a todos los autores en su lengua original, pero difícilmente se tiene la entereza y la dedicación necesaria para leer en cada uno de los idiomas de nuestros autores favoritos. Qué ganas de saber japonés para leer a Kawabata o Mishima, pero se agradecen las buenas traducciones.

Así que con todas sus limitaciones, no me queda más que agradecerle a todos el gremio de los traductores, que de otro modo no podría haberme acercado a tantos textos y lecturas.
Y hay los placeres de la traducción. Hay un texto de Borges sobre las traducciones de las Mil y una Noches que hace ver la riqueza que existe al comparar y observar lo que cada traductor le trae al texto. Una de las primera novelas que intenté leer en francés fueron las Memorias de Adriano, teniendo la traducción de Cortázar en mis manos, y comparar ambas versiones (y darme cuenta del maravilloso trabajo de Cortázar en la traducción) fue parte del placer de esa lectura.
¿No les pasa a ustedes amigos?