Javier Navarro-Soto's Reviews > Mío

Si algo sé después de leer MÍO es que Raquel escribe muy, muy, muy bien. Su estilo es poético, sencillo y directo. Y sus metáforas... ay, dios mío, sus metáforas. He subrayado frases y frases enteras, y más de 100 páginas están marcadas, con eso lo digo todo.

Seré sincero: no estoy muy acostumbrado a leer libros de relatos. Tenía miedo. Miedo de que no me gustaran, miedo de que las cosas fueran demasiado rápido, miedo de no empatizar con los personajes ni con su historia... Eran miedos sin ningún tipo de fundamento, claro: Se nota que Raquel ha trabajado a los personajes un montón, y eso ha sido precisamente una de las cosas que más me ha gustado: la voz narrativa, sobre todo cuando se trataba de la primera persona. Porque Raquel desaparece y le cede su voz a Paloma o a Prisicla o a Violeta, y hablan con tanto sentimiento (con tanta nostalgia, con tanto dolor) que es casi como si pudieras ver sus recuerdos y tocarlos con los dedos. Lo que sienten es palpable, porque Raquel lo describe de una forma tan bonita, tan mágica y tan auténtica que te llega al corazón.

No sé, a mi me ha sorprendido mucho. Tanto a nivel de estructura (la del primer relato, en particular, me pareció una pasada, la manera en la que tiene de alternar el pasado y el presente con las dudas de un futuro incierto) como a nivel de trama, de personajes y de caracterización. Pero, sin lugar a dudas, lo que más me ha gustado es el estilo. Qué bien escribe Raquel. Leía frases y pensaba: ojalá haber escrito algo así, ojalá haber tenido esta idea, ojalá se me hubiera ocurrido esta metáfora. Promete muchísimo como escritora, y me muero de ganas de leer algo más de ella. Estoy seguro de que sus novelas (novelas propiamente dichas, sin la división de relatos, quiero decir) deben de ser una auténtica pasada.

Y, para terminar, dejo mi frase favorita de la novela. Es tan, tan, tan bonita que quiero imprimirla y colgarla en todas mis paredes para verla todos los días.

«No sé por qué, pero recuerdo una frase que leí hace un tiempo. Es de Neil Gaiman y dice así: No sé qué significa “te quiero”, supongo que quiere decir “no me dejes aquí solo”. En su momento no llegué a entenderla, pero ahora sí que lo hago. Y es que el amor, por mucho que se diga lo contrario, es un acto interesado. Todos amamos buscando algo».